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mi alfa, mi tigre. por yuki666

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Notas del capitulo:

aaaagtgggg!!! por fin!!! dos semanas de curso en el dia, trabajo en la noche y dormir un par de horas me estaba mantando!!!

pero mi mente inquieta no me dejaba en paz y tuve que escribir a mano en una libreta que siempre ando cargando xD y en lo que transcribia y editaba me tarde un poco

pero estoy de vuelta con un capi mas y no me queda mas que decirles gracias!!!

no pense que fuera tan leido este fic (superando con creces in fire)

pero no las entretengo y a disfrutar!!!

 

Kiyoshi maniobro un poco en lo que tomaba a su hija del carrito del súper y la acomodaba en el asiento trasero  colocándole el cinturón de seguridad, su pequeña cachorra tenía una bonita trenza castaña y era terca y berrinchuda como su esposo, por lo que lo miro ceñuda cuando verificaba como por cuarta vez que el cinturón estuviera bien colocado.

-¡pa! Está bien… y yo se ponerlo sola…- Teppei sonrió por lo obstinada que era su pequeña, acaricio su mejilla y la nariz juguetonamente recibiendo un mohín por parte de ella y cerró la puerta para ayudar a Hyuga a descargar la despensa a la cajuela.

El día a día de ambos era así,  procuraban tener los suministros de la casa, sus ahorros, una pequeña despensa y siempre compartían tiempo junto. Jumpei se había vuelto extrañamente vulnerable despues de dar a luz, siempre estando alerta, sobreprotegiendo a su cachorra, resguardándose a su lado cuando sentía la presencia de algún alfa poderoso o extraño, incluso trabajaba desde casa y se había vuelto muy buen ama de casa.

Por eso no le sorprendió  que Hyuga se acercara a la puerta del carro, protegiendo a su cachorra con mirada suspicaz cuando Kuroko Tetsuya y Kagami Taiga se acercaron a ellos caminando.

Estaban al tanto de la situación, todos se mantenían en contacto por el bien de la pareja y sabían que aún no estaban libres de la compulsión, sin embargo la esencia animal de ellos cada vez era más fuerte y por eso no se les hacía raro que cada día estuvieran más tiempo juntos.

-cuanto tiempo sin vernos…-

Kiyoshi saludo al ojiazul con su sonrisa tonta y muy disimuladamente se puso justo enfrente de su esposo, el lobo lo sentía, su pareja tenía miedo y no podía culparle, el joven pelirrojo tenía un aura poderosa dormida en su interior, incluso mayor que la de Akashi, el lobo en él quería ir directo a la yugular del chico por el simple hecho de acercarse a su pareja y su cría, sin embargo mantuvo el impulso, no les había hecho daño, estaban bien, y el tigre estaba profundamente dormido.

-¿haciendo las compras?- cuestiono Tetsuya extrañamente sonriente mientras hacia las debidas presentaciones, la pareja estaba realmente contenta por el pequeño can, aun así Hyuga nunca abandono el costado de su esposo y Tetsu le conocía tan bien que supo que era mejor despedirse.

-estábamos pensando en ir a desayunar… los visitare luego ¿de acuerdo?-

Taiga sabia cuando su presencia no era bien recibida así que se apartó un poco y dio una simple cabezada como despedida. Tetsuya se acercó a él sintiéndose sin saber por qué extrañamente culpable, avergonzado y con lastima hacia el joven.

Taiga podía tener cara de mafioso, era impulsivo y su voz bastante atemorizadora, pero era un buen chico, lo sabía de primera mano, desde hacía un par de semanas que lo conocía y habían compartido muchas cosas bastante divertidas, montar en moto y pasear por horas se había vuelto una adicción para el... ¿Quién lo iba a decir?

-Teppei se puso un poco delicado durante el embarazo de su nena y es un poco aprehensivo, cuando algún desconocido se le acerca suele ponerse así, pero son mis mejores amigos, cuando los conozcas mejor te encantaran…-

Como para afirmar sus palabras Tetsuya se cogió del brazo de Taiga como si fueran una bonita pareja de enamorados, el gesto le había sido tan natural, consolando a Taiga y confortándolo con su cercanía que no se percató de la emoción  que aquello causaba en el adolescente.

-Kuroko… san… -

El peliazul miro al chico con su típica carita de palo y se sorprendió al ser besado de manera rápida, tierna, juguetona.

-hoy no te había dicho que me gustas mucho… y quiero que te enamores de mí…-

Tetsuya sonrió adelantándose tratando inútilmente de ocultar su rubor, desde que salieran a desayunar ese fin de semana Taiga le buscaba desde temprano, lo acompañaba de su casa a su trabajo, le invitaba a desayunar, comían juntos, iba por el despues de la jornada laboral y le acompañaba a hacer las compras, incluso una vez había cocinado para el en su casa, y todos los días, sin falta, le decía aquellas palabras y le daba un beso sorpresa.

El pequeño profesor se estaba acostumbrando muy rápido a eso… y le gustaba mucho.

Ryota todos los días lo acosaba con preguntas indiscretas acerca de esa Romantiquísima relación de novela… Tetsuya se limitaba a guardar silencio mientras el rubio se debrayaba en su imaginación.

No eran novios, tampoco amigos… pero se besaban diario y estaban cada que se podía juntos… ¿Qué eran?

                                                                ///////////////////////////////

Teppei abrazo a Hyuga hasta que su cuerpo dejo de temblar, el moreno resguardo su rostro en el pecho de su pareja escuchando el rítmico latir de su corazón, aquello siempre lo calmaba mucho.

-¿ya estas mejor?...- el moreno negó con la cabeza y se resguardo aún más, como si quisiera fusionarse o meterse en él, Teppei entendía a su pareja, aunque habían pasado casi cinco años del nacimiento de su bebe Hyuga temía cuando habían dos alfas poderosos juntos, la razón: dos semanas antes de la fecha programada del parto habían ido a cenar para festejar de manera anticipada el nacimiento de su bebe y un año más de haberse conocido. Todo había sido perfecto, romántico,  incluso Hyuga se sentía bien y no tan cansado, justo cuando salían del restaurante un par de alfas comenzaron a pelearse por una omega. Aquello había sido caótico, los dos machos se habían herido gravemente y Hyuga había sido sometido a tanto estrés que había desencadenado el trabajo de parto.

Teppei lo había llevado rápidamente a su casa, llamo a Midorima en el camino y esa misma madrugada su cachorra había nacido. El impacto de ver a dos alfas lastimándose y luego estar cerca de otros dos para atenderlo había provocado en Hyuga un shock tan profundo que era una madre temerosa, emocionalmente inestable y sobreprotectora. Teppei no podía separarse de él y su cachorra por más de 5 minutos por que su pareja entraba en pánico, Kazunari, Kuroko y Riko le habían ayudado mucho en ese tiempo llevándoles comida y víveres para el hogar.

Los 3 durmieron en la misma cama por un año entero, la mayor parte del tiempo en su forma animal, resguardados en su pelaje, proveyéndoles del calor y la protección que necesitaban.

Fue cuando su pequeña Rei camino por si sola en su forma humana y callo de sentón para de inmediato reír, volver a levantarse y seguir jugueteando que Hyuga finalmente entendió que todo estaba bien, que no había peligro a su alrededor ni para él, su cachorra o su Teppei y gradualmente comenzaron a salir nuevamente y su personalidad regreso a la anterior un poco.

Cuando finalmente Hyuga se calmó Teppei le dio un beso lento y profundo que termino de aliviar su estresado corazón, entraron a su auto, le sonrieron a su hija y se dirigieron a su casa, esa noche tendrían una bonita pijamada.

 

 

 

 

Ese viernes por la noche Tetsuya estaba por ir a dormir cuando su teléfono sonó, al escuchar la voz de Taiga por la línea pero ver el número de la casa de Midorima en el identificado pensó que algo raro estaba pasando.

-eh… - el adolescente se escuchaba un poco nervioso así que Tetsuya guardo especial silencio para oírle.

-Midorima sensei y su esposo salieron con unos amigos a una cena… y soy el nano de sus hijos…-

El maestro que vivía internamente en Tetsuya opto por  no decir que la palabra “nano” no existía y que era “nana” o “niñera” independientemente del sexo del trabajador, tomo asiento en su sofá y continúo prestando atención.

-me dijeron que te llamara en caso de necesitar algo…- aquello había sido  plan con maña por parte de sus amigos, quienes veían muy lento el asunto entre estos dos y sin decirles nada, se habían unido al complot de “conquista a Tetsuya” sin que Taiga lo supiera, obviamente comandado por Tatsuya, Alexa y Riko.

 

-¿y necesitas algo?- a Tetsuya de pronto se le hizo buena idea tomarle el pelo, ese pelirrojo provocaba en las emociones que no lograba entender del todo.

-eh… si… amm… creo que perdí a dos de los niños…-

Tetsuya sonrió inevitablemente, conocía a esos tres bribones y sabía que no había nada por lo que alarmarse, sabía con certeza quienes estaban “perdidos” y donde estaban pero se sintió un poco travieso.

-aja… ¿ya buscaste debajo de la cama? ¿En los armarios? ¿En la habitación de sus padres? ¿En el refri?-

Tetsuya podía oír con claridad como el pelirrojo corría de un lado a otro buscando en los lugares que le decía, había sido bueno que le llamara a él en lugar de la policía, tras cinco minutos de sonidos de pisadas, maldiciones, rezongones y un abrir y cerrar de puertas, Taiga dijo con voz aterrada…

-¡no están! ¿Le llamo a la policía? ¿Al FBI? ¿La interpol?-

Tetsuya tenía mucho que no reía así.

-no… Kagami-kun… cálmate…- al parecer el pelirrojo estaba a punto de hiperventilar por la angustia.

-¿Dónde esta Kazuha-chan?-

Taiga respiro profundamente, calmándose.

-dormido en su habitación…-

-ve ahí y revisa debajo de su playera…-

Taiga dudo un par de segundos pero finalmente obedeció. Cuál fue su sorpresa al ver al pequeño peliverde profundamente dormido y debajo de su playera, enrolladas como si fueran un bonito cinturón de piel  dos pequeñas víboras. Los niños estaban ahí, resguardándose del frio y su hermano mayor les ofrecía de su calor. Rememoro su propia infancia y cuando dormía en el regazo de uno de sus hermanos, siempre había sido muy celoso con respecto a ellos e incluso en la actualidad a veces demandaba su atención cuando era olvidado. Un ligero dolor de cabeza comenzó a punzarle, la extraña sensación de querer correr, morder, de ver a Tetsuya desgarraba su interior con desespero.

-¿vez? Dije que no había nada de que preocuparse…- la voz en el otro lado de la línea hizo que regresara a la realidad, tapo al niño con sus pequeños acompañantes y salió del lugar sin hacer ruido.

-perdón por molestar… muchas gracias por tu ayuda…-

Tetsuya sonrió interiormente satisfecho por poder ser de ayuda, a él le habían hecho lo mismo en años anteriores y también se había llevado sus buenos sustos.

-está bien… si necesitas algo más llámame…-

-Kuroko –san…-

Tetsuya no contesto, no creyó necesario que lo fuera por el tono desesperado que noto en la voz del joven. En efecto Taiga continúo al ver que no fue interrumpido.

 

-quiero verte… -

Un fuerte nudo de emoción se apretó en el estómago de Tetsuya y de pronto sus labios ardían deseosos de un beso, que Taiga le estuviera diciendo su propio deseo en voz alta hizo que se sintiera extrañamente renovado, se habían visto esa misma tarde y ya lo extrañaba.

-está bien… ¿mañana vienes a desayunar?- Tetsuya ya había demostrado que era un desastre en la cocina, pero podía preparar unos buenos cafés y fruta picada, a medio día podría llevarlo a comer más en forma.

-no mañana… bueno… también mañana pero quiero verte hoy… ¿puedo visitarte? - el nudo se apretó más de ser posible y su corazón latía emocionado, incluso podía imaginar la cara de cachorrito que Taiga estaba haciendo suplicando atención y una respuesta positiva.

-Midorima sensei dijo que llegaba aquí a las 10… ¿puedo visitarte más tarde?- insistió el joven ansioso.

-¿prometes manejar con cuidado?-

Para sorpresa de todos, Atsushi le había regalado una motocicleta, le había enseñado a manejarla adecuadamente y le había sacado su licencia, probablemente de todos los alfas que rodeaban a Taiga él era el más emocionado y quería que su apareamiento se re iniciara para ver a Tatsuya feliz.

-lo prometo… -

-entonces está bien… nos vemos más tarde-

 

Taiga hizo un baile feliz de pura emoción, de no ser porque niños estaban a su cuidado se hubiera ido en ese momento, pero no faltaba mucho para su hora de salida, podría aguantar un par de horas más.

 

Tetsuya termino de secar su cabello con la secadora y acomodo su sala para recibir a Taiga, estaba nervioso, honestamente muy nervioso, conforme pasaban los días la intensidad de los besos iba en aumento y habían comenzado a acariciarse de manera más íntima, Taiga era un joven muy romántico, tierno, que se preocupaba por él y que le preguntaba si estaba cómodo en algún lugar o si prefería marcharse. Aquello definitivamente enamoraba a cualquiera.

El ojiazul paseo por su habitación y de pronto se dio cuenta que tenía la fea y vieja pijama que usaba siempre, aquello mataría la pasión de cualquiera, se cambió a una más bonita, blanca, de suave algodón que Kise le había regalado en su último cumpleaños, apago las luces de todo el hogar y encendió el televisor de la sala, esperando parecer casual…

Por si las dudas fue y se aplicó poquitísimo perfume, verifico su aliento, checo que todo estuviera pulcro y en su lugar…

Definitivamente estaba nervioso… Taiga iría a verlo, solo eso… le daría un beso, le diría buenas noches y…

Tetsuya estaba sexualmente excitado…

Volvió a la sala y se sentó viendo la pantalla sin prestarle ni tantita atención, aguzo el oído, esperando escuchar algo… el elevador, pasos, el timbre, el motor de la motocicleta… algo…

Pero lo único que escuchaba y sentía con claridad era el martilleo de su corazón en su caja torácica…

No supo que le motivo a ponerse de pie y caminar rumbo a su habitación, pero en cuanto lo hizo lo vio… una silueta comenzaba a tomar forma subiendo por el pequeño balcón, una fracción de segundos tuvo miedo y     casi de manera inmediata supo que no había nada que temer, ahora podría identificar aquella silueta sin problemas…

Taiga…

Taiga estaba subiendo a lo spider man con una flor en su boca tipo romeo… valla comparación.

Tetsuya abrió la cortina del balcón, quito el seguro de la puerta corrediza y permitió que Taiga escalara, brincara el barandal y estuviera seguro frente a el para acercársele, quitarle la flor de la boca e indicarle con movimientos suaves que se inclinara.

Era la primera vez que Tetsuya tomaba la iniciativa para besarle… y el efecto fue mágico, poderoso, Taiga estaba irradiando felicidad, y Tetsuya pudo sentir sus piernas a punto de flaquear.

Le dedico una bonita sonrisa, giro sobre su propio eje y camino hacia adentro de su hogar oliendo la bonita violeta que bien sabia crecía en la jardinera del  complejo de departamentos…

Tetsuya estaba enamorado, y haría lo mejor para que esto durara el tiempo que tuviera que durar.

Notas finales:

para los que no lo sepan (asi como yo y que me tuve que poner a investigar) las violetas en idioma de las flores son "amor a primera vista" xD

Taiga se la encontro en una jardinera del patio pero creo que sirve... me encanta que se suba a escondidas al balcon

y ahora si,,, una SUPER RECOMENDACION!!!

han visto YURI ON ICE???? si no lo han hecho!! pues se me van a verla!!!!

que esta bellisimo, con la voz de nuestro queridisimo Aomine como Victor, el galan xD

tiene el fanservice mas hermosososososos de la historia y su musica y personajes son preciososo!!!

byebye!!!


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