Me quede sentado un momento en el sillón con mis brazos extendidos sobre el respaldo mientras que pensaba en el cuerpo delgado y pálido del doncel que desaparecía tras la puerta del baño, suspire algo fastidiado por el largo viaje que tuve que hacer para conseguirlo y me levante para ir a mi cuarto y buscar algo de ropa limpia que pudiera usar, no serviría de nada que se bañara si se volvía a poner esa ropa que huele peor que la mierda, no sé cómo alguien podría tolerar ese hedor nauseabundo.
Tenía algo de ropa que había dejado mi sobrino en casa, de esos fines de semana que se queda a dormir aquí para no llegar a su casa y que no le llamen la atención por emborracharse con sus amigos, tarde unos minutos en encontrarla olía a guardado era algo grande pero cualquier cosa sería mejor que lo que ya llevaba.
Vi como el vapor del agua caliente salía por la rejilla de la puerta, supuse que aun estaría en la ducha así que abrí la puerta sin esperar verlo ya secándose, él tampoco lo esperaba se quedó atónito viéndome como un cachorro asustado sin lugar donde esconderse.
Sentí un escalofrió recorrer mi cuerpo al verlo desnudo, estaba tan delgado podía ver sus costillas marcando su tórax, moretones a lo largo de todas sus piernas y cicatrices viejas y nuevas, marcadas al azar era tan frágil que parecía que se rompería con tan solo estar de pie.
Lo siento- me dijo desviando la mirada rápidamente y agachando la cabeza, tenía miedo podía verlo en sus ojos
-Toma- le dije extendiendo la mano ignorando su falta para que se tranquilizara- Es ropa limpia- Termine diciendo para que la tomara y cerrar la puerta.
Salí del baño con una horrible sensación al verlo de esa forma, ¿Qué les costaba a esos desgraciados alimentarlo y cuidarlo? Un doncel como él podría ser una gran fuente de dinero si estuviera presentable, no tenían que ser tan crueles con él, tanta maldad era innecesaria.
Camine algo molesto a la cocina y saque algo de comida lo que fuera estaría bien seguramente ese pobre no había comido en días, una rebanada de pan tostado, pique algo de fruta cuando escuche como abrió la puerta del baño.
-En la cocina- lo llame-Sasuke.
Seguí picando la fruta y preparé una tostada con ella, algo de miel y lo puse sobre la barra, lo vi acercarse tímidamente hasta quedar a unos pasos de mí, era increíble como algo de agua y jabón podían transformarlo por completo, se veía tan hermoso, su piel blanca, sus ojos negros sus rasgos tan perfectos, en definitiva, era el tipo de doncel con el que quería estar.
-Come- le dijo poniendo un plato frente a él escuche su estómago rugir y con desespero la termino en segundos, tenía razón seguramente no había comido en días, tenía tanta hambre que ni siquiera pude ver si mastico la comida.
-Toma- Puse otro en su plato, entonces levanto la vista para verme directamente, sus ojos se conectaron con los míos, tan negros, y vacíos que sentí su dolor algo de desesperación y entonces algo en mí se rompió, me moleste sentí tanta ira al verlo.
- ¿No te han enseñado tu lugar esclavo? ¿querrás que yo te lo enseñe a golpes? -Lo amenace no sé porque, no soy el tipo de hombre violento, no era con el que estaba molesto, no con él, no el solo era alguien indefenso es que tan solo no tolere la forma en que me reflejaba en sus ojos, bajo la mirada temeroso al escucharme y siguió comiendo con más cuidado, creo que estaba esperando el golpe de mi mano tras escuchar la amenaza, Salí de la cocina y me fui a la recámara dejándolo solo, no me sentía a gusto con él en casa sería mejor que terminara lo que vino a hacer y regresarlo con su dueño de una buena vez.
Empujo la puerta levemente al entrar en la recamara estaba algo obscura pero aun así se podía ver todo con claridad, yo permanecía sentado en la esquina de la cama mientras que veía como se acercaba a mi lentamente con la cabeza agachada hasta quedar frente a mí.
Tan tranquilo estaba sin decirme ni una sola palabra podía ver su pecho subir y bajar por su respiración, escuchar el aire escapar de su nariz, realmente lo deseaba, hacerlo mío, estar dentro de él, así que puse mi mano tras su cuello y me acerque a él y hacérselo saber “te deseo” le susurre al oído, levante sus brazos para quitar la sudadera estaba algo tieso supuse que eran los nervios
-Tranquilo- intente relajarlo con un delicado beso en los labios pero permanecía sin moverse, me aleje para darle más espacio pero él no lo permitió pues apresuradamente evito que me alejara besándome y abriendo la boca invitándome a entrar y así lo hice acepte su invitación, explorando su interior, su lengua se movía junto con la mía acariciándose mutuamente, tenía que tocarlo más así que sujete sus hombros los acariciaba tratando de abarcar con mis manos lo más que pudiera de su piel, tan dulce e indefensos sus labios me comenzaban a enviciar me acerque hasta que sentí su pecho junto al mío, puse mi mano tras su cuello profundizando el beso mientras que retrocedía en la cama y el pudiera subir en ella, a gatas fue subiendo a la cama hasta tener todo su pequeño cuerpo entre mis piernas ya sin aliento me aleje de su deliciosa boca, me quite la camisa y sentí su fría mano sobre mi pecho, parecía que entraba más en confianza y que comenzaba a disfrutar lo que pasaba, bajo su mano hasta el cinturón de mi pantalón y lo desbrocho me quite el resto de mi ropa, mi pene estaba despierto de deseo por el moreno frente a mí.
Se inclinó hacia abajo para tomarlo con sus manos y lamerlo sentí como si a mi cuerpo lo recorriera una descarga eléctrica con el contacto su lengua que me recorría una y otra vez humedeciéndome y calentándome, se paseaba de un lado a otro por mi cabeza que me ardía de ansiedad, ¡Dios hace tanto que no disfrutaba tanto una mamada! Por fin dejo de torturarme y se lo metió todo a la boca y comenzó a marcar un vaivén con un ritmo fuerte y delicioso que si seguía de esa forma no soportaría más y terminaría corriéndome en su boca, así que lo separe de mí y termine de quitarle la estorbosa ropa que tenía puesta.
Lo recosté en la cama suavemente acariciando sus piernas para abrirlas mientras que volvía a besarlo y el cerraba sus ojos al corresponderme, me separe de su boca y puse atención en sus rosaditos botones quería darle placer así que lamí uno mientras que jugaba con el otro con mis dedos, seguía con los ojos cerrados, deslice mi mano hacia su entrada para prepararlo así que lamí uno de mis dedos y con movimientos circulares acariciaba tratando de que se relajara, pero, no se relajaba al contrario seguía sin abrir sus ojos y sus puños apretaban demasiado fuerte las sabanas como si buscara escapara de mi atravesando la cama; me aleje de el un poco y entonces pude notarlo, él no lo estaba disfrutando estaba muerto de miedo, su cuerpo temblaba y su miembro estaba completamente flácido, parecía que estaba esperando lo peor.
¿Qué estaba haciendo? ¿Cómo llegue hasta este punto? Yo, estaba a punto de violar a este ser indefenso que no podía ni siquiera negarse por el miedo que sentía, me separe de él sintiéndome el peor de los miserables.
-¿Pasa algo?- me pregunto angustiado al ver que me levantaba de la cama
-No- conteste secamente mirándolo a la cara, el parecía desesperado como si fuera entrar en pánico
-Yo lo lamento-me dijo con la mirada agachada-abriré mas las piernas ¿me pongo boca abajo?
-No es necesario – le dije poniéndome de nuevo el pantalón frente a el
-Por favor- me suplico con la voz entrecortada- Puedo levantarla de nuevo para que termine-Me decía señalando mi pelvis
- ¿Terminar? ¿Cómo podría pensar en terminar penetrando a alguien que no deja de temblar? -recrimine en voz baja pero lo suficiente para que el me escuchara
-Y YO- bajo la mirada y su respiración comenzó a agitarse aún más. - El va a ..golpearme Por favor
-No te preocupes- me acerque a él y acariciar su cabello negro- Estoy algo cansado ¿Qué te parece si solo dormimos esta noche?
-Pero
-No estás en problemas, y es una orden ¡duerme!
Después decirle eso vi como algo confundido se recostó en la cama y abrazo una almohada la escena me pareció tan tierna que tomé el edredón y lo tape dándole un beso en la frente buscando tranquilizarlo, eso era todo sabía que realmente él no quería ser tocado por mi así que no lo tocaría. Salí del cuarto para ser sincero estaba bastante frustrado, tenía un buen tiempo de no tener nada con nadie y esto había terminado siendo un fiasco.
Me encerré en el baño y me baje los pantalones me senté en la taza y cerré los ojos para que ese doncel se me pusiera en la cabeza me concentre en como con sus labios me rosaban, como se sentía su lengua al recorrerme, con los ojos cerrados trataba de recrear la mejor mamada que me han dado en toda la vida, sus botoncitos rosados y su entrada, como me hubiera gustado estar dentro de él, poder sentir su calor en mí y su dulcera en mi boca; Mi mano se movía rápido y fuerte hasta que sentí como se calentaba con mi semen, suspire algo fastidiado al verlo en mi mano, no era la forma en que me hubiera gustado que esta noche terminara, lave mis manos y Salí del baño ya resignado.
Cuando entre a mi cuarto parecía que él ya estaba dormido y muy tranquilo así que no lo quise mandar al suelo, me acosté al otro extremo de la cama viendo hacia el techo, entonces el giro acomodándose entre mi brazo y mi pecho, parecía tan inocente dormido no parecía un esclavo, no lo quise molestar ni fingir que su cercanía me ofendía, solo lo rodee con mis brazos para dormir junto a él después de todo dormir en una cama caliente en una noche tan fría como esta seguramente era un lujo que Sasuke no podría disfrutar muy a menudo.