La puerta del baño se cerró lentamente mientras él entraba, un desagradable olor lo recibió pero estaba lo suficientemente intoxicado para ignorarlo, todo a su alrededor se veía como figuras abstractas que bailaban al ritmo de la ensordecedora música del lugar.
Su décima bebida no simplemente era alcohol y aunque lo vio en la sonrisa perversa del barman se la tomó igual, una sonrisa se dibujó en sus labios mientras veía su desastrosa imagen en el espejo, todo el maquillaje de sus ojos se había corrido y parecía un mapache, tal vez iba a quedarse inconsciente en los siguientes quince segundos pero seguía riéndose como un imbécil.
Escuchó la puerta del baño abrirse y rápidamente alzó la mirada para poder observar de quien se trataba a través del espejo, porque si el degenerado hombre que lo había drogado esperaba que dejara que lo jodieran a la fuerza sin luchar estaba muy equivocado.
Sus ojos se encontraron con un muchacho de cabello rubio y piel ligeramente bronceada, su rostro era hermoso y su afilada mandíbula le daba ese toque fuerte que siempre había llamado su atención en un hombre, se giró torpemente para estar frente a él y le sonrió de lado al verlo detenerse también a mirarlo.
Kai no sabía que pasaba cuando se encontró con la penetrante mirada del castaño que aunque tenía todo el maquillaje de los ojos corrido no dejaba de verse tremendamente atractivo a sus ojos, una sonrisa traviesa se extendió en sus labios cuando el chico le sonrió, lo vio dar un par de pasos hacia él y se quedó en su lugar en espera del que sería una interesante compañía esa noche en su cama.
El castaño le echó los brazos al cuello cuando estuvo lo suficientemente cerca y amenazó con caer, sus propias manos sujetaron las caderas del aturdido hombre para mantenerlo de píe, sus ojos chocaron con los brillantes ojos castaños del otro, la sonrisa coqueta del joven no se iba y la suya se estaba ensanchando más.
El castaño acercó su rostro al suyo rozando tentativamente sus labios, Kai sentía la temperatura de su cuerpo elevarse con cada exhalación de los labios ajenos que acariciaban los suyos con su aliento caliente y con un tentativo olor a vodka.
-Llévame a casa-susurró con su seductora voz.
Kai lo miró de pies a cabeza y se mordió el labio inferior porque había tantas posibilidades de lo que podía hacer con un chico como ese, se relamió los labios apretando con un poco más de fuerza sus manos en la caderas del intoxicado y sexy hombre.
-No tan rápido campeón-murmuró nuevamente el muchacho-Quiero ir a mi casa-dijo recalcando las últimas dos palabras.
-A donde tú quieras pero que sea rápido-susurró con tono sensual restregándose contra el otro para que pudiese sentir lo urgente que eso debía ser.
El castaño se echó a reír con mucha fuerza casi perdiendo el equilibrio que Kai lo ayudó a mantener, lo miraba confuso sin saber exactamente que era lo que le resultaba tan gracioso al otro, sus miradas volvieron a conectarse quitándole el aliento una vez más.
-No entendiste nada-murmuró divertido-Nada pasara guapo pero…tampoco quiero ser violado por el barman…debes ayudarme-le explicó estaba comenzado a ver borroso, tal vez ahora si iba a desmayarse en los brazos de ese extraño.
Kai frunció el ceño ante aquellas palabras, empujó suavemente al otro para alejarlo, él no iba a ser la niñera de nadie, lo vio trastabillar y se apresuró a tomar su mano para que no cayera al húmedo suelo y se hiciera daño, el castaño se echó a reír con ganas dejándose levantar como si fuese un muñeco de trapo, fuertes brazos volvieron a rodearlo y escuchó un fuerte suspiró.
-Joder-masculló por lo bajo el rubio, uno de sus brazos rodeó su cintura para mantenerlo estable.
Intentaron dar el primer paso pero al ver que el castaño no iba a poder hacerlo tuvo que pasarse el brazos ajeno por los hombros para ayudarlo, ambos salieron del baño con algo de dificultad, vio al intoxicado chico mirar a otro lado con una sonrisa de autosuficiencia y dirigió su mirada al mismo lugar donde se encontró con la mirada cargada de odio del barman puesta sobre él.
Salieron rápida y torpemente del bar en el que habían estado, lo ayudó a subir al asiento del copiloto del auto que Suho le había prestado por esa noche, acomodó con cuidado al desconocido en el asiento y cuando estuvo por alejarse luego de ponerle el cinturón de seguridad el castaño lo sujetó del cuello de la camisa manteniéndolo a escasos centímetros de su rostro donde sus labios casi podían rosarse.
-En el bolsillo trasero de mi pantalón esta mi billetera, en ella hay una tarjeta blanca...tiene una dirección y allí es donde debes llevarme-le indicó susurrante.
Kai tragó duro cuando miró los brillantes ojos ajenos, tenía que deshacerse de ese chico o de lo contrario sería él quien terminaría aprovechándose de él, revisó rápidamente en sus bolsillos traseros sintiendo su firme trasero y quiso llorar por no haberlo encontrado antes cuando estuviera lucido y dispuesto a irse a la cama con él.
La billetera del chico estaba perfectamente ordenada así que no demoró más de unos segundos en encontrar la tarjeta blanca, para su buena suerte conocía esa zona o de lo contrario seguramente iba a enloquecer antes de poder llegar al apartamento del chico.
-Bonita billetera-le dijo cuando se la entregó de vuelta.
-¿Acabas de tocarme el trasero y mi billetera fue lo que más te gusto?-preguntó traviesamente.
Kai cerró rápidamente la puerta del copiloto sin responder a aquello, dio la vuelta al auto para finalmente abordar el vehículo y ponerlo en marcha o terminaría por abusar del drogado chico que no dejaba de provocarlo, sus mirada impaciente estaba en el camino mientras avanzaban tan rápido como los límites de velocidad le permitían.
Miró de reojo al chico que había estado extrañamente silencioso desde que había puesto en marcha el vehículo, lo vio con la cabeza cómodamente recargada en el asiento, tenía los ojos cerrados, sus mejillas estaba levemente ruborizadas, respiraba pesadamente y sus labios entreabiertos dejaban salir su agitado aliento con aroma a vodka, era la imagen perfecta de alguien que acababa de tener sexo y se obligó a mirar al frente o haría una idiotez.
-Creo que me estoy poniendo duro-murmuró.
Kai se giró a mirarlo horrorizado recibiendo una sensual media sonrisa de su parte, aceleró importándole poco si algún oficial lo detenía o no pero para su buena suerte no fue así y en menos de lo que pensó estaba de pie frente a un edificio, lo vio abrir la puestas y lo ayudó a llegar al elevador donde el desconocido apretó el botón que marcada el numeró siete.
Estar ahí encerrado con ese chico fue toda una tortura pero afortunadamente la soportó perfectamente, cuando finalmente llegaron al séptimo piso Kai apenas pudo mantenerlo en pie y prácticamente lo arrastró hasta la puerta con el numeró 56, el castaño comenzó a golpearla con fuerza y él únicamente pudo mirar a todos lados en espera que los vecinos salieran para maldecirlos y tal vez darles una paliza.
-¡Ábreme!-exigió el castaño.
La puerta se abrió y Kai se quedó en shock cuando captaron la pequeña figura del familiar chico de cabello rosa, la mirada del chico estaba puesta en el castaño que no demoró en lanzarse a sus brazos y escuchó los ladridos de Puchi que le gruñía desde el interior de la casa.
-¡Baekkie!-chilló el castaño.
Baekhyun lo empujó lejos de su cuerpo y luego al interior de su casa donde cayó al suelo frente a Puchi perdiendo todo el estilo, la mirada de Baekhyun llena de desprecio fue hasta el moreno que aun seguía en shock por estarlo viendo ahí.
-¿Qué mierda le has echó?-exigió saber.
-Na-nada, cuando lo encontré ya estaba así-se apresuró a decir.
Baekhyun le lanzó una mirada de infinito odio, su mirada se desvío un par de segundos al cuerpo en el suelo que se reía como un loco junto a Puchi que lo miraba curioso y tal vez un poco asustado por los soniditos que hacía el pequeño cachorro.
-¿Y tú de verdad crees que me voy a creer eso?-preguntó molesto.
-Es la verdad, yo ni siquiera se su nombre y deberías estar agradecido porque lo salve de ser violado-afirmó con el ceño fruncido.
-¡¿Qué clase de jodido enfermo eres?!-exclamó horrorizado.
-¡Te he dicho que no le hice nada, no es mi culpa que él sea un puto y un imbécil!-soltó furioso por el hecho de estar siendo acusado de algo que no era su culpa.
-No te permito...
-Basta-lo cortó sujetando fuertemente la amenazante mano de Baekhyun en el aire, la cual había quedado peligrosamente cerca de su rostro-Yo tampoco dejare que tú me insultes, no hice nada y tan sólo hice lo que creí correcto cuando él me pidió ayuda-dijo seriamente y tal vez era un idiota pero aún con lo ofendido y molesto que estaba besar al pequeño de cabello rosa era una idea muy atractiva.
-Lárgate-ordenó el peli rosa logrando zafarse del agarre ajeno y empujándolo mientras le lanzaba una mirada amenazante a Kai-Lárgate y no vueltas a acercarte a nosotros-advirtió y le cerró la puerta en la cara sin darle la oportunidad de decir más.
Baekhyun se giró hacia Luhan que le ladraba a Puchi que también había comenzado a ladrar, frunció el ceño y sin cuidado alguno lo levantó del suelo, Luhan no dejaba de reírse como un psicópata mientras Baekhyun luchaba por cargar con él, lo llevó hasta el baño y lo dejó en el suelo cerca del lavabo mientras él llenaba la tina con agua esperando que el agua fría ayudara a darle un poco de lucidez.
Su primera tarea fue sacar de los bolsillos de Luhan todo lo que pudiera ser valioso y fue algo sumamente difícil considerando que él no dejaba de intentar escapar y reírse, le costó mucho más meter a Luhan a la tina y cuando por fin lo consiguió Luhan comenzó a manotear el agua salpicándolo todo.
-Luhan basta-ordenó cubriéndose todo lo que podía con las manos.
Luhan no se detuvo y siguió haciendo aquello mientras Baekhyun intentaba dejarlo quieto, volvió a meter las manos bajo el agua para seguir salpicándola pero el brillo de su anillo lo distrajo, se detuvo entonces y permaneció inmóvil mirando sus manos bajo el agua, Baekhyun se quedó mirándolo con atención cuando Luhan tomó un poco de agua entre sus manos y la acercó a su rostros.
-Hoy vi a Sehun-susurró.
-¿Fuiste al cementerio? ¿Por eso fuiste a ahogarte en alcohol de esta forma?-preguntó molesto.
-Estaba en su casa y...él...
La imagen de Sehun de pie frente a las puertas de la que una vez había sido su casa volvió a su mente, no había logrado verlo bien y lo más llamativo había sido su cabello negro, él le había prometido que un día lo dejaría ver su cabello así porque era su color natural pero no había podido ser y seguramente aquello no había sido más que la obra de su dañada imaginación.
-¿Luhan?-habló con voz preocupada Baekhyun que realmente ya no entendía nada.
Luhan no respondió, bajó las manos sumergiéndolas nuevamente en el agua y se quedó mirándola sin decir nada más, estaba borracho y también drogado pero aún así sabía que decirle aquello a Baekhyun lo iba a dejar como un loco y suficiente tenía ya con el sólo hecho de estar ahí.
-Necesito dormir-dijo en un murmullo.
Baekhyun suspiró pesadamente y nuevamente con mucha dificultad ayudó a Luhan a ponerse de pie, toda su ropa y el piso se llenó de agua que dejó un camino hasta la habitación del peli rosa, dejó a Luhan sobre la silla frente a su escritorio y fue directo a su armario de dónde sacó un pijama suyo que con mucho trabajo le puso a Luhan que estaba inmóvil como si no fuese más que un maniquí.
Cuando terminó lo llevó a la cama y lo cubrió con las mantas como si de un pequeño niño se tratase, fue al baño por todas las cosas que le había sacado del pantalón y las llevó a la habitación dejándolas sobre el tocador, se giró para observarlo un poco más hasta que se durmió por completo y luego de un largo suspiro salió de su habitación con un pijama seco, una almohada y mantas para esa noche, se acomodó como pudo en el sofá de la sala de estar con Puchi a su lado y permaneció ahí con la mirada en la nada.
-¿Qué estas haciéndote Luhan?-murmuró preocupado.
Su amigo estaba cometiendo muchos errores pero alguien que había cometido un millón más que él no era nadie de ayuda, ahora era cuando se maldecía por haber sido un imbécil cuando era más joven, sí no hubiese dejado que el miedo porque a Luhan le pasara algo que únicamente veía en su imaginación y lo hubiese ayudado a él y a Sehun nada de eso estaría pasando, Luhan no hubiera cambiado tanto y sería feliz.
No sería esa persona llena de amargura que parecía buscar únicamente su auto destrucción, lágrimas silenciosas escaparon de sus ojos, escuchó a Puchi gimotear y no pudo evitar sonreír cuando su pequeño amigo canino intentó limpiar sus saldas lágrimas lamiendo su mejilla.
-Este bien Puchi, papá encontrar algo que hacer para salvar a Lulu-prometió recibiendo como respuesta otra lamida.
*****
Ya era pasada la media noche y él continuaba en el balcón intentado recibir una respuesta a sus suplicantes palabras pero por más que rogara por una respuesta más de su parte todos sus intentos resultaban inútiles.
Ellas únicamente le habían dado la bienvenida y nada más, no sabía cuánto tiempo llevaba ahí pero comenzaba a desesperarse, ¿y si sólo había sido su imaginación?, esa podía ser una opción viable pero su ansioso corazón no quería aceptarlo.
-Por favor…háblenme-les suplicó pero únicamente hubo silencio.
Su mirada suplicante estaba fija en el cielo, en la estrella más brillante de todas, esa que le recordaba a Luhan, esa que quería que fuese él para poder por lo menos volver a escuchar su voz de nuevo, quería decirle tantas cosas, deseaba despedirse y poder escuchar un te amo de su parte una última vez por lo menos.
-Háblame por favor mi pequeña estrella-le imploró.
-Sehun-lo llamaron pero únicamente pudo sentir decepción mientras se giraba lentamente hacia Kai que acababa de cruzar la puerta de su habitación-No vas a creer lo que pasó-dijo con un tono de molestia.
-¿Nadie quiso acostarse contigo por miedo a contraer alguna enfermedad venérea?-preguntó con una sonrisa burlona.
Kai siempre había podido animarlo con su sola presencia y era por ello que Sehun lo apreciaba demasiado, vio a su mejor amigo hacer un infantil mohín y no pudo evitar reírse de él, Kai le envió una mirada fulminante deteniendo su risa pero no así su sonrisa burlona.
-Ya quisieras que tuviera alguna clase de enfermedad, no tengo ni gripa-bufó-Lo sabrías si…
-No pasara-lo cortó antes de que continuara con sus insinuaciones viéndolo fruncir aun más el ceño-Mejor dime que paso-pidió.
Kai pareció no entender al principio pero no duró mucho su confusión y cuando lo recordó volvió a irritarse visiblemente y comenzó a maldecir por lo bajo, Sehun lo miró atentamente pensando que tendría que preguntar pero no fue necesario.
-Volví a ver al peli rosa-comenzó-Bueno no exactamente primero me encontré con un caliente chico intoxicado en el bar, cuando me vio se arrojó a mis brazos y…debiste verlo Sehun, ese chico era un jodido sueño húmedo, estaba algo desaliñado pero no dejaba de ser caliente y pensé que quería sexo pero no, él muy bastardo únicamente me utilizó para salvarse del barman que quería violarlo o una mierda así, el punto es que lo llevé a donde él me pidió y no contento con eso estuvo provocándome todo el jodido camino y cuando llegamos, ¿adivina quien estaba ahí?-preguntó molesto.
-No sé, ¿mi hermano en baby doll?-dijo con diversión.
-Eso sí que sería aterrador-aseguró con una exagerada expresión de miedo-No idiota, ahí estaba el peli rosa y su maldito perro enano, en cuanto vio al castaño enfureció y me acuso de todo, al final yo quede frustrado sexualmente y acusado de ser alguna clase de pervertido que se aprovecha de inocentes chicos drogados y todo por culpa de esos dos-bufó indignado.
Sehun no pudo evitar soltar una carcajada luego de que su amigo terminara el relato de su interesante aventura, Kai lo miraba con odio desde la cama donde había estado sentado, suspiró sonoramente dándose cuenta que su amigo no iba a parar de reírse y por alguna razón también comenzó a reír con ganas.
-Lo peor de todo es que aun quiero volver a ver al peli rosa y ahora que se donde vive no planeo rendirme-aseguró.
-¿Estamos enamorados acaso?-preguntó con una exagerada expresión de incredulidad.
-Por supuesto que no pero debes verlo, él es…alguien bastante interesante-aseguró.
-¿Has pensado que el castaño podría ser su novio?-inquirió interesado en la nueva conquista de su mejor amigo.
-No, no hay forma-sentenció.
-¿Por qué?
-Sehun, si alguien en este mundo sabe reconocer a un pasivo cuando lo ve, ese soy yo y créeme que ninguno de ellos sería el dominante en la cama-aseguró.
-Las apariencias engañan-le recordó a su amigo.
-Esta vez no-sonrió de lado-Además puede ser genial que yo y él nos conozcamos mejor, tal vez podría convencerlo de presentarte a su amigos, es lindo y estoy seguro que…
-No-lo cortó Sehun.
-Pero…
-Nadie va a remplazar a Luhan-sentenció.
-Es que no estoy diciéndote que lo remplaces, estoy diciendo que te des una oportunidad de ser feliz, no conocí a tu Luhan pero por la forma en la que hablas de él estoy seguro de que para él no había nada más importante que verte feliz con o sin él a su lado-afirmó.
-Yo ya no puedo ser feliz, mi única oportunidad de serlo se fue cuando yo no pude protegerlo de mi padre-murmuró luchando contra ese agobiante sentimiento de culpa y dolor.
-Hiciste lo que pudiste-aseguró Kai.
-No…yo debí hacer más, debía haber muerto en su lugar, Luhan debería estar vivo y siendo feliz pero en cambio murió y yo no pude hacer nada-susurró sintiendo las lágrimas picar en sus ojos.
-Sehun-dijo Kai con pesar.
-¿Sabes?, le hice un montón de promesas que quería cumplir para él pero no pude y él…
E-es mi turno de hacerte u...una promesa…
-Él prometió que no íbamos a morir pero…
-No podías saber que algo como aquello iba a pasar y mucho menos protegerlo, no había manera-explicó con aflicción Kai.
-No, si yo no…si yo no hubiera propuesto salir ese día…si hubiera visto antes ese auto…si hubiera impedido que Luhan me protegiera y recibiera el impacto, él…
Saladas lágrimas hicieron su habitual recorrido por sus mejillas, los recuerdos se repitieron como una película en su cabeza, ellos caminando de la mano, los labios de Luhan sobre los suyos, el sonido de ese maldito motor, el grito de Luhan mientras invertía sus posiciones, sus ojos mirando el auto que estaba sobre ellos y la sonrisa que le dedico Luhan cuando logró darse cuenta de lo que pasaba.
¿P-por qué...l-lo hiciste?
Por-que…t-te amo...mu-mucho...
-Yo también te amo mucho-susurró mientras cerraba los ojos.
-Si lo amas no hagas esto, intenta ser feliz por él, vive por él…estará triste si ve que haces esto…cerrarse a las nuevas oportunidad y vivir solo por el trabajo no es vida-aseguró.
-Mi única forma de lograr estar en paz será acabar con Sehyung-masculló entre dientes.
-Querer hacer justicia está bien pero…
-No estoy listo-explicó.
-Llevas once años sin estar listo-le recordó-¿Cuándo lo estarás?-
-Kai no…
-No lo digo por mí, me gustas y lo sabes pero ambos sabemos que aunque nos apreciamos lo mío no es más que calentura, quiero llevarte a la cama y nada más pero seguramente allá afuera si hay alguien que pueda amarte como lo mereces y con quien puedes reencontrar esa felicidad que crees perdida, únicamente no des todo por perdido e inténtalo-pidió.
-Tal vez tienes razón-sonrió con amargura.
-¿Qué esperabas?, yo siempre la tengo-aseguró con una sonrisa arrogante intentando animarlo de esa forma.
Sehun le devolvió la sonrisa antes de girarse a mirar nuevamente al cielo, ellas debían hablarle, tenía que encontrar entre las estrellas a su Luhan y preguntarle que debía hacer, Luhan siempre sabía lo que era mejor para él y necesitaba de él más que nunca.