...No siempre se pide a gritos.
Nichkhun tocó a la hermosa puerta tallada de madera de las Park. No entendía por qué su necesidad lo había llevado hasta allá después de haber estado días totalmente desaparecido de cualquier radar. Hacía mucho que no sentía tal dolor o duda por todo lo que lo rodeaba, incluyendo su forma de actuar, su necesidad de saber algo de esa vida que tanto lo estaba matando por haberle dado la esperanza de que si podía soñar con un futuro del cual no se sintiera como una escoria, al final había actuado como tal; huyendo de todo, dejándose tentar por los miedos que le llenaban la cabeza de cucarachas.
Lo había pensado mucho, había repasado un sinfín de veces la noche en que se alejó de todo. Cuando culpó a Wooyoung de sus males, lo comparó con alguien que no le llegaba ni a los talones y le restregó sus errores sin pensarlo dos veces. Él, quien tanto había jodido a Wooyoung por jugar a ser una pareja feliz cuando ninguno conocía lo que era estar con otra persona hasta tal punto, haciéndole prometer lo único que creía sería capaz de cumplir y rompiendo ese lazo de confianza al refugiarse a los brazos de otra persona al ver que sus malditas ilusiones se rompían por la estupidez mutua. Tal vez lo único que lo hacía sentirse digno de estar en frente de esa casa donde se respiraba el ambiente familiar desde la entrada, era que después de haber bajado del auto del coreano lo último que deseó fue estar en la cama de un desconocido, pero eso lo ponía de peor humor, saber que Wooyoung había logrado que sintiera como una escoria después de engañarlo fue suficiente para entender que los dos estaban igual de podridos en cierta manera.
-¿Nichkhun?- El joven rostro de Hyemi lo recibió con una gran sonrisa y las lágrimas no tardaron en hacerle pensar dos veces su acto. El hambre, la falta de dinero y las ganas de saber de Wooyoung lo habían conducido hasta la casa de la chica que ahora lo arrastraba hasta la sala. Las ganas de salir corriendo crecieron cuando vio que esta tenía dos visitantes más.
Un fuerte golpe le impidió seguir con su ataque de pánico y la voz de Minjun logró detener lo que parecía ser otro puño.
-¡Taecyeon!
El tailandés se puso de pie rápidamente intentando no cruzar miradas con el par. Desde la boda que no veía a la pareja; incluso con su rostro fijo en la alfombra podía sentir la ira del arquitecto y la detestable calma de Minjun cuando sabía que todo estaba mal. La hermana de Wooyoung todavía llorando en silencio se sentó a su lado con un botiquín para tratar las heridas que le había causado Taecyeon.
-Las de Woo fueron peores- sonrió la joven con dulzura alcanzándole una vendita para la mejilla.
-¿Cómo esta Alex?- Nichkhun sintió su garganta seca al pronunciar el nombre del pequeño. Era imposible sacárselo de la cabeza después de no saber de él por semanas.
-En nuestra casa- Taecyeon le respondió secamente. El tailandés dejó de respirar ¿sería que Wooyoung les había dado el derecho de adopción? Levemente alzó el rostro para ver la reacción de los otros, desafortunadamente la mirada de Minjun no le daba ninguna señal de que fuera lo contrario y se vio a sí mismo como el peor ser del planeta, jamás sería capaz de darle la cara a Alex, aunque sabía que no iba a aguantar mucho más tiempo sin saber de él o escuchar su voz.
Hubo un largo silencio mientras la hermana de Wooyoung terminaba sus cuidados, ninguno dijo algo para calmar las ansias de Ncihkhun o retomar el tema que era obvio debía tocar. Nichkhun detestó estar frente a un psicólogo y el mejor amigo de su ex (le iba a costar adaptarse a ese nombre.)
-No puedo- el tailandés miro extrañado a Taecyeon quien se había levantado de su silla molesto–Lo siento mucho Minjun, pero a Woo le aceptó el dolor. No a este cobarde…
Nichkhun había tenido suficiente -¿A quién llamas cobarde imbécil? Fue esa mierda que tienes como amigo el que aceptó haber utilizado a Alex para sus planes…
Esta vez fue Minjun quien lo golpeó haciendo que Hyemi se llevara la manos a su rostro cubierto de lágrimas –No me importa que haya hecho Wooyoung, pero respeta la casa ajena Nichkhun. Es lo mínimo que podrías hacer después de este fiasco.
-¿Crees que Wooyoung te está culpando? Ese maldito jamás… - Taecyeon suspiró dejando su frase a medias, luego miró su reloj y sonrió a Hyemi – ¿Me acompañas por Alex, Mi?
La joven se veía en un estado un poco delicado, su piel había perdido parte de ese brillo que había percibido a final de año y su maquillaje sutil poco lograba esconder sus ojeras – Woo y yo fuimos criados para que nadie fuera capaz de ganar sobre nuestro orgullo. Basta con ver que todavía le cuesta entender que soy feliz. Jamás se perdonará que lo dejara todo para vivir cerca de él y no dejarlo solo… -los sollozos de Hyemi le impidieron continuar.
Todo el ambiente era tan diferente al que había percibido la noche en que dejó la casa, incluso Hyemi parecía ser más fuerte y abierta. Era justo reconocer que no conocía la totalidad de la historia de Wooyoung o lo que en verdad había insinuado esa noche. Antes de poder reaccionar, Taecyeon abrazó a Hyemi y ambos fueron hacia la salida –Alex me preguntó por ti, estoy seguro que le alegrará verte. Te veo en casa Jun.
El psicólogo sonrió y asintió levemente.
-¿Sabías que mi padre fue el psicólogo de Woo cuando era niño?- Nichkhun regresó su atención a Minjun -Por eso me sorprendió mucho el que buscara mi ayuda para Alex- el psicólogo le pasó un vaso de agua con esa nueva tranquilidad de siempre emanando de su ser –Papá siempre decía que el problema de Woo era que siempre era comparado con su padre, en lo bueno y en lo malo. En las sesiones que tuvimos casi nunca hablaste de él. A diferencia de Taec, sé que no lo conoces tanto como esperaba.
El tailandés negó con la cabeza –Solo sé que odia a su padre, aunque debe ser que los dos son igual de malditos.
La risa del psicólogo lo tomó por desprevenido –Lo que viste no es nada Nichkhun, han tenido confrontaciones peores, por desgracia. Ambos se parecen en muchas cosas, menos en una cosa; Wooyoung nunca actúa por bien propio, incluso el irse de Corea fue para alejar a su hermana de esa presión para ser el ama de casa perfecta y que viviera en paz. Woo sabía que ella vendría por él.
-Ella no sabe de ese plan por lo que veo- Nichkhun dejó el vaso de agua a un lado, estaba un poco confundido porque no era sino hasta hace poco que el tailandés supo sobre la existencia de Hyemi.
Minjun se sentó pensativo –Lo sabe, ella es una Jang. Fueron criados por buenos abogados, pero eso solo hace que Woo se sienta peor.
Ya era bastante obvio que su ignorancia sobre el coreano era mucho más profunda que el maldito océano, ¿Cómo se suponía que debía enterarse de semejante drama familiar? ¿O cuándo? Wooyoung era un idiota por haber ocultado tanto, aunque también Nichkhun debió haberle preguntado alguna vez, dudó que el coreano le hubiera respondido a algo así.
-Lo admiro desde que lo vi luchar con todo su ser para lograr apartarse de esas metas impuestas. Decidido a hacer que su padre lo creyera un imbécil para que lo dejara tranquilo.
El tailandés todavía seguía en sus pensamientos y no le dio importancia a la lucha “heroica” del coreano .
-Si le hubieras preguntado, te hubiera respondido. Wooyoung detesta decir mentiras y mucho más ignorar su propia historia.
Nichkhun rio y llevó el frio vidrio contra su labio roto –Eso es contigo o Taecyeon. Ustedes lo conocen de más tiempo, me imagino que ya sabían lo de Sora y por eso tu esposo casi lo mata ese día del café.
-Sí y no. Lo de Alex en verdad lo tomó por sorpresa, el solo sabía de ti. Camille le ofreció una pareja, no un hijo. Todos pensamos que lo de Sora había fracasado y Woo necesitaba una forma de terminar con esos encuentros antes de que lo obligaran a acostarse con todas las mujeres de Corea. Taec casi pone una bomba cuando se enteró de lo que había hecho, lo que viste en ese café fue solo el final de esa disputa - Minjun se recostó y miró a Nichkhun con una sonrisa –pero Sora solo aceptó porque ella dejó toda su vida para ser la cabeza de la industria de su familia y un heredero aseguraba eso. Lo del matrimonio se suponía era con otro, pero este la dejó.
Los ojos del psicólogo estaban perdidos en el horizonte, Nichkhun no quiso molestarlo, seguro que estaba recordando algo del día en el que supo de los planes de Wooyoung -¿Cómo esperaban que un niño fuera la cabeza de dos familias? ¿Wooyoung no odiaba ese tipo de tratos?
-Lo del nieto siempre fue algo de los Jang para demostrar el control que tenían en Wooyoung. Lo que sirvió hasta que Sora le confesó que sus padres le dijeron que no tenían problema si registraba al niño con el apellido de su prometido.
Nichkhun no podía creer lo que escuchaba, eso era peor que cualquier novela. Su labio no dejaba de dolerle y tenía ganas de golpear a Jang Wooyoung por ser tan estúpido.
–Sus padres nunca perdonaron que dejara sus estudios, la gota de todo fue que confesara su homosexualidad.
-¿Entonces yo era el idiota que tenía que vivir con él hasta que me presentara a sus padres?
Minjun volvió a reír –Los planes de ese idiota nunca salen como los espera. Jamás esperó tener que hacerse cargo de Alex y creo que tampoco que su pareja fuera alguien como tú.
Esta vez fue el turno para Nichkhun de reír pese a su dolor en el labio –Eso es algo que cuesta creer…
-La noche en que te fuiste, Wooyoung se arrodilló ante sus padres y les pidió que la próxima vez se disculparan contigo- el psicólogo se puso de pie bastante molesto –pidió que los aceptaran a ti y a Alex, porque sin o con contrato no los iba a dejar. Wooyoung siempre velo porque estuvieras bien, aunque eso significara rogarle a Taec por información sobre ti.
Fue entonces que Nichkhun recordó como Wooyoung había logrado ayudarle con la beca, los papeles de la visa, su trabajo e incluso con sus prácticas de piano. Esas toscas palabras cuando recibió la visita de su madre, su trato y el pensar en el contrato solo para que Alex estuviera bien.
-No sé lo que piensa hacer con Sora, pero no está en sus planes dejarla tirada, de eso estoy seguro.
Si había una forma de sentirse peor, Minjun la había logrado. Definitivamente con el arquitecto formaban la pareja perfecta, uno era capaz de acabar con él de un golpe, el otro con palabras. Si eso no era encontrar a la media naranja, Nichkhun se iba a rendir con cada cosa romántica que hasta sus días había vivido.
-Aunque no debes sentirte mal si quieres irte, el señor Jang tiene razón y puedes ser un gran solista. Wooyoung no te retendría si eso es lo que en realidad deseas hacer…
-¿Cómo lo sabes?
El psicólogo tomó un gran respiro como si se hubiera quitado un peso de encima –Porque jamás había visto a Wooyoung dejar su orgullo por alguien más que no fuera él – Nichkhun dejó el vaso a un lado –Ni tampoco pensé que esperaría a alguien con tanta paciencia.