Ninguno de los que estaba ahí reunido tenía el humor para admirar la bonita mansión a la que habían sido llevados.
Si hubieran puesto verdadera atención les hubiera parecido incluso divertido ver el retrato de un gran león, acostado sobre su estómago de manera majestuosa y un pequeño chihuahua (apenas del tamaño de una de las patas del felino) mordisqueando juguetonamente la melena dorada.
Incluso se hubieran maravillado con las finas figuras de porcelana procedentes de varios lugares del mundo, figuras de diversos diseños: sirenas, ángeles, animales…
Sin embargo todos miraban con tristeza a la pequeña pareja que estaba sentada en un sillón individual, Tetsuya era la personificación de la desesperación y la soledad… Taiga no se veía mucho mejor que el… el pequeño tigre yacía sentado en las piernas de Tetsuya y se estrujaba sus dedos de manera nerviosa, el can le estaba abrazando como si tratara de evitar que le separaran de él.
Alex y Himuro, sentados en otro sillón cogido fuertemente de la mano, ni siquiera podían llegar a imaginar la magnitud de la tristeza que esos dos sentían, eran pareja, estaban apareados y por el bienestar mental de Taiga se les tenía que separar. Los dos habían tratado de buscar alguna otra solución, pero en tan solo dos días (el tiempo que Akashi Seijuro había tardado para poder recibirles en su casa sin molestar a su esposo) Taiga se había deteriorado terriblemente…
No comía, no dormía, vomitaba, las poquísimas horas que había dormido se agitaba en sueños solo para despertar bañado en sudor y a base de gritos desesperados.
Se estaba consumiendo…
Alexa en un inicio se había molestado mucho con Tetsuya por no haberle dicho que era la pareja de su hermano, las consecuencias hubieran sido incluso peores si el tigre perdiera más el control. Había sido egoísta, tonto, inmaduro… pero comprensible… lo menos que uno quería cuando encontrabas a tu pareja era que te separaran de él, Tetsuya era joven y un omega bastante inusual que no se dejaba gobernar por sus emociones de manera inmadura… había pensado que lo podría tolerar, que podría detener a Taiga cuando fuera necesario.
La tigra miro a Tetsu, sus ojeras profundas y su cuerpo carente de la luz que había visto cuando recién le conociera no estaba ahí, estaba acariciando la cabecita y la espalda de Taiga, besando ocasionalmente su frente, aquello calmaba un poco a su hermanito.
Del otro lado del despacho estaba una pareja, amigos de Tetsuya, que a petición de Midorima y Seijuro tenían que estar presentes, la razón… no la sabia, pero el pequeño can había hablado con Shintaro a solas así que tenía una vaga sospecha.
Tras quince minutos de esperar en el bonito lugar entro un joven pelirrojo que por su apariencia desilusionó a más de uno… ¿él era el alfa poderoso que Midorima había contactado? Era incluso más bajo que ella... y…
Se ahorró sus pensamientos cuando sus miradas se encontraron y Alex pudo sentir la magnitud de su fuerza… incluso ella como alfa se sentían intimidada, Tatsuya se había resguardado en su costado y lo mismo habían hecho Hyuga en el de su pareja y Tetsu aferro con mayor aprensión a su hermano menor.
-buenas noches…- saludo con voz seductora y suave el león sonriéndoles a todos y observándoles de manera rápida.
Todos le devolvieron el saludo y fue Shintaro quien hizo las presentaciones oficiales.
Taiga ni siquiera le quiso ver, podría ser niño pero no tonto… sabía que algo iba a pasar y se resguardo con mayor insistencia en el pecho de Tetsu.
-veo que les han ofrecido bebidas… Shintaro me ha explicado su situación y veo que es lo que pasa… ¿tienen alguna duda?-
Alexa aclaro su garganta antes de hablar, la presencia de aquel alfa realmente le provocaba piloereccion.
-¿Cuánto tiempo estará cegado mi hermano?-
Akashi miro a la joven pareja que estaba por cegar y les sonrió con empatía, los dos se veían mal, sin lugar a dudas odiaría hacerle algo así a alguien otra vez, pero noto enseguida que esto era necesario.
-eso dependerá de ustedes… la ceguera no es otra cosa que una compulsión que obliga a tu “otro yo” a dormir profundamente… no lo notaras, no podrás regresar a esa forma, los instintos animales desaparecerán, en el caso de un omega los celos también cesaran, prácticamente serán un beta…-
Tomo una botella de whisky y se sirvió dos dedos en un vaso para despues paladear y deleitarse con la sensación de fuego en su garganta… tenía mucho que no tomaba una copa y sentía que ahora le hacía falta.
-por supuesto ellos sabrán de nosotros, es para evitar confusiones, malos entendidos e inconvenientes, pero por seguridad de ambos tienen que estar bajo estrecha vigilancia… a veces sufrirán periodos de ausencia… conforme la compulsión se debilite empezaran a recordar gradualmente y su otro yo se manifestara solo hasta que… el alfa reclame a su omega…-
-¿ellos?... -cuestionaron Alexa y Himuro al mismo tiempo… ahora entendían el porqué de la presencia de los amigos de Tetsuya.
El ojiazul miro a todos con esos enormes ojos cansados y tristes y supieron que era decisión suya también ser cegado… ¿Cómo podían negarlo? ¿Cómo le podían pedir a Tetsuya que tuviera la fortaleza de esperar y vivir con el doloroso recuerdo de haber sido reclamado y despues separado de su pareja?
Alexa había pensado infantilmente en un inicio que tras ser cegado su hermano menor Tetsuya no sentiría la compulsión del omega y podría por lo menos convivir con el hasta que fuera necesario.
No haría otra cosa más que respetar la decisión de Tetsuya.
-¿están listos?- cuestiono suavemente el león y todos miraron expectantes a la pequeña pareja, Hyuga se había dejado abrazar por su amante mientras derramaba lagrimas gruesas y silenciosas, Midorima se había apartado a un rincón, con una bebida, dándoles tanta privacidad como fuera posible.
-¿podemos… hablar a solas un momento?- susurro con la voz quebrada y débil Tetsuya mientras incitaba a Taiga a ponerse de pie.
-por supuesto…- les indico Akashi una ruta que daba a un bonito y elegante balcón con vista al enorme y bien cuidado jardín lleno de rosas rojas… era incluso hasta romántico… el eufemismo del año pensó Tetsuya.
Una vez solos Tetsuya se hinco para quedar a la altura de su muchacho… era tan bonito… seguramente en un par de años seria grande, musculoso, muy guapo y todo un rompecorazones.
Sus ojos se anegaron en lágrimas y permitió que sus manos vagaran por la infantil cara y finalmente se posaran en sus delgados hombros.
-Taiga… ¿estas entendiendo lo que está pasando?-
Los ojos del niño le miraban grandotes, con la vergüenza, el miedo, el terror, y la tristeza perfectamente plasmadas.
-mi tigre se hizo adulto y te lastimo… así que lo pondrán a dormir para que crezca y no le haga daño a nadie más…-
El brillo en la mirada borgoña rompió otro poco el corazón de Tetsuya… pobre criatura… tan atormentado…
-no Taiga… no es para que no le hagas daño a nadie más… es para que no te lastimes… yo estoy bien… ¿recuerdas lo que paso esa noche?... primero me dolió porque eres un tigre… pero despues fuiste muy lindo, muy gentil… cuando seas grande te enseñare y veras que no duele nada…-
Un poco de alivio llego a los ojos borgoña y el niño se relajó un poco, Tetsuya casi llora cuando las pequeñas manos infantiles tocaron su rostro, resiguiendo cada línea suya, justo como él lo había hecho minutos atrás.
-perdóname Tetsu Nii-chan… eres la persona más bonita que he visto… incluso las niñas de mi salón no son tan bonitas como tu… no quería lastimarte…-
Era la primera vez que los dos hablaban tanto y aclaraban la situación, Tetsuya se sintió estúpidamente contento por saber que Taiga pensaba eso de él.
-Taiga… nos vamos a olvidar uno del otro un tiempo… pero cuando seas mayor búscame… enamórame… te voy a estar esperando… aunque te olvide… aunque lo haga voy a estar esperándote… se un buen niño, come todos tu alimentos, crece mucho para que seas tú el que me cargue en sus piernas cuando veamos una película… -
Taiga no supo que es lo que lo había impulsado pero se inclinó hacia adelante para plantar un suave beso en los labios pálidos del ojiazul. Cuando no le rechazo como la ocasión anterior sonrió verdaderamente contento, despues de muchos días. Tetsuya también le sonrió.
Era tan bonito…
-te voy a buscar Tetsu… y cuando te encuentre ni mi tigre, ni mis hermanos, ni el doctor o su amigo me van a separar de ti…-
Tetsuya volvió a besar a su pequeña pareja y se puso de pie le cogió de la mano y juntos caminaron para entrar nuevamente al despacho….