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Nada cambiará lo que siento por ti por chibibeast

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Notas del capitulo:

(13/0216)

Hola~

Se suponía que les traería el cap en la madrugada, pero me dormí y cuando desperté ya no pude porque los fines de semana voy a un curso de inglés (desligado de la U).

Pero,  bueno, ya tienen la actu.

¡A leer!

Cuatro entes se encontraban dentro del elevador que los acercaría al piso donde el rubio bajista de su banda vivía, dos de ellos preocupados y los otros dos enfadados porque los hicieron levantarse temprano sólo para decirles que el ensayo se cancelaba porque el bajista no había aparecido y no contestaba las llamadas ni mensaje. Salieron del elevador, dirigieron sus pasos a la puerta que bien conocían, Kai sacó la copia de la llave de ese departamento, gracias a que poseía una copia de todos los integrantes, abrió la puerta y se adentraron.


La sala de estar estaba desordenada y la cocina limpia, lo normal. Entraron a la habitación del bajista. Lo encontraron enrollado en las sábanas, parecía un tamalito mal amarrado con cabellos rubios desordenados en todas direcciones, lo llamaron por su nombre de pila, le gritaron, lo amenazaron pero no despertaba, o tenía el sueño muy pesado o los ignoraba o algo le sucedió.


Rodearon la cama, movían suavemente el cuerpo pero no veían reacción hasta que empezaron a apartar las sábanas, Reita les gruñó.


─ Déjenme dormir.─ se hizo “bolita” en medio de la cama y con una mano buscaba a ciegas las sábanas.


─ No es hora de dormir, Akira, ya pasa de mediodía.─ habló exasperado el castaño oscuro.


─ Por tu culpa me levanté temprano para nada, si yo no puedo dormir, tú tampoco lo harás.─ Aoi movía el colchón con un pie para evitar que siguiera durmiendo.


─ Vamos, atolito, levante.─ Ruki también le ponía apodos para molestarlo.


─ Takanori, ya basta con eso de los apodos, pasaron de divertidos a ofensivos. ─ Uruha estaba serio, no le gustaba desde que vio que le empezaban a afectar a su amigo de infancia.


─ Pero si está todo aguadito...─ no terminó lo que iba a decir.


─ ¡Lárguense!─ ese grito con esa voz tan grave los dejó estáticos─ ¡No les pedí que vinieran! ¡Si me vienen sólo a insultar y reclamar mejor váyanse, no quiero saber nada de ustedes ahora!─ se irguió para agarrar las sábanas y volver a cubrirse con ellas, el tiempo que tardó en encontrarlas los chicos notaron los surcos que dibujaron las lágrimas al caer por sus rechonchas mejillas, eso les hizo sentir culpables; creían que ellos lo hicieron llorar pero la realidad era otra.


─ Aki, discúlpame.─ Ruki fue el primero exteriorizar su culpa.


─ Perdónanos, Akira. No creímos que en verdad te afectara lo que te decíamos.─ Aoi también se disculpó.


─ Disculpa por haberlos dejado entrar.─ aunque Kai no había dicho nada malo también sentía culpa.


No hubo respuesta verbal, sólo vieron la cabeza de Reita asentir bajo las sábanas.


─ Déjenme solo, ¿sí?─ pidió con la voz rota.


Obedecieron al rubio, aunque no estaban seguros que estuviera en vedad enojado por lo que le dijeron, pero le darían su espacio, por más sensible que esté Reita no es de los que lloran tan fácil. Uruha no salió, se quedó en la habitación, rodeó la cama hasta quedar frente al bajista, se acostó a su lado y lo abrazó.


─ ¿Quieres hablar?─ recibió una negativa, aun así Reita se acercó más al cuerpo del guitarrista.


Uruha le acariciaba la espalda, estuvieron así unos cinco minutos.


─ Kouyou.─ se escuchaba indeciso al hablar.


─ ¿Dime? 


─ Has notado todos los cambios que he tenido, ¿no es así?─ hablaba en voz baja.


─ Sí.─ el rubio levantó las sábanas y cubrió a Uruha también, quedando ambos bajo estas como si fuera 'un lugar seguro para hablar'.    


─ ¿Crees que sea igual que aquella vez? 


─ ¿Tú lo crees?─ asintió, ambos se miraban directamente a los ojos.


─ No quiero… No quiero pasar por eso de nuevo, Kou.─ sus ojos se anegaban en lágrimas.


─ Si resulta ser cierto…─ hizo una pausa─ Esta vez no será igual. Nos asegurarémos de que así sea.─ la mirada dulce que le dedicó hizo a Reita creer por completo en sus palabras.


─ ¿Estarás a nuestro lado siempre?─ elevó su mano mostrando su dedo meñique.


─ Siempre.─ enlazó sus meñiques en una promesa─ Tendrás mi apoyo en todo lo que sea necesario, incluso si te fastidio y no me quieres a tu lado, ahí estaré.─ rieron bajito.


─ Gracias.– suspiró, así sintió relajarse un poco.


─ No tienes que agradecer.─ pasó mano izquierda por los cabellos rubios y juntó sus frentes─ No preguntaré quién es el otro responsable, quiero que me lo digas cuando te sientas listo.─ el rubio asintió.


─ Sí, es verdad. ¿Cómo crees que lo tomen los chicos?─ dijo con algo de temor.


─ Pienso que… al principio estarán bastante sorprendidos, te harán muchas preguntas, querrán saber cómo es posible y, lo más importante, de quién es.─ vio que el labio inferior de Reita tembló y percibió su cuerpo rígido─ Tranquilízate, Akira. Si sientes que no puedes, yo hablaré por ti. 


─ ¿Sabes?Pienso que lo más importante aquí es: ¿Qué pasará con la banda? 


Silencio. Se tomaron un tiempo para pensar.


─ La banda fue y es nuestro más grande sueño, creo que un integrante más no le vendría mal.─ le sonrió con cariño.


─ Eso es sólo lo que pensamos nosotros dos, ¿y si los chicos piensan diferente? ¿Qué hay si los altos mandos de la compañía se niegan a esto? Sabes lo que está escrito en nuestro contrato, las condiciones para ser una banda activa. No quiero que la banda se desintegre por mi culpa, pero tampoco quiero perder de nuevo lo que ya una vez perdí.─ espasmos recorrían el cuerpo en frente suyo.


─ Akira, calma.─ acariciaba la espalda y cabellos del rubio.


─ No quiero…. No quiero…─ repetía, escondió su rostro en el pecho del castaño y presionaba la camisa de este en su puño.


─ No lo perderás, no volverás a pasar por lo mismo. Sé que no podemos pensar sólo en nosotros. Yo tampoco quiero perder todo lo que hemos logrado hasta ahora, no quiero que pienses que cargas sólo con esto; aún si es sólo una suposición y no estamos seguros de que en verdad estás embarazado, yo estoy para ti. Hablaremos de esto con los chicos y pensaremos en una solución. 


─ ¿Quieres decir hablar ahora, en este momento con ellos?─ tragó saliva, nervioso.


─ En este preciso instante no. Primero hay que realizarte los exámenes necesarios para asegurarnos, si resultan negativos no quiero que te deprimas y si resultan positivos ya verás que nos arreglaremos para que nada se complique.─ la determinación de Uruha le contagiaba, creía en las palabras de su mejor amigo, su amigo que lo ha acompañado en sus peores momentos y ha compartido su dolor en cada instante.─ Ahora, levántate, dúchate y luego nos vamos a una clínica, haré que Yutaka consiga una en la que guarden absoluta confidencialidad. 


─ ¿Ya?─ no se sentía listo para enfrentar a sus amigos, pero sí quería confirmar su estado. 


─ Ya.─ se levantó de la cama llevándose consigo al rubio, vigiló que entrara al baño y luego salió de la habitación.

 

 


*****

 

 


En la sala de estar del departamento de Reita, tres gazettos esperaban a que sus dos compañeros faltantes aparecieran y les dieran una explicación de lo que pasaba.


Desde hace un par de meses notaban un singular cambio en lo que a Reita se refería, seguía siendo igual de juguetón, bromista y despistado, en ocasiones se le veía cansado, malhumorado y de un instante a otro todo lo contrario: tan sonriente y bobo como siempre, con un apetito voraz o nulo, pensativo o dormido, despreocupado o inquieto.


Sus ceños se fruncían cada vez más, no entendían nada, un minuto todo bien y al siguiente cambiaba. ¿Qué le pasaba a Reita? Al parecer sólo él y Uruha conocían la razón de tan radical cambio.


El par aquel tenían rato de estar dentro de la habitación, se estaban desesperando, querían saber qué pasa, ¡ya!


Con paso parsimonioso vieron a Uruha salir de la habitación y luego dirigirse a ellos con la cabeza agachada.


─ Yutaka, necesito que consigas una clínica con el suficiente profesionalismo para guardar absoluta confidencialidad sobre lo que podría ocurrir.─ con una mirada seria que no daba lugar a replicas, prácticamente, le ordenó.


─ Conozco una, no está lejos de aquí.─ lo vieron asentir y apoyar la espalda en una pared cruzándose de brazos.


─ ¿Akira está enfermo? ¿Tan grave es que pides eso?─ preguntó Ruki con angustia.


Negó con la cabeza.─ Akira y yo tenemos ciertas sospechas.─ mantenía la mirada hacia el piso.


─ ¿De qué?─ se aventuró Aoi.


En ese momento hizo aparición Reita, se posicionó al lado de Uruha, que levantó la cabeza para verlo.

─ Creemos que estoy embarazado.─ desvió la mirada, se le dificultó verlos a la cara.


Shock, estupefacción, sorpresa, conmoción, asombro... era lo que mostraban los rostros del batería, vocal y segundo guitarrista.


─ ¿Cómo…?─ fue un susurro tan bajo, que no estaban seguros de quién lo emitió.


─ Primero hay que realizar las pruebas pertinentes, luego les daremos las respuestas a cualquier pregunta que deseen hacernos.─ Uruha cortó antes de que les hicieran un cuestionario─ Yutaka llévanos a dónde dijiste.─ agarró la mano del bajista, entrelazó sus dedos y hizo que se encaminaran a la salida.


Los demás los siguieron como autómatas.

Esperaban que fuese una broma del par, una broma muy pesada. 

 

Notas finales:

¡Ya saben! ¡Ay, qué no sé qué decir! xD

Reita y Uruha son muy confidenciales, su escena fue muy... No sé...

Siento que algo hizo falta ._.

Los chicos están que no creen lo que les dicen. ¿Cómo reaccionarán? ¿Qué pasará?

El siguiente ccapítulo es el último que tengo escrito, así que les avisaré cuando el cap 6 esté listo,

¿Qué tal estuvo?

Nos leemos~


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