…llama a una tormenta.
Ver a Wooyoung de mal genio y peleando con un teléfono en coreano era una imagen totalmente nueva para Nichkhun y Alex que seguían sus movimientos en silencio. El coreano era realmente intimidante en esas situaciones donde sus actos mostraban con libertad sus emociones. Nichkhun no comprendía nada de su charla pero si la ira con la que cada palabra era dicha, cuando el celular cayó en el comedor fue que decidió preguntar la razón de la llamada.
-Mis padres nos invitaron a la cena de noche buena que va a hacer mi hermana- Wooyoung habló acariciando sus sienes –Al parecer llegaron hace unas semanas.
El tailandés tragó saliva no muy seguro de cuál debía ser su reacción. Había escuchado demasiadas cosas de la familia del coreano para no desear conocerlos por un largo tiempo -¿Qué les dijiste sobre Alex?
-Que tienen un nieto… tengo que ir con ese abogaducho por algunos papeles e informarle que se prepare para la visita de mi padre- Wooyoung tomó sus cosas y salió del apartamento sin despedirse. El pequeño miró asustado al tailandés que trató de calmarlo.
-Todo va a estar bien Alex, no te preocupes.
A Nichkhun le hubiera gustado que el coreano le informara sobre la excesiva riqueza que poseía su familia. Nunca pensó que su hermana viviera en una mansión y mucho menos que estuviera embarazada, por deseos de su novio habían llegado horas antes para saludar a la familia y presentar a Alex sin muchos dramas que alteraran a la joven. El cuñado del coreano resultó ser bastante amigable y abierto a la relación de los dos, incluso se atrevió a felicitar a Wooyoung por encontrar a alguien tan guapo como Nichkhun para sentar cabeza.
-¿Y qué piensas de Wooyoung?- Hyemi estaba maravillada con el pequeño, preguntándole todo sobre su vida, el colegio, los amigos y todo lo que el niño se sentía cómodo con responder. Ninguno le había dicho algo sobre ocultar detalles, solo había una sola cosa que el pequeño debía cambiar en su discurso si alguien le preguntaba.
-Es muy divertido, me gusta como pinta y remodeló mi habitación; ahora parece una galaxia llena de estrellas.
Hymei sonrió a su hermano con dulzura -¿En serio?
-Fue mi regalo de cumpleaños y dejó un lugar en blanco que quiero rellenar con fotografías.
Era algo obvio que esa faceta de Wooyoung no era muy bien conocida por las lágrimas que bajaron por las mejillas de la joven. Desafortunadamente el timbre de la casa acabó con el ambiente familiar y Nichkhun entendió esa noche porque el coreano dudaba tanto sobre su capacidad de ser padre.
La señora Jang era una mujer muy buen vestida, con un rostro que recordaba la belleza de su juventud y una sonrisa parecida a la de su hijo. No era muy alta pero no dejó de saltar al ver a Alex y al igual que Hyemi no dejó de hacerle preguntas sobre su convivencia con el coreano (ignorando totalmente a Nichkhun) como sorpresa final, le entregó un regalo al pequeño –Bienvenido a la familia Jang querido Alex.
-Hola Alex- El señor Jang en cambio tenía un porte más severo, mucho más duro que el de Wooyoung. Lo único que compartían eran los ojos; aunque los del joven coreano eran mucho más vivos y sagaces.
Como era de esperarse también ignoró la presencia de Nichkhun hasta que Wooyoung se dignó a hablar–Este es Nichkhun Buck Horvejkul, es mi novio- El rostro del coreano no mostraba alguna seña de felicidad al presentarlo, aunque si un gran orgullo que el tailandés espero fuera real.
-Mucho gusto joven- el señor Jang le apretó la mano por unos segundos, mientras que la madre de Wooyoung le sonrió.
Las horas que vinieron se tornaron interminablemente tensas; las conversaciones no pasaban de los casos que tuvo el señor Jang ese año, el embarazo de Hyemi o la alegría de conocer a Alex. Wooyoung no volvió a hablar más allá de leves comentarios sobre asuntos familiares que en su mayoría eran dichos en coreano. Desafortunadamente, la situación no mejoró a la hora de la cena.
-¿Y qué hace joven… Horvejkul?- El señor Jang preguntó de mala gana después de un largo silencio.
Nichkhun tragó rápidamente para contestar –Soy pianista señor.
-¿Pianista? ¿Es solista o acompañante?
-Solista, pero ahora estoy enseñando en el conservatorio y dando clases privadas.
El señor Jang rio –Es mejor cuando se piensa en grande, si tiene talento no se deje retener por dinero. Estoy seguro “usted” debe ser otra mentira para seguir arruinando nuestro apellido. Wooyoung fue criado por buenos abogados pero como siempre utiliza lo que sabe para cosas inútiles.
Algo quedaba claro y era que no estaba acostumbrado a ser tratado como basura frente por un desconocido y menos que Wooyoung aceptara ser insultado sin pelear. Le dolió el silencio del joven ante las palabras de su padre, sabía que él era la razón por la cual Wooyoung había aceptado el contrato de Camille pero nunca supo hasta qué punto su existencia los molestaría. Se sintió confundido al no saber si exigir respeto o no, un estúpido por no preguntarle al coreano las reglas de ese juego miró a Alex quien se mantenía ocupado con su comida; era difícil imaginar que su familia dijera cosas tan insanas sobre él frente a un niño que tanto decían apreciar.
Recordó la visita de su madre y como ella aunque había culpado a Wooyoung de su decisión no lo había tratado de alguien más bajo de lo que parecía ser, sí, en ese entonces lo había humillado frente a ellos dos y hasta pensándolo bien tenía que aceptar que esa reacción exagerada era en parte por su propia culpa al huir de su familia. Sintió algo de temor por imaginar que algo así le sería dicho por sus hermanos o su padre y esperó que si algún día volvía a ver a su familia, sus cenas no tendrían ese ambiente tan molesto
-¿Y qué opinas de tu padre? ¿Si ha sido bueno contigo?- La señora Jang le pasó un pedazo de tarta de papa a Alex tratando de cambiar el rumbo de la conversación.
El señor Jang aclaró su gragante- ¿Por qué le preguntas cosas obvias? Es lógico que el niño solo ha debido convivir con niñeras o ese otro para que Wooyoung pueda cumplir con esa estupidez de con…
-¡Papá!- Hyemi miró a su padre con aprehensión haciendo que este dejara enfurecido sus cubiertos.
Wooyoung seguía sin decir alguna palabra o demostrar su inconformidad a los comentarios de su padre. De hecho parecía una persona totalmente diferente, tratando de pasar desapercibido en esa batalla.
Alex bebió un poco de agua y sonrió –Woo es muy bueno, él trabaja mucho para pagar mis pinturas y el curso de la galería. Desde hace mucho no tengo niñeras, no le gustan porque a veces tengo pesadillas y solo él me puede calmar.
Nichkhun sonrió al pequeño y le agradeció por mantenerse tranquilo ante esa situación.
-Ya el niño dio su reporte ¿algo más que deseen saber? -Por fin el joven coreano había reaccionado, con dureza alejó su plato –Alex, ¿No deseas saber lo que preparó Hyemi como postre?
Entendiendo el mensaje, la joven invitó a su esposo y el niño a la cocina. Nichkhun rechazó su oferta seguro de que si se iba, Wooyoung iba a perder el control que tanto estaba costando mantener.
-Ahora sí, ¿pueden dejar de insultar a Nichkhun e ir al grano? No tienen mucho tiempo antes de que mi hermana regrese.
El señor Jang sonrió –Sora está embarazada- la mamá de Wooyoung asintió con la cabeza. Nichkhun se preguntó si estaba todavía a tiempo para huir de ese lugar, sin embargo el rostro pálido de su novio le indicó que era mejor aguantar el golpe. Él ya le había hablado de la que era su prometida y como se vio obligado a estar con ella para darles la seguridad a sus padres de tener un heredero.
-¿Y? La promesa era el bebé no casarme. Ya arruinaron el futuro de mi hermana, no se metan con el mío. Hace mucho les dejé eso en claro.
-Su reputación quedaría arruinada si llega a ser madre soltera Wooyoung- la señora Jang lo miró con tristeza –Y no hables así de Hyemi, puedes ver que es feliz con la decisión que tomó.
El joven coreano estaba apretando con fuerza el mantel de la mesa y pese al dolor que Nichkhun estaba sintiendo en su pecho, encontró la forma de sostener su mano; al fin y al cabo este lo había defendido –Ella no decidió nada madre, ustedes la obligaron para hacerme sentir mal por dejar mis estudios de leyes. Los dos sabían que sería una gran doctora…-el joven no pudo continuar mientras, sus uñas se clavaron en la piel del tailandés -En cuanto a Sora, ella sabía en lo que se metía y eso pasó hace seis meses, hasta pensé que mi deseo de reproducción no había funcionado.
-Ella está descansando en Japón, fuera de la mirada de todo el mundo. Ella no quería decírtelo porque cortaste el contacto con todos en Corea.
Muchas cosas se estaban derrumbando para el tailandés en ese momento, esa maldita ilusión que lo había mantenido ciego estaba desapareciendo de la forma más desgarradora posible ¿Y si antes de firmarlo Wooyoung había leído el contrato de Camille debido a sus dudas sobre el embarazo de su prometida? ¿Si lo había firmado porque con Alex como plan b podía cumplir la promesa con sus padres? Nichkhun entendía que Wooyoung aceptó todos los términos porque Camille le dio la oportunidad de “mostrar legalmente que ya tenía pareja” pero ¿Y si él ya sabía del embarazo? Eso lo hacía ser igual de basura que su padre, jugando con la vida de dos criaturas por su propio bien, tomó aire intentando reflexionar en lo estúpidamente asquerosas que parecían sus dudas pero eso no le impidió sentir un poco de asco hacía el coreano cuya mirada estaba firme en su padre.
Wooyoung dejó su mano y cerró los ojos –Me haré cargo del bebé si lo que ella desea es estar con alguien más. Yo no puedo hacer más, no puedo casarme con ella. Fui un estúpido al cumplir esa promesa, desde ese instante en el que dejé ese hotel lo supe.
-Woo por favor, ¿Crees que cualquiera renunciaría a ser madre? No le quites esa felicidad y su imagen ante el mundo.
-¿Y qué este casada con un homosexual no arruinaría esa imagen? Madre, mira a quién te presenté, nuestros papeles ya están en forma. Sería imposible ocultar quién soy después de esto. Fui criado por el mejor abogado de la nación, no me es difícil ser una mierda para lograr mis objetivos ¿No es cierto padre?
Un plato salió disparado hacía Wooyoung que esquivó de milagro -¡Cállate basura!- Lo que siguió a eso Nichkhun no lo pudo entender.
Tomando como punto de retirada los gritos de la señora Jang y la aparición del esposo de Hyemi tratando de evitar que el señor Jang asesinara a su cuñado. Nichkhun fue hacía la cocina, sentía la cabeza estallar, las palabras de Wooyoung habían sido un golpe demasiado fuerte, él no estaba hecho para aguantar tantos problemas o aceptar ser utilizado de esa forma. Deseó nunca haber conocido esa parte de Wooyoung, no haberle seguido el juego. En la cocina Hyemi trataba de calmar a Alex que no paraba de llorar y tratando de esbozar una sonrisa que nunca llegó, le entregó las llaves del carro del coreano a la joven.
-Lo que está diciendo no es cierto, él nunca… - la joven susurró entre sollozos.
–En el GPS esta la dirección del apartamento. Sal de aquí, no mereces escuchar tantas estupideces.