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Mi único y gran amor. por Maby de Sagitario

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" No necesito proclamar que me siento completo teniéndote a mi lado"
Palabras que se transcribían luego de mucho tiempo, en que las páginas de su diario personal volvían a llenarse después de permanecer vacías. Dégel no escribía nada desde que Kardia desapareció de su lado, más ahora con Milo quién era su reencarnación; las palabras fluían libremente y sin restricciones.
" Eres mi Kardia, mi corazón; Milo, mi manzana.... el único que derritió mi corazón de aristócrata"
Al finalizar estas líneas, el vampiro cerró el diario y lo colocó sobre su mesa de noche. Todo quedó restaurado y sin rencores, Milo ya era un vampiro adulto.
Sin embargo aún tenía algo pendiente que hacer.... Camille.
Desde hacía casi 18 años, supo que su amada hermana renació, sorpresivamente como un niño del cual se sorprendió por su parecido físico a él, lo iba a visitar dos veces por mes. Camus era su nombre y la familia en que nació apreciaba tanto a Dégel que lo llegaron a considerar su ancestro aunque no lo era; lo amaba tanto como Camille.
De repente su celular sonó, el identificador decía " Camus ", ahora que lo recordaba no lo había visto dos meses, los hechos acaecidos en la casa de la noche lo desligaron de su visita. Perdió la llamada por lo que el joven mandó una cadena de mensajes que fueron contestados por Dégel.
" Disculpa, pero estaba ocupado"
" Necesito hablar contigo.... tengo sueños que me incomodan"
Estaba empezando a recordar sus memorias.
" Ya voy, petit"
Al salir, Milo se le pegó como chicle mientras lo interrogaba, Aioria se escapaba junto a Shaka a la casa de su hermano Aioros, Afrodita charlaba con Ángelo y el resto se hallaban en sus habitaciones.
***************************
El golpeteo no cesaba, Aioros con una completa cara de sueño, refunfuñaba la poca delicadeza de quién a esa hora los importunaba. Encendió las luces de la sala en tanto abría la puerta.
—voy a demandar al que.... ¡ Aioria!
—¡ buenas noches hermano!
El jovencito que cuatro años antes fue marcado apenas llegaron de Grecia, ahora se hallaba de pie frente a sus ojos con la marca que lo identificaba como vampiro adulto.
—¡ Santa madre!
Shura dormía plácidamente, al oír a Aioros exclamar entre asustado e incrédulo en menos de lo canta un gallo se levantó y se puso en marcha a la sala.
—e-eres t-tú...
—claro hermano ¿ acaso lo dudas?—se recargó en el marco de la puerta—él es Shaka.
—es una falta de res...¡ Aioria!
—si soy yo ¡ hola Shura!
—tú cambiaste.
Aioria asintió sin despegar la vista de su petrificado hermano; para Shaka Aioros desprendía un aura positiva, pura que casi nunca se veía en un ser humano, analizó al cuñado de Aioria que aunque mostrara una seriedad y porte estoico era igual de noble que Aioros. Comprendió por que Aioria hablaba sin parar de ambos.
El menor de los hermanos iba a decir algo más, pero el mayor se abalanzó sobre él en un abrazo de oso mientras se le escapaban una lagrimitas indiscretas.
—estoy muy orgulloso de ti—dijo al separarse mientras revolvía cariñosamente sus cabellos.
—me harás llorar Aioros.
—que tal si pasan.
Se volteó a mirar al rubio el cual aceptó.
—sólo estaremos un momento.
********************
Milo no sabía a donde irían, solo se limitó a seguir a Dégel, llegados a una casa de fachada sencilla, la mujer que cuidaba la antigua casa de Dégel salió a recibirlos, más atrás salió un jovencito que al verlo emitió una sonrisa que llegó al corazón de Milo a quien se le hacía familiar.
—Dégel.
—Camus.
Para Camus, Milo no pasó desapercibido ante sus ojos, no obstante sabía que ese muchacho representaba una parte de la vida de Dégel asi que no haría nada que lo perjudicaría.
Milo decidió darles espacio, no quería importunarlos por lo que se encaminó a la cafetería " Taurus". Dos pares de ojos lo observaron irse, el mayor de los dos suspiró para luego dedicar su atención en el menor.
—recordé quién soy.
—quisiera saber qué harás al respecto—averiguó Dégel.
La vista de Camus volvió a la silueta lejana de Milo.
—trazar esta vida, mi camino y mi destino, por que siempre supe que él es tu alma gemela.
—encontrarás una persona que te quiera.
—lo sé.
—¿quieres conocerlo?
—pero se fue....
—eso no importa, Milo es agradable puede parecerte infantil, pero sería un excelente amigo para ti.
—otro día, mañana a las siete.
Sorpresivamente Milo regresó, la cafetería estaba cerrada por lo que era la oportunidad perfecta para que Camus lo conociera.
—¡ hola!
—¡ hi!
Milo se echó a reír ante lo chistoso que sonó el saludo en inglés, se suponía que debía decirle en francés.
—lo siento es que me pareció gracioso oírte decir eso—movía las manos tratando de hacerse entender ocasionando que el muchacho se ruborizara violentamente.
En un momento determinado Camus abrazó a Milo tomándolo por sorpresa. Dégel intuyó que eso pasaría, las memorias de la reencarnación de su hermana salían a flote, por lo que agradecía a la diosa por permitirle ver a los dos seres que más quiso y quería nuevamente en su larga vida.
—lo siento... no quería ser cursi—murmuró Camus.
Milo esbozó una amistosa sonrisa por millonésima vez, de repente tuvo el loco impulso de besar a Dégel, se dio una cachetada mental por pensar en aquello.
" Soy un patético"
Un agradable aroma invadió sus fosas nasales, manzana, su favorito. El estar combatiendo le quitó el hambre, más con el aroma de manzanas su apetito despertó como un león hambriento; la anciana mujer, abuela de Camus le convidó un delicioso pastel de manzanas que aceptó con ganas.
—Anne es excelente en elaborar delicias—comentó Dégel.
—no es nada, querido es un obsequio para ti.
Se quedaron unos minutos más hasta el alba se manifestó, Camus había modificado su horario para poder recibir las visitas de quién fue su hermano en su anterior vida por lo que apenas amaneciera se iría a dormir.
—espero que lo hagas muy feliz—se acercó el muchacho a Milo diciéndole en voz baja—lo merece.
—descuida lo haré—dijo mientras se despedía tomando su antebrazo emulando el saludo vampírico.
El amanecer se manifestaba de a poco, Milo y Dégel caminaban como si nada aunque ya el más joven bostezaba a montones.
Aioria y Shaka ya habían regresado, Sasha ya había asumido las funciones de Sacerdotisa, Afrodita despidió a Ángelo prometiéndole que iría a visitarlo en su trabajo como barman y el resto bueno eso es historia aparte.
Pero lo que sí se podría decir es que las cosas terminaron bien.

 

 


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