Riko se sentía más débil de lo que pensaba. Tardaron un poco en llegar hasta el automóvil y en cuanto estuvo en el asiento del copiloto callo profundamente dormida.
Tatsuya sabia mantener la calma, despues de tener un esposo como Atsushi y una familia tan numerosa en la que las lesiones y enfermedades estaban a la orden del día y los clientes del negocio sufrían algún desmayo con frecuencia le habían curtido bien para hacerlo.
Llamo con el manos libres a su hermana explicándole brevemente lo que había pasado y pidiendo que llamara al sensei para que le revisara.
Alexa se escuchaba nerviosa y pedía le llevara directamente a su casa, Tatsuya podía entender a su hermana, cualquier cosa que le pasara a su cuñada devastaría a la rubia.
-¿está bien? ¿¡Seguro que se desmayó!?... ¿respira? ¡Tatsuya!...-
El moreno verifico a su cuñada que tenía la piel un poco caliente, y respiraba agitada.
-eh… está bien… creo…-
Un gruñido se escuchó en el otro lado de la línea y Tatsuya supo que Alexa estaba por salir corriendo a su encuentro.
-¿Dónde están? Iré para allá… -
-llegare en 5 minutos… nos vemos abajo en el estacionamiento…-
Tatsuya estaba seguro de haber roto como 15 reglas de tránsito para llegar al complejo de departamentos donde vivía su hermana. Entro al estacionamiento subterráneo y Alexa ya estaba ahí, caminando en círculos y casi cavando un hoyo en el suelo.
La rubia corrió hacia ellos y por poco arranca la puerta del copiloto, Riko había despertado y en cuanto la vio se relamió los labios.
-Alex…- gimió suavecito y se abrazó a la rubia, dirigiendo la mano de esta a su pequeña intimidad.
-quiero…- la castaña jadeo y apretó las piernas, se estremeció y busco los labios de la rubia de manera obscena.
¡No podía ser! Tatsuya miro con sorpresa como su cuñada asaltaba a su hermana de una manera tan erótica que era imposible apartar la vista.
Su cuñada estaba en celo…
Alexa gruño y correspondió a su esposa, inclinando el asiento hacia atrás, Tatsuya nunca había sido voyerista y no le gustaban los tríos así que lentamente salió del automóvil y opto por subir al departamento de su hermana para buscarles ropa, aquella iba a ser una tarde muy larga.
En su desespero por ser tomada por su pareja Riko había desgarrado la ropa de la rubia y la propia, una vez ambas estuvieron sin tela que les estorbara se habían movido al asiento trasero del auto donde Alexa puso en cuatro a la castaña.
-estas en celo amor…- los pechos de Alexa pegaditos a su espalda y la mano acariciando su coño húmedo volvían loca a Riko.
-follame… te quiero… te quiero adentro… - Riko solía ser más sumisa, esta nueva faceta suya le encantaba a la extranjera.
-primero quiero lamerte preciosa…- Alexa amoldo a Riko con suma facilidad, que fuera pequeña facilitaba la tarea de maravilla.
Acostada sobre su espalda y doblada casi en dos, con los talones a la altura de su rostro Alexa se maravilló por tal belleza.
Riko en celo era tan preciosa, tan sensible, estaba tan húmeda, olía tan maravilloso, esta sería la primera vez que reclamaría a su Riko en todos los sentidos… y estaba tan feliz.
Se inclinó hacia enfrente y beso la carne suave de los muslos, dio mordisquitos y lamidas y con hambre chupo el capullo rosa.
Riko araño el asiento arruinando la tapicería del vehículo, su zorrita chillo desesperada y cuando Alexa estimulo lo suficiente el coñito y supo que estaba preparada se posiciono entre sus piernas, su falo estaba caliente, duro e increíblemente lleno, el olor del celo sobre estimulaba su cuerpo.
-voy a entrar cariño… y te voy a follar hasta que todo el edificio te escuche…- Riko debía estar increíblemente caliente porque solo asintió desesperada, ofreciendo su entrada, restregándosela en la erección, pidiéndola.
-y te voy a preñar bonita…- el coño de Riko abrió paso para el apéndice de su esposa, la zorrita en ella estaba plena al sentirse finalmente enlazada en su totalidad con su pareja.
Eran pasadas las 10 de la noche cuando Riko se había mostrado lo suficientemente estable como para pensar en otra cosa que no fuera sexo, Tatsuya estaba ahí, con ropa para ambas, con cara de incomodad de haber sido testigo de semejante cosa pero contento de que su cuñada al parecer estuviera bien, Atsushi había llegado por el hacia un par de horas y para matar el tiempo habían visto unas películas, habían comido e incluso se habían dado una buena sacudida.
-está dormida... en cuanto termine su celo iremos a ver a Midorima y a Taiga.-
Alexa cubrió el cuerpo de su linda zorrita y la levanto en vilo, Tatsuya sabía que tenía que irse, aún estaba caliente como horno y eso era algo que solo Atsushi podía arreglar.
Algo había hecho Tetsuya que al parecer había despertado el celo de su cuñada y todos tendrían que investigar.
Tetsuya abrió los ojos lentamente y sonrió al ver la mata de pelo rojo frente a su rostro, Taiga estaba acostado frente a él, dormido profundamente, dándole la espalda. Tetsuya se removió un poco, pegando su cuerpecito al del adolescente y olisqueo la cálida piel de los omoplatos, resiguió con la punta de los dedos cada musculo marcado de los hombros, los costados. Su alfa… su pequeño husky estaba vibrando en su interior de pura felicidad, su alfa estaba ahí, le había reclamado, lo había sometido totalmente.
Los impulsos del pequeño can sometieron al humano y de ser un peli celeste en la cama con su pareja pasaron a ser un joven adolescente con un husky adulto.
Nigou al sentirse libre despues de muchos años dio rienda suelta a toda la emoción, lamio la oreja del pelirrojo, y no solo la oreja, la mejilla, el cuello, la boca, su cola se movía con tanta emoción que de ser físicamente posible hubiera salido volando como si de una hélice se tratara, restregó todo su cuerpo hasta que despertó a su pareja.
Taiga le miro somnoliento un par de segundos, despues, cuando la modorra desapareció dando paso a la sorpresa y despues al terror puro Nigou comprendió que tenía que permanecer lo más tranquilo posible.
El adolescente grito de una manera digna a una película de terror, se quedó en la cama ahí, petrificado, con los ojotes enormes y la bocata abierta sin emitir ruido alguno. Tiger, su otro yo se liberó y de un salto rápido y torpe salió de la cama para ponerse en un rincón, esponjado de cola a nariz como una enorme mota de pelo anaranjado, la cola tiesa, bien parada y las patas bien clavadas en el piso.
El husky olio el miedo palpable en el ambiente, Nigou se sintió ofendido, ningún omega podría lastimar a su pareja, ni física ni emocionalmente, ¿entonces por qué le tenía miedo?
Se acercó con las orejitas y la colita gacha y un chillido lastimero en busca de protección, los pelos de Taiga dejaron de estar parados como de escoba pero la guardia permaneció ahí, latente, temiendo por su seguridad.
Nigou se hecho sobre su espalda, mostrando el vientre, permitiéndose ver vulnerable y cariñoso, Taiga se acercó a él y olisque reconociéndole, aceptando poco a poco su otra naturaleza, ronroneando al embriagarse con su aroma.
Los dos cambiaron permitiendo que tanto Tiger como Nigou siguieran en la orilla con ellos, las orejas y la cola de ambos se podían ver y les daba una apariencia bellísima.
Tetsuya no aguanto la tentación y acaricio y mordisqueo la orejita redonda de su macho.
-¿entonces te dan miedo los perros?- cuestiono dando besitos aquí y allá, sentándose en las fuertes piernas de Taiga y restregándose contra él.
-me mordió uno cuando tenía 6… - se defendió Taiga, sentado en la alfombra y deleitándose con la maravillosa vista del cuerpo desnudo de su pareja, Tetsuya tenía sus marcas en la piel, la mordida en su cuello, olía a él.
-Taiga… compórtate…- le amonesto suavemente el ojiazul quitando la mano traviesa que acariciaba su colita peluda, era súper sensible. En respuesta el joven mordió uno de sus pezones rosados y Tetsuya gimió.
-¿Por qué tu celo solo duro día y medio?-
Tetsuya se estaba preguntando lo mismo, el celo de los omegas duraba 3 días, en los cuales se desprendían la hormona de su cuerpo estimulando a sus alfas para ser reclamados y…
Sus ojos se perdieron en la distancia al saber la posible respuesta… ¿estaba…? Era muy probable que hubiera terminado en preña en este su segundo celo, sin protección con un alfa más joven y vigoroso que él, aun así quería estar seguro y no dar falsas esperanzas, en un par de semanas seria detectable en análisis de sangre e incluso en su aroma…
-probablemente fue porque nos cegaron… a veces los omegas somos irregulares… no sé, luego hablamos con Midorima-kun.-
Taiga y él se pusieron de pie y caminaron al baño donde uno ayudo al otro a limpiarse, esa sensación de estar con tu persona más querida, de tocarla, de poderla mirar era maravillosa, Taiga ya no veía futuro alguno sin respirar el mismo aire que Tetsuya, había muchas cosas que arreglar, que organizar, tenía que esforzarse mucho para ser un Alfa digno para su pareja, quería que todo alrededor de Tetsuya fuera seguro… quería… el solo quería…
-cásate conmigo por favor….-
Como estaban en la tina, Tetsuya sentadito en su regazo solo levanto la mirada y le sonrió para enseguida resguardarse en su pecho.
Así de fácil y de sencillo había aceptado, los dos se pertenecían el uno al otro, solo querían oficializar su unión…
Taiga decidió mudarse con Tetsuya, ninguno se sorprendió de esto, lo que casi estresa a todos había sido la decisión de Taiga por empezar a trabajar y abandonar la escuela.
Alexa podía entender el porqué de semejante decisión, así que cito a sus hermanos con sus respectivas parejas, a Akashi a Midorima, Teppei y para sorpresa suya a Aomine Daiki.
Todos se miraban expectantes a la situación, Alexa, como alfa interina de su manada llamo la atención de todos para que le escucharan.
-hace 5 años nos vimos obligados a cegar a mi hermano y su pareja para no peligrar el estado psicoemocional de ambos… desde ese entonces todos hemos estado en contacto, Akashi nos brindó un hogar en renta, la guía como abogado y Midorima la supervisión médica y psicológica junto a su esposo… en serio muchas gracias…- pese a que la rubia no se había adaptado aun a las costumbres japonesas hizo una reverencia que dejo abochornados a todos.
La rubia continua mientras los demás daban un sorbo a sus bebidas.
-mi hermano ha reclamado a su pareja… y todos sus derechos como Alfa serán restituidos-
La cara de Taiga era un poema total a la ignorancia.
Akashi supo que era su momento de entrada.
-en Japón a los jóvenes Alfa se les otorga una beca para cultivar sus talentos desde que entran a la adolescencia, Aomine mismo está recibiendo una cuantiosa mensualidad que le permite vivir con su pareja, mantenerles financieramente estables y seguir estudiando…-
Taiga miro a su amigo quien le sonrió cínicamente al dar por hecho aquello.
-¿entonces… yo… voy a empezar a recibir una beca…? – cuestiono Taiga como que dudando de tener tanta suerte.
-oh no… cuando los cegaron Alexa fue a la oficina de registro de alfas, donde gracias a la nota medica de Shintaro y las evaluaciones psicológicas de su esposo se te ha aceptado como EL alfa de tu familia, todas tus mensualidades se te darán retroactivas, además tengo entendido que eres un excelente jugador de básquet, pese a eso tendrás asesores que te ayudaran a pulir ciertas… actitudes tuyas.
Akashi mismo apoyaría a Taiga en el término de su educación escolar y le guiaría a una carrera donde pudiera desempeñar su papel como ALFA.
¿Quién iba a decir que aquel niño que cegara años atrás era tan poderoso que tenía pase VIP al mismo gobierno y podría guiar una zona? Aunque al inicio eso había lastimado el ego de Shintaro, Atsushi y el propio una vez estuvieron frente a él pudieron ver la gran diferencia.
El poder y la determinación que rezumaba del cuerpo del adolescente casi les habían sometido, en toda su vida nunca habían visto una persona tan poderosa.
-pero yo quiero ser bombero…- pucheo Taiga y todos lo miraron con sorpresa.
-¿¡¡qqqqquuuueeeee!!?- al unísono todos corearon al punto de un aneurisma de estrés. ¿Acaso Taiga no entendía la gran oportunidad de estar en el poder? ¿De gobernar su propio distrito? Todos sabían que había sido cegado y que había crecido con las expectativas de ser un beta común y corriente con un oficio nada bonito.
¡Pero él era el ALFA! Si Taiga se presentara en ese mismo momento con el gobernador del distrito este saldría corriendo orinando sus pantalones solamente por sentir su fuerte presencia.
-mis hermanos me han dicho que yo podría gobernar la zona si quisiera… y lo he pensado… y no quiero… yo solo… - un lindo rubor tiño sus mejillas mientras tomaba la mano de Tetsuya y la besaba.
-yo solo quiero vivir bien con Tetsu… y quiero seguir contando con ustedes como mi familia… y quiero casarme y tener muchos cachorros… y sobrinos…-
Miro a Tatsuya y a Riko con bastante significado, Taiga no sabía como pero tenía la certeza de que tanto su hermano como su cuñada estaban preñados, se veían más bonitos, mas radiantes, casi como Tetsuya…
-si soy el alfa de la zona como Alexa ya me explico quiero proteger a los que me rodean, quiero ayudarlos, en una oficina no voy a hacer nada, prefiero tener un perfil bajo y actuar, quiero que Aomine sea mi segundo, él quiere ser policía… ¿Qué mejor equipo que ese? –
Todos sonrieron por la absurda idea del joven… ninguno de los alfas ahí presentes hubiera dudado en tomar lo que por derecho de nacimiento les correspondía, y probablemente por eso mismo ninguno era el verdadero alfa.
Qué raro… la persona que les protegería iba a ser un bombero… y muy joven. Eso era casi risible, pero en fin… todos apoyarían.
Tetsuya sonrió lleno de orgullo por su pareja, tan adorable, tan humilde, tan guapo… pese a no ser muy expresivo noto que se estaba excitando y que todos podían notarlo, incluso Alexa que nunca había tenido interés por los hombres le miraba como que con hambre…
Shintaro aclaro su garganta cuando Kazunari le dio un codazo no muy juguetón en las costillas.
-Tatsuya conto lo que sucedió con Riko, los he revisado a los dos, y están bien, Tetsuya y ella están sanos, completamente, y como era de esperarse, cuando un alfa es muy poderoso su pareja tiene algún don… al parecer el de Tetsuya es curar… aunque aún no lo hace de manera voluntaria conforme más avance su relación más podrá controlarlo…
Tetsuya recordaba vagamente haber despertado aquel día y haber olido la enfermedad exudando del cuerpo de Riko, si ponía más atención a todos podía ver con claridad una pequeña sombra y el mismo aroma en muchos de ellos.
Furihata tenía un resfriado, Hyuga estaba por decir poco aterrado de estar entre tantos alfas, los ojos de Midorima estaban más miopes… era raro ver cualquier padecimiento por mínimo que fuera en las demás personas, suponía que al ser la pareja de alguien tan poderoso tenía el don de curarle para asegurar su salud… para protegerlo… no podía ser más feliz al saber que él también podría proteger a su amado.
-cumpliré mis funciones como el omega de mi pareja… aunque le quite su trabajo a Midorima-kun…-
Sonrió como un lindo angelito y todos convivieron esperando que llegaran días mejores.