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Mi Profesor Favorito [Ryuga x Kyoya] por Midori-Hikari1312

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Notas del capitulo:

Hola chicos!!!! *-*

Gracias por no olvidarme qwq

Dios mío!! Capítulo 12 *^*

Jamás pensé llegar tan lejos:'v

Y pensar que ya tengo escrito el capítulo 14 ?)

Espero no les aburra que el fic se esté alargando tanto uwu

Muchas gracias a los que comentaron<3

*Karlito XD* Te dedico este capítulo Bb ?)

Se que te sentiste identificado con el capítulo 10, muchas gracias por todo <3

Sin más, espero les guste uwu

ADVERTENCIA: TAMBIEN TENGO UNA CUENTA EN WATTPAD, SI GUSTAN VER LA APARIENCIA EXACTA DE LA MADRE DE RYUGA, EN EL MISMO CAPÍTULO, COMO FOTO INICIAL, ESTA ELLA. YO MISMA LA HICE <3



Perdón por los errores u.u



La cena estaba deliciosa, el ambiente era agradable y todo era perfecto, incluso llegaste a pensar que habías estado nervioso por nada.

Estuviste casi toda la cena hablando con Doji de cualquier trivialidad que llegará al momento, desde como les había ido en el trabajo hasta que harían al día siguiente.

Hablar con ese hombre no era nada desagradable o molesto, era todo lo contrario, pero aun seguía rondando en tu cabeza que toda esa soltura y fluidez que había entre ustedes al hablar terminaría si fueran alguna clase de pareja, al igual de que en tu cabeza no se formulaba la idea de que ustedes pudieran ser más que dos hombres con gustos similares.

Ryuga estaba a un lado de ti con al menos dos metros de distancia, no había hablado en todo el trascurso de la cena y eso te tenía aliviado. El chico sólo se dedicaba a comer su cena tal vez ignorando todo lo que ustedes habían estado hablando. Hubo un momento en el que una empleada le preguntó que si estaba bien, ya que de la nada una extraña sonrisa se había formado en sus labios.

-Si, estoy bien- fue lo único que respondió y borró esa sonrisa de su rostro. Tu suspiraste con pesadez, ha de saber que clase de cosas estaban pasando por su cabeza para tener a clase de sonrisas.

-Yo me voy a mi habitación...- al terminar de comer, Ryuga simplemente se levantó y sin decir más salió de comedor. Tu lo seguiste con la mirada hasta que dejó de ser visto para ti y luego volviste de nuevo a mirar a Doji.

-La cena estuvo excelente, Doji. Muchas gracias por todo- dijiste al terminar tu plato y que una empleada se lo haya llegado.

-No tienes porque agradecer. Ahora, si gustas podemos ir a mi despacho, ahí podremos seguir platicando tranquilamente y sin interrupciones antes de que sea hora de irse- Doji te miraba directamente a los ojos. Sabías que estaba ansioso de saber la respuesta que le ibas a dar con respecto a su propuesta, pero cada vez que te veías en una relación con Doji, siempre era algo incómodo.

-Por supuesto- respondiste- Pero primero ¿Podrías prestarme el baño?- preguntaste jugando con tus dedos debajo de la mesa.

- Claro, le pediré a una de mis empleadas que te lleve al baño del segundo piso y mientras yo te esperaré en mi despacho- Doji le indicó a una de las sirvientas lo que tenía que hacer y te fuiste a acompañado de una joven bastante educada. Caminando por la casa, de nuevo no pudiste evitar ver todos con sumo cuidado admirando lo bello que era el lugar

Al llegar al baño, te apresuraste a mojar tu cara varias veces y te viste al espejo. Estabas nervioso por estar a solas con Doji, tenías planeado rechazarlo desde hace un tiempo, no te sentías cómodo con la idea de salir con ese hombre, la verdad nunca habías salido con un hombre y además fueron pocas las veces que habías tenido una relación.
Quizás te tardaste un poco en el baño, ya que cuando saliste,la empleada que te había acompañado ya no estaba. Mirabas a todos lados sin saber que hacer, no sabías cómo volver, tu sistema de orientación no era el mejor ya que muchas fueron las veces que te perdiste cuando eras niño en la casa que abres era de tus padres.

Comenzaste a caminar para tratar de encontrar a alguien que te llevará de vuelta al comedor, o al menos a donde estaba Doji. Cada puerta que se te cruzaba, la abrías para ver si podías encontrarte a alguien que te ayudara, pero todas estaban vacías. Caminaste unos minutos más abriendo puerta por puerta hasta que entraste en una que te llamo bastante la atención. Era una habitación bastante amplia y ordenada, la cama estaba deshecha, pero todas las demás cosas estaban en su lugar. Por un momento pensaste que era la habitación de Doji, pero luego de que viste una batería a una esquina de la habitación y junto a ella una guitarra eléctrica, más una pequeño escritorio en otra esquina con un montón de libros y papeles sobres el, no tuviste duda de que era la habitación de Ryuga. No tuviste mucho interés en entrar, después de todo no era tu casa y no podías haber lo que se te viniera en gana, además de que se supone debías estar en otro lugar, pero al ver un único cuadro sobre un pequeño estante de libros te dio curiosidad y cerraste la puerta tras de ti para acercarte. Tomaste el cuadro entre sus manos y te quedaste atento analizando la foto dentro de él. El marco no era muy grueso, era de madera fina y no tenías más que un único color que combinaba a la perfección con la fotografía dentro de él. En la foto había una mujer bastante hermosa, tenía sus ojos color ámbar y un largo cabello blanco un poco ondulado, no usaba mucho maquillaje, lo que la hacía ver bastante natural en la foto, no había que pensar mucho para darse cuenta que era la madre de tu alumno. Sonreíste al notar que Ryuga era la viva imagen que su madre. La mujer era tal cual Ryuga la describió, era hermosa, su mirada era dulce y parecía ser una mujer bastante cariñoso y paciente, la madre perfecta para cualquier persona. El aire de elegancia y sencillez que demostraba en la foto la hacía lucir como una princesa y sus facciones era delicadas, y tal vez no eras el único que pensaba eso.

-¿Qué haces aquí?- casi saltas cuando la voz de Ryuga interrumpió tus pensamientos, e incluso estuviste a punto de tirar la foto entre tus manos por el susto.

-Y-Yo...Me perdí - dijiste nervioso dejando la foto en su lugar con tus manos temblando al notar como Ryuga de acercaba cada vez más.

-...¿Es hermosa,verdad?- te preguntó al quedar a tu lado viendo la foto.

-Eres igual a ella...- susurraste sonriendo hacia la foto.

-¿Osea que piensas que soy hermoso?- dijo Ryuga con una voz burlescas haciendo arrugar un poco el entrecejo.

-Lo arruinaste- te volteaste a verlo y notaste que el no dejaba de sonreír mientras miraba la foto, la tomó y sin decir nada caminó hasta la cama, se sentó en ella y colocó la foto en la mesa a un lado de la misma.

-Esta foto antes estaba a un lado de la puerta de entrada, pero decidí traerla aqui...Se ve mucho mejor en mi cuarto- habló -Kyoya, ¿Puedo preguntarte algo?- hablo Ryuga.

-Acabas de hacerlo-dijiste y él te miró por unos segundo con porte serio- Anda pregunta- le diste una pequeña sonrisa.

-...¿Porque tu casa es tan grande?- preguntó mirándome.

¿Es encerio? ¿A quién le importa eso?

Suspiraste y caminaste hasta donde él estaba para sentarte a su lado un poco alejado.

-Bueno, la casa anteriormente era de mi padre, cuando yo tenía 19 años le diagnosticaron una enfermedad terminal, así que cuando murió era obvio que tenía que dejarle la casa a alguien, y como soy hijo único, no hubo muchas opciones- explicaste jugando un poco con tus dedos.

-¿Y tu madre?- Ryuga te miró extrañado.

-Nunca la conocí, ella murió luego de darme a luz...- alzaste tu cabeza con una leve sonrisa en tus labios -Hubiera querido conocerla, estoy seguro de que hubiera sido una gran madre...- bajaste tu rostro y le sonreíste a Ryuga- Pero eso fue hace mucho tiempo, no hay mucho que un recién nacido pueda hacer por su madre...- tu voz salía tranquila y sin mucho apuro, no te molestaba hablar de tu madre, más bien te gustaba hacerlo, ya que aunque nunca la conociste, tu padre siempre te contaba cómo era ella antes de tenerte y literalmente comenzaste a amarla sin haberla conocido.

-Wow yo... No lo hubiera imaginado, Sensei - dijo Ryuga sorprendido.

-Hasta ahora el único que lo sabía era Gingka, creo era de esperarse, y además, no es necesario que me llames así ahora, no estamos en clases y no soy tu profesor en este mismo instante- reiste un poco y Ryuga te correspondió.

-No entiendo que es lo que me haces, pero me siento tan bien cuando estoy contigo...- dijo Ryuga mirándote fijamente, su mano se levantó y llegó hasta tu mejilla y la acarició un poco- Siempre quise saber cómo te hiciste eso- dijo sin dejar de tocarte.

-¿Esto? Bueno, tuve un amigo cuando era pequeño, él fue e como el hermano que nunca tuve. Teníamos como diez años y nos metíamos en muchos problemas todo el tiempo. En una de esas nos metimos a un edificio abandonado y sin terminar...Estuvimos jugando entre pisos y algo salió mal, algunos cables de electricidad se soltaron de donde debían estar e iban directo a mi amigo, me vi obligado a salvarlo pero yo terminé herido. Cuando desperté estaba en un hospital con la cara vendada y cuando me recuperé quedaron estas cicatrices, son horribles pero, con el pasar de los años terminé por acostumbrarme- miraste al piso al recordar todas las cosas que hicieron.

-A mi me gustan...- volteaste a ver a Ryuga al escuchar eso, él no había quitado su mano de su mejillas y te miraba con una mezcla de decisión y respecto, así que algo avergonzado por lo que acababa de decir la quitarte y te levantaste.

-Gracias pero, creo que yo ya debería...- Ryuga te interrumpió colocándose frente a ti tomándote de nuevo tu rostro esta vez con ambas manos. Se quedaron mirando fijamente el uno al otro por unos segundos. Te perdiste en esos ojos tan predecible, de los que no necesitabas pensar mucho para saber qué era lo que estaba pensando, como ahora, que estás seguro de que Ryuga estaba pensando en besarte, pero por una vez no te apartaste. Viste como Ryuga fue acercándose lentamente hacia ti, cerraste tus ojos y abriste un poco tu boca ante el inesperado deseo de que tus labios fueran poseídos por los de Ryuga. Él no iba a detenerse y tu tampoco ibas a hacerlo.

-...Ryuga- esa palabras te sacaron de él repentino estado en el que te habías envuelto antes.

¿Que era lo que estuviste a punto de hacer?

-Ryuga ¿estás ahí? ¿Kyoya está contigo?- la voz de Doji siguió insistiendo.

-El se irá en un momento...- susurró Ryuga para ti sin apartarse ni un centímetro. Tomaste las manos de Ryuga de tus mejillas y las quitaste lentamente de tus cara con una expresión de arrepentimiento- ¿Kyoya...?- confundido.

-No...- susurraste soltando sus manos y lentamente comenzaste a retroceder alejándote de él- Ryuga esto...Esto no está bien- seguiste susurrando sorprendido de ti mismo de lo que estuviste a punto de hacer con tu alumno. Ambos se quedaron callados unos segundos mirándose, Ryuga parecía decepcionado, pidiéndote que no lo rechazaras de nuevo, y tu lo mirabas como si tratarás de pedirle que te entendiera, que no era fácil para ti. La voz de Doji continuó insistiendo del otro lado de la puerta y tu comenzaste a desesperarte.

-Padre, Kyoya... saldrá en seguida- Ryuga pareció notar que estabas ya bastante angustiado y estresado con todo ese asunto, y decidió intervenir.

-Bien, lo esperaré aquí - fue lo último que escuchaste de él hombre. Te colocaste de nuevo frente a Ryuga pero el no te miraba, tenía los ojos cerrados y su cabeza apuntaba a otro dirección.

-Gracias...- susurraste pasando por su lado y llendote al fin de la habitación. Cerraste la puerta lentamente y al salir viste a Doji frente a ti sintiéndote.

-Hola, ¿Qué sucedió? Estuve esperándote - comenzó a interrogar te mientras caminaban una al lado del otro.

-Es que me perdí y trate de buscar el camino de vuelta, pero me encontré con la habitación de tu hijo y estaba pidiéndole que me llevara contigo- hablabas sin mirarlo-, aún estabas nervioso por lo que estuve a punto de suceder.

-Bueno, ya no importa, con respecto a nuestro asunto...- Doji se detuvo a mitad del solitario pasillo y te miró- ¿Cual fue tu decisión? - te preguntó y tu lo miraste  algo incómodo- Perdón yo...sólo quiero que sepas que pase lo que pase no quiero que dejemos de hablarnos y de vernos- desvío un poco su mirada.

-Doji, precisamente por eso.no puedo estar contigo. Lo aprecio muchas como persona, pero de verdad no puedo verme justo a usted como una pareja. Las pláticas con usted sin muy entretenidas e interesantes- te quedaste en silencio y notaste como la mirada del hombre se iba apagando frente ti- De verdad lo siento...- dijiste avergonzado. No te gustaba ese tipo de situaciones, el rechazar o negar algo a las personas que de verdad lo desean sólo porque tu no puedes darles lo que quieren.

-No te preocupes, creo que en el fondo siempre supe que dirías eso. Ahora por favor déjame acompañarte hasta la puerta- sin decir más, ambos caminaron en silencio hasta que llegaron a la puerta que es donde notaste que justo frente a ella, había un retrato estaba vez más grande de Namiko y sonreíste.

-Bueno, muchas gracias por todo-.

-No Kyoya, gracias a ti por venir- te respondió.

Ambos estrecharon sus manos para despedirse y finalmente te fuiste de esa casa. Estabas cansado física y emocionalmente, y no esperabas el momento en el que te pudieras tirarte a tu cama y dormir toda la noche para levantarte tarde al día siguiente.
Cuando llegaste a tu casa lo primero que hiciste fue darte un buen baño para relajarte y al salir te preparaste para dormir. Al salir del baño y entrar a tu habitación, notaste que tu que estaba sobre la media a un lado de la cama y que tenía una pequeña luz que te avisaba que te había llegado un mensaje. Lo primero que pensaste era que se trataba de Gingka preguntándote como te había ido en la cena, pero cuando tomaste el teléfono era un número desconocido.

Desconocido:
"Me gustas, Sensei"

Al leer esas sencillas tres palabras tu corazón comenzó a latir fuerte y todo tu rostro se pudo de un color carmesí bastante notorio.

Tu: "¿Como conseguiste mi número?"

Tus dedos se movían rápidamente cuando escribiste por los nervios y el "enojo" de que te esté molestando con eso aún. Luego de unos pocos segundos te llegó la respuesta.

Desconocido: "Tengo mis contactos"

Frusciste el entre seño y sonreiste de una manera a la que se le podría decir arrogante al sentirte fastidiado por ese niño de nuevo, y volviste a recibir otro mensaje.

Desconocido: "¿Ya llegaste a casa?

Tu: ¿De verdad te importa?

Desconocido: "Sólo me preocupo por lo que es mío"

Sentiste tus mejillas arder levemente.

Tu: "Yo nunca autorice eso ¿Desde cuando?"

Desconocido: "Desde el primer día que nos conocimos..."

Al leer eso te sonrojaste aún más y de verdad no sabía que responderle antes eso, y así pasaron unos minutos hasta que recibiste otro mensaje.

Desconocido: "Duerme bien, Sensei"

Fue el último mensajes que recibiste y te tiraste boca abajo en la cama aún con tu teléfono en mano, tomaste una almohada y gritaste tan fuerte como pudiste.
-Maldito mocoso...- susurraste frustrado por hacerte avergonzado se tan rápido y te escondiste dentro de tus sabanas para irte a dormir.

No sabes qué es lo que tiene ese chico que te hace sentir cosas tan extrañas.

Notas finales:

Holaaa !!! *-*

Que les pareció??

Les gustó???

Espero que sí uwu

Cada vez me gusta más como va este fic, incluso yo estoy obligándome a escribirlo para ver qué otras cosas me pueden salir *-*

Espero más comentarios de su parte chicos u.u

Me encanta cuando comentan 7u7

Muchas gracias de todos modos uwu

Y por si no vieron allá arriba...

ADVERTENCIA: TAMBIEN TENGO UNA CUENTA EN WATTPAD, SI GUSTAN VER LA APARIENCIA EXACTA DE LA MADRE DE RYUGA, EN EL MISMO CAPÍTULO, COMO FOTO INICIAL, ESTA ELLA. YO MISMA LA HICE <3

Recuerden comentar ewe

Nos vemos >wo

Besos <3


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