...Dos, ya es monotonía.
Dos semanas después las cosas parecían haber regresado a su curso de antes. Wooyoung rara vez hablaba con Alex, Nichkhun con su nuevo trabajo hacía lo mismo y por decisión mutua dejaron de llevar sus conquistas al apartamento. En su tónica de olvidar es perdonar, de no vivir en el pasado o de simple estupidez; no se habían dado cuenta que el niño recibía muchas más llamadas de atención sobre su mal comportamiento en la escuela, que sus notas bajaban cada vez más, que rara vez comía su lunch y que ahora simplemente se encerraba en su habitación y se quedaba sentado en su cama mirando hacia el techo, preocupando a sus niñeras. El único momento que el niño compartía con los jóvenes, habían sido las idas a medicina legal. La cuales ahora según le había dicho Wooyoung, serían reemplazadas para ver un psicólogo.
Esa noche todo era igual de siempre, los dos habían salido desde la mañana (Nichkhun un poco más temprano) Julie, la niñera contratada por Wooyoung lo estaba cuidando y él no tenía ganas de cerrar sus ojos y dormir. Tenía miedo, de todo, de todos. No podía confiar en esos dos extraños que le habían pedido disculpas, que cuando no se hablaban, las pocas palabras que se decían eran insultos.
-Aleeex ¿En verdad no quieres postre?- Julie apareció en su habitación con una pequeña copa de helado.
El niño negó con la cabeza.
-¿Quieres que te lea un cuento antes de dormir?
Volvió a negar.
-Si necesitas algo sabes que estaré en la sala.
Alex asintió desde su cama y Julie cerró la puerta. El niño sentía ganas de llorar, pero tenía miedo de hacerlo ¿y si ellos dos descubrían que actuaba como un bebé y lo dejaban de nuevo con esa horrible familia?
Alex tenía miedo, de todo y de todos.
-Buenas noches- Wooyoung dejó sus llaves sobre la mesa y le sonrió a la joven niñera -¿Cuánto te debo?
Julie le sonrió y tomó sus cosas –Son 30 dólares- Wooyoung le pasó 35 como parte de propina.
-Señor Jang- el joven coreano, que estaba un poco mareado después de visitar el bar de Richard, sonrió con amabilidad. Ahora que no tenía ningún Taecyeon con quien hablar, su vida había estado más llena de extraños que antes. El último un guapo japonés en los baños. Sintió felicidad de encontrarse con un joven rostro conocido -Dime Julie.
-Es sobre Alex- El nombre de sus pesadillas.
-¿Qué hizo?
-Nada.
-¿Entonces?- Julie era simpática para conversar, pero su cama lo estaba llamando, o tal vez era el baño.
-No me entiende, literalmente no hace nada. Incluso ahora- La chica bajó el tono de su voz –Le dije que fuera a dormir, pero lleva cuatro horas acostado, en silencio, sin cerrar los ojos.
Wooyoung frunció el ceño –Es un niño, ellos son raros. Cuando este cansado se dormirá.
Julie no parecía muy segura de esto, pero su toque de queda estaba llegando y tenía que regresar a casa –Buenas noches señor Jang.
-Buenas noches Julie, suerte con tus exámenes.
Wooyoung dio un vistazo a la puerta de Alex, encogió los hombros y su estómago lo hizo correr hacia el baño más cercano.
Nichkhun llegó unas horas más tarde, su aspecto no era mejor que el de Wooyoung, de hecho el olor a whiskey estaba sobre toda su ropa debido a que el maldito de Mario o Juan o Esteban (a quién le importaba un nombre) regó todo el contenido de su copa cuando el beso que pedía incrementó de calor. Sus sentidos se despertaron cuando una pequeña sombra lo recibió en el salón, haciéndolo tener un rápido ataque cardiaco.
-¿Qué putas estás haciendo?- Nichkhun trató de recuperar su aliento mientras se acercaba a Alex. El niño estaba de pie junto a la ventana mirando al exterior.
-¿Dónde está mamá?
Nadie le había dicho que ese niño soltaría semejante pregunta en un estado en que su razón no era capaz de diferenciar si el pijama de Alex tenía elefantes o perros con sombrero -¿En Europa?
-¿Va a regresar por mí?
Nichkhun sabía que en esos momentos debía mentir para no armar un escándalo de proporciones vomitivas –Sí, claro… es tu mamá y te quiere mucho ¿Por qué no lo haría?- Definitivamente su respuesta era merecedora de un Oscar.
-Wooyoung dijo que mentir está mal- Alex parecía a punto de llorar.
-¿Un abrazo te haría sentir mejor?- Nichkhun estaba a punto de tener un ataque de pánico.
Alex negó con la cabeza –No lo necesito.
La cabeza de Wooyoung parecía querer matarlo antes de tiempo. Prometió no volver a mezclar el tequila con licores de colores y sirvió una taza enorme de café; eran las seis y media, hora en la que Alex se despertaba, Nichkhun seguía durmiendo y él debía cambiar su cerebro a estado “trabajo.”
El tailandés caminando hacia la cocina lo sorprendió -¿Y tú qué haces?
-Tenemos que hablar de Alex.
-¿Tú también?
-Esta actuando raro, muy raro… Lo encontré mirando por la ventana a las cuatro de la mañana preguntando por su mamá- Nichkhun se sirvió una taza de café y masajeó sus sienes – ¿Qué clase de niño sufre de insomnios existenciales?
Wooyoung recordó las palabras de Julie, tal vez lo de Alex no fuera un juego de su parte. La cita con Minjun era en dos días, pero no creía que el hombre se negara a cambiar la cita para una más temprano. Como si hubiera sido llamado, Alex apareció en la cocina. Sus ojos estaban rojos y su piel bastante pálida, no cabía duda que el psicólogo lo iba a matar.
-Tú llama al colegio y diles que Alex no irá, yo hablaré con Minjun.
El consultorio de Minjun era más acogedor de lo esperado, tenía un aspecto pintoresco que estaba entre lo vanguardista y el mal gusto. Algo que Wooyoung sintió como “Toques de Taec” una secretaria los recibió sonrientes, miró sus nombres en una lista y les pidió que esperaran. Alex parecía interesado en las diferentes pinturas que adornaban la pared del pasadizo, fue a mirarlas en silencio. Nichkhun chateaba en su celular y Wooyoung se dispuso a tomar una pastilla para el dolor de cabeza.
Un hombre salió del consultorio dando reverencias y dándole saludos a Minjun.
–Hasta luego señora Bae.
-Cuídese señor Scott. No olvide llamar para la próxima cita. Señor Jang, señor Horvejkul. Pueden seguir.
Wooyoung llamó a Alex y con una reverencia saludó a la secretaria. El consultorio de Minjun parecía una especie de mini sala, con dos sillones y un sillón largo. Además de un rincón con juguetes que Alex miró desde su entrada.
-Buenos días.
-Buenos días, Minjun- Wooyoung lo saludó sentándose en el sillón más cercano.
-Buenos días señor Kim- Nichkhun sonrió y dio una reverencia.
-Señor Horvejkul- Minjun lo invitó a seguir y luego se dirigió al pequeño –Así que tú eres Alex ¿Cómo estás?- Alex se petrificó ante el saludo del psicólogo –Yo soy Kim Minjun, mucho gusto.
El pequeño tragó saliva y dio una pequeña reverencia.
-Parece cansado- Minjun se levantó y miró a Wooyoung -¿Está bien?
Wooyoung tomó aire y dudo un poco la respuesta, pero nada iba a salir bien si comenzaba mintiendo –No está durmiendo bien, de hecho está muy raro.
Minjun asintió y volvió a dirigirse al niño –Alex, si quieres puedes descansar en este sofá mientras habló con tus tutores. Es muy cómodo, ya verás.
Alex se quedó en su lugar viendo fijamente el sofá y por último decidió ir hacia los juguetes donde empezó a sacarlos uno por uno.
-¿Y ustedes cómo están?- Minjun se sentó en uno de los extremos del sofá quedando frente a ellos.
Nichkhun tosió –Bien creo.
-Sin problemas.
El psicólogo arqueó las cejas bastante sorprendido con la respuesta –Saben que por ética no debería haberlos aceptado. Hago esto porque sé que con otros psicólogos deberían mentir y eso no llevará a nada bueno para Alex.
-Y te lo agradezco- Wooyoung se recostó en el sofá.
-Es por eso que la próxima vez espero verlos en total estado de sobriedad- La voz de Minjun se había tornado un poco más seria, los dos jóvenes retomaron sus posiciones iniciales y asintieron –Ahora, cuéntenme ¿Cómo les ha ido? ¿Qué tal el trabajo Nichkhun?
El tailandés sonrió dejando su teléfono a un lado bajo la mirada inquisitoria del psicólogo –Bastante bien, me dan buenas propinas y soy capaz de acompañar de vez en cuando al cantante.
-Eso no suena mal- Minjun sonrió -¿Y tú?
Wooyoung lo miró confundido -¿Qué más quieres saber? Taec se debe quejar de cada uno de mis movimientos todos los días.
-No me hagas amenazarte con tirarte a la calle Jang Wooyoung.
Mirando hacia otro lado el joven coreano tomó aire –Bien, los negocios van de maravilla. Mis padres han tratado de contactarme, mi hermana está embarazada y mi mejor trabajador me trata peor que a una cucaracha.
-¿Tu mejor trabajador?
Wooyoung se levantó de mal genio asustando a Alex que se despertó de un sobresalto –No puedo hacer esto, no me interesa venir aquí ¿No puedes decirnos qué le pasa y ya?
Minjun permaneció calmado en su lugar –Soy un profesional Wooyoung, a menos que me digas que te volviste a acostar con Taec no te voy a juzgar y quiero que se den cuenta de una cosa, en media hora solo hablaron diez minutos, Nichkhun estuvo pendiente de su celular 25 minutos mientras no habló y en ninguno de ellos Alex fue nombrado ¿Cómo voy a saber lo que le pasa si el pequeño está demasiado cansado para hablar y ustedes ni se percatan de su presencia?
-Al menos díganos que hacer para que duerma- Nichkhun guardó su celular-No parece muy saludable quedarse despierto hasta las cuatro de la mañana.
Minjun se levantó –No lo es y de hecho me hubiera gustado saber un poco más de eso, pero este tiempo como saben es algo que les pude otorgar cancelando un almuerzo y mi próxima cita ya llegó-Wooyoung supuso que Taecyeon no le iba perdonar eso –Denle estímulos relajantes antes de que vaya a la cama, si lo hacen ustedes sería mucho mejor por cierto. No lo dejen solo. Pasado mañana espero un poco más de atención y colaboración de su parte.
Los tres salieron del consultorio en silencio, era la primera vez que se sentía más que regañado por su actitud. Vio a Alex apenas sostenerse del cansancio, era hora de regresar al apartamento.
-Parece ser bueno- Nichkhun habló mirando por la ventana.
-Lo es y sabe todo, así que nos ahorrará problemas.
En el transcurso del viaje Alex se quedó dormido, fue toda una experiencia novedosa ver a Nichkhun cargarlo hasta su habitación. Al final si había quedado dormido del cansancio.