…Son horas libres para un adulto.
-¿Cómo has estado?- Minjun recibió a Alex y pidió a los jóvenes que lo esperaran unos momentos.
Alex sonrió y se sentó frente al psicólogo –Bien, Nichkhun y Wooyoung me van a llevar a un curso de dibujo más tarde.
Minjun sonrió, los jóvenes si le habían comentado sobre eso y este les había dicho que era una excelente idea para que Alex interactuara con más niños.
-También…-El psicólogo miró con interés al pequeño que lo llamó como para decirle un secreto –Creo que son novios.
Fue algo difícil ocultar su sorpresa y una sonrisa ante la confesión del niño. Era algo que se esperaba, en sus años de conocer al coreano nunca lo había visto tan preocupado por alguien y menos conviviendo con otra persona sin entrar en pánico.
-Pero es un secreto- El niño avisó mirando hacia la puerta.
-¿Ellos te lo dijeron?
Alex negó –Creo que no lo saben.
El psicólogo siempre olvidaba lo adorable y peligrosa que era la inocencia de un niño.
Cuando los dos jóvenes entraron, Alex estaba jugando con legos en la esquina.
-¿Hasta cuándo tendremos que venir?- Wooyoung preguntó sentándose en la silla –No lo tomes a mal Kim, adoro darte para tus cenas con Taec, pero el plan de los sábados por la tarde podría ser mucho mejor que pasarlo en un consultorio.
Minjun sonrió –Pese a que los avances de Alex son increíbles todavía tenemos cosas que hablar con él. Sigue teniendo los terrores nocturnos, los problemas en la escuela y aunque ahora se comunica más... todavía nos falta. No creo que sea buena idea dejar las terapias, aunque si podríamos disminuir su número.
La idea del psicólogo no le resultaba tan mala y Nichkhun empezó a pensar en qué planes podía hacer en esos sábados libres.
-¿Cómo les ha ido últimamente?
Nichkhun sonrió –Bastante bien. Regresé al conservatorio y además estoy ensayando para la presentación final. Alex me dijo que quería escucharme pero no tengo mi piano…
-¿Dónde está tu piano?
-Encerrado en un depósito- el tailandés miró al coreano –Ni se te ocurran más ideas, ya te debo bastante dinero.
Wooyoung sonrió –Yo no he dicho nada.
-¿Y tú?
-¿A parte de lo que te dice Taec? Nada especial, con mucho trabajo.
Minjun alzó una ceja.
-¿Ahh te refieres a Alex? Lo mismo que Khun… Nichkhun. Aunque si quería saber algo -El psicólogo se reincorporó en su asiento - ¿Por qué cada vez que le preguntamos algo parece que nos tuviera miedo? Hace poco le pregunté sobre sus gafas y creo que dejó de respirar.
El tailandés miró hacia Alex y recordó que este siempre se ponía nervioso cuando les hablaba o ellos le dirigían la palabra.
-Eso es…-Minjun llamó su atención –porque Alex siente que debe ser un niño bueno con ustedes y que pedirles algo los molestara o que cuando lo llaman es para regañarlo. Me imagino que saben qué pasó con las gafas.
-Las rompió jugando fútbol- Nichkhun respondió de mala gana -El querido de Martín le pegó un balonazo y él quiso arreglar las cosas por su cuenta.
Wooyoung sonrió –Fue agradable ver a la señorita Ferrer de nuevo aunque no a los padres de ese mocoso, sobre todo cuando les dije que era increíble que Alex hubiera ganado la pelea.
Los dos jóvenes rieron hasta que la mirada de Minjun los calló.
-Estamos trabajando en eso de los regaños- dijo Nichkhun algo confundido –No somos muy buenos. Honestamente él es mucho mejor niño que yo cuando tenía 6 y creo que cien veces mejor que este otro- Wooyoung le lanzó un cojín.
-De eso estoy seguro- El psicólogo comentó – Pero deben trabajar en las reglas un poco más, las necesita. Él los escucha cuando le dicen que algo está bien o mal. Hablen con él y piensen un poco más lo que le dicen. Además, sería interesante verlo colaborar un poco más en la casa… en sentirse parte de ella.
Wooyoung asintió –Eso me recuerda a mi padre.
-No lo tomes a él como referencia. Aunque si espero que piensen en que llegó el momento de ceder un poco y tomar responsabilidad acerca de su figura ante él ¿Cómo desean que los vea? Conocidos, amigos, tutores o… ¿Padres? De acuerdo con su respuesta, podemos empezar a buscar una forma de interacción donde él se pueda sentir cómodo y ustedes también.
El tiempo acabó y los jóvenes le agradecieron a Minjun por la sesión. Alex guardó los juguetes y fue tras ellos.
-No dejen que se centre en ustedes en la galería, traten de que hable con otros niños.
Ambos hombres asintieron y Alex empezó a tararear una canción con la palabra pincel.
Nunca habían visto a Alex pintar con tanto ánimo, ni hablar con otros de su misma edad. Hasta parecía otra persona en ese lugar. Nichkhnun y Wooyoung estaban perdidos en su observación ante ese nuevo niño que jugaba con pinturas frente a ellos.
-Es muy lindo ¿Cómo se llama?
-Alex- Nichkhun respondió sin percatarse quien le había preguntado. Cuando se dio cuenta que un par de extraños se habían unido, los miró algo sorprendido, uno de ellos más bajo que Wooyoung, tenía rasgos parecidos al coreano, solo que sus ojos eran un poco más rasgados. El otro alguien mucho más alto, con un cuerpo bastante tonificado y ojos oscuros.
-Me llamo Lee Junho y este es mi esposo Hwang Chansung.
Wooyoung que también se había percatado de la presencia de los extraños, estaba devorando con la mirada al más alto.
-Nichkhun Horvejkul y este es Jang Wooyoung.
El joven llamado Junho sonrió y sus ojos desaparecieron –Nuestra niña es la que está jugando con Alex, se llama María. La adoptamos hace un mes y pensamos que sería buena idea traerla a conocer amigos.
Nichkhun asintió, no estaba preparado para tener conversaciones paternales con dos desconocidos.
-¿Hace cuánto están con Alex?
-¿Tres meses?- Wooyoung contestó con la sonrisa que siempre ponía cuando iba a conquistar, Nichkhun le dio un codazo.
-¿Quiénes son estos jóvenes? Últimamente me he dado cuenta que los asiáticos no están tan mal- Una mujer de pechos enormes, cabello rojo, ojos verdes y ropa deportiva se les acercó.
–Son los padres del niño nuevo, Wooyoung y Nichkhun- Chansung contestó a la recién llegada.
Los dos jóvenes intercambiaron miradas, no estaban acostumbrados a ser llamados padres y las malditas palabras de Minjun no dejaban de dar vueltas en su cabeza.
-Mucho gusto- la mujer les besó la mejilla –Soy Andrea, la mamá de Leo. Es el niño que esta… ¡No Leo, las paredes no se pintan!-La mujer salió corriendo tras un pequeño de camiseta verde que estaba pintando una pared cercana.
Junho rio a carcajadas –Siempre es lo mismo con Leo- Chansung le acarició la mejilla y ambos miraron a Alex y María jugar, Leo se les unió al poco tiempo y los dos jóvenes se sintieron totalmente fuera de su área de confort.
-Sé que es muy pronto pero… - Andrea regresó con ellos –Leo cumple años el próximo fin de semana y con mi esposo estábamos pensando invitar a algunos amigos al show de Marvin. Sé que no se conocen mucho con Alex, pero Leo no tiene muchos compañeros y veo que no se llevan mal ¿Podría venir con nosotros? ¿Mari va a ir verdad?
Chansung sonrió –Por supuesto, esta como loca desde que le preguntaste la semana pasada. Ahora no para de preguntar cuándo puede darle su regalo a Leo.
Los tres padres sonrieron y Nichkhun miró a Wooyoung que parecía querer salir corriendo de ese lugar.
-¿Qué opinan?
El maestro llamó a que organizaran todo y cuando estuvieron listos, Alex se acercó a ellos y se escondió tras de Nichkhun. Los ojos de él pasaban por los adultos desconocidos.
-Alex, Alex. Estos sin mis papás ¿Si ves? Te dije que tenía dos también- María apareció corriendo hacia los brazos de Junho que la recibió con palabras de ternura. Alex la miraba con un rostro inexpresivo.
Leo llegó saltando hacia su madre –Y ella es mi mamá.
-Mucho gusto Alex, mi nombre es Andrea- La mujer bajó sonriendo.
-Mamá, ¿Alex puede venir al mi cumpleaños? ¿Si, si, si?
El pequeño apretó con más fuerza la ropa de Nichkhun y junto a Wooyoung era cuestión de segundos para que los tres tuvieran un ataque de pánico.
-¿Quieres venir Alex? Iremos a ver a Marvin y luego comeremos pastel. También podrás quedarte por la noche y en la mañana haremos pancakes. Ya hablé con tus padres y están de acuerdo ¿Verdad?
Las manos del niño dejaron la ropa del tailandés –No son mis papás- Los dos jóvenes se quedaron inmóviles y miraron a Alex sorprendidos. Esas palabras aunque eran ciertas, no parecían ser la que ambos esperaban escuchar en ese preciso momento.
Andrea notó el extraño momento que acababa de pasar y aclaró su garganta –Bueno… si quieren les doy mi número por si el niño quiere ir ¿Son sus tutores verdad?
Nichkhun y Wooyoung asintieron tomando el papel. Los dos otros jóvenes también parecían algo incomodos; así que rápidamente se despidieron.
-¿Me pides el favor de darte un cupo y no me saludas?- Un hombre se acercó hacia ellos y saludó a Wooyoung.
-Xander, te vi un poco ocupado no quería molestarte.
-Quien te viera cuidando de un niño… los rumores corren rápido, solo que este nadie me lo creerá- las carcajadas de Xander asustaron a Alex que volvió a tomar entre sus manos la ropa de Nichkhun.
El hombre siguió hablando con el coreano hasta que este presentó al tailandés que rio por lo bajo ante el guiño que este le dio al darle su mano. Los tres hablaron y le agradecieron por unos minutos su ayuda, pero Wooyoung parecía querer salir rápidamente de ese lugar y el tailandés estaba con él... su cabeza estaba doliéndole y habían muchas cosas que tenía que aclarar.
-Sé que Woo no es de compromisos, así que cuando quieras solo llámame- Xander le susurró al tailandés al oído y le pasó su tarjeta personal.
Cuando llegaron al carro los tres se subieron en silencio.
-Wooyoung- Alex lo llamó.
-¿Si?
-¿Estuvo mal lo que dije?
Nichkhun observó al coreano que tenía su mirada fija en la carretera –No, estuvo bien. No debes decir mentiras ¿Recuerdas?- El tailandés se mordió el labio, esas palabras le causaban más molestia de la que debía sentir.
-¿No puedo ir con Leo si no tengo padres?
El carro se detuvo – ¿Quién te dijo eso? Puedes ir a ver a Marvin así estuvieras siendo cuidado por un mono- Wooyoung salió del carro y fue hacia la tienda más cercana.
-¿Nichkhun? ¿Dije algo malo?- La voz del niño se estaba quebrando.
El tailandés se quitó el cinturón y giró hacia Alex –Claro que no dijiste nada malo, mañana llamamos a Andrea y le informamos que vas a ir.
-¿En serio?- Nichkhun asintió y volvió a ponerse su cinturón. Las palabras de Alex lo habían traído a una realidad que antes, no causaba ese molesto escozor que estaba sintiendo.
Andrea estaba sonriendo mientras que Leo visitaba la habitación de Alex -Pensé que no iban a llamar.
-Se muere por Marvin y no dejó de hablar de Leo en toda la semana, era imposible no entender el mensaje- Wooyoung le pasó un cardigán a Nichkhun para que lo empacara en el maletín del pequeño.
La mujer rio –Estoy seguro que eso es cuestión de convivir, no es fácil adoptar. A María le tomó un tiempo acostumbrarse a Junho y Chan, incluso pidió regresar al orfanato. Casi mata a ese par de un infarto. Luego dos días después, les dijo papás y todo siguió su ciclo.
Los dos jóvenes se miraron en silencio.
-Además, pareciera como si no hubieran estado solos por un graaan tiempo. Considérenlo un favor- Andrea les guiñó un ojo para luego llamar a los dos niños que salieron corriendo hacia la puerta.
Alex se acercó a Wooyoung quien le entrego el maletín –Hay tienes la pijama, tu cepillo y ese juguete…
-El koala- Nichkhun terminó la frase. Wooyoung lo miró de reojo –Y el koala… y un cárdigan, póntelo ya que hace frio y no me gusta cuidar enfermos- Hubo un breve silencio, el coreano miró a su roomie esperando alguna señal que le indicara que hacer, pero este estaba igual de perdido en eso de las salidas.
-¿Tiene alguna alergia?- Andrea trató de ayudarlos con una pregunta que no sabían responder. Los dos hombres miraron al niño.
-No señora.
Los dos jóvenes respiraron –No... No, no tiene- La mujer los miró sorprendida y de nuevo hubo un incómodo silencio.
-Ya tengo sus números de contacto, así que si pasa algo los llamaré- El coreano asintió fingiendo una sonrisa y deseando que eso no pasara pues tenía planes prometedores para lo que parecía ser su primera noche libre en décadas.
-Por supuesto- Nichkhun le tendió la mano y Alex se despidió de ellos desde la puerta.
Wooyoung alzó la mano -¡No nos hagas quedar mal!- El codazo del tailandés fue más fuerte de lo esperado y le quitó el aire.
En cuanto la puerta se cerró los dos salieron corriendo hacia sus cuartos para prepararse. Andrea tenía razón, hacía mucho tiempo que no salían. Solo se había equivocado en una cosa: los planes que tenían, no contaban con el otro.