...No es tan difícil.
Les costó un mes de disculpas, algunos insultos de Taecyeon, comentarios ácidos de Minjun y varios helados para lograr que Alex les volviera a hablar de algo que no fuera sobre las tareas. Afortunadamente (y con la ayuda de los recién casados) el niño no había ahondado tanto en el problema de Nichkhun y Wooyoung, haciendo que su mal genio fuera más por haberlo dejado solo las primeras semanas de Enero que por otra cosa. En Febrero y con todos reunidos de nuevo en el apartamento, Wooyoung decidió ir a Tailandia para poder tener por fin una conversación seria con Sora y de paso, ayudarla con las preparaciones para el nacimiento del nuevo bebé; Nichkhun por su lado pensó en aprovechar las vacaciones de primavera para ir esas dos semanas a su país de origen y acompañar a su ya (no ex) novio, además de que Alex no paraba de decir que deseaba conocer a “la nueva niña.”
-¿Vamos a tu país?
El tailandés estaba cerrando las valijas cuando el pequeño llegó a su lado, todavía no estaba seguro si estaba contento o ansioso por regresar a Tailandia así que lo único que hizo fue sonreír y asentir como un idiota.
-¿Por qué?
-Porque Sora va a dar a luz allá.
-¿Por qué?
-No tengo la menor idea- Nichkhun se levantó al ver que todo estaba listo y tomó aire, su necesidad de estar con Wooyoung era menos agonizante que ese tiempo a solas en Enero pero era igual de molesto, tal vez poder verlo otra vez y encontrar una forma de que no se alejara tanto sería lo único positivo de ese viaje. Cuando Alex estuvo listo, con su cámara en mano y su mochila lista para el viaje, fueron al aeropuerto. Taecyeon se ofreció a acompañarlos, tal vez más para cerciorarse que Nichkhun no iba a huir con Alex que por querer ser amable con el joven.
-No olvides decirme el sexo del bebé, ese estúpido de Wooyoung no se dignó a darme alguna información por Facebook y esperamos al menos un pequeño regalo, al menos como pago por dejarte con vida- El arquitecto los acompaño hasta inmigración donde jugó con el pequeño antes de que fueran a hacer la fila –Alex, toma muchas fotos.
El niño asintió y se despidió de Taecyeon con un abrazo, era obvio que su relación había crecido mucho mientras vivió con los recién casados y Nichkhun no podía evitar sentirse celoso de su “mejorada” convivencia. Con los papeles en regla (gracias a Woods) no hubo ningún problema para pasar los controles y llegaron a tiempo para abordar, como era el primer vuelo largo de Alex, el joven no pudo evitar reír ante el asombro del pequeño al ver los televisores que tenía cada puesto y aunque había llevado a Harry Potter y algunos libros de dibujo; el niño estuvo más feliz viendo películas por las primeras horas hasta que las luces del avión se apagaron.
-Khun.
El tailandés que estaba tratando de descansar un poco abrió los ojos -¿Si?
-Con el nuevo bebé ya no tienen que adoptarme ¿verdad?
Nichkhun se reincorporó recordando esa misma conversación ero con el coreano – ¿Te acuerdas cuando hablaste con Wooyoung por Skype?
Alex asintió –Me mostró un paquete de papas extraño.
-¿Le preguntaste esto?
El niño bajó la mirada –Él va a ser un papá de verdad.
-Entonces cuando lo veamos, lo primero que harás es hacerle esa pregunta.
Aunque se sentía un poco mal por no poder responderle a Alex, sabía que este no se sentiría tranquilo hasta que Wooyoung le confirmara su decisión. Faltaban seis horas de vuelo y con el bajo ánimo del niño, iban a parecer más largas.
-¡Wooyoung!- Alex fue corriendo hacia el coreano que los estaba esperando a la salida, incapaz de ocultar su felicidad Wooyoung lo alzó haciendo que el niño se sonrojara pero sin evitar el fuerte abrazo de su parte.
-¿Has crecido? Estas más pesado- Wooyoung lo bajó sonriente -¿Khun si estas alimentando como se debe?
-Mira quien habla, tú fuiste y le compraste todas esas galletas antes de venir- Era una mentira decir que Wooyoung se veía mal con esa camiseta blanca y su pantalón caqui. Segunda cosa que agradecer a Tailandia: el calor permitía que el coreano llevara ropa mucho más suelta e interesante.
Un beso rápido lo tomó desprevenido mientras admiraba a su novio –Pensé que Tailandia era más amigable con los homosexuales, pero todavía tienen un poco de problema. Una lástima, te ves demasiado encantador cuando estás cansado.
-Cállate.
El coreano tomó las maletas y los condujo hasta un taxi que los estaba esperando. Mientras que este cargaba el equipaje, Alex los retuvo –Woo- Nichkhun sonrió al saber la razón de su acto, Wooyoung lo miró extrañado pero este solo le indico que escuchara.
-¿Alex?
-Incluso si eres papá de verdad ¿Me van a adoptar?
La expresión de Wooyoung había sido digna para una foto, no solo la pregunta lo había tomado por sorpresa, pero también la cara de inocencia del tailandés -¿Nichkhun no te dijo?
El niño bajó la mirada y negó con la cabeza.
El coreano alzó una ceja y reprochó el silencio de Nichkhun-Mientras hacíamos tus papeles para que pudieras venir a Bangkok lo hablamos y veras…
Alex jugó con sus manos, incapaz de alzar su rostro.
-Todavía pensamos en adoptarte- los ojos azules resplandecieron entre las gafas de Alex mientras se intercalaba entre los jóvenes mirándolos con sorpresa.
Nichkhun le acarició la cabeza -Claro que eso depende de ti.
Estuvieron acompañados de los sollozos de Alex todo el camino hasta la casa de la amiga de Sora.
Nichkhun siempre había estado seguro de los buenos gustos de Wooyoung (él era una prueba de ello), pero nunca pensó que estos llegarían hasta con la mujer que era la madre de su hija. Sora era una joven elegante, de piel blanca y tersa, ojos café claro y cabello negro, desde su voz hasta su forma de caminar mostraba esa clase con la que había sido criada y que a diferencia de Wooyoung nunca ocultaba.
-Encantada Nichkhun, deseaba conocerte, este tonto no deja de hablar de ti. Definitivamente ese idiota tiene muy buen gusto.
Nichkhun dio una leve reverencia –Lo mismo digo.
Los dos jóvenes quedaron en silencio por unos segundos antes de echar a reír. Alex quien se había refugiado detrás del tailandés miraba de reojo a la joven –Y tú debes ser Alex. Wooyoung también habla mucho sobre ti ¿Quieren conocer a Sarang?
Sora los condujo hasta una habitación iluminada por el sol donde había una cama sencilla y una cuna. Wooyoung llegó en seguida, con una gran sonrisa en su rostro. La beba estaba durmiendo en la cuna refugiada de los rayos del sol, había nacido unas semanas antes y el parto que según Wooyoung “había sido una pesadilla” no tuvo ninguna complicación. Nichkhun no estaba muy seguro de lo que debía hacer, el ver al coreano llevar a la niña hacía ellos lo tomó desprevenido. Con una simple mirada su novio lo invitó a tomar a Sarang entre sus brazos, nervioso de que ella llorara o hiciera algún movimiento peligroso, la recibió con cuidado siguiendo las instrucciones del joven.
Los ojos de la pequeña todavía estaban cerrados, sus mejillas tenían un tenue color rosa e indudablemente provenían de Wooyoung y su piel era igual de blanca a la de Sora. Era hermosa y única, notó los ojos azules de Alex mirándolo desde el suelo y con cuidado bajo para que este la viera. Todos guardaron silencio mientras que el niño acariciaba una de las pequeñas manos de Sarang.
-Más te vale que seas un buen hermano. Ella estará a tu cuidado- Sora sonrió desde la cama y Alex giro su rostro hacia ella sin soltar la mano de la bebé.
Wooyoung besó la mejilla de Nichkhun al notar que este tenía una expresión similar a la del niño –Tú vas a ser un gran padre también- El tailandés tomó aire y se encontró con los ojos de su novio que no había notado, trataban de no dejar caer algunas lágrimas.
-Tres hombres cuidándola, mi niña tendrá que tener cuidado con sus novios.
-No le estés buscando pareja antes de que diga papá.
-¡Tu no hables! Su primera palabra debe ser mamá.
Mientras que comenzaba la guerra, nadie a parte de Nichkhun notó como Alex acariciaba con una sonrisa el rostro de Sarang mientras le decía “hermanita.”
Wooyoung decidió aprovechar que Sarang estaba descansando para llevar a Alex por un helado, Nichkhun por su lado prefirió quedarse un poco más al lado de (era una locura decirlo) su nueva hija. Ya el tenerla a ella a su lado había sido una experiencia demasiado extraña como para tener otra recorriendo su ciudad natal.
-Nunca pensé que vería a Wooyoung tan enamorado- Sora se recostó, todavía en estado de reposo y bajo el rígido cuidado del coreano, parecía estar bastante sana.
El tailandés puso su atención en la joven -¿Te molesta?
-No- la chica rio –Sabía que las mujeres no eran su punto fuerte y por ella –la joven sonrió a la cuna- No te debes preocupar, no soy tan conservadora. Después de lo que hicimos sería hipócrita sacarte de la vida de Sarang, para ella serás igual de importante que Woo.
No iba a negar que escuchar de la voz de Sora aceptando su lugar en esa nueva (y nada común) familia, le había quitado un gran peso de encima. La voz de Wooyoung avisándoles sobre su regreso parecía ser más clara que antes y ese gran cambio que horas antes lo estaba torturando en el avión se desvanecía con la presencia de su nueva familia reunida en la ciudad que lo recibía con muchas más cosas positivas de las que había esperado.