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Sueños y Pesadillas - 2PM por InLo90

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Notas del capitulo:

Se recomienda muuuucho escuchar esta canción, es la que Minjun canta :)

 

https://www.youtube.com/watch?v=Xl2nMLOmYm4

Jun. K - Better Man

...Solo canta.

 

Alex llevaba todo el día tomando fotos de cada cosa de la casa. Nichkhun y Wooyoung le habían comprado una cámara fotográfica de Navidad, además de las cosas que había pedido a papá Noel: Un kit de acuarelas, las películas de Harry Potter (Wooyoung lo había logrado), un DVD de Marvin que el coreano deseaba tirar por la ventana y ropa, mucha ropa. Nadie les había informado que un niño crecía a la velocidad de la luz y que su pantalón favorito se encogería hasta quedarles en los tobillos.

-Quédate quieto- Nichkhun intentaba terminar de ponerle los pantalones -¡No me tomes fotos!

Alex rio y Wooyoung apareció en su habitación -¿Ya estás listo? Mira que si llegamos tarde le diré a Taec que fue tu culpa.

-¡No es mi culpa!

-Sí lo será, yo ya estoy listo.

-No, no. Khun dile que no es mi culpa- Alex empezó a rodar por toda la cama.

El tailandés suspiró –Woo, o vienes a ayudarme o esperas afuera. No necesito a dos niños peleando en este momento- Alex tomó otra foto de Nichkhun y todos rieron a excepción del joven.

-Luego me pasas esas fotos Alex.

-¡Si señor!

Sintiendo las amenazas de muerte del tailandés, Wooyoung decidió ayudarle para terminar de vestir a Alex –Taec dijo que ya que no puedes lanzar los pétalos (afortunadamente) entregarás las argollas.

-¿Qué son esas?

-Anillos para demostrar que dos personas decidieron acabar con sus vidas.

Alex asintió -¿Puedo tomar fotos?

-Solo si las vendes a 5 dólares.

Los dos jóvenes miraron al pequeño que quedó pensativo –Mejor a diez.

Wooyoung cada vez estaba más orgulloso de Alex y Nichkhun, también.

 

Ver a Wooyoung querer golpearse con todo mientras ayudaba a Taecyeon con las últimas preparaciones para la boda era todo un espectáculo. Eso, más la sobria y hermosa decoración del lugar demostraba que su novio no era tan seco como decía. Cada mesa tenía un arreglo de flores blancas y rosas, donde el verde de las hojas resaltaba con los manteles bordados. Leves cintas de seda azules, rodeaban el lugar y se encontraban en el altar donde dos hermosas sillas blancas se alzaban dentro de un semicírculo donde debían sentarse los invitados; no eran muchos, pero definitivamente los más cercanos a la pareja.

-Es hermoso- Una señora bien arreglada y con una amplia sonrisa observaba con admiración el lugar, iba acompañada de un hombre que seguramente era su esposo –Taec me dijo que fue obra de Wooyoung. Ese muchacho tiene muy buen gusto.

Nichkhun que se había mantenido sentado en una mesa con Alex sonrió a la señora-Son los padres de Taec - el niño le susurró y el joven comprendió la emoción en las palabras de ella. Le dio algo de tristeza saber que su madre jamás estaría tan contenta si este llegaba a casarse con Wooyoung y no pudo evitar sonrojarse ante tal pensamiento.

-¡No puedo más! ¡Taecyeon está loco y el hermano de Minjun no ayuda!

-Eso te pasa por quitarme mi lugar- Una hermosa joven con un bebé en brazos fue tras él.

-No me molestes, sabes que no le supliqué estar aquí ¿Además quién iba a decir que querían tener dos malditos padrinos? Eso es demasiado gay- Nichkhun rio a carcajadas ante la mirada de asombro de la joven- Si tanto quieres mi lugar ¿Por qué no vas a calmarlo? Acaba de tartamudear sus votos y entró en pánico.

Sin tener que repetirlo, la mujer fue corriendo hacía la habitación donde estaba Taec. Nichkhun sonrió tratando de ocultar su burla hacía el otro joven quien se arregló su esmoquin; Alex aprovechó para tomarle una foto y miró su resultado en la pantalla.

-¿Cómo esta Minjun?- Nichkhun le arregló con el corbatín.

-Más tranquilo, o eso quiere que creamos.

Hubo un silencio bastante reconfortante por algunos minutos. El tailandés nunca le había dicho a Wooyoung lo celoso que estaba por la amistad que tenía con Taecyeon; ya que el único que consideraba su amigo, lo había estafado y dejado en la ruina que lo llevó a hacer el contrato con Camille. Era bastante irónico pensar que si eso no hubiera pasado, nunca habría conocido a Alex y menos a Wooyoung. La hermosa mujer regresó y llamó al coreano para que se preparara, la boda comenzaría (por fin) en unos minutos.

 

Wooyoung se sentía como un pez en marte, quería a Taecyeon (ya lo había aceptado) pero no sabía si lo necesario para estar parado por dos horas escuchando las palabras sobre unión, familia y compromiso de parte de un juez. Porque para comenzar, él nunca había creído en que la justicia fuera la más apropiada para validar el amor de una pareja ante la sociedad; todo cortesía de su respetable padre.

-Hay vienen- La hermana de Taecyeon, que logró colarse como madrina de la pareja a último minuto apretó entre sus manos la rosa que Wooyoung había preparado para la ocasión (los ramos le parecieron muy tradicionales y molestos para el momento, las rosas eran mejores.) Al ritmo de Pachebel los dos jóvenes hicieron su entrada, como era de esperarse se veían como dos dioses en sus trajes, ambos de color negro,  cuya única diferencia era el pañuelo en sus bolsillos: El de Minjun rosa claro y un verde reluciente para Taecyeon. Ambos no podían de dejar de mirar hacia el altar, sus ojos mostraban una alegría que era imposible de ocultar y que contagiaba toda la sala; la hermana de Taecyeon empezó a sollozar con una amplia sonrisa, las madres de ambos estaban juntas en la primera fila; cada una con su respectivo pañuelo ya bañado en lágrimas de felicidad. El padre del arquitecto mantenía su cabeza en alto y el hermano del psicólogo le paso una rosa no sin antes darle un cálido abrazo.

Era el turno de Wooyoung, tratando de arreglar la rosa dañada que la joven había estrujado un poco se la dio a Taecyeon en cuanto llegó. No hubo abrazo, ni palabras de felicitación, pero si una gran sonrisa que era imposible no tener; su amigo había encontrado al amor de su vida y sabía que esta ceremonia iba a ser muy diferente a la de su propia hermana, donde sintió que su única aliada, desaparecía ante las miradas de orgullo de sus padres.

Tratando de borrar aquellas imágenes que no tenían razón en ese lugar, Wooyoung buscó al tailandés entre los invitados: Estaban en la segunda fila, Alex apretaba entre sus manos el estuche de las argollas y los dulces ojos cafés de Nichkhun se encontraron con los suyos, desde ese momento, no le importó mucho seguir las palabras del juez o los sollozos de los invitados. Algo en él se encendía y palabras que nunca pensó querer decir, se atragantaron en su pecho. Fue cuando Alex se movió que su trance terminó, el tailandés lo ayudó a ir hacía el altar y allí el pequeño abrió una pequeña caja blanca con dos argollas plateadas en su interior.

-Cuando te vi por primera vez, nunca pensé ser capaz de hablarte. De hecho, fue Wooyoung quien me obligó a hacerlo (creo que fue porque era sábado en la mañana y no estaba en condiciones de actuar como un buen cupido)- Todos rieron y Wooyoung le ofreció una sonrisa fingida. Recordaba ese día: Los chistes malos de su amigo sobre la comida, como dejó caer la copa de vino sobre su nuevo traje y su no tan sutil huida del restaurante cuando el psicólogo rio. Se habían encontrado con Minjun por casualidad a la hora del almuerzo y Wooyoung en su jaqueca quería sacarse al arquitecto de encima –En nuestro primer beso, supe que tú eras el indicado, que las palabras de Wooyoung eran reales y me hubiera arrepentido toda mi vida si después de ese fatídico primer encuentro me hubiera acobardado. Gracias por estar conmigo, por aguantar mis chistes malos, mi torpeza, mis extrañas amistades –Minjun miró a Wooyoung con sus ojos vidriosos –y por amarme. Prometo siempre caminar a tu lado, en todo momento y lugar. Nunca dejaré tu mano.

Taecyeon le puso la argolla al psicólogo y cerró los ojos. Wooyoung no entendía como había podido hacer tanto show minutos antes cuando había cambiado totalmente el discurso que había practicado.  Minjun tomó la otra argolla del estuche de Alex y esta vez fue Wooyoung quien lo llevó hasta Nichkhun quien había cambiado a un puesto más cercano al altar para esperar al pequeño.

La mayoría esperaba escuchar los votos del psicólogo, pero esta vez fue una hermosa canción en japonés que salió de sus labios.

“No matter what
No matter what you make me wanna be a better man
I really wanna make you happy
世界中でひとり 君がそばにいるなら
誓う もっと 強くなれる"

Wooyoung vio como Taecyeon recibía un pañuelo de su hermana, incapaz de retener el llanto; pocos sabían de la gran voz de Minjun y  la letra que era perfecta para mostrar sus sentimientos lograba su efecto no solo en su futuro esposo, sino también en el joven coreano que dejando de un lado a sus amigos decidió concentrarse en el tailandés. Su sonrisa y sus ojos aguantando las mismas lágrimas que él.

"No matter what you make me wanna be a better man
愛し愛されて 生きる もう ひとりじゃない
Baby 僕は君を 離さない” 

La canción terminó con Taecyeon besando a Minjun de tal manera que todos terminaron riendo entre lágrimas, incluso el juez se rindió declarándolos “Esposos con la legitimidad del estado” sin más discursos. Wooyoung decidió que era el momento de actuar como el buen amigo que Taecyeon tanto negó aceptando dar el discurso y molestar de paso a los recién casados.

-Si algún día deciden lanzarse algo mutuamente en el calor del momento, recuerden que los floreros son considerados armas- les deseó a sus amigos despues de un correcto "feliz matrimonio."

 

Alex no dejó de tomar fotos durante toda la fiesta, olvidándose de su yeso y captado cada momento que encontrara digno de su camára. Por su parte el coreano no dejó solo ni un solo instante a su querido tailandés, era como una necesidad que el ambiente había creado y parecía que a Nichkhun tampoco le interesaba mucho dejarlo ir. No fue sino hasta la medianoche que el pequeño  cayó dormido, los dos jóvenes disfrutando de esa ocasión especial donde tenían derecho a embriagarse sin restricciones regresaron a la reunión después de dejar al pequeño en una habitación del hotel. La música ya había pasado de ritmos bailables a melodías más lentas, perfectas para acompañar las conversaciones sobre el futuro, el amor y la belleza que eran obligación por esa noche. Embriagados por el ambiente que los había acompañado todo el día, Nichkhun y Wooyoung encontraron un espacio libre (después de echar una pareja de adolescentes hormonales) en el balcón más cercano. Fue así que en medio del champagne y los besos, todo por fin tomaba el camino correcto; las dudas ya no tenían cabida, las respuestas estaban dadas.

-¿Qué le dijo Minjun a Taec?- Nichkhun se alejó de él y se recostó sobre la baranda del balcón,  una corriente helada hizo que este cerrara los ojos pero con el calor del momento eso no parecía una gran molestia. Más bien parecía ser un regalo porque bajo la tenue luz del lugar el tailandés parecía provenir de otro planeta, tal vez marte, tal vez no pero si la persona perfecta ara recitarle las palabras que Minjun había dedicado como votos.

- “No importa que, me haces un mejor hombre
En verdad quiero hacerte feliz
Solo tú en este mundo, si estas a mi lado
Juro, que seré mucho más fuerte”


-Es bastante cursi- El tailandés terminó su copa y la dejó a un lado –Inesperado de alguien tan serio como nuestro psicólogo. La risa de Nichkhun hizo que Wooyoung se acercara un poco más, tenía razón, la canción era bastante empalagosa para su gusto, pero era la última estrofa aquella que deseaba que Nichkhun grabara en su mente.

-Eso no fue todo lo que dice la canción.

Lentamente se acercó a Nichkhun hasta aprisionarlo contra la baranda del balcón, con el frio de Diciembre como testigo, llevó sus labios por el rostro helado del tailandés y se detuvo en su oreja.

-No importa que, me haces un mejor hombre
Viviré amando, y siendo amado, ya no estoy solo.
No te dejaré ir.

 

Fue Minjun quien los encontró casi desnudos en el balcón, su rostro mostraba más que ira, resignación -¡Por favor, les dimos habitaciones para esto!

-A menos que desees que Alex nos vea, lárgate de aquí- Wooyoyng le lanzó una media al psicólogo.

Taecyeon apareció poco después recogiendo la prenda con algo de asco -¿En serio?

-¿Desean entrar?

Nichkhun se detuvo y empezó a recoger su ropa incapaz de detener sus carcajadas ante la cara que tenían los recién casados –Más les vale responder rápido. No pienso dejar esto a medias- el tailandés besó apasionadamente a Wooyoung olvidando a sus visitantes.

Una tarjeta cayó entre su ropa –Esta es la llave de nuestra suite, les íbamos a decir que ya vamos al aeropuerto y que no necesitan despedirnos- El coreano tomó su camisa con una gran sonrisa.

-Prometo que no los voy a extrañar, muchas gracias por el regalo.

Los dos nuevos esposos se fueron con esa imborrable sonrisa, maldiciendo a la pareja del balcón mientras que los dos nuevos novios trataban de subir sin hacer mucho escandalo hacía la suite matrimonial; tenían cuatro horas antes de que Alex se despertara.

 

-¡Ah!- Nichkhun apretó el cuero del sillón tratando de no pensar en el dolor de su parte trasera.

-¿Estás seguro qué quieres hacerlo? Yo no tengo ningún problema en cambiar- Era la segunda vez que el coreano intentaba moverse, pero las cosas no iban por buen camino. El calor no había disminuido, al contrario, el sofá fue el único sitio al que alcanzaron llegar antes de terminar fundidos en una marea de besos y caricias subidas de tono.

-No pensé en hacerlo hoy, pero quiero que seas tú.                                                                                           

Wooyoung rio y se recostó en la espalda del tailandés –Eres demasiado dulce cuando te lo propones Horvejkul. Ambos compartieron un beso antes de que el coreano continuara con su tarea –Ahora relájate o esto no va a funcionar.

Las palabras del coreano hicieron efecto porque por fin la preparación que le había hecho estaba funcionando y los quejidos de Nichkhun se convirtieron en exclamaciones de placer. Wooyoung no podía saber cuánto iba a durar con la voz del otro gimiendo su nombre con obscenidades, con cada musculo del tailandés tensionándose de satisfacción y ese ardor que se apropiaba de todo su cuerpo.  Lo que fuera que lo hiciera acabar, esperaba tardara un poco más; porque no había nada más perfecto que los momentos en que estaban juntos y cuatro horas no eran suficientes para calmar un mes de abstención.

Cuando Nichkhun se sentó y quedó de frente a él, ambos se mantuvieron por unos instantes quietos, desnudos, abrazándose con fuerza, con el aliento del otro golpeando sus rostros.  Sus frentes cubiertas de sudor chocaron con suavidad en el más alto de los deleites. Nichkhun sonrió y empezó a recorrer el cuello del coreano con cada parte de su boca; ya el momento de pasión desenfrenada había terminado y ese sentimiento de plenitud los hacía bajar algunas revoluciones en sus muestras de afecto. Nunca se cansaría de recorrer ese cuerpo, una y otra vez, lo deseaba con todo su ser; Nichkhun era una persona que siempre sabía lo que quería y en ese momento: deseaba ser parte de él,  creer en su amante coreano y confiar en sus palabras ciegamente.

Wooyoung era cada vez más adicto a todas las sensaciones que el tailandés le causaba, inclusive a esa maldita inseguridad, o el estúpido miedo a perderlo y sobretodo a esas ganas irremediables de verlo sonreír. Recordó la mirada de aquella tarde, su perfección envuelta en un barato traje que compró con lo que alcanzó a ahorrar de su escaso sueldo, cada roce de sus manos en su cuerpo, su voz tranquila, su presencia que cada día lo hundía más en algo mucho más profundo e inimaginable.

-Te amo.

Los labios del coreano se  detuvieron a centimetros de los de Nichkhun quien ahora tenía sus ojos marrones fijos en él; había algo diferente en ellos, una expresión mucho más fuerte que la que tenía en la boda, una dulzura y necesidad que su cuerpo mostraba al apretar sus manos más fuertes en los hombros del coreano.

-¿En serio?- Wooyoung tenía la cabeza en blanco, por el orgasmo, el aroma indescriptible a vainilla y colonia que solo poseía Nichkhun y esas últimas palabras.

-¿Dudas de mi?

¿Qué más respuesta podía encontrar el coreano ante tal confesión? Nunca se imaginó a él escuchando esa frase y sintiendo como su croazón rebotaba por todo su pecho de alegría. El aliento de Nichkhun lo atrajó para darle un beso lleno de pasión, con la sola necesidad de sacar de su garganta lo que tanto deseaba decir.

Nunca espero que el tailandés llorara, ni tampoco buscar su abrazo como si este fuera a escapar o sentirse totalmente completo al escuchar su voz quebrada susurrando su nombre.

-Maldita sea Nichkhun Buck Horvejkul, yo también te amo. Pensé que mis palabras en el balcón habían sido claras.

Nichkhun rio y besó a Wooyoung con ternura –Es bueno hacerte sufrir- De las pocas horas libres que tenían, aprovecharon hasta el último minuto libre que tenían: Nada era mejor que terminar la confesión con la vuelta de una irracional lujuría.

 

Ambos habían decidido regresar a la habitación con Alex para dormir. No sería algún problema compartir cama ahora que estaban totalmente agotados en cuerpo y espíritu, deseando que el pequeño los dejara descansar un poco más.

-Khun, Woo- eran las siete de la mañana y desafortunadamente el reloj de Alex no había escuchado sus plegarías.

-¿Alex?- Nichkhun vio a su novio dormir por unos segundos antes de centrar su atención en el niño.

El pequeño los miró con una sonrisa sin responder -¿También se van a casar? ¿Igual que Minjun y Taec?

El tailandés rio en silencio tratando de no despertar a Wooyoung. Esa pregunta si la había visto venir desde que el pequeño le había preguntado todo lo relacionado a los matrimonios mientras Wooyoung maldecía los romances –No lo sé. Eso es algo que toma tiempo, Minjun y Taec estuvieron más de un año juntos antes de casarse.

-Si lo hacen, yo quiero entregar las argollas. Prometo no tener la pierna rota.

Las carcajadas de Wooyoung asustaron a los otros dos –Lo tomaré como una promesa.

Nichkhun no pudo evitar empujarlo como venganza por no avisarle que estaba despierto, el coreano decidió no quedarse atrás lanzándole una almohada que le cayó a Alex. Todos estuvieron en silencio esperando la respuesta del pequeño que se echó a reír y le devolvió el golpe, los dos jóvenes fueron hacía él para atacarlo con cosquillas.

 

 

 

Notas finales:

Nota interesante:

Minjun y Taecyeon se fueron de luna de miel para Suiza :D

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Si, es un capítulo muy cursi, largo, hermoso y tiene de los momentos TaecKay y KhunYoung que más me ha gustado escribir. Wooyoung de padrino da miedo, pero creo que la hermana de Taec es peor xD

Yo sé que no hemos escuchado mucho lo que Nichkhun tiene que decir sobre la nueva relación, pero es que me parecía más interesante ver la reacción de Wooyoung ante esas palabras, que en sí ha sido uno de los retos más grandes para los dos.

 

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*Pensando en ustedes y en KhunYoung*

Lore~

 

 

 


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