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Sueños y Pesadillas - 2PM por InLo90

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...Puede ser una ilusión.

 

Ese momento era algo muy diferente a esas otras noches con extraños sin nombre; las sensaciones que estaban despertando eran mucho más vivas que esa otra donde el alcohol y los celos los obligaron a dar el primer paso. Los besos, las caricias, el calor y la voz de Wooyoung susurrando su nombre eran mucho más reales que cualquier otra ocasión donde el deseo invadía su cuerpo. Antes, siempre tenía en cuenta el tiempo para poder huir a la hora correcta; ahora, quería ir lento, disfrutar de cada instante en el que podía  embriagarse con la presencia del otro. De alguna forma sus ansías ya no eran tan importantes, quería  disfrutar de los besos del coreano, llevarlo a algo más que un simple contacto, probar cada rincón de su cuerpo, aprovechar esa debilidad que rara vez mostraba.

Nichkhun abrió los ojos grabando en su mente la ancha espalda de Wooyoung, su cuerpo tonificado, su piel blanca y el sudor que la adornaba; era una visión única que esperaba poder repetir muchas otras veces. Lentamente se acercó a él, con suavidad fue entrando y dejó escapar un suspiró ante la calidez que lo envolvió. Escuchó los suspiros del coreano y trató de acallarlos con leves besos en su hombro, se sintió completo al estar  conectados; algo que jamás le había pasado hasta entonces. No tuvo temor de despertar a su lado, no pensó en el tiempo, dejó las necesidades de su cuerpo para complacer las de él, ya que fue quien se rindió bajo su pedido. Deseaba con todo su ser prolongar ese momento hasta que el final fuera irreversible.

 

La lujuria era algo que Wooyoung conocía de memoria; desde que sintió el poder de un orgasmo se había vuelto adicto a este. Siempre buscando una forma de acallar ese tosco deseo de rodear su cuerpo con esa corriente eléctrica que ahora parecían leves choques en comparación a lo que Nichkhun estaba logrando en él. Siempre se había burlado de aquellos que decían que nada era mejor que acostarse con alguien a quien en verdad deseas con alma y cuerpo; no les iba a dar la razón abiertamente, pero no podía negar que estaban en lo cierto.

Cuando giró para cambiar de posición, el rostro sudoroso de Nichkhun, sus brazos aprisionándolo, la respiración irregular, el vaivén de sus cuerpos. Todo parecía lograr la perfecta combinación para llevarlo a una sensación que nunca antes lo había invadido; esa necesidad de mantenerlo cerca, de no dejar su calor, el deseo de probar sus labios sin cansarse, disfrutando del aroma a sudor y sexo. Wooyoung no era alguien vocal a la hora de mostrar su placer, pero le fue imposible calmar sus gemidos con cada movimiento que hacían. Sus brazos se aferraron cada vez más fuerte al otro, su espalda se curvaba por esas corrientes que nublaban su razón  e incapaz de soportar más, dejó que su cuerpo se rindiera llevándolo a un verdadero éxtasis.

 

Nada sería más inolvidable que el rostro de Wooyoung llegando a su final, tuvo un poco de miedo al pensar que esa imagen tal vez se repetiría pocas veces. Al pensar en el mañana, pero se desvaneció cuando fue empujado hacía el colchón y la boca del coreano empezó a bajar por su cuerpo hasta llegar a su miembro.  Jang Wooyoung, la última persona en devolver favores, ahora estaba encima de él haciéndolo ver estrellas, apretar sabanas y pronunciar su nombre como si este fuera a desaparecer. No tardó mucho en alcanzar su orgasmo, tomando levemente la cabeza de Wooyoung para que se apartara, sus manos terminaron en trabajo y la sonrisa que lo recibió al abrir los ojos fue la forma perfecta de terminar esa noche.

 

-¿Te molesta si me quedo?- Cuando Nichkhun salió del baño, Wooyoung había arreglado la cama siguiendo al pie de la letra su manía por el orden, algo que el tailandés estuvo dispuesto a aceptar.

-No.

Wooyoung lo recibió con un beso, eso no disminuía su felicidad, pero tampoco deseaba hacerlo –Felicitaciones, eres un maldito pianista profesional ahora- El tailandés rio centrándose en su cuello.

-Woo…

-¿Qué?

Nichkhun dudó un poco su respuesta –Hablamos mejor más tarde. Descansa y gracias por ir a verme, sé que lo tuyo no es Lizt- aunque las palabras del tailandés lo que hicieron fue incrementar su curiosidad, decidió no insistir. Estaba muy cansado para eso.

-Perdona no haberte llevado flores.

Los dos intercambiaron un beso –Jamás las esperé de ti.

-Ya duérmete, además te compré chocolates. Es mucho mejor obsequio para un recital.

Era la primera vez que Wooyoung dormía abrazado a alguien, deseando no apartarse de esa persona. Muchos miedos, dudas e incertidumbres  aparecieron, pero como había dicho Nichkhun: De eso hablarían más tarde.

 

Despertar al lado de Nichkhun ya no le era tan desconocido, lo que sí, era el sentirlo desnudo a su lado y no querer salir corriendo de allí. Desafortunadamente la vida tenía que continuar, los domingos ya no eran para dormir más allá de las nueve debido a las lecciones de Alex.

-Khun… - El tailandés abrió los ojos y se quedó mirando fijamente a Wooyoung por varios segundos. Hubo un momento de temor al notar que estos no se movían.

-¿Qué horas son?- La voz adormilada del otro se apagó cuando este se limitó a esconder su rostro en el cuello de Wooyoung.

-Las ocho.

-No vayamos, enséñale tú.

Wooyoung acarició el pelo de Nichkhun –Claro, me alegra que confíes en mis métodos después de que le enseñé a leer- El tailandés se apartó y lo miró de mala gana.

-¿Ya se habrá levantado?

Unos golpes en la puerta fueron la respuesta que buscaba. Los dos jóvenes se apresuraron a buscar su ropa -¡Ya te abro, espera!

-¿Khun? Wooyoung no está.

Los dos intercambiaron miradas de miedo, el día después no lo habían planificado muy bien. Nichkhun apresuró al otro para que se terminara de vestir.

-¿Woo no va ir con nosotros?

-¡Si, si voy a ir!

-¿Woo?

El tailandés le lanzó una almohada susurrándole reproches.

-¿Y qué querías que respondiera?

Finalmente los dos jóvenes estuvieron los suficientemente presentables para un niño de seis años que parecía más que confundido al ver al coreano  salir en pijamas del cuarto de Nichkhun, teniendo en cuenta que este evitaba ir allí por todos los medios. Alex no despegó sus ojos azules del par que estaba más que nervioso siendo inspeccionado por el pequeño.

-¿Puedo llevar al koala? Mari quiere conocerlo.

Wooyoung asintió en silencio y Nichkhun lo siguió todavía nervioso. El niño no era estúpido y conociendo a Camille, estaban seguros que esta imagen no le era tan novedosa. Su pregunta sobre el muñeco demostraba la obviedad de ese caso.

-Gracias- Alex se alejó y fue hacía el baño.

Los dos se miraron y soltaron el aire que habían retenido cuando salieron de la habitación –Te toca cocinar a ti- Wooyoung estaba seguro que esa nueva vida, le iba a costar más que un ataque cardiaco.

 

Los tres estaban por fin desayunando después de tardar algo más de lo esperado arreglándose. Nichkhun había preparado un intento fallido de waffles haciendo que Wooyoung no dejará de burlarse por su poco talento culinario.

-Menos mal lo tuyo es el piano- el coreano sostenía una extraña masa con su tenedor, tratando de adivinar si era comestible. Alex por su lado había comprobado que al menos se podía masticar.

-¿Son novios?- Era cuestión de agradecer a los malos waffles de Nichkhun porque de otra forma hubiera terminado atragantado como este tras la pregunta de Alex.

Rápidamente Wooyoung le pasó un vaso de agua al tailandés y golpeó su espalda. Cuando este pudo respirar, se fijó en que Alex seguía esperando la respuesta.

-¿Si?- Nichkhun le preguntó al coreano mientras tosía.

 Wooyoung sonrió, ya se había rendido, no tenía razones para pelear con el otro sobre eso –Sí.

Los ojos azules del niño fueron de lado a lado mientras terminaba su leche achocolatada –Ya lo sabía.

De todos los momentos en los que Alex los había dejado callados, ese entraba en su lista de favoritos.

 

La ida a la galería fue también algo novedosos en su rutina, a parte de la mirada de sorpresa de Xander al ver que los jóvenes estaban más amigables que de costumbre. Alex había decidido unirse a Leo en una de sus aventuras por pintar todo lo que encontraran blanco, ganándose el primer regaño real desde que vivía con los jóvenes.

-Eso no se hace Alex, cuando te digan que puedes pintar toda la galería yo mismo te daré las pinceles. Hasta entonces no escuches a Leo y quédate con el lienzo que te dan.

El niño que no había parado de llorar desde que ambos le indicaron que fuera al carro, estaba frente a ellos en la sala del apartamento –Per…perdón- los sollozos aumentaron y ninguno de los dos se vio con las fuerzas de llevar más allá el castigo. Alex nunca había hecho algo así antes y su fuerza de voluntad desistió.

-La próxima vez que algo así pase no tendrás Marvin por una semana ¿Estamos?

El pequeño asintió y Nichkhun lo invitó a limpiarse la cara. Ambos se sentaron en el sofá reprimiendo sus carcajadas.

-¡La cara de todos! ¡Andrea estaba que mataba a Leo!

Wooyoung se recargó en el tailandés -¡El vestido de Maria! Junho quería asesinarlos a todos.

-¿Por qué le pone un vestido blanco para una clase de artes?

Alex salió del baño con la cara recién lavada y algo más calmado –Tengo sueño.

Los dos jóvenes dejaron de reír -Ve a tomar una siesta. Más tarde hacemos tareas.

-¿Siguen de mal genio conmigo? ¿Ya no hay fiesta de cumpleaños?

Nichkhun negó con la cabeza –No estamos de mal genio y la fiesta sigue. Pero espero que hayas entendido que las ideas de Leo no siempre hay que seguirlas sin consultar a un adulto.

Cuando la puerta se cerró, los dos jóvenes aprovecharon para hacer lo que en la galería no. Era algo nuevo desear los labios de la misma persona una y otra vez. Era una adicción que tal vez si estaban decididos a aceptar. Wooyoung aprovechó el momento y se recostó en las piernas de Nichkhun.

-¿Entonces somos novios?

El tailandés sonrió –Eso dijiste.

-¿De qué forma?

Los ojos cafés de su (iba a costar decirlo en voz alta) nueva pareja, lo miraron confundido –Explica.

-¿Tradicional o con libertades?

-¿Te refieres a ese tipo de noviazgo que tiene Hans?- Nichkhun parecía algo molesto.

-Algo así.

El tailandés lo levantó de sus rodillas y ahora era el quien estaba sorprendido -¿Khun?

-Si es así como quieres esto- los señaló a los dos- creo que es mejor no seguir. Maldita sea, hasta resulté conservador…

Era estúpido como unas cuantas horas habían cambiado tanto en la vida de Wooyoung. De hecho parte de su miedo era el mismo que tenía Nichkhun, lo que le hizo reír de alivio –No, si casi golpeó hoy a Xander cuando te guiñó el ojo ¿Es qué tiene un tic cada vez que te ve?- aprovechando el rostro de desapruebo del otro y las dudas aclaradas retomó su lugar en las piernas del tailandés, no sin antes besarlo de nuevo.

-¿Entonces con fidelidad?- Nichkhun preguntó acariciando el pelo del coreano que asintió levemente –No parece algo tan malo.

Desde un principio Wooyoung supo que ese chico de ojos marrones que despertaron a su lado iba a ser la perdición de todo lo que él creía, era su vida de ensueño. Aunque definitivamente lo que ahora se le presentaba,  parecía ofrecerle una mucho mejor.

Notas finales:

Lemon, romance y momentos familiares... ¿Qué más se necesita para actualizar?

 

Comentar es comer una naranja jugosa

 

*Amando a starkid*

 

Lore~


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