DIOS DEBE SER EL DIABLO
Lestrade era un adulto, un buen adulto, responsable, serio, y había dejado su vida de malhechor enterrada en su pasado. Ahora era uno de los buenos, se dedicaba a ayudar a los demás, se había convertido en un buen policía, se había ganado su ascenso como Detective Inspector con el sudor de su frente y no anhelaba nada mas en la vida. Siempre activo, sin desanimarse aunque la vida lo estuviese matando y lo tirase al suelo con brusquedad, por lo regular tenía la mala costumbre de caerse y levantarse para decirle a la vida “pegas como niña” Lestrade era algo así como el fuego eterno que no se paga y continúa danzante y activo, algo así como un valiente… y uno muy idiota.
Si…. Lestrade era otra persona distinta, a la que le seguían gustando las cosas del pasado, la compañía de las personas, el calor del sol sobre su piel, el cielo azul, las donas, el café con leche, las caminatas en días cálidos, la honestidad de las personas, sus costumbres, le gustaban los fines de semana en los que no se hacía nada, le gustaba trabajar y aprender cosas nuevas, su libertad, y aunque había adquirido nuevas costumbres que adoraba hacer como la cena de navidad junto a su esposa y la tv prendida e incluso aunque no lo dijese en voz alta le gustaba dar avisos en la prensa ya que lo hacía sentirse más cerca de las personas que no veía, Lestrade se había convertido en un perro viejo al que no le gustaba aprender trucos nuevos o en este caso adquirir costumbre nuevas.
- ¿Sherlock tiene un hermano mayor?- pregunto al rubio en voz baja sin poder dejar de ver a su nombrado mejor amigo Watson. Greg agradecía de corazón tener a alguien con quien hablar. -(cof, cof… quejarse) de Sherlock sin mostrar desprecio y siendo más críticas constructivas y malos tratos implicados por el mismísimo Holmes para los demás, que ofensas y burlas mal hechas como era la costumbre como cuando hablaba con Anderson y Sally.
- Sip… es el que te conté que me secuestro- Contesto John en el mismo tono neutral con el que Lestrade había hecho su pregunta.
- Creí que al decir “su hermano, es su archienemigo” solo era una metáfora.-
- No. Es muy real como el hecho del secuestro. Es más, me asombra que el Gobierno Británico no te haya secuestrado o entrevistado jamás, por lo que veo es muy calculador y obsesivo con las personas que se acercan a Sherlock.-
- Quizás le caigo mal, ya que solo una mujer ha venido a mi oficina a solucionar lo de Sherlock cuando se portaba mal antes de tu llegada. Delgada, pelo castaño siempre con un celular.-
- debe ser Anthea es la mano derecha de Mycroft, pero no puedo creer que no lo hayas visto ¡Ha ido a tus escenas del crimen! ¿Recuerdas esa vez en el caso donde el asesino era el taxista? Uno de los primeros casos en los que intervine, pues bien ¡ahí apareció Mycroft Holmes! Alto, pelirrojo, con una sombrilla negra ¿no? Va vestido como político y te entran escalofríos de solo verlo, Anthea estaba a su lado –
- No… ¿de veras? es decir…. ¿Enserio son dos Holmes?
- Como si uno no fuera suficiente en el mundo. Dios debe ser el mismísimo diablo si permite que dos Holmes deambulen por la tierra libremente.- John dibujo una sonrisa en su rostro al igual que Greg. Lestrade no podía creer que hasta en estos momentos tan serios en el trabajo a Watson se le ocurriera bromear.
- Eso quiere decir que ¿hay más? Quizá se multipliquen con algún químico o con alguna comida, o son como alguna célula.-
- ojala que no, con dos tenemos más que suficiente. ¿Sabes qué? Yo lidio con el mal humor de Sherlock, ya que es mi compañero de piso y tú deberías lidiar con el de Mycroft.-
- ¿Por qué yo con el otro?
- Porque a mí me secuestro es como un constante aviso de “lo puedo hacer nuevamente” recuerda que es el mismísimo Gobierno Británico al que tenemos de vez en cuando tomando té barato en nuestro departamento, exigirá su venganza tarde que temprano.-
- eso no tiene nada que ver
- Claro que si, además eres policía no te puede desaparecer así como así sin que nadie haga nada
- dijiste que era el Gobierno Británico, claro que puede desaparecerme y suplirme con alguien mejor sin que nadie se dé cuenta
- Yo me daría cuenta ¿vez? Es el destino el que dicta que lidies con el mayor, además… creo que no es tan problemático como Sherlock
- Cuando menos se… ¡ni siquiera sé que pasa por la cabeza de Sherlock! y ya quieres que calme al mayor
Watson comenzó a reír junto con Greg en la cocina donde se había cometido un asesinato hace no más de tres horas atrás y no es que no respetaran al cuerpo inerte que yacía sobre el suelo pero consideraban que de todas maneras siempre era lo mismo en las escenas del crimen.
- Sigo sin inspiración para escribir en el blog… ahora no se si escribir sobre Sherlock como un héroe o como un desalmado tirano dictador sin sentimientos.
- Hum… creo que más bien lo definiría como un vagabundo con mucho dinero y nada de sentimientos.-
- ¿Que te pareció la narración pasada?
- ¿El encuentro con Moriarty? Me pareció espectacular, uno de tus mejores escritos, te felicito, es más te invito una copa hoy, digo si no tienes planes con Sherlock -
El rubio se quedó pensando un momento mientras cruzaba los brazos, solo hizo como un sonido sordo sin abrir la boca como de inconformidad y acepto enseguida
- De todas maneras Sherlock arruino mi última cita y corrió a mi última novia, creo que como siempre: libre y sin compromisos.
- ¿a las ocho en el Carl´s entonces?-
- ¿Tu esposa no tiene problemas con eso?
- ¡Ja! Mi esposa no tiene problemas desde que se dio cuenta que adora hacer tríos con todo aquel que tenga testículos.-
- No me digas, Sherlock te lo dijo…
- de la manera más sutilmente posible -
- Bueno está claro que nos veremos hoy por unas copas, si no me secuestra el gobierno británico quien sería el único Holmes con el poder de detenerme. –
Lestrade sonrió ampliamente – espero jamás encontrarme con el otro Holmes, huele a que será un verdadero peligro y créeme que con uno me sobra y me basta.-
Unos pasos se aproximaron a los hombres quienes seguían conversando sobre susodichos hermanos, y una voz seria y demandante los interrumpio.
- ¿Dónde está el fenómeno?- pregunto con ironía Sally sonando despreciativa con el doctor.
- John se lo comió.- contesto Lestrade un poco molesto insinuándole con la mirada a John que ya se marchara y su amigo así lo hizo despidiéndose de la morena solamente con una inclinación de cabeza.
- Siempre estas defendiendo al friki y a su doctor ¿Qué vas hacer cuando el sociópata se convierta en el asesino? ¿Continuaras protegiéndolo? No es como si dependiera de ti para vivir –
Lestrade conocía a Sally desde la universidad gracias a su esposa ya que eran amigas, sabía que la morena era como otra de sus hermanas mayores que lo quería y protegía, había sido su dama de honor en la novia y podían hablarse con honestidad de todo y, sabía que aunque no quisiera Sally Donovan solo despreciaba a Sherlock por como lo trataba, por las innumerables veces que lo hacía ver como un idiota, por dejarlo en ridículo delante de todos sin pedir siquiera una disculpa, así que decidió ser un poco más compasivo con ella, sonrió y levanto las cejas para parecer sorprendido.
- ¿sabías que Sherlock tiene un hermano?
Sally se quedó callada un momento antes de abrir la boca y mirarlo con tanta ingenuidad que parecía que sus ojos se saldrían de sus orbitas, definitivamente Greg pagaría por volver a ver hacer esa expresión en su rostro.
-¿Son dos Frikis?
- Sip -
- ¡Dios no! Por eso no soy creyente porque Dios debe ser el mismísimo diablo si permite que dos Holmes deambulen libres por la tierra…
OoOoOoO