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Pequeña estrella. por DNA

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Notas del capitulo:

Ultimo de hoy :3

La molesta luz solar fue la que lo despertó esa mañana, un gruñido salió de entre sus labios y se cubrió de pies a cabeza con las mantas esperando volver a dormirse pero la maldita alarma lo despertó por completo, gruñó por segunda vez y se sacó las sabanas de encima a base de patadas para levantarse de una buena vez.

Su ropa salió volando en su camino hacia el baño aunque realmente no usaba mucha para dormir, una ducha rápida y salió del baño enredado en una toalla, las puertas de su armario se abrieron de par en par, escudriñó con la mirada todo hasta hallar lo que iba a usar ese día.

Unos cuantos minutos bastaron para que estuviera vestido y frente al tocador para terminar de arreglarse, la secadora eliminó cualquier rastro de humedad de su cabello, la sensación fría del maquillaje líquido lo hizo fruncir el ceño brevemente, los oscuros colores de las sombras y el delineador negro le dio ese efecto seductoramente amenazador que intentaba ocultar esa mirada que tenía y despreciaba tanto.

Sus ojos se habían convertido en lo que más despreciaba de sí mismo y era por ello que intentaba ocultarlos bajo el maquillaje que seguramente no necesitaba, Sehun siempre le había dicho que era realmente bello sin necesidad de adorno alguno pero él ya no estaba y Luhan intentaba ocultar toda su miseria tras la ropa y el maquillaje, incluso con la forma en la que peino su cabello esa mañana o el arete de su ojera izquierda.

Era todo un ritual que dejaba como resultado final esa persona que hacía años atrás ni siquiera hubiera intentado ser, salió de su habitación cruzando el pasillo para llamar a la puerta que estaba frente a su habitación.

-Amor, ¿ya despertaste?-preguntó con voz dulce a su pequeña.

-Ya papi, estoy terminando de vestirme para que puedas peinarme-respondió la melodiosa voz de su niña.

-Muy bien, prepararé el desayuno-un rápido al otro lado y se alejó de la puerta para ir directo a la cocina y preparar el desayuno para dos.

Al entrar a la sala de estar fue directo al equipo de sonido y lo encendió, su iPod ya estaba conectado y busco entre todo el repertorio la canción más molesta que hubiera, la seleccionó y luego le subió todo el volumen.

Dejó ir una fuerte carcajada cuando la vieja bruja de su vecina gritó furiosa, eso le pasaba a la vieja por decirle que se iba a ir al infierno por ser un sucio homosexual, siguió su camino a la cocina e hizo como si no escuchara nada cuando el sonido de la madera siendo aporreada le llegó desde la puerta tras la que seguro debía estar su vecina.

-¿Por qué te ríes papi?-preguntó casi gritando Ying Hui al entrar a la cocina.

-Nada, recordé algo gracioso es todo-respondió también elevando la voz-Baja la música si quieras-volvió a hablar casi a gritos.

La pequeña sonrió ampliamente y corrió a la sala para bajar la música dejándola en un volumen agradable donde pudieran escucharla pero hablar sin gritar, regresó a la cocina sentándose rápidamente a la mesa mientras veía al mayor trabajar.

Sus curiosos ojos brillaron cuando lo vio poner los waffles sobre su plato, siguieron cada movimiento de la mano ajena cuando comenzó hacer movimientos irregulares con la botella de jarabe chocolate que vertía su contenido sobre los waffles y finalmente lo vio cortar fresas que puso sobre ellos como toque final.

-Aquí tienes amor-dijo con una dulce sonrisa colocando sobre la mesa el plato y un vaso de leche.

-¡Gracias!-chilló más que feliz.

Luhan le sonrió a su dulce niña y tomó la taza de café que había preparado para él comenzando a tomar en pequeños sorbos el amargo líquido mientras veía a la pequeña devorar su desayuno, sabía que era un mal desayuno pero se daba el lujo de consentirla de vez en cuando.

Cuando ella terminó Luhan peinó su ondulado cabello castaño en una perfecta cola de cabello, recibió un beso en la mejilla como agradecimiento antes de que ella fuera por su mochila y estuviera lista para irse a la escuela.

Sabía perfectamente lo mucho que Ying Hui amaba que él la llevara a la escuela y no sólo porque ella amaba su auto nuevo sino porque cuando su papá bajaba para abrirle la puerta dejaba a todos maravillados y a todos sus compañeros envidiosos al verla caminar de la mano de un hombre tan genial como era su papá.

-Se buena y nada de llamadas para pedir que venga por ti-advirtió pellizcando cariñosamente la nariz de la niña.

-Lo prometo-dijo con una radiante sonrisa.

-Esa es mi chica-la felicitó dándole un fuerte abrazo-Nos vemos.

-¡Adiós papi!-se despidió también con una voz llena de emoción.

Luhan se permitió quedarse hasta verla reunirse con sus amigas y entrar finalmente al colegió, con la partida de Ying Hui la pequeña facción de alegría que Luhan tenía se marchó, la sonrisa que se obligaba a mostrarle a la menor se esfumó dejando únicamente esa fría mascara que todo mundo veía.

Le tomó menos de lo que imaginó llegar a su lugar de trabajo y cuando finalmente lo hizo el acostumbrado exceso de atención lo hizo fruncir el ceño, caminó a su oficina sin mirar a nadie en su camino hasta que finalmente cerró la puerta de un fuerte golpe, avanzó hasta su escritorio y luego de un fuerte suspiró se dejó caer en su silla, la puerta se abrió repentinamente y él levantó la mirada rápidamente para fulminar a quien había entrado encontrándose con Baekhyun con quien su mirada amenazante nunca funcionaba.

-Lian me dijo que tenía que venir a mostrarte los costos y cantidad de las nuevas telas que usaremos para la próxima línea-dijo seriamente colocando una carpeta sobre su escritorio.

-Muy bien-asintió sin expresión alguna y tomó la carpeta para comenzar a revisarla ante la atenta mirada de Baekhyun que probablemente estaba esperando algo-¿Qué?

-Nada-murmuró.

Luhan pretendió ignorarlo y seguir revisando todo hasta que recordó las palabras de Ying Hui el día anterior, cerró la carpeta que anteriormente estaba revisando y dirigió toda su atención al peli rosa que se mantenía en silencio y con la mirada en el suelo.

-Ying Hui ayer me dijo que estaba preocupada porque tú estabas llorando-comentó como si nada.

-Lamento haberla asustado-susurró sin mirar a Luhan.

-No importa, voy a tardar con esto si quieres puedes retirarte y yo te llamare después-dijo Luhan, Baekhyun asintió rápidamente dando media vuelta-Baekhyun-lo llamó.

-¿Qué pasa?-preguntó.

-Sobre lo de Rousse...

-No importa-se adelantó-Lo pensé toda la noche y...estoy feliz-aseguró mostrándole una sonrisa junto a sus aguados ojos-Es porque ella es genial y...sé que lo hará feliz...Chanyeol no podría estar en mejores manos y por eso estoy feliz-aseguró.

-Ya veo, entonces olvidado, retírate-ordenó, Baekhyun siguió su camino y le sonrió antes de salir dejando a Luhan, para él esas palabras eran como una disculpa de parte de Luhan así que estaba bien y no pediría nada más.

*****

El tiempo se había pasado demasiado rápidamente ese día, ese día en la oficina soportando al imbécil de Sehyung había sido un fastidio pero había podido librarse de ello una vez que habían dado las cinco de le tarde, había querido librarse de toda la carga de energía y había pensado que ir a correr al parque sería buena idea pero ahora que veía a Kai a nada de arrastrase ya no creía que fuese buena idea.

-Descansemos por favor-suplicó patéticamente el moreno cuando apenas habían dado un par de vueltas al parque.

-Acabamos de comenzar-dijo Sehun girándose para ver a Kai.

-¿Estás drogado?-soltó indignado-Yo todavía no me acostumbro al maldito cambio horario pero a ti parece no importarte y me torturas, tratas de matarme-acusó.

-Claro que no, yo soy buen amigo y estoy intentado que te acostumbres lo más rápido posible-aseguró.

-Mentiroso-refunfuñó como un niño.

-No seas infantil Kai, ¿ayer no estabas muy feliz porque habías conocido a un chico muy lindo?, imagina la mala impresión que le darás si decide llamar y tú te desmayas en plena cita.

-No intentes manipularme con eso Oh-advirtió.

Sehun suspiró pesadamente rindiéndose por fin al  ver a su amigo sentarse sobre una banca sin intenciones de moverse, se sentó también ya resignado a que Kai no iba a moverse, miró al frente donde algunas personas estaban haciendo ejercicio o simplemente paseando y algo llamó su atención. 

Una pelota  color rosa fue a dar hasta sus pies, la levantó del suelo mirándola con atención hasta que escuchó un pequeño gemido/lamento y llevó su vista al frente donde se topó con una preciosa castaña que lloraba, sus mejillas estaban sonrosadas y mojadas por las lágrimas, tenía un adorable puchero en el cual su labio inferior temblaba, sus brillantes ojos llenos de lágrimas le detuvieron el corazón porque eran iguales a los de él.

-¿Me…me da mi…pelota?-pidió entre hipidos la pequeña.

Sehun no reaccionó y simplemente se quedó mirando los ojos de la pequeña, ellos eran iguales sin duda alguna, no sabía quién era esa pequeña pero ahí frente a él tenía los preciosos ojos castaños que aparecían en sus sueños cada noche.

-Mi pelota...por favor-habló hipando.

-Hey, la damita quiere su pelota rosa-llamó Kai al ver que se había perdido en sus pensamientos.

Sehun reaccionó entonces sintiendo la mirada de la pequeña como una broma cruel del destino, le sonrió dulcemente y le entregó la pelota pero antes de que ella diera la media vuelta Sehun tomó su pequeña mano y la miró con atención.

-¿Por qué lloras?-preguntó con voz cándida.

-Yo…-ella dudó unos instantes antes de seguir-No debería estar hablando con usted-susurró.

-No te haré nada, tan sólo quiero saber que te puso triste-explicó con calma.

-Son los niños-murmuró-Ellos no me dejaron jugar con ellos-explicó derramando más lágrimas.

-¿Y eso?

-Ellos…ellos dicen que las niñas no…las niñas no juegan soccer pero no es verdad…papi siempre juega conmigo y no le importa que sea una niña-explicó sin dejar de llorar.

-Entonces son niños muy tontos-aseguró Sehun, ella asintió lentamente pero las lagrimas no dejaban de salir-Tengo una idea-anunció captando la atención de la menor-Yo jugare contigo, ¿quieres?-preguntó.

-¡Sí por favor!-respondió entusiasta, su corazón se encogió una vez más al ver la mirada llena de ilusión de la pequeña por realmente sus ojos eran iguales a los de su Luhan.

-Sehun que…

-Vamos Kai, tú también juegas-ordenó y jaló su brazo para que se pusiera de pie.

El juego comenzó y Sehun se sorprendió rápidamente al darse cuenta de lo buena que era la pequeña castaña, una calidez que hacía mucho no había sentido se instaló en su interior al escucharla reír fuertemente mientras ambos corrían tras la pelota rosa, Kai los animaba a ambos por igual desde la portería.

La pequeña estaba lista para tirar en busca de un gol, Sehun corrió para interceptar el tiro y al levantar la mirada hacia ella por una fracción de segundo, la pequeña desapareció y Luhan apareció frente a sus ojos, lo vio patear con fuerza la pelota pero estaba demasiado aturdido como para moverse hasta que la pelota golpeó su rostro y la imagen de Luhan se fue regresando a ser la pequeña niña.

-¡Señor!-llamó alarmada al ver lo que había echó.

Ella corrió hacia él al igual que Kai que lo tomó del rostro para revisar que no hubiese nada lastimado de gravedad, la pequeña miraba con nerviosísimo todo hasta que lo vio sonreír e imitó la acción.

-Lo lamento mucho-se disculpó rápidamente la menor haciendo una reverencia de 90°.

-No te disculpes, fui yo quien se distrajo-le restó importancia.

-Señorita-escucharon la voz de una chica a lo lejos, ella se giró mirándola e hizo una mueca que a Sehun le pareció muy graciosa.

-Debo irme ya, muchas gracias por jugar conmigo-sonrió divinamente y Sehun vio ahí nuevamente un gesto idéntico al de Luhan.

-¿Cómo te llamas?-preguntó rápidamente antes de que ella se fuera.

-Ying Hui-respondió con otra brillante sonrisa.

-Señorita dese prisa, su padre nos regañara si llegamos tarde-habló nuevamente la mujer de antes.

-Ya voy-respondió mirándolos una vez más-Hasta luego señores-se despidió y finalmente corrió hacia la mujer de antes-Oh no, me olvide de preguntar su nombre-se dijo a sí mismos pero al girarse ellos ya estaban muy lejos-Que mal-murmuró decepcionada por no haber averiguado el nombre del pelinegro que parecía un príncipe.

*****

Lay volvió a sonreírle como por centésima vez desde que se habían reunido, Luhan puso los ojos en blanco y se dedicó a ver el camino, el castaño había insistido demasiado en que debía ver a Suho y él, como el buen novio que no era, había permitido por una vez aquello, en el hospital les habían dicho que Suho se había marchado y al llamarlo  él no dudo ni dos segundos en decirle a Lay a donde estaba así que ese era sus destino.

Cuando pasaron por aquel parque Luhan sintió una punzada de dolor en el corazón, todo pareció detenerse y para cuando estaba listo para exigir que regresaran ya se encontraba frente a la mansión que tantos hermosos recuerdos le provocaba, esa donde había conocido al amor de su vida, la que le recordaba que Sehun se había ido.

-Ya llegamos-anunció un sonriente Lay.

-No quiero estar aquí, vámonos-ordenó.

-Luhan, le prometí a Junmyun hyung que lo ayudaría-explicó.

-Dije que nos vayamos-exigió.

-Es por él no es así-murmuró amargamente Lay.

Luhan le envió una mirada de odio antes de bajarse del auto y azotar la puerta adentrándose a paso rápido a aquel lugar que no demoro en golpearlo con miles de recuerdos felices, como la vez que Sehun lo había besado frente a la puerta suplicándole que no lo dejara o todas esas veces que habían pasado horas ahí en el jardín porque Luhan aun no sabía cómo usar la bicicleta.

Suho le envió una mirada de despreció en cuanto lo vio y Luhan la ignoró por completo mientras entraba rápidamente pasándolo de largo como si no estuviera en la puerta yendo directamente hacia la sala de estar donde se dejó caer intentando controlar las ganas de gritar y llorar.

-No debiste traerlo-escuchó susurrar a Suho.

-Es sólo que…

-¿Qué hacemos aquí?-preguntó interrumpiendo las palabras de Lay.

-Estoy recogiendo unas cosas y Yixing vino para ayudarme, tan sólo eso-contestó con calma Suho.

-Bien-dijo sin interés alguno.

Ambos lo miraron con atención un par de minutos más antes de darle la espalda y desaparecer por las escaleras, no se movió por varios minutos y simplemente se quedó mirando el cuadro de la madre de Sehun que estaba sobre la chimenea, se levantó lentamente y sin hacer ruido subió hasta el segundos piso, se aseguró de que Lay y Suho no lo notaran y luego de todo ese proceso que ya conocía estuvo en la habitación de las estrellas.

Sus ojos se llenaron de lágrimas al verla, había sólo unas cuantas apenas irradiando su luz, la mayoría se habían pagado ya, era como si supieran que Sehun ya no estaba y por eso murieran lentamente, no soportó continuar ahí y salió más rápido que pudo yendo a toda prisa hacia la habitación de Sehun donde se encerró.

No seas débil, no llores.

Se auto reprendió a sí mismo cerrando los ojos con fuerza conteniendo las lágrimas hasta que finalmente estuvo bajo control, abrió los ojos muy lentamente recorriendo con la mirada la habitación que tan bien conocía, miró al armario y una vez más amenazó con romper a llorar, toda su ropa seguía ahí.

Se acercó con lentos y torpes pasos, su mano tomó una de sus camisetas y la acercó a su rostro esperando todavía encontrar su aroma pero ya no estaba, alejó la prenda y la insistencia de su cabeza de que debía recuperar la compostura lo llevó hacia el balcón, el recuerdo de su primer beso lo golpeó y lo hizo retroceder un paso.

No había sido un beso normal pero había sido su beso y por eso siempre sería el mejor de todos, cerró con una de sus manos una de las puertas de cristal colocándose tras ella, su mano se posó sobre el cristal, cerró los ojos concentrándose en aquel dulce recuerdo únicamente cuando sus labios se posaron sobre el frío cristal.

No es un beso de verdad pero...es lo mejor que pude conseguir hacer…

Una solitaria lágrima hizo su camino hacia abajo, la limpió rápidamente y se alejó saliendo por fin hacia el balcón buscando tomar un poco de aire para calmarse, miró desde su lugar todo a su alrededor hasta que sus ojos fueron hacia la entrada y entonces su corazón se congeló.

Ahí estaba él, su cabello era negro pero era él sin duda alguna, tenía la mirada fija en la mansión, Luhan no lo dudo ni un segundo y dio media vuelta, ignoró a Lay cuando habló y pasó corriendo a su lado, salió a toda velocidad de la mansión pero al llegar a la puerta ya no estaba.

-Sehun-llamó en voz alta esperando que él apareciera nuevamente.

Miró en todas direcciones pero él no estaba por ningún lado, las lágrimas fueron inevitables entonces porque simplemente había sido una broma, su cabeza le había echó una broma cruel y él había caído como un estúpido, Lay lo llamó pero Luhan ya no quería volver, estar ahí era insoportable.

*****

Sus pies lo llevaron a toda prisa a la avenida donde un taxi se detuvo abruptamente cuando se paró frente a él, lo abordó haciendo como si no escuchara la voz de Lay y le dio órdenes al conductor de salir de ahí cuanto antes rogando internamente porque su corazón dejara de doler cuando se alejaran de ahí.

Luego de su largo paseo finalmente regresó a casa, se sentía cansado pero no en el aspecto físico y si era honesto consigo mismo llevaba varios años sintiéndose así, por alguna cruel broma de su subconsciente luego de ir a su antiguo hogar le había parecido escuchar la voz de Luhan llamándolo pero estaba ya tan acostumbrado a eso que simplemente se alejó a toda velocidad de aquel lugar.

Kai no estaba por los alrededores así que aprovechando su ausencia se fue directo a su habitación para dormirse de una vez, Kai no lo iba a dejar si sabía que no había comido, se puso la pijama con pereza, se acomodó en la cama girando varias veces hasta que sus ojos se quedaron fijos en el balcón de la habitación.

Dudó varios minutos pero al final se levantó sin ganas y salió al balcón, afuera el negro manto de la noche lo cubría todo y las estrellas estaban brillando en el cielo, hacía años que había dejado de llamarlas porque nunca había respuesta pero quería intentarlo tan sólo esa noche.

-Estoy de regreso-les anunció a ellas aunque sabía que no iba a haber respuesta como las otras veces.

Una sonrisa amarga se dibujó en sus labios luego de varios minutos de silencio porque ya se imaginaba eso, dio la media vuelta para entrar de vuelta a su habitación y dormirse de una vez por todas.

Bienvenido a casa Sehun…

Las conocidas voces lo paralizaron y se giró mirando en shock hacia el cielo, le habían hablado, ellas lo llamaban de nuevo.

Notas finales:

Ying Hui encontró al amor de su papá sin saberlo, Luhan sufre con su recuerdo y Sehun aun más pero probablemente su don haya vuelto, ¿qué seguirá?

Bueno damas y caballeros si es que los hay, espero que los cap les hayan gustado, si fue así sus RW me harán feliz, gracias por leer, hasta pronto <3


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