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Mi Profesor Favorito [Ryuga x Kyoya] por Midori-Hikari1312

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Abriste tus ojos lentamente, estaba cansado y tan solo abrirlos te daba flojera. Te moviste para tratar de estirarte un poco notando a tu lado un pequeño bulto bajo las sábanas. Una felicitación desbordante te invadió al ver entre tus brazos al chico que te quitaba el suelo, ese con la hermosa caballero pelirroja tan alborotada y extravagante.

 

Te quedaste viéndolo dormir por unos minutos, causante gracias que de vez en cuando el susurra cosas al azar y sin sentido.

 

-Despierta~ - susurraste en su oído, pero este no daba señales de querer hacerlo- Gingka~ - seguiste llamándolo sutilmente pero este lo lograba despertar, sólo seguía balbuceando cosas absurdas sobre una hamburguesa. Comenzaste a repartir besos por toda su cara, bajando un poco para continuar con su cuello, éste se removió un poco y tú lo observaste, viendo como poco a poco comenzaba a abrir los ojos.

 

-¿Tsubasa?- preguntó confundido, tu te quitaste de encima de él y este se sentó en la cama frotándose lo ojos con ambos puños -¿Qué hora es?- preguntó aun adormilado.

 

-”Tan… Adorables”- pensaste al verlo de esa forma tan tierna, palpando un poco la cama para tratar de encontrar sus lentes, Gingka seguía cabeceaba un poco por el cansancio a la par que continuaba frotando sus ojos con su mano sobrante.

 

-No lo sé, pero de seguro ya tenemos que irnos- hablaste apartando la mirada.

 

-¿De verdad?- se quejó Gingka mientra se levantó comenzando a caminar por la habitación, sin demostrar vergüenza alguna al estar completamente desnudo. Gingka parecía un niño, caminando de aquí para allá recogiendo su ropa, tambaleándose un poco y casi cayéndose en algunos casos sin ninguna pisca de vergüenza en caminar desnudo frente a ti. Reíste un poco para levantarte y imitar tu acción, recogiendo tu ropa aún sin poder evitar mirarlo de vez en cuando como se iba paseando por la habitación dejando ver a la luz todos sus atributos.

 

Ya listos y un poco más despiertos, pues habían tomado una pequeña ducha antes de irse, caminaron en dirección a donde antes había un fiesta, y ahora había un chiquero total con un montón de adultos jóvenes tirados por todos lados, algunos parecía también acabados de despertar o apunto de dormirse. Fue muy duro sacarlos a todos, pero con ayuda de Gingka lograron despertarlos a todos y dejar la casa vacía de cualquier conocido o extraño.

 

-Ese imbécil me debe más de una- gruñido cansado al tener que cargar a la mitad de las personas para literalmente lanzarlas fuerza de la casa.

 

-Tranquilo Tsubasa, después de todo, nosotros tampoco estábamos en las perfectas condiciones para controlar la fiesta- habló Gingka sentándose a tu lado en el sofá de la sala.

 

-Cierto…- pasaste tu mano por su hombro para atraerlo a ti y darle un beso en la cabeza, sacándole una pequeña risa a Gingka- No creo que despierten un mucho tiempo, conociendo como es Ryuga, estoy casi seguro de que no llevan mucho durmiendo -  miraste tu teléfono que marcaban las 7:00 AM.

 

-¿Cómo puedes despertar tan temprano después de todo lo de ayer- preguntó curiosos Gingka montándose sobre tu regazo, tu lo tomaste de la cintura para atraerlo más.

 

-Mi reloj cronológico está programado para despertarme siempre temprano, aún más cuando se trata de fiestas ¿Quién crees que es el que lleva a Ryuga borracho a su casa?- reíste al recordar todas esas veces que lo llevaste a rastras desde tu auto hasta su casa a mitad de la noche.

 

-Ese Ryuga es todo un desastre- habló jugando con un mechón de tu cabello, que aún estaba suelto pues se encontraba un poco mojado aún.

 

-Un poco…- dijiste sin más.

 

Después de un par de besos que ambos compartieron durante un rato en la sola, y dejar un pequeña nota para Ryuga en la puerta de entrada, al fin decidieron irse a sus respectivas casas para continuar descansando. Gingka te llevo en su auto, ya más tarde irías por el tuyo a casa de Ryuga, pues sólo tenías ese capricho de seguir estando un rato más con el pelirrojo.

Al llegar a tu casa, te bajaste del asiento del copiloto y le diste la vuelta al auto para plantarle un beso en los labios al pelirrojo, quien lo recibió con gusto.

 

-Voy a extrañarte…- susurró Gingka al separarse del beso.

 

-Sólo serás unas horas... - reíste por lo meloso que podría llegar a ser Gingka mientras acariciaba su cara con tus dedos- Te llamaré cuando despierte, así iremos a otro lado tu y yo- le diste otro pequeño beso antes de separarte de la ventanilla del coche, y Gingka te dió una ligera sonrisa y se fue sin más. Caminaste encorvado hasta la entrada de tu casa, estabas cansado y quería seguir durmiendo.

 

Abriste la puerta de tu casa usando la llave, arrastrando los pies conforme entrabas a tu casa, lanzaste las llaves por ahí sin importancia alguna, solo quería subir cuanto antes a tu habitación y dormir unas 7 horas más.

 

-Tsubasa…- casi saltas al escuchar la voz de tu madre cuando pasaste cerca de la cocina. Ésta estaba con un delantal y se podía escuchar como algo se freía un el sartén- Buenos días- dijo amablemente.

 

-Bueno días, Ma…- dijiste sin ánimos entrando a la cocina, te acercaste y besaste su cabeza, ella era mucho más pequeña que su, su cabello era igual al tuyo, con la diferencia de que sus ojos eran azules. Luego caminaste para irte al refrigerador y sacar una jarra de jugo. Ya era una costumbre que cuando llegara a muy “temprano” a casa, tu madre realmente no le da importancia, no por ignorancia, sólo que realmente no haces nada malo, y ella lo sabe. Las drogas las dejaste, estás limpio desde hace más de dos años, y eres resistente al alcohol además de no beber mucho.

 

-Vi que llegaste con alguien…- soltó mientras revolviendo algo en el sartén, parecía una tortilla- Además tiene auto…¿Es mayor?- preguntó dejando un plato frente a ti, bostezado sonoramente.

 

-Si...Es mayor - dijiste algo incómodo llevándote un pedazo de la tortilla a la boca viendo por la gran ventana que estaba en una pared que daba una vista espléndida de el frente de la casa.

 

-¿Qué edad tiene?- interrogó calmadamente.

 

-Tiene 24- dijiste calmado continuando con tu alimentación.

 

-Es algo mayor…- espetó tranquila -No pude ver su rostro desde aquí, ¿Es linda?- se sentó junto a ti sirviendo un vaso de jugo para cada uno.

 

-B-Bueno,Si, lo es, pero Ma…- no sabías si decirle o no que era un hombre. Ella sabía que realmente no te interesaba el sexo, habías pasado muchas años con ella y te entendía completamente, pero sin duda tenía la esperanza de poder tener un par de nieto, y con Gingka quieres ir en serio- Es...Hombre- dijiste con cierta duda. Ella abrió un poco sus ojos al escuchar eso, sin embargo luego te regaló una pequeña sonrisa acariciandote el hombro.

 

-Mientras no lastime a mi querido hijo, todo está perfecto- dijo sin quitar esas sonrisa dulce de su rostro.

 

-Gracias mamá…-

.

.

.



Mientras más tiempo pasaba, mas te enamorabas de ese pequeño pelirrojo hiperactivo y pícaro. Incluso era divertido el que casi los hayan descubierto durante sus “pequeñas muestras de cariño” en el Instituto.

 

Sin embargo, tú eres demasiado celoso, y Gingka ni se diga, es una de las pocas cosas que la gente no sabe de ti hasta que te conoce con pareja, y, pues esa, fue la razón por la cual se habían peleado el día del cumpleaños de Kyoya. Durante el día, unas cuantas chicas estuvieran encima de ti sin querer dejarte libre, y como eres así como una clase de “Caballero”, no podías gritarle que se largaran pues estaban molestando.

 

Gingka se había puesto muy celoso de que no hicieras nada, y pues dejo de hablarte. Trataste de explicarle las cosas, sin embargo eso empeoró más la situación, pues comenzaste también a echarle en cara sus “cercanías” con uno de los profesores del Instituto, era de educación física y su nombre era Masamune. Gingka solía ir cerca de él y hablar de cualquier tontería, era tan inmaduro como él, pero la soltura y la tranquilidad con el que el chico lo toca y lo abraza te saca de quicio completamente, logrando así que Gingka se molestara aún más, tu también te molestaste y saliste de su casa azotando la puerta y dando fuertes pasos para salir de ahí.

 

Al día siguiente todo seguía igual, sin embargo al encontrarse a Gingka angustiado saliendo casi corriendo del aula de clases te preocupaste bastante, mucho más cuando te dijo que Kyoya estaba mal, por lo que insististe en ir con él a casa del peliverde.

 

Justo al llegar Ryuga explotó, estaba demasiado nervioso y quería romperlo todo, les contó que había encontrado una pequeña nota dando a suponer que alguien se lo había llevado en contra de su voluntad, y Ryuga simplemente continuaba gritando y con los ojos aguados del pánico.

 

Fue un fastidio tener que hablar con las autoridades para que pudieran manos a la obra en cuanto al asunto con Kyoya, mucho más porque te habían dicho que tenía que tener una cierta cantidad de días perdido para poder emprender una búsqueda, pero con un par de palabras más lograste convencerlos de que fueran a revisar la casa. Cuando terminaste Ryuga se había calmado, pero ahora era Gingka quien estaba al borde de despeinarse por la preocupación de que Kyoya no daba señales de vida, aunque seguía con esa cara tranquila y serena, él sólo quería actuar conforme a su edad por un rato, pero ya estaba a su límite, por lo que ahora te tocó a ti calmarlo a él.

 

Él se alejó caminando de la habitación de Kyoya, fuiste tras él encontrándote con la sorpresa de que ya tenía varias lágrimas recorriendo su rostro, te apresuraste a abrazarlo por detrás, logrando hacer que su cuerpo se sobresalte, pues el pensaba ya estar sólo.

 

-¿Eh?...- preguntó confundido tratando de secar sus lágrimas, tú lo volteaste para que quedara frente a ti y secaste sus lágrimas- T-Tsubasa…- susurró con la voz cortado, pues ahora si no podía detener su llanto.

 

-Calma...Calma- susurraste mientras acariciaba su cabeza- Por favor, puedes calmar a Ryuga pero no a ti mismo ¿Qué clase de persona eres?- reiste un poco logrando que el también riera ligeramente aún en llanto.

 

-Ni siquiera...Yo mismo me entiendo- dijo aún oculto en tu pecho y te abrazó un poco más fuerte.

 

-Él está bien, no te preocupes - dijiste con seguridad besando su frente- Sólo...Hay que ser pacientes…Y las cosas van a mejorar-

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Notas finales:

Ggg c:

Bueno, apartir de aquí, volvemos a la historia actual del Fanfic 

Sabremos que pasara con Kyoya y que haya Ryuga para recuperarlo c:

Sólo quería darle un poco más de crédito a esta pareja porque YOLO xD

Nos vemos>wo

Besos <3


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