Tatsuya se quedó como piedra cuando vio que Taiga venía con Kuroko Tetsuya inconsciente y desnudo en sus brazos… primero pensó que lo había atacado como hacía años, a lo mejor se habían visto y la compulsión había dañado al can… a lo mejor…
Atsushi se acercó a su hermano y corrió para coger un par de compresas frías, Taiga se movía con mucha destreza, le acostó en un futon*, levanto las piernas de Tetsuya con una almohada**, tomo la compresa fría y la puso en su frente… oh… al parecer su pequeño cuñado se había desmayado en el ofuro***… Taiga con el paso de los años y al ir creciendo había comenzado a apoyarle en el negocio y sabía lo que tenía que hacer en casos así, ocurría muy seguido así que Taiga se movía como pez en el agua.
Atsushi le dejo ser y se acercó a él para abrazarle, fue un alivio saber que solo había sido un accidente común y no algo que involucrara a su hermano.
-está bien… un alfa jamás lastimaría a su pareja… las parejas son lo más preciado… más hermoso y más importante que nada en el mundo… incluso que nuestra propia vida…-
Himuro se había dado cuenta de eso con el paso de los años, no había día, hora, minuto que Atsushi no le demostrara con miradas, caricias, besos, detalles y palabras que le amaba profundamente. El sentimiento era mutuo.
Su hermano menor miraba a Tetsu con gesto ceñudo… como si le conociera, pero no sabía de donde…
Tomo un yukata y cubrió el cuerpo desnudo de Tetsuya, el rostro de Taiga expreso desilusión y de manera disimulada se acercó más al ojiazul.
El moreno entendió la posesividad que debía sentir su hermano así que él y Atsushi optaron por dejarles solos.
Ryota no pudo hacer otra cosa más que sorprenderse cuando vi lo hábil que era su joven pareja para someterlo. Ingenuo de él que había creído que le enseñaría todo lo de “las abejitas y las florecitas”… el moreno se había lanzado contra el apenas estuvieron en la intimidad de su habitación y lo había empotrado contra la pared para besarlo hasta que la falta de aire le había embotado el cerebro.
Aomine Daiki podía ser joven… pero no falto de experiencia… y eso hizo ronronear a su puma como nunca.
Ryota monto la pierna del menor y se aferró a su espalda hasta que llego al orgasmo, el moreno era tan alto y estaba tan firmemente construido que sinceramente no parecía ser mucho más joven que el... Con cara de satisfacción Daiki le había girado, se había hincado en el suelo y tras darle una fortísima nalgada le había abierto el culo para darle, sin exagerar el mejor beso negro que en toda su vida le habían dado. Los dos eran dinamita y mecha juntos, sin querer habían roto el shoji**** que dividía el futon de Ryota y el que sería de Tetsuya, el instinto hizo que Ryota levantara más las nalgas y se aferró al frágil muro cuando su sensible saco fue apretado… Daiki era pasional y tierno…
Cuando estuvo lo suficientemente húmedo para el alfa, Aomine de pie tras el presiono su erección en el capullo rosa de su pareja…
Ryota estaba que se derretía en ese momento… aquello era lava pura, una tormenta que devastaba todo su ser, su alma, su cuerpo, su esencia, su puma resonaba llamando a su otra mitad.
Gimió y respiro fuertemente cuando fue invadido, no pudo evitar liberar sus colmillos y su cola y Daiki le beso con salvajismo dejándole marcas en el cuello.
-eres tan sexy…- Ryota casi tiene un orgasmo con esa voz… el moreno lo separo de la pared y lo abrazo con fuerza girándolo un poco. El rubio se vio a si mismo frente al espejo, su blanca piel perlada por el sudor contrastaba maravillosamente con la morena de su pareja, su erección estaba tan dura que apuntaba orgullosa y goteante hacia su ombligo y para deleite de sus pupilas el tronco de Aomine masajeaba su raja y le tenía en una posición tan hermosa que Ryota se vio a sí mismo como si fuera la bella sirena que decora la proa de un barco.
Separo más las piernas y levanto las nalgas para permitir que su pareja tomara lo que era suyo. Aomine acepto la silenciosa invitación y entro lentamente en la carne suave, se giró un poco y Ryota tuvo la visión de la zona donde estaban unidos…
-eres tan caliente…- le gimió Daiki viéndolo a través del espejo. Ryota se sintió más sexy que de costumbre.
-Sostente fuerte minino… - la lujuria del rubio se disparó como nunca antes cuando sus manos fueron tomadas y sujetas hacia atrás, en su espalda y Daiki le aporreo con fuerza. La carne chocando con carne resonaba fuertemente en la habitación y el omega no dejo de sorprenderse por la pericia de su pareja de moldearlo para su puro placer.
Sus ojos giraron hacia arriba cuando una mano soltó su brazo y comenzó a masajear su pene al ritmo de las estocadas… chillo y grito y gimió como una verdadera actriz porno cuando llego al orgasmo, sus piernas no le sostuvieron mucho y se dejó caer hacia enfrente como muñeca desmadejada sobre el futon, con la respiración agitada, la piel caliente y sensible y su ano escurriendo… suspiro saciado y sonriente pensando en darse una siestecita hasta que para sorpresa suya Daiki le giro sobre su espalda y le abrió las piernas como si fuera un pavo para navidad.
-mi pequeño minino… me falta aún mucho por terminar…- las pupilas doradas de Aomine y sus colmillos felinos le hicieron la promesa silenciosa de que esa noche no dormiría nada.
Taiga miro detenidamente a Tetsuya por minutos y minutos que se hicieron un par de horas y para sorpresa suya noto que le encantaba lo que veía.
El joven que yacía ahí inconsciente tenía una piel blanca, suave y cremosa que le provocaba el impulso de ser besada, sus delgados labios estaban ligeramente abiertos y su pecho subía y bajaba acompasadamente mostrando que estaba profundamente dormido.
El yukata cubría toda su desnudes, lo que era una verdadera lástima, parecía un bello ángel cuando no había ropa en el… pero no sería muy educado dejarle descubierto.
Como sus piernas se acalambraron opto por acostarse a un lado de él, en el suelo y continuo contemplando su gesto sereno.
Lo conocía
No era la primera vez que veía a este chico pero… ¿de dónde?
Se devano los sesos tratando de recordar, estaba ansioso, nervioso, contento.
Quería que abriera los ojos y ver de qué color eran, como reaccionaria al saber que él le había salvado, que le había visto desnudo y mejor aún que las palmas de sus manos temblorosas ardía por el deseo de volver a tocar la suave piel que había acariciado al transportarlo.
En sueños su pequeño visitante se giró y suspiro. La escena lo excito como ninguna revista porno lo había hecho nunca… el yukata se había movido y buena cantidad de carne estaba expuesta… las blancas nalgas, las torneadas piernas… a Taiga se le hizo agua la boca y no exactamente por la comida.
Aun así volvió a tapar el cuerpo con el yukata y continúo viéndolo detenidamente.
Brinco sobresaltado cuando el shoji se corrió dando pasó a Tatsuya que traía una charola pequeña con una limonada fría ¡que tonto! Tan absorto había estado viendo a su doncella en apuros que se había olvidado que algo de líquido frio haría que se hidratara más rápido.
Como si supiera que su presencia no era muy bienvenida Tatsuya dejo la bebida cerquita de él, acaricio su cabeza de manera cómplice y salió nuevamente dejándolos solos.
Un suave gemidito salió del bello durmiente y Taiga se puso frente a él, acaricio el rostro, hablándole, susurrándole palabras tranquilizadoras para traerlo de nuevo a la conciencia.
La sonrisa que se dibujó en la bonita cara del desmayado y la manera en que buscaba el calor de su mano con la mejilla cual cachorro a su amo le embotaron el cerebro… era un ángel… definitivamente tenía que serlo.
Cuando los ojos más azules que hubiera visto en su vida le miraron directamente Taiga se olvidó de respirar… y sabía que si no lo hacía ahora era nunca…
Se inclinó hasta que sus labios besaron los de su chico ahogado… SU CHICO… porque Taiga podría ser joven, podría no conocer a esta persona, pero era suyo… SUYO y una fuerza primitiva que habitaba en su interior y que en los últimos días había estado muy agitada por fin se calmaron dándole toda la razón.
*colchonetas que se usan en Japón para dormir.
** Acciones que se toman para cuando una persona que esta desmayada o con la presión baja normalice su circulación y regrese más rápido a la conciencia
***tinas enormes de agua (normalmente de origen volcánico, en este caso no) normalmente están a la intemperie.
**** Puertas hechas de papel de arroz que dividen las habitaciones orientales.