Es más difícil que recibirlas.
-¿Qué es esto?- Nichkhun dejó en frente de Wooyoung una caja blanca que había encontrado en su cama.
El coreano dejó su computadora y abrió la caja -¿Un traje? Parece de buena calidad ¡Y es de tu talla!-sin disimular su sarcasmo se lo entregó a Nichkhun con una sonrisa fingida.
Otra vez las sorpresas, el tailandés trataba de entender cómo es que el otro no era capaz de tomar sus señales de disgusto hacía estas. No quería sonar desagradecido u orgulloso, pero ese sentimiento de felicidad que lo invadía con cada detalle que el otro lograba hacer tan fácilmente solo aumentaba su ira. Había pasado mucho tiempo desde que Nichkhun daba algo más que sexo en una relación y le enfurecía notar que el otro; pese a que llevaba una vida parecida, llevaba las riendas de la relación de una forma tan sencilla. Hacía mucho tiempo que ese romántico ser que tanto atraía a los demás se había apagado y despertarlo sería como aceptar que Wooyoung había ganado en esa guerra ficticia que se había armado, dónde quien perdiera era el que reconociera sus sentimientos.
-¿Cuánto te costó?
-Nada.
-En serio Wooyoung, no me jodas ¿Cuánto es?
El coreano levantó su rostro, esta vez con un aspecto más serio –Ya te dije que no me costó ni una mierda. Es un regalo de Taecyeon y Minjun, dijeron que no querían llevar flores todo el recital y me lo dieron. Si tanto quieres devolverlo, puedes llamarlos- Wooyoung le pasó el celular.
De todas las formas en las que Nichkhun deseaba comenzar su día, la que menos esperó era peleando con Wooyoung por un maldito traje.
-No sé cuál es tu maldito problema con los regalos, pero entendí tu posición con eso del piano ¿Ahora me puedes dejar en paz o seguirás acosándome por estupideces?
Sin tener nada más que decir, el tailandés se refugió en su habitación. Ese día era demasiado importante como para arruinarlo con discusiones sin sentido. El tiempo pasó volando y cuando se dio cuenta ya era hora de partir, por razones de preparación tenía que salir más temprano al conservatorio. No quería que Alex se aburriera esperándolo en el auditorio, rodeado de todo ese estrés; empacó la caja con el traje mientras repasaba su lista mental sobre las cosas que tenía que llevar.
-¿Estas bien Khun?- Alex lo recibió en la sala leyendo el libro de Harry Potter, ya iba en el tercer capítulo.
El tailandés sonrió, seguro de que si abría la boca lo único que saldría sería su escaso desayuno.
-El taxi llegará en unos minutos- Wooyoung fue hacía la sala mirando su celular -¿Estas bien? Te ves peor que Taecyeon cuando tiene que hacer una presentación.
Incapaz de resistir sus nervios Nichkhun fue corriendo hacia el baño.
-Igual que Taecyeon cuando tiene que dar una presentación- El coreano lo siguió y le dio golpes en la espalda –Deja salir todo lo que quieras, hay galletas de soda. A Taec le sirven- Nichkhun intentó insultarlo pero solo salió un extraño sonido de su boca –Estarás bien, te hemos escuchado. Si a ellos no les gustas es porque sus oídos están infectados o algo, puedes culpar al excesivo uso de audífonos.
El tailandés lo hecho del baño tratando de no reír. Cuando su boca estuvo limpia de nuevo y su apariencia también, salió -¿El taxi ya se fue?
-No, está esperándote- Wooyoung le pasó sus cosas -¿Te sientes mejor?
No supo si fue la crema dental, las galletas de soda que le pasó, la camiseta azul que estaba vistiendo y se le veía espectacular o esa maldita sonrisa que había logrado calmar todo su ser. Nichkhun dejó de pensar en la pieza que tenía que tocar por unos instantes, concentrándose solo en el joven que tenía en frente y como agradecimiento por ese momento, decidió darle su primera sorpresa: Un beso.
Alex no paraba de preguntar sobre cómo eran los recitales y si Wooyoung hubiera sabido al menos un mínimo de información sobre el mundo de la música clásica, le habría respondido con gran alivio para calmar a ese niño que parecía soltar todas las palabras que guardó durante esos meses de silencio.
-Esto es nuevo para mí también. Nunca he estado en recitales, la música clásica no es lo mío.
-¿Y por qué tenemos que llevar traje?
-Porque es un evento formal. Estos son trajes formales.
-¿Khun también lleva uno?
-Sí.
-¿Por qué no lo vistió desde casa?
-Porque estaba muy nervioso y quería prepararse en el conservatorio.
-A mí me gusta cuando Khun toca por la noche, siempre sueño que estoy volando con las estrellas cada vez que escuchó el piano antes de dormir.
Wooyoung se alegró por el cambio de conversación y le pidió que continuara. Todo era mejor que responder más preguntas.
-Yo quería ser astronauta pero ya no. Ahora quiero pintar y saber de arte ¿Tú querías diseñar cuando eras niño?
La luz roja del semáforo ayudó a que el coreano digiriera esa pregunta y lo que estaba escuchando. Era muy raro, tal vez demasiado, escuchar a Alex hablar de sí mismo no era algo que pasara muy seguido. Pensó en las formas en que Minjun lo asesinaría si ignoraba al pequeño.
-No. Cuando tenía tu edad, quería ser un abogado como mi padre.
-Yo no quiero ser como mi mamá, ni como mi papá de verdad- Alex se quedó en silencio después de decir esto y Wooyoung decidió detener esa conversación para continuarla en otro momento.
La entrada al conservatorio apareció frente a ellos y varias personas con vestidos bastante elegantes se acercaban al auditorio. Muchas personas llevaban consigo ramos que entregaban a unos jóvenes que las disponían en diferentes mesas con los nombres de los músicos de esa noche. La mesa de Nichkhun estaba repleta de diversos tipos de flores y Wooyoung agradeció no haber comprado algo que le iba a sobrar.
-¿Por qué no tenemos flores?- Alex miró su programa mientras el coreano buscaba sus lugares.
-Porque son cursis.
-¿Qué es cursi?
-Lo mismo que confesarse en la rueda de la fortuna.
Ambos lograron ubicarse en los puestos que les había dado Nichkhun, justo al lado de Taecyeon y Minjun. Ambos se veían ridículamente bien en traje y no tardó en hacérselos notar.
El arquitecto se quedó molestando con Alex y leyendo juntos el programa, como Minjun estaba en el otro extremo se unió al par. Wooyoung aprovechó el momento para enviar un último mensaje a Nichkhun.
“¿Qué se le dice a alguien que va hacer un recital? ¿Rompe una tecla?”
La respuesta fue inmediata: “No seas estúpido, buena suerte servirá”
“โชคดี”*
“ขอบคุณ”**
Wooyoung sonrió y apagó su teléfono al escuchar el último llamado que los invitaba a poner en silencio todos sus aparatos.
Las presentaciones eran interminables, aunque solo eran diez los graduados con honores. Alex se había rendido en la tercera chica; una violinista y aprovechando su estatus de menor de edad se quedó dormido generando en Taecyeon su sentido protector. Las constantes miradas de Wooyoung lo detuvieron cuando notó que su amigo estaba pensando en quitarse su saco para arropar al pequeño.
Finalmente el nombre de Nichkhun fue anunciado.
-Alex- susurró al pequeño –Es Khun.
El niño se despertó levemente pero sus ojos se volvieron a cerrar. El coreano se rindió y acompañó los aplausos hacía el tailandés que se veía espectacular con el traje que le habían regalado sus amigos; en verdad Taecyeon tenía buen gusto para eso.
-Debo agradecerte ese detalle- susurró un poco más alto para su amigo que ahogo una leve risa.
Nichkhun se sentó frente al piano haciendo que todos guardaran silencio y fue en ese momento que algo en él pareció ser completamente diferente. Las últimas semanas lo había visto practicar como loco, gritar al piano como desquiciado y salir del apartamento furioso. Hasta entonces, eso parecía ser algo normal teniendo en cuenta la importancia de esa presentación, pero el ver y escuchar el resultado final de tanto estrés era totalmente indescriptible: La luz del teatro centrada en él, sus manos que se movían dócilmente sobre el piano creando un hermoso sonido. Nichkhun en esos momentos era el ser más perfecto que había en el planeta y Wooyoung entendió en ese momento, bajo esa canción, que nada podría hacerlo cambiar de parecer.
-Franz- La voz de Alex murmuró a su lado –Sueño de amor.
La respiración de Wooyoung se detuvo y su corazón quería salir de su pecho en el minuto restante de la melodía; algo en él deseaba que Nichkhun estuviera pensando en él, que tales sentimientos que estaba generando su interpretación fueran recíprocos. La agenda del concierto que había recibido en la entrada estaba arruinada y fue incapaz de aplaudir cuando todos se pararon para demostrar su apreció ante tal presentación. Nichkhun era un estúpido, un idiota ¿Qué otra clase de persona sería capaz de odiar las sorpresas y dar una de tal tamaño sin ni siquiera preguntar?
La melodía que siguió fue un poco más alegre y seguramente dedicada a Alex, en su arrugado plan pudo leer el nombre de esta: Gotas de lluvias de Chopin.
Alex salió corriendo al ver a Nichkhun buscándolos entre la marea de gente que felicitaba a todos los graduados. Deshaciéndose cortésmente del conocido que lo detuvo, siguió su camino hasta encontrarse con el grupo que no dejaba de sonreír.
-¡Eso fue increíble!- Taecyeon lo abrazó apenas la distancia lo permitió –Sabía que eras un pianista de primera talla, pero esto va más allá de lo profesional.
Minjun lo apartó al notar que Nichkhun estaba algo incómodo con la fuerte muestra de cariño –Eres demasiado bueno, me alegro que no sigas en ese restaurante. Estoy seguro que tendrás contratos lloviendo después de esto.
Las palabras de ambos eran bastantes reconfortantes para todo ese tiempo de sufrimiento. Alex lo llamó y este bajó hasta encontrarse con el pequeño.
-¿Qué tal estuve? -El niño que parecía estar más que nervioso se sonrojó -¿Fue tan malo?
Alex negó rápidamente con la cabeza –Fue… fue mucho mejor que cuando practicaste en casa- El niño le pasó un dibujo de él con el piano y sonrió.
Nunca antes, Nichkhun había sentido tanta alegría al escuchar que lo había hecho bien. Antes las palabras de felicitaciones de sus amigos y conocidos habían sido suficientes para él y ahora solo deseaba escuchar las de Alex y…
Wooyoung había alcanzado al grupo, su rostro estaba mostrando esa sonrisa de siempre y en ese momento el verlo en traje frente a él parecía ser mucho más especial que todas esas mañanas donde estaba centrado en su teléfono listo para ir a trabajar.
-¿Qué tal?- Los malditos nervios que invadieron su cuerpo lo hicieron olvidar de todo lo que le rodeaba.
-Estuvo bien, eres muy bueno.
Taecyeon y Minjun lo miraron desconcertado, pero Nichkhun se sintió aliviado ante la respuesta. Aunque no era la que esperaba.
Como forma de celebración fueron a cenar, las conversaciones y comentarios no fueron más allá del piano, las prácticas y las presentaciones. Era algo extraño verse en ese estilo de vida, cuando antes hubiera corrido a la fiesta de celebración que había preparado Carol. Al finalizar, la pareja de prometidos se despidió y los invitaron a su casa en próximas ocasiones, los tres fueron al auto y allí Alex retomó su cuestionario.
-¿Siempre quisiste ser pianista?
Nichkhun giró hacía él –Desde que tenía tu edad. Tuve que llorarles a mis padres por tres días seguidos para que me consiguieran una profesora que me enseñara.
Wooyoung rio –Hubiera dado lo que fuera por verte hacer una pataleta.
Alex empezó a hacer bromas con Wooyoung y solo por esa noche, el tailandés decidió aceptarlas.
-Pero no tengo sueño.
-Te dormiste en casi todo el recital, pero eso no es suficiente.
Nichkhun alzó las cejas -¿Te dormiste?
Alex se sonrojó –Es que eran aburridas- el niño se cubrió con la cobija -¿Es malo?
Los dos jóvenes no aguantaron las carcajadas y lo obligaron a salir.
-No lo es- Wooyoung trató de tomar aire –pero debes dormir o mañana no tendrás energía para ir a la galería.
Las palabras tuvieron su efecto y Alex los hecho de su cuarto indicándoles que estaban gastando sus horas de sueño.
Al estar solos, el ambiente cambió. Hubo un leve silencio en el cual ninguno sabía cómo acabar. Nichkhun se dio cuenta que el otro no iba a decir nada más a parte de las palabras de ánimo de esa noche, así que decidió no forzar alguna situación incómoda e ir a dormir. Como Wooyoung no lo detuvo, sintió como si ese día no fuera tan perfecto como esperaba, aunque no le faltaba nada: Recibió felicitaciones de sus maestros, de sus amigos, de Alex, las melodías fueron tan perfectas como había deseado tocarlas y Wooyoung las escuchó. Eso último era tal vez lo que le generaba muchas más preguntas que le impedían conciliar el sueño y desvelarlo una vez más; algo no tan raro en esos últimos días.
Hubo varios golpes en su puerta y tuvo que esperar a que se repitieran para confirmar que no estaba alucinando. Con temor a abrirla y enfrentarse a quien estuviera frente a ella se acercó lentamente.
-Esa primera canción…
Fue como si el aire fuera más limpio y su cuerpo mucho menos pesado. Wooyoung había entendido el mensaje, la parte de él encargada de esos detalles que tanto odiaba recibir no estaba tan oxidada.
-Nunca la tocaste así cuando ensayabas.
Nichkhun recargó su cabeza sobre la madera de la puerta. Obviamente su forma de practicar y ver la melodía había cambiado en ese tiempo, no fue hasta que comió las simples galletas de soda que esa melodía perteneció completamente al coreano.
-¿Te gustó?
-Abre la maldita puerta.
Al otro lado Wooyoung estaba ya en pijama, su pelo ya no tenía ese peinado prolijo de antes, aunque el aroma de su colonia seguía presente.
-Entonces ¿me vas a responder?- Nichkhun cerró los ojos esperando a que el otro hablara.
-Me rindo.