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HIELO por Huitzil

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Notas del capitulo:

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Amame con la cadecia de tu alma...


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La locura de las vacaciones hacen que actualice pronto. los leo abajo!

Hielo vs Fuego.

Maldito el día en que puso al nombre de su esposa la casa que tenían y la mayoría de sus cosas dejándolo prácticamente con la mitad de su sueldo ¡era indígnate que no pudiese comprobar las infidelidades de su mujer!  y peor aún que a pesar de que no tuvieron hijos estaba obligado a darle una pensión alimenticia porque según la “ley” ella había trabajado en su casa por más de veinte años por lo cual quedaba estipulado ante la Código Civil que sí, su esposa adultera merecía dinero y no cualquier dinero, su maldito dinero.

No iba a discutir por algo tan tonto como el dinero, a pesar de las constantes atenciones del licenciado que le asignaron a su persona o las llamadas para decirle que conocía a un buen detective que podría ayudarlo para comprobar las infidelidades. Greg, simplemente ignoro todo, puesto que de haberlo querido de verdad demostrar que su esposa le era infiel solo tenía que llamar a Sherlock, incluso el mismo Watson se lo propuso una noche en que salieron a tomar pero este lo rechazo inmediatamente.

No sentía nada por su esposa pero aun así existía el recuerdo del matrimonio que siempre soñó como el de sus padres ¿realmente la había dejado de amar? Que pregunta tan más tonta,  como dejar de amar algo que no estabas seguro si amabas.

Se presentó después de mucho a los Juzgados Civiles, al final de todo tomo una pluma y sin siquiera leer el documento firmo. No espero nada más, no quería saber cuánto le quitarían, donde viviría, que comería, solo quería terminar con todo esto para no volver a ver a la mentira más bonita que había sido el amor.

Salió del lugar, sin dirigirle la mirada a su ex mujer, sin sonreírle, sin siquiera notar su presencia como si no estuviera ahí. La mujer se acercó a él cuando ya se iba, ya fuese por la culpa o por el desinterés tan ferviente que mostraba su ahora ex marido.

- Greg espera… yo, te deseo que seas feliz, sabes que esto es lo correcto y lo mejor para ambos.- dijo ella tomándole de las manos con cariño pero este sorpresivamente las quito, llevándoselas a las bolsas.

- Me gustaría desearte lo mismo.-

Con esto último la mujer se quedó con los ojos bien abiertos e inundados de lágrimas. Lo último que escucho Greg fueron las incesantes disculpas que su esposa le dirigía. Nunca olvidaría esa voz ronca repitiendo una y otra vez “lo siento”

Lestrade siguió caminando y se fue a Scotland Yard como era su costumbre. Ahora podía trabajar cuanto quería, sin tener el pendiente de que alguien lo esperaba y le gustara o no, despreciaba la soledad así que, para olvidarla se la pasaba días en las oficinas de Scotland Yard. Ya no se preocupaba de cómo se veía, si estaba rasurado o si no había comido. Simplemente trabajaba porque era lo que hacía mejor… Trabajar.

Desde hace un par de semanas  había estado saliendo con Molly. La chica era en sí, dulce, se podían ver de vez en cuando por el trabajo y parecía que estaba bien, pero ¿Por qué no se sentía bien? Internamente sabía que la chica seguía enamorada de Sherlock y que siempre lo estaría por la eternidad, que hermosa clase de amor era ese pero que triste que el pelinegro jamás lo notara.

Llego a la estación llevaba meses en un caso de contrabando de blancas. En sí, el caso era todo un dolor de cabeza pero también un buen entretenimiento para sobrellevar su divorcio y todo lo que pasaba. Watson y Sherlock no estaban en la ciudad se habían ido a Bagdad por un caso de asesinatos seriales en un hotel ¿o eran vacaciones? solo recordaba que habían dicho la palabra “hotel”, Bueno no importaba ahora si que podía concentrarse en lo que en verdad importaba. Su trabajo.

Todo iba bien, no tenía problemas en continuar con la investigación hasta que cierto pelirrojo se fue a asomar a su oficina. Con sombrilla en mano, traje pulcro e impecable, cabello relamido y zapatos finos.

- Buenas tardes detective.- saludo formalmente entrando al lugar y mirando con condescendencia y repudio lo que era su oficina. Su cara de “cualquier basurero es mejor que esto” molesto al cano.

Lestrade busco con la mirada a Sally para una explicación y ella negó con la cabeza también extrañada y molesta. Por lo menos sabía que no era el único inconforme con el pelirrojo en este lugar.

- Sherlock no está aquí y no tengo idea de donde pueda estar, si es lo que quieres saber.-

- de hecho vengo por asuntos de trabajo-

Lestrade tomo asiento con fastidio y suspiro de igual manera. Suficiente tenía con su trabajo pero no podía echar al pelirrojo así como así, cuando le había salvado la vida por muy grosero que se hubiera comportado él no era de la clase de personas que revolvían la vida personal con trabajo y su divorcio era la prueba clara de eso. Respiro hondo, con la mano señalo una silla delante de él invitándole a sentarse y mejor espero una respuesta de su parte.

- ¿Qué es lo que quieres?-

- me temo que tengo que retirarle el caso que está llevando recientemente, tengo la aprobación de su superior y de los altos mandos par...

- No.

-¿Qué?

- no te daré mi caso. ¿Sabes cuánto tiempo llevo trabajando en él? No es como si me lo estuvieras pidiendo de la noche a la mañana, o de un día o dos ¡Son meses los que he invertido! Así que la respuesta es no.

Mycroft parecía bastante muy desconcertado con esa respuesta. Como que no estaba acostumbrado a recibir un “no” cuando pedía algo con su tono político.

- creo que no nos estamos entendiendo. No es que se lo esté pidiendo inspector se lo voy a retirar.-

- Pues hágalo ¿Qué está esperando? Pero que le quede claro señor, no le regalare un caso que estoy tan cerca de resolver.-

- ¿resolver? No este bromeando, usted no está ni cerca de resolver la trata de blancas si ni siquiera lo ha asociado a la mafia rusa con la que está ligado. Si quiere resolver algo resuelva porque su matrimonio se fue por la borda.-

Lestrade tomo aire, inhalo y exhalo con tranquilidad no golpearía a este pelirrojo no si quería conservar su empleo y mostrar gratitud a ese magnate de la petulancia y arrogancia. Ignoro lo último que escucho de su esposa y se concentró nuevamente en el caso - supongo que tampoco estará esperando que revele todo en la prensa ¿o sí? Por el amor a dios, estamos hablando de una red extensa, en donde intervienen grandes mandos incluso de la polit…

Greg miro desconcertado a Mycroft, no sabía en qué momento se había enderezado por completo en su escritorio pero lo había hecho. Estaba molesto y prácticamente estaba utilizando su tono de voz más serio que tenía.

- Felicidades inspector ahora que entiende el tamaño del problema, voy a dejar pasar a mis muchachos para que recojan las cosas de su oficina referentes al caso y me retirare.-

- no le voy a dar el caso, si quiere puedo dejar que coopere con la policía pero no le soltare mi caso.-

- ya no es “su” caso inspector –

- Podrá llevarse los papeles señor Holmes, pero no podrá arrancar de mí la información que no sea escrito en papel.-

- será fácil conseguirla por otros medios, siempre hay otra forma.-

- Pues usted lo ha dicho siempre hay “otra forma” inclusive para continuar con la investigación-

- Usted no puede continuar con esta investigación Inspector pues por esa misma razón es mi visita. Se lo estoy prohibiendo, es una orden directa del gobierno londinense, no debe continuar investigando este caso ya no es de su incumbencia y ya no está en su jurisdicción.-

- Pues entonces no era necesario que viniera hasta acá, como siempre pudo haber mandado a su secretaria a arrancarme los papeles de las manos y ella misma ya sabría lo posesivo que soy con mi trabajo ¿Por qué cree que es necesario que usted venga hasta acá por algo tan insignificante? Mande a alguien más a hacer su trabajo como siempre lo hace -

Mycroft alzo una ceja y se levantó de su lugar haciendo un ruido irritante con la silla. Su rostro se había retorcido por la ira y no se miraba nada feliz.

¿Qué no se había hecho una nota mental para no hacer enojar al “pelirrojo necio Holmes”?  “Nueva Nota mental para Gregory Lestrade: seguir tus notas mentales al pie de la letra”

- No voy a permitir que me ofenda Inspector

- pero si no es ofensa señor… es la verdad ¿que no es lo que dicen? que el sol, la luna y la verdad no pueden ocultarse por mucho tiempo -

- Pues entonces no hemos tenido la oportunidad de conocernos mejor soy yo quien puede esconder el sol, la luna y la verdad por una eternidad si me lo propongo con solo un dedo.-

- Eso quiero verlo.-

- ¿no fue usted quien me dijo que cualquier cosa que se me ofreciera viniera con usted? entonces hágame ese favor como compensación por salvarle la vida en la cena y no se inmiscuya en estos casos cuando venga por ellos. Solo tiene que sonreírme y entregármelos de buena manera y vera lo agradecido que estaré de que no me quite más tiempo.

- Maldito hijo de perra.- insulto en un gruñido el cano sin poderse contener ni un poco mas.

Sin darse cuenta ambos estaban parados uno frente al otro ¿en qué momento Lestrade se había puesto de pie? No lo sabía ni el mismo inspector pero estaba dispuesto a no dejarse vencer. Sus respiraciones chocaban muy cerca de la otra y fue Mycroft Holmes quien recupero la cordura por un momento. Se alejó, tomo su sombrilla y sin decir más se marchó.

Gres se dejó caer nuevamente a su incomoda silla mientras refunfuñaba enojado y tiraba todo el papeleo que tenía en su escritorio sobre el suelo estresado al darse cuenta que perdería meses y meses de trabajo solo por el capricho de un político para hacerlo enojar. – ¡Maldito pelirrojo Holmes! -

Mycroft se subió a su carro, con toda la tranquilidad que podía disimular, una vez que el carro negro arranco se llevó los dedos al puente de la nariz frustrado y suspiro -¿Por qué no vez que solo quiero protegerte?- se preguntó en voz alta al darse cuenta que Lestrade no lo consideraba ya un aliado sino más bien un enemigo.

Esa fue una de las tantas veces que ambos hombres discutieron por casos similares, aunque también lo hacían con regularidad por Sherlock. El chiste es que no podían frecuentarse sin discutir o verse sin ofenderse el uno contra el otro sobre alguna u otra cosa por muy pequeña o tonta que fuese. Esta pequeña guerra llevaba ya seis meses  y ninguno de los dos ofrecía tregua o parecía querer ceder terreno.

- ¡Es que me tiene harto!-

Había gritado prácticamente en el cine, a su lado iba Molly con el paquete de palomitas que casi tira cuando su novio grito exasperado.

- no tienes que gritármelo Greg, me lo has repetido todo el mes desde que empezó su pequeña riña por el poder y sobre ese caso que te asignaron nuevo. Ustedes dos no han hecho más que pelear. No sé porque te enojas tanto por lo regular él es quien siempre gana, siempre será así con los Holmes, siempre es así con Sherlock, Sherlock siempre ganara.-

- ¿Gracias? Ese no es el punto alguien  debe ponerle un límite a ese pelirrojo Holmes, no siempre puede hacer lo que le viene en gana, además el gano muchas peleas, pero que no se te olvide que yo estuve a punto de ganar unas pocas –

- No nunca lo olvidare, es como esa vez en la que Sherlock le gano a Moriarty y todo fue como mágico y emocionante, es lo más emocionante que yo he hecho en toda mi vida, inolvidable.-

- ¿Más emocionante e inolvidable que ver Godzilla en 3D? – pregunto divertido el cano tomando a su novia del brazo para entrar juntos a la sala bromeando sobre la película que ni siquiera empezaba.

Molly y Greg entraron juntos al cine, disfrutaron de la película como de costumbre, por un malestar estomacal de Hopper no fueron a cenar así que Lestrade decidió llevar a la chica a su casa, era casi como un ritual de cada quincena incluso se estaba acostumbrando a las constantes alabanzas hacia el menor de los Holmes por parte de Hopper;  pero algo distinto perturbo esa noche ya que antes de despedirse Molly lo detuvo.

- Greg, no sé cómo decírtelo pero….- el cano miro a la chica y le tomo de las manos dándole los ánimos para continuar, sabía lo que venía, estaba seguro de lo pasaría y él pensaba de la misma manera – creo que la próxima semana se va a estrenar una nueva película, una de zombis de esas que tanto te gustan y quisiera ir contigo pero… solo como amigos.- Parecía que Molly estaba a punto de llorar pues se mordía los labios y tenía la mirada en el suelo pero Greg apretó sus manos con cariño y le sonrió.

- Por supuesto que iré contigo solo como amigos.-

Guardaron silencio un momento sumergidos cada uno en sus propios pensamientos aun tomados de las manos. Greg entendió que Molly estaba un poco incomoda pero ya se le veía más feliz que cuando entraron al cine. Al fin el universo volvía a su lugar, las cosas se ponían donde debían estar.

- entonces… ¿el próximo domingo a las once?

Molly sonrió y se relajó por completo, le soltó de las manos y se fue a la entrada de su casa.

- Si, bueno si el hermano de Sherlock no te secuestra – bromeo su amiga y Greg le dio un beso en la mejilla como despedida.

- Hasta el domingo Molly, descansa y sueña con Sherlock-

- siempre…

Greg, estaba ya dispuesto a irse cuando la chica lo detuvo nuevamente.

- Tú sabes cómo derretir el hielo Greg, deja de pelear .Ustedes dos, es decir tú y el hermano de Sherlock solo tienen tensión sexual, ya admite lo que sientes por el otro Holmes antes de que alguien más te lo robe.-

Greg se pintó de un color meramente escarlata y comenzó a reír por la vergüenza de esas palabras. ¿Cómo negarle algo que el mismo se había tratado de negar tantas veces sin ser creíble?

- seguro lo dices por experiencia ¿verdad?

- Por supuesto; pero eso no me impide soñar con un Holmes.-

- a mí tampoco.-

Lestrade volvió a sonreír y asintió con la cabeza antes de subir al carro nuevamente e irse de ahí. Todo referente al pelirrojo lo tenía bastante confundido.

Era extraño que te gustara una persona del mismo género, que tu corazón latiera fuertemente cuando estabas con alguien a quien sabias que no debías querer.  Que no pudieras detener ese deseo perverso de tomarlo entre tus brazos y deleitarte con esa boca y esa piel…

Quizá Mycroft lo odiaba por haberle robado su primer beso y ¿Quién no te odiaría por robarte algo tan importante? ¿Era tarde para pedirle disculpas?

Comenzó a manejar para ir a terminar un papeleo de la oficina total… nadie lo esperaba en su departamento y aún tenía mucho trabajo que hacer y sobre todas las cosas que pensar. No le importaba que alguien le quitara a ese pelirrojo del camino puesto que jamás lo tendría para el solo, y peor aún jamás le confesaría sus más recónditos secretos. Valla sorpresa que se llevó al llegar a la estación y encontrarse con Sally cruzada de brazos en la entrada.

- A ti te quería ver jefe. El hermano del friki vino buscándolo, le dije que ya había terminado su jornada pero se pasó a su oficina y me dijo que lo esperaría cinco minutos ¿lo cito?

Greg, abrió los ojos enormemente y sintió que su corazón daba ese vuelco dentro suyo nuevamente. Acelero el paso y le contesto a su compañera que no y mientras lo hacía subió lo más rápido a su oficina. Nadie le había dicho que vendría. Trato de arreglarse el cabello y al darse cuenta de lo que estaba haciendo se volvió a despeinar. Se llevó unas mentas a la boca y  entro a su oficina casi de un portazo.

 Ver a Mycroft en su oficina fue como se lo espero, una gran dicha. El pelirrojo no parecía sorprendido de verlo regresar, no parecía enojado, no parecía que viniera con intenciones de discutir. Sabía que venía por los papeles del caso Jenkins. De manera educada se los volvería a pedir y volverían a discutir porque no se los quería dar y entonces empezarían a gritar hasta el punto en que Lestrade apretara los puños y Mycroft lo fulminara con esa mirada tan fría que poseía; pero no importaba, hoy no discutiría con ese hombre… Le agradaba tanto verlo y lo quería tan rápido fuera  de su oficina que le entregaría los papeles a la primera.

- Inspector…

- Llámeme Greg. Supongo que somos “socios” o algo así por los casos que siempre vienen a quitarme o para reprenderme por Sherlock. Lo veo a usted más que a mi mujer cuando estaba casado. – estaba nervioso, no podía olvidar la plática con Molly ¿en verdad era tensión sexual por lo que sentía por este pelirrojo? Apretó los ojos para dejar de pensar en ello.

Estaba frente a un Holmes, estos hombres eran adivinos, psíquicos o algo así porque leían lo pensamientos de las personas, y por supuesto que sus pensamientos eran altos y constantes. No, mejor no pensar en lo sexy que se veía con ese traje nuevo y lo bien que le quedaba esa corbata de color… ¡No! Se tallo los ojos cansado y suspiro.

- Ins… Gregory… - se corrigió Mycroft – esperaba no encontrarlo en este lugar ciertamente creía que estaba saliendo con la señorita Hopper.-

- Lo hacía, pero ya no. no puedo competir con un Holmes ni en inteligencia, ni en el amor, ni en poder, ni en nada… ¿quiere que me le entregue los documentos del caso Jenkins para que se pueda ir?- le pregunto aun parado en la puerta de su propia oficina Greg.

Parecía que lo último que había dicho sí que había sorprendido al pelirrojo quien solo atino por negar con la cabeza con una sonrisa torcida.

- Mi asistente me dijo que esto algún día pasaría – murmuro y antes de que Greg pudiera preguntar algo más el pelirrojo continúo hablando frotándose las manos nerviosamente – El caso Jenkins es muy  peligroso para ust- ti Gregory… espero sepas comprender.-

- ¡claro que comprendo! Comprendo que a ti nunca te ha faltado nada-

- Gregory…

- nunca has querido nada porque todo lo tienes –

- Gregory por favor… - Mycroft trataba de tranquilizar a un exaltado y melodramático inspector.

- ¡Claro que comprendo cuando alguien quiere joderme!-

Había gritado el Inspector y nadie culparía a Lestrade por contenerse durante tanto tiempo y eso que había hecho un esfuerzo sobre humano para no explotar delante del pelirrojo. Odiaba tanto sentir esa prepotencia de no poder hacer nada. Sentirse menos, un total inepto en su trabajo e indigno de confianza, tan idiota era que no podía tener un caso de importancia en sus manos sin que vinieran a quitárselo por incompetencia ¡maldito el día que se topó con el hermano mayor de Sherlock!

- No es lo estás pensando bien Gregory, tranquilízate y respira hondo.-

A Lestrade le dio tanto coraje escuchar eso del pelirrojo que levantó los brazos y los volvió a bajar conteniendo un gruñido.

- ¡Se me olvidaba que no pienso! ¡Pero que idiota soy! Discúlpeme su majestad por no pensar como dios manda, a la próxima que vuelva a nacer le pediré a mis padres que me manden con un coeficiente intelectual elevado para no ofender a los Holmes con mis arranques de emociones y mi falta de pensamientos.-

- Inspector no hace falta el sarcasmo.-

- tampoco hace falta que venga usted cada dos o tres días a regodearse de su buena suerte, pavoneándose lujosamente para pisotearme e insultarme pero aun así lo hace.-

- ¡Gregory! No es verdad, lo has malinterpretado todo-  Mycroft serró la puerta al darse cuenta que empezaban a discutir y a gritar nuevamente.

- pero está bien Mycroft, ya te dejare de ofender a ti y a tu hermano porque ¿sabes? ¡Estoy harto de todo esto! de esta maldita vida, de mi trabajo, de no poder hacer nada contra ustedes, de siempre perder, estoy harto de ti ¡debiste dejarme en los baños! ¡Hubiera encontrado mejor destino en los brazos de la muerte que bajo tu cuidado! ¡Prefiero la muerte antes que seguir con…

Lestrade no pudo terminar la frase cuando sintió como el mayor de los Holmes lo abofeteaba en el rostro, el dolor quemante en una mejilla zumbo en sus oídos y lo atonto levemente… Levanto la mirada cristalina para ver aun molesto Holmes y entendió entonces que el hielo también puede llegar a quemar. 

Notas finales:

Cap. Extra. Hielo vs fuego.

Se encontraban sentados en una banca de parque cerca de la estación de policía del New Scotland Yard, a media noche. John tomaba un café caliente y Sherlock.-(a pesar de sus críticas al helado y las cosas dulces) había sacado a John de su cama porque se le había antojado algo frio sabor a crema a pesar del horrendo clima de Londres “¿eres una embarazada o algo así para que me levantes para ir a buscar un helado que tú mismo puedes encontrar?” le había preguntado John molesto poniéndose los guantes. “no iras solo y te invitare lo que quieras” había respondido Sherlock. Y ahí estaban los dos en la banca del parque bebiendo café caliente y comiendo helado.

- ten…- hablo el pelinegro después de un rato dándole el envase del helado casi lleno a su cronista quitándole el café caliente de las manos.

- yo no quiero helado, comételo tú.-

- no me gusta el helado, está muy dulce.-

-¡eso debiste de haber pensado antes de tenerme buscando casi por todo Londres a las doce de la noche tu maldito helado!-

- buscamos-

-¿Qué?-

- ambos, los dos “buscamos”, ya no te quejes y comete tu helado.-

- ¡Es tu helado!-

- ¡ya sé que es mi helado pero no lo quiero!-

- ¡¿entonces para que lo pediste?!

-¡¿Por qué preguntas cosas tan tontas?!- pregunto Sherlock cual niño pequeño mirando a Watson molesto ya que estaba seguro de haberle dicho porque habían comprado el helado.

John se levantó de la banca, se llevó las manos a la cintura dejando el helado en donde estaba sentado y respiro hondo como era su costumbre para no perder la mucha paciencia de la que el secrecía poseedor.

- ¿para qué me sacaste de mi cama a estas horas de la noche Sherlock? Es claro que no fue por el helado.

- No sé de qué me hablas.-

- ¿Son por las visitas constantes de tu hermano?

- ¡Valla tenemos un ganador!

- Me largo a dormir Sherlock.-

El pelinegro observo  Watson y desvió la mirada a su vaso de café como si fuera lo más entretenido del mundo y sacando un balo de humo de su boca se dignó a contestarle a su amigo con la verdad porque ¿eso es lo que hacen los amigos no? estaba seguro que Molly se lo dijo esta tarde o ¿había sido una galletita de la fortuna? Bha, lo que sea.

- Mycroft vino a verme como de costumbre y le dije que dejara de pelear con Gumball -

- Greg -

- lo que sea le dije que dejara de pelear con el inspector y que ya se le confesara me tiene harto con sus constantes peleas y discusiones cuando es más que obvio que siente una atracción sexual y emocional por otro hombre y estamos aquí para asegurarnos de que haya entrado en Scotland Yard.-

- ¿el hombre de hielo Holmes quiere con el hombre más candente de Scontland Yard? Creí que ustedes dos no tenían sentimientos por otras personas.

- Guss no es candente en absoluto, es viejo y eso, lo que sea que sea; pero no es candente ¿lo vez candente?-  parecía que Sherlock tenia uno de esos ataques de celos que a veces tenia pero que no admitía.

- Bueno quizá exagere con Greg pero no en donde menciono que ustedes dos no tienen sentimientos porque es verdad. De hecho pienso compararlos con el sentir frio y desalmando de las maquinas.

- ¿porque piensas eso? -

- Pues porque vivo contigo.-

Sherlock bebió del café de su doctor y pareció que se quedó perdido dentro de su palacio mental. Al final Watson volvió a su lugar para sentarse y comenzar a comerse el helado de chocolate que había pedido el peligro después de todo no estaba tan mal.

- que no sepamos como demostrar nuestros sentimientos y nuestros miedos no significa que no los tengamos John.- hablo al fin Sherlock topándose con la mirada verde pasto y sorprendida de Watson quien aún tenía la cuchara de helado en su boca. – de hecho nosotros som…

John por un impulso se acercó a Sherlock, le tomo de una mano y rápidamente roso los labios del otro completamente tibios por ese café y los suyos ligeramente fríos por el helado y siendo el rubio un total romántico, serró los ojos para poder gravarse más profundamente el sabor de esos labios rebeldes que pertenecían a su mejor amigo. Se separó con lentitud y volvió a su lugar para continuar comiendo el maldito helado que ahora le sabia malditamente bien.

- ¿Por qué me besaste?- pregunto curiosamente el pelinegro mirando desconcertado a Watson.

- ¿te molesto?-

- no, todo lo contrario, pero…

- entonces tengo que admitir que si tienes sentimientos por los demás-

Sherlock sonrió bebiendo nuevamente de su baso y no podía apreciar más belleza que la de ese cronista que tanto amaba, tan disparatado e impredecible que estaba a su lado. Vio el auto de su hermano estacionarse frente a la estación de policía, el pelirrojo bajo y entro al lugar. Bien todo marchaba a la perfección.

- devuélveme mi helado- exigió el pelinegro al quedarse con ese sabor a chocolate en los labios, no pediría otro beso pero quería probar de nuevo ese sabor.

- el hielo y el fuego no son una buena combinación en una relación- sentencio John pensando en la semejanza que tenían esos dos elementos con su amigo y Mycroft. El rubio se llevó otra cucharada de helado a la boca y entonces fue turno de Watson de ver a Sherlock frente a su rostro, sus labios despedían un ligero y casi invisible velo de aliento tibio por el café.

- Te dije que me devolvieras mi helado John.-

 Y el pelinegro se acercó a los labios ajenos para comenzar a besarlos, con la lengua pidió permiso para entrar en su boca y ambos empezaron a besarse lentamente en aquella banca de parque siendo testigo el silencio del parque.

El sabor era delicioso, el amargo del café con lo dulce del helado hizo estremecer todo el cuerpo de John quien empezaba a hacer más demandante ese beso, nunca en su vida había pensado que Sherlock besaba tan bien lástima que necesitaron aire para respirar  y solo así fue que logro separar a Sherlock quien pego la frente con la de su cronista.

- el fuego y el hielo no podrán llevarse bien pero es química John pura química.-

- ¿Lo nuestro es química?

- Lo nuestro es diferente – y Sherlock sintió como Watson  lo envolvía en otro beso dulce. Podría acostumbrarse a ese sabor después de todo.

John sonrió y se acorruco a un lado de Sherlock con los ojos cerrados. No podía esperar más que a su amigo Greg le fuera igual de bien que a él en esa noche

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 Uff!" no  me esperaba que pasara esto entre los personajes aunque la verdad lo tenia planeando desde hace tiempo y no se si fue muy precipitado el beso trate de ser mas romantica jajajajajzjajaja aun me siento como esos animes que tardan doce capitulos en mostrar un vanal beso XD bueno espero que les haya gustado :3 tanto como a mi me gusto escribir para ustedes y por cierto para los que estan esperando actualizacion de The evil Within espero sean un poco mas pacientes conmigo el yaoi hard merece su espera pero bueno soy una mala persona gracias a todos aquellos que se animan a escribirme ya saben me dan mas ganas de actualizar y es mas veamos... hoy es miercoles... si recibo 5 reviews de hoy  actualizo mañana mismo a primera hora y si no pues, ya actualizare luego por cierto ya casi entro a la uni... de nuevo y eso significa que no podre subir tan rapido ah y gueno ya me explaye les dejo adelanto del proximo cap.

Perfecto.

Su amenaza fue muy clara, ruda y malvada incluso para Sherlock:

- te acusare con mamá –

- No te atreverías –

- No me tientes, porque sabes de lo que soy capaz.-

Y bueno… ahí estaba Mycroft, después de media noche, en la oficina del inspector.


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