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El destino no se puede cambiar por Hao Asakura

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Una gruesa gota de sangre resbaló de su parpado inferior hasta su cuello, perdiéndose hacia el interior del cuello de su playera.

-Oh… por Dios, Al- susurró Winry poniendo unos ojos enormes, lentamente retrocedió, sabía que no era contagioso pero…

-No te asustjeh… ah- dijo Al, pero al abrir la boca un cuajo de sangre barbotó desde su garganta chorreando por su barbilla y salpicando su pecho.

Lo primero que hicieron ambos fue voltear a ver a los niños que jugaban en el patio con Den,  estaban distraídos.

Cuando Winry iba a tocarlo, rápidamente Al se dejó caer al suelo de su silla de ruedas.

-No te acerques- le dijo mientras sacaba un trozo de tiza de su bolsillo y trazaba  un circulo e transmutación que ella nunca había visto, lo dibujó  velozmente a pesar de ser tan elaborado.

-No!!! Al!!

Alphonse puso ambas manos el circulo y medio oculto tras el barandal del porche se transmutó a si mismo durante  algunos segundos  una luz brilló y se apagó, él seguía sentado en el suelo del porche. La rubia  observó  impactada como Al se ponía de pie, se veía definitivamente mejor, aunque seguía  un poco pálido. Su ropa ya no tenía sangre.

-Aprendí a hacer este círculo de transmutación del doctor Marco- dijo sonriendo un poco nervioso y apenado, como si simplemente lo descubrieran haciendo una travesura – nadie creyó que pudiera hacerlo solo…yo… - el tono de voz le cambió hasta hacerse agudo y suplicante- No le digas a Ed-

-No hay forma…  debe saberlo ¡y debe saberlo ahora!.

-¡No Winry ¡! ¡Por favor!! No quiero preocuparlo… yo… estaré bien, no es nada…

-¿De qué hablas Alphonse Elric? ¡Nadie sangra de esa forma porque si!   ¡Claro que es algo y me lo vas a contar ahora mismo si no quieres que cante como un gallo a la mañana!- Aunque ella ya sabía bastante información creyó que sería  pertinente escucharlo de boca de su cuñado.

-Yo… está bien, te contaré todo  ¿sí? Solo espera un poco y verás que… - los ojos de Al rodaron en busca de una nueva mentira.

-Papá!!! – gritaron los niños, Edward venía por el camino de tierra, Alphonse se apresuró a emborronar  con el pie el circulo de transmutación.

-Lo haré después ¿ok?- le susurró a la rubia mientras ella tiraba un vaso de limonada encima de lo que quedaba del círculo.

-Oh que torpe- dijo  en voz alta y tiró la servilleta sobre aquello para borrarlo más,  luego añadió en voz muy bajita, sólo para Alphonse- ¡de acuerdo ¡pero no quiero que me mientas!

-¿Por qué limpias el piso con las servilletas bordadas de la tía? - Dijo Ed mirando con una ceja fruncida mientras ingresaba al porche con los niños  a su lado y las compras en los brazos, pero le se le olvidó cuando vio a su hermano de pie.

-Tío Al estas parado!

-Me siento mejor, jeje

-Al… te ves mejor!- dijo Ed sorprendido.

-Te dije que me solo necesitaba recuperar fuerzas.

Ed soltó las bolsas y se le fue encima a su hermano con un abrazo posesivo, aferrándolo por la espalda y la cabeza para apretar contra su mejilla la dorada melena de Al, aspiró su aroma: nada corrompido,  una mezcla de la esencia de su hermano con la suya gracias a la ropa prestada, por un momento pensó que todo lo anterior había sido una pesadilla… sin embargo al mirar  por encima de la coronillla de Al la cara de Winry le decía que no, que todo seguía siendo una odiosa realidad.

-Últimamente todos me abrazan- dijo el menor con una pequeña gota de sudor bajando por su frente, pero cuando Ed lo soltó, se tambaleó en el lugar donde estaba parado, así que se sujetó de la chaqueta de su hermano.-  Aún necesito algo de apoyo.

-Te ayudaré

-Está bien, puedo hacerlo - Al se soltó de Ed y se agarró del barandal, sólo por seguridad, dio unos pasos certeros, luego caminó solo hasta el marco de la puerta.

-Genial!- dijo Winry

-Bueno, podrás probarte la ropa que te traje- sonrió Ed señalando las bolsas.

-Eso es para mí?- preguntó Al confundido

-Mientras llega tu maleta- dijo Ed- aunque te ves guapo con mi ropa

Al llevaba unos jeans algo grandes y una sudadera negra con una calavera con cuernos de carnero que sacaba una lengua bífida, las mangas le cubrían las manos-Pero no es mi estilo justamente- dijo un poco sonrojado.

-Quieres cambiarte ahora?

-Nah, estoy bien, esta ropa huele bien.

Después del almuerzo Ed jugaba con los niños en el prado de fuera mientras Al y Winry les observaban sentados en las escaleras del pórtico.

-Que lindos.

-Ed es un buen padre jeje, aunque a veces es igual de niño que ellos.

-Gracias por hacer a mi hermano tan feliz… Win.

-Al… ¿no crees que es tiempo de hablar un poco?- preguntó ella sonriente.

-¿Qué quieres que te diga cariño? Lo que pasó hoy, para mí, no tiene la menor importancia.

Ambos hablaban mirando hacia el frente con una sonrisa en la cara, como si estuvieran comentando cualquier cosa, si ponían cara sería, Edward iba a sospechar.

-Te gané papá!

-No es verdad!

-¿No es importante el hecho de que vas a morir?- dijo Winry sonriéndole a Ed a la distancia y agitando  la mano con un pequeño saludo.  Al se quedó congelado por la sorpresa, así que ella sabía, se sintió tonto al no haberlo adivinado con el abrazo y su confesión acerca de los celos.

-Q… quien…- Empezó a tartamudear y agitarse

-Descansa Al, Mei me lo ha dicho- susurró ella rápidamente sujetándole un hombro y lo masajeó suavemente  para evitar empezara a hiperventilar.

-Mei, pequeña traidora- murmuró Al con una media sonrisa mientras observaba sus puños relajarse  sobre sus rodillas- No voy a morir Win, simplemente  voy a regresar donde pertenezco

-Al…

-Lo que pasa al otro lado de la puerta, tarde o temprano debe volverá ella- recitó el rubio como si se tratara de una lección escolar, o de un poema aprendido de memoria –Ed me salvó de un destino sellado por mucho tiempo, pero, después de todo el destino  es algo que no puede ser cambiado.

Ella guardó un rato de silencio reflexivo e inconforme, la brisa les agitó el cabello, pasó un buen rato antes de que Winry hablara de nuevo.

-¿Es mucho pedir que seas sincero con Ed? ¿No crees que se lo debes?

-No quiero que pase en tristeza el tiempo que tenemos juntos- la sonrisa de Al era dolorosa-

-Nunca creí  decir estas tres palabras juntas, pero: Que egoísta… Al, - dijo Winry mirando el paisaje- has querido reprimir a Mei de poder compartir su angustia y quieres privar a Edward de la posibilidad de ayudarte.

-Nii san me ha ayudado suficiente, es hora de hacer las cosas por mí.

-¿y qué estás haciendo?

-Aprendí a transmutarme a mí mismo,  copiando la técnica que el doctor Marco, pero solo tuve la oportunidad de hacerlo por unos segundos así que el efecto no durará… -

-¿De qué se tratan esas transmutaciones? Que es lo que pretenden curar…

-¿Curar? Nada, solo reagrupan lo que está suelto, porque no hay marcha atrás: mi cuerpo ya no crece  Winry, mis huesos, se licuan  desde dentro**…  mi propia sangre los quema,  a… a  veces duele tanto que en serio… deseo partir

Winry ya no pudo mantener su expresión serena, miró a Al con expresión aterrada,  sus  manos se volvieron garras sobre su delantal antes de cerrase en puños apretados,  sintió una arcada llegar a su garganta, y un escalofrío recorrió su columna vertebral…   no imaginaba siquiera, lo que se sentiría un dolor como ese.

-Ni Marco, ni Mei , conocen algunas cosas de esto en mí, jejeje he llegado a ser muy bueno fingiendo.

-Entonces ahora…?

Al  sonrió disfrutando de una ráfaga d viento.

-Ahora estoy bien porque me acabo de transmutar, cuando entremos a casa me curaré un poco más en el baño o  la habitación, sin embargo, he de hacerlo lo menos posible, pues estas transmutaciones traen también un desgaste, así que debo aguantar lo más posible entre cada un… por favor no le digas a Ed.- se interrumpió,  la miro con una sonrisa  el ceño levemente fruncido, con una voz débil, casi patética.

-No le digas a Ed, No le digas a Ed, lo tienes hecho  mantra  ¿no? Mira Al…- la voz de Winry estaba subiendo de tono, estaba enfadada, en verdad furiosa, Alphonse había estado sufriendo todo este tiempo sin decirle a nadie.

-Es lo menos que puedes hacer Winry, callarte- zanjó Al

-Que dem… estúpido!! - Winry abrió mucho los ojos, jamás había escuchado a Al hablarle así- No es como  que le hayas robado la novia o chocado su auto  ¡es tu vida! –

-Callate Winry! Me lo debes! –Al se puso de pie y la encaró, aunque seguía susurrando, la miró desde arriba con una expresión iracunda que ella nunca le había visto-… ¡! te  has quedado con lo que más quiero en esta vida!!- ella iba a levantarse también pero la sujetó  de los hombros acercando sus  rostros- Lo… lo menos que puedes hacer es dejarle  tranquilo !!- su voz bajó de intensidad, mirándola a los ojos sus lágrimas parecían a punto de salir- Ed no se merece esto… trabajó tan duro para regresarme…

Hubo un silencio pesado en que ambos se miraban a los ojos

Al , dejó de mirarla para pretender que nada pasaba, que habían estado jugando o algo, su mirada plata se posó sobre su hermano mayor que corría de aquí para allá con los niños y Den,  sin notar lo que pasaba a unos cuantos metros. La mirada de Al delataba un fuego extraño,  deseo “enfermedad” pensó ella,  no le gustó para nada esa mirada en su cuñado.

-Al!! ¿Qué quieres decir con eso?

-El que?

-Que me he quedado con lo que más quieres, acaso no es Mei  quien más debería importarte?

Él no la miró, a su cara perturbada, a sus manos temblorosas, a sus ojos desesperados.

-Me quedé al lado de Mei porque Edward me dejó solo para estar a tu lado… no  me mal interpretes, te amo Winry,  te adoro, estoy agradecido por estos maravillosos sobrinos que me diste, pero yo no tenía  a nadie más, ¿entiendes? Nadie más estaba conmigo, ni veía nada en mí a parte de una lata vacía, sólo él.

-Al.

-Si.

-Al… que sientes por Edward, dímelo ahora.

-Edward…- el rubio seguía sin mirarla, tenía los ojos clavados en su hermano, le sonrió y agitó la mano también en forma de saludo como si nada pasara, pero el mayor también vio la cara de Winry, de inmediato supo que las cosas no estaban bien- Edward es el principio y el fin de mi vida, el sol, el mar, mis alimentos, en aquél mundo de confusión donde no podía sentir nada, él, era lo único real, era su mano la que me guiaba en medio de la nada… al saber que dio su brazo por mí…decidí que le daría mi cuerpo y mi alma completos, sin dejar nada:  me trajo al mundo con dolor y sacrificio, como una madre, lo de menos es que sienta yo por él  lo único que cuenta es que soy suyo.

Terminando de decir esto, Alphonse entró en la casa sin más.

-¿Qué ocurre?- dijo Ed, subiendo las escaleras al pórtico- me  pareció que estaban peleando.

-No es eso, dijo Winry, pero su cara  manifestaba shock y tristeza.

-Dios Winry… hazme el favor de no retar a mi hermano - la voz del rubio tenía un tono áspero y molesto - ¿lo interrogaste? ¿Te dijo algo?

-Yo…

-Tal vez lo presionaste demasiado- suspiró Edward relajándose un poco, no tenía porque  enfadarse con Winry.

-No pude sacarle nada- mintió ella, la mirada de Alphonse la había intimidado, además tampoco quería decirle que el chico le había confirmado su estado y  mucho menos mencionarle la parte del dolor, se descubrió, al igual que Al, queriendo proteger a Ed de ese sufrimiento. La mirada de Edward seguía siendo dura, aunque su entrecejo se había suavizado.

Cuando se trataba del  otro, ambos hermanos se ponían bastante intimidantes ella lo sabía, en un par de ocasiones ya había estado entre ellos, por ejemplo  cuando Barry le había metido en la cabeza a Alphonse que no era real. No miraba a su esposo, sentada ahí solo se quedó en silencio observando los broches de su camisa azul, él tampoco dijo otra cosa, se metió a la casa llamando.

-Aaaal!

Alphonse estaba borrando con una toalla húmeda, el nuevo círculo de transmutación del azulejo del baño, después de curarse un poco más se lavó la cara y estaba enjuagando cuidadosamente la toalla manchada de tiza cuando escuchó la voz de Ed.

-Que pasa Nii san? – Colgó la toalla a secar y salió del baño con la sonrisa de siempre, Edward lo encontró incluso con más color que antes.

-Es lo que quiero saber, ¿tu y Winry han peleado?

-Peleado! Con  Winry! - repitió Al- estas de broma Nii?

-Te he visto entrar- Edward golpeo el piso repetidamente con la punta de su pie de forma casi inconsciente, contándole el tiempo a su hermano menor.

-Ah, es eso… bueno,  tenía que mear….no… es solo que… dije a Winry que me gustaría quedarme a partir de hoy en la casa Elric.

Edward respingó.

-¿pero porque? No tienes necesidad.

-Eso dijo ella, pero no quiero dar más molestias.

-No las das- dijeron Ed y Winry al unísono, ella había entrado a tiempo para escuchar la versión de Al, los niños la seguían.

-Aún así, es mi casa- sonrió Al- tú la reconstruiste para mí- lo menos que puedo hacer es habitarla mmm estaré bien, solo debo esperar el resto de la semana a que llegue Mei

“No estoy seguro que eso pase”  quiso decir Ed, pero lo pensó un par de segundos, Al solo, en la casa Elric, sería una buena oportunidad para continuar con su promesa por eso dijo.

-Ok, ok, está bien, si es lo que quieres.

“Pero Ed…” iba a comenzar Winry pero luego reflexionó que Al , solo, podría dibujar  los círculos de transmutación que necesitaba para mantenerse sin tener que hacerlo a escondidas y con prisas, así que solo añadió-Aunque bueno, por ahora no corre tanta prisa ¿o si? Vamos a hacer la cena y lo hablamos.

-Vale- dijo Al sonriendo- lo siento Win- añadió mientras acariciaba la cabeza de Trisha, quien se sujeto de su pierna.

-No para nada, y sabes que amamos tenerte aquí… ¿verdad?

-Quédate, Tío Al- dijo Van – te doy mi cama.

-Y yo los adoro a ustedes cuatro- dijo acuclillándose hacia él- pero venga, solo estaré a cinco minutos de camino.

-Gracias por dejarme quedar en tu casa

-Eres bienvenido

Alphonse cargaba unas mantas y una almohada prestadas.

-Te las devuelvo cuando traiga las mías.

-Ah,  no te preocupes.

-Bueno… que pases buenas noches Nii…

-No… espera Al  p… ¿puedo pasar un momento?

Una interrogación se dibujo en la fina cara de Al, pero dijo

-Pues claro- abrió la puerta y le cedió el paso a su hermano –hay algo que necesites?

Edward entró nerviosamente y tras él Alphonse, el mayor se esperó hasta que Al cerró la puerta.

-Yo… sólo quiero saber si estás bien.

-Ah es eso?  Claro que si Nii-san, estoy muy contento de regresar- sonrió Al.

-¿de verdad? En serio estas bien?

Ed lo miraba como queriendo observar su interior, una alerta se prendió en la mente de Al.

-Que! Acaso Winry te dijo algo??

-Nop, por?  Hay algo?

-No, no, solo quería saber si te dijo algo sobre lo de esta tarde.

-Lo mismo que tu… oye Al- La voz de Ed se suavizó, se aproximó lentamente, titubeando… sabes que eres lo que más me importa en este mundo  ¿verdad?

Al negó con la cabeza, puso su mano como una barrera entre él y su hermano.

-No, y no digas esas tonterías.

-Tonterias!!

-Ya madura Ed! Ya no somos un par de niños, yo ya no lo soy! No necesito que andes cuidándome ¿tienes esposa e hijos sabes?

“Demonios” pensó Ed “Si voy  hacer esto será mejor que lo haga bien”

-… verás, lo de Winry, ella ya estaba esperando a Van ¡No podía dejarla así ¿verdad? Y todo solamente por un rato de diversión.

Al puso una cara entre sorprendida e indignada.

-Así que tu…!!

-Fue cuando volví por un tiempo a alargar el automail de mi pierna, solo estábamos de novios… ese día fuimos particularmente irresponsables, sin embargo -Edward creyó que al decirlo se mordería la lengua y su boca empezaría a sangrar- No es que  la haya amado tant…

-Pues ni hablar!!- interrumpió Alphonse de forma abrupta– ya eres padre de dos niños, ellos deben ser más para ti que tu herman…

-Me importas tanto como ellos Al, es decir te crie como si fuera tu padre también.

-Un padre bastante inmaduro… bueno,  no soy  quien para decirte algo, pero debes seguir adelante, herirás a Winry si vas por ahí hablando así.

-Es que no puedo callarlo Al, al menos déjame decírtelo a ti ¿puedo confiar?- - ignorando la mano de Alphonse se acercó aún más, las puntas de los zapatos de ambos se rozaron, Alphonse colocó sus brazos alrededor de su propio cuerpo como para protegerse, pero aún así dijo:

-Siempre-  bajó la mirada para observar los pies de ambos

-Hay alguien más- susurró Edward en su oído al tiempo que sujetaba los frágiles brazos enlazados de Al por los codos, su suave esencia lleno los pulmones del mayor- y Edward se encontró deseándolo como era antes, una pieza enorme de metal  invencible, que no fuera así de frágil, así de mortal… que no oliese de aquella forma-  Alguien a quien amo con todo el corazón…

Al también pudo inhalar el aroma de Edward  directamente de su cuello, no… era imposible.

-No puedo creer lo que estás diciendo nii-san- dijo con voz sombría- pero si es eso, debes detenerte… por ella, te ama demasiado, y por los niños también, añado: como tu hermano no puedo permitir que cometas una tontería.

-Ni siquiera quieres saber quién es?

-Si alguien te hace feliz… yo amaré a esa persona también,  pero por mis sobrinos no debo permitir…-Al ya no entendía nada de nada. No podía ser enserio ¿verdad? Esa sensación que le daba Edward estaba hablando de él “imposible”

-No me permitirás siquiera abrazarle- la voz de Edward temblaba, no quería besarlo, se juró a piedra y lodo que no quería besar a su propio hermano, pero lo haría.

Tocó el suave mentón de Al sólo con el dedo índice.

-No me permitirás si quiera un solo bes…

En un par de micras Alphonse se vió rompiendo a toda una familia, pero aún así no iba a creer que pudiera ser cierto…

Al empujó a Edward y se echó a andar hacia su el laboratorio donde le habían dejado un futón

-Lo que hagas es tu asunto, yo solo te estoy aconsejando, pero antes de hacer cualquier cosa debes decírselo a Winry y a los chicos… si te atreves, ahora si me disculpas, estoy cansado.


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