Aunque su cargo le obligaba a obedecer órdenes, Lucca se sentía culpable por lo de Theo. Ese chico realmente no había hecho nada malo, al menos no parecía haberlo hecho en el poco tiempo que lo había conocido.
El quería ir y sacarlo de ahí, pues si era cierto lo que el castaño oscuro había dicho, Theo no podría soportar mucho tiempo encerrado y ya llevaba horas ahí adentro.
-Señor…- Lucca entró dentro del mismo despacho donde vio a Benjamín por primera vez. Ahora mismo estaba de nuevo frente a su escritorio y movía su pierna incontables veces en una clase de tic nervioso, al escuchar la voz del capitán sólo lo miró inexpresivo- Por favor explíqueme, quiero entender la razón para que ese hombre merezca la muerte, a mi parecer no hizo nada malo- pidió calmadamente el azabache, que estaba a un lado de la puerta pues no había pedido permiso para entrar.
-¿Para qué quiere saber?- preguntó cortante volviendo su mirada hacia el escritorio.
-Creo que…- Lucca se quedó callado después de eso, realmente estaba sudoso de si confrontar al embajador ahora con sus preguntas.
-Hable Lucca, estoy seguro de que tiene sus motivos, estoy dispuesto a escuchar y responder- indicó relajándose un poco.
-Señor, creo está siendo un poco injusto con Theo, sólo por es un gitano- se atrevió a decir, y pensó que recibiría una clase de regaño de parte del embajador, pero este simplemente dio un largo suspiro mientras se sobaba la sien izquierda.
-Mire, Capitán Lucca, ¿Qué edad tiene usted?- Lucca quedó algo confundido después de eso, pero sin chistar simplemente respondió.
-23 años, Señor- dijo respetuosamente, ya era casi una costumbre la verdad.
-Es bastante joven- dijo más al aire que para el propio azabache- ¿Alguna vez se ha enamorado de verdad?- se volteó hacia él mirándolo fijamente. Esta vez la cara de impresión que se dibujo en cara del capitán fue demasiado notoria, se quedó pensando unos segundos en la respuesta y luego habló.
-Si lo pone de esa forma, realmente no- respondió con sinceridad, pues la verdad nunca tuvo la intención de tener algo realmente serio, por lo que nunca pensó en enamorarse.
-Era de esperarse- afirmó Benjamín levantándose de su asiento y caminando por la habitación- Escuche, hace unos cuantos años, tuve una esposa. Era el amor de mi vida y la mujer con la que quería tener a mis hijos. Sin embargo…Hubo una clase de accidente- suspiró con pesadez, y de alguna forma Lucca no quería estar ahí, no quería saber de la vida privado de su jefe, pero ya qué, ya se metió en el problema y ya no lograría salir hasta que el embajador terminara su charla retrospectiva- Ella había tenido que salir del pueblo por una emergencia familiar pues venía de otros lados, yo confiando en que mi esposa llegaría sana y salva, la dejé ir, sin saber que esa sería la última vez que la vería viva…- lamentó mirando por la ventana, Lucca se acercó lentamente hacia él, y quedar a su lado dos pasos más atrás.
-¿Qué le sucedió?- preguntó esta vez un poco curioso, pues a pesar de que no parece, es bastante curioso a decir verdad.
-A las afueras, unos gitanos trataron de robarla, ella siempre fue demasiado independiente y en cierto modo ruda, por lo que al negarse, ellos…Terminaron matándola y llevándose todo lo que tenía- lamentó volteándose hacia el capitán con una expresión neutral, realmente escalofriante cuando estaba hablando de la muerte de su esposa.
-Oh, la lamento, ahora siento que no debí preguntar- Se excusó el capitán mientras se inclinaba un poco ante el embajador.
-No, ya esto es un tema que he superado en su mayoría, por lo que hablar sobre ello me parece más nostálgico que triste. Tiempo después logramos encontrar a los causantes de su muerte y aun deben estar retorciéndose en sus tumbas- Habló con naturalidad mientras seguía viendo por la ventana- Pero, creo que a partir de ese momento fue que comencé a odiar a los llamados Gitano-.
-Aunque…Entiendo que lo que le pasó fue realmente doloroso, no creo que sea motivo para odiar a todos los de su raza. Estoy seguro de que no todos los gitanos son así, y Theo no…- fue interrumpido.
-Lo sé, Capitán, estoy consciente de ello, pero sinceramente ya estoy tan acostumbrado a odiarlos que me parecen inservibles en nuestro mundo- se volteó a verlo- Además, Theo es considerado un criminal, se ha metido en más problemas que su propia edad y ha molestado a nuestros guardias desde que puedo recordarlo- soltó una pequeña risa después de eso que dejó más que asustado al de ojos verdes.
-Entiendo- retrocedió un paso- Ahora mismo tengo que hacer cambiar de turno y verificar que todos los guaridas estén haciendo bien su trabajo. Buena noches, Señor- sin esperar respuesta simplemente salió a paso veloz de la amplia habitación y Benjamín se quedó mirando hacia la puerta unos segundos después de que él se fuera.
-Espero que ese chico no me esté causando problemas…- se dijo a si mismo yendo a una parte especifica de la habitación después de cerciorarse que la puerta estuviera correctamente cerrada- Ha estado hablando mucho de los gitanos, y llevándose demasiado bien con Theo- acarició con sus dedos una sábana blanca que cubría una clase de figura de irreconocible apariencia- Espero que no te estés interesando mucho en el, ¿o sí? Theo- removió la sabana de un tirón dejando al descubierto una escultura casi terminada tamaño real del propio bailarín. Acarició entre sus manos el delicado rostro del gitano, que tenía una hermosa sonrisa, y acercó sus labios a los de la estatua besándolos ligeramente- Tengo que hacer algo para alejar a ese tal Lucca de ti, porque si ambos llegan a tener algo…Tendré que matarlos a los dos ¿entendiste?- le hablaba a la estatua con una sonrisa cínica, al mismo tiempo que realmente pensaba que estaba hablando con el verdadero Theo- Porque solo puedes ser mío, Theo; yo te vi primero y no permitiré que un recién llegado me quite lo que es mío- besó de nueva cuenta la superficie lisa y pulida de la escultura antes de voltear a clocarle la sabana sobre ella.
En ese mismo instante en otro lugar, Wim seguía guiando a Theo por dentro de la iglesia, pasillo por pasillo haciendo que Theo se desesperara. Estaban con un chico que supuestamente era uno de los monaguillos de la iglesia, es decir, asistía durante las misas, debía tener unos 14 o 15 años, el chico era bastante joven, pero él conocía aun más el camino que el propio Wim, sin embargo, en un punto dado tuvo que dejarlos, pues él tenía otras cosas que hacer, a lo que ambos hermanos agradecieron la gran ayuda de su ahora amigos, que extrañamente, también tenía por nombre Theo y esto hice que le agradara aún más al castaño menor. Momentos después ya Theo comenzaba a desesperarse otra vez, pues ya tenía algo de tiempo caminando.
-Wim~ - se quejó Theo nuevamente- ¿A dónde demonios me llevas? ¿No ibas a sacarme de aquí?- preguntó impaciente, desde que se habían metido en una puerta que estaba literalmente en el suelo de la iglesia, no habían hecho más que cruzar pasillo y bajar escaleras. El mayor de los dos estaba realmente tranquilo, ya estaba acostumbrado a lo impaciente de su hermano menor y su paciencia era realmente prolongada.
-Ya te dije que era bajo tierra- siguió caminando Wim.
-Llevamos horas caminando~ - chilló arrastrando los pies.
-Llevamos veinte minutos caminando- cruzó a la izquierda.
-Es demasiado tiempo~- volvió a quejarse acariciándose la cara con una mano como si estuviera desesperado.
-Eres un impaciente, ya estamos cerca- rió un poco Wim mientras volvía a cruzar una esquina. Cuando se dieron cuenta ya estaban en una clase de enorme túnel, caminaron un poco, Theo seguía detrás de Wim, y al sentir como este paró de repente terminó chocando contra su espalda- Estos imbéciles…-gruñó el mayor de los dos.
-¿Qué sucede?- preguntó curioso Theo, al igual que preocupado.
-Hace tal vez una hora estos guardias no estaban aquí- susurró mirando a Theo por sobre su hombro, Theo se asomó un poco y vio a dos guardias en la gran entrada del túnel.
-¿Y cómo demonios sabían que esto llegaba a la iglesia? ¡Ni siquiera yo sabía!- Reprochaba en susurros el castaño más bajo un poco alterado, no quería por nada del mundo volver a esta allá encerrado.
-¡Quieres callarte un segundos! ¡Trató de pensar!- gruñó también en susurros. Unos segundos pasaron en total silencio, las únicas voces que se lograban escuchar eran unas que venías ocasionalmente de ambos guardias a las lejanías- Bien, haremos esto: Yo voy a distraerlos, y tu vas a escabulliste detrás de ellos para que no te vean, vas a ser lo más cuidadoso y cauteloso posible ¿entendido?- Theo simplemente asintió y se fue a esconder a un par de rocas lo más cercano a la entrada.
Wim suspiró, preparándose mentalmente para lo que sucediera, caminó tranquilamente como perro por su casa, ya cuando estaba cerca de la entrada de la caverna, ahí fue que los guardias notaron su presencia, se le quedaron viendo extrañados, así que antes de que él pudiera salir lo detuvieron.
-Alto- dijo uno de ellos y Wim obedeció con una ligera sonrisa en su rostro.
-Hola caballeros- saludó inocente el gitano con las manos en su espalda. De tal palo tal estilla.
-Oye, ¿este es el Gitano que hay que capturar?- preguntó el más pequeño de los dos, Wim desvió ligeramente la mirada hacia Theo, que esperaba a que ellos voltearan o algo para salir corriendo como alma que lleva el diablo.
-No lo sé- respondió el otro y Wim volteó de nuevo la mirada hacia ellos- ¿Cuál es tu nombre, Gitano?- preguntó apuntándolo con su espada el más alto de los dos.
-¿Wim?- dijo ladeando un poco la cabeza.
-Espera… ¿Cómo se llamaba nuestro gitano?- preguntó de nueva cuenta el más joven.
-Theo, creo- los dos se quedaron pensativos unos segundos y ambos hermanos tuvieron que aguantarse una risa por lo tontos que eran- Espera otro segundo…- al escuchar eso ambos hermanos se quedaron completamente quietos, Wim retrocedió un poco ante la mirada de los guardias, o más bien para que siguieran interrogándolo a él y no se den cuenta de cuando Theo escape. Terminó acorralado contra una pared- ¿Cómo entraste sin que nosotros nos diéramos cuenta?- interrogó el guardia.
-Pues…- Wim se encogió un poco haciéndose el nervioso. Estos hermanos tenían que ser actores- Entre por otro lado, hay muchas salidos en estos túneles- se excusó aún haciéndose el tímido. Desvió de nuevo la mirada y Theo había comenzado a moverse aprovechando que los guardias estaban ocupados con su hermano.
-Hey- a ambos se les erizó la piel y casi les da un infarto al escuchar a autoritaria voz del guardia, pero nuevamente ambos guardias tenían su completa atención hacia Wim y los castaños pudieron relajarse de nuevo- ¿Qué te trae por aquí?- preguntó el guardia jugando un poco el mechón de cabello que colgaba de rostro de Wim.
-Ah, eso. Sólo vine a buscar a mi hermano menor el cual tienen encerrado dentro de una iglesia como si fuera un criminal- respondió simplemente, pues Theo ya se había ido, ya no era necesario mentir. Se acarició un poco las muñecas ante la mirada atónita de los guardias y antes de que pudieran decirle algo le propino un golpe en todo el rostro al que parecía ser el mayor de los dos, justo antes de salir corriendo de nuevo hacia la cueva.
Como era de esperarse, ambos guardias se fue detrás del ahora también fugitivo Wim, una parte por darle un puñetazo a unos de los perros de la corte y otra por ayudar en la fuga de otro fugitivo que terminó siendo su propio hermano.
No pasó mucho antes de que Wim lograba escapar de los guardias, el conocía bastante bien esos lugar y seguro esos dos ya se habían perdido por ahí.
Como esperaba, terminó llegando nuevamente hacia la iglesia, pues en realidad era el único camino que se sabía en tal cantidad de túneles. Al llegar suspiró con pesadez al sentirse ahora en el lugar de su hermano, pero estaba aliviado, al menos Theo estaba a salvo, el hallaría la forma de salir más tarde. Se asomó por una de la ventanas notando como algunos guardias estaba reunidos hablando entre si, tal vez tratando de decidir si iban a la fuerza por “Theo” o esperar a que este saliera voluntariamente.
Wim saltó, literalmente, al sentir que alguien le tocaba el hombro. Respiró profundo y tomó la muñeca de quien sabe quién y la doble al voltearse haciendo una clase de llave para defenderse.
-Auch, Auch, Auch- repetía el de ojos verdes, Wim al reconocer quien era lo soltó de inmediato- ¿Tú y tu hermano son ninjas acaso?- preguntó adolorido Lucca sobándose un poco la muñeca lastimada y Wim rió ligeramente
-Así que sólo eres tú, Loky o como sea que te llames- dijo con simpleza el mayor de los castaños- ¿Qué quieres?- se cruzó de brazos frente a él.
-Es Lucca- corrigió el guardia-¿Y Theo?- interrogó el azabache.
-¿Por qué debería decirte?- rió irónicamente.
-La verdad no tengo ninguna excusa para eso- miró hacia otro lado- Sólo quería verlo un rato, sabiendo que no le gustaría estar aquí sólo…Sólo quería saludar a algo así- respondió tratando de sonar lo menos acosador posible.
-¿Qué quieres con Theo?- preguntó directamente el castaño.
-¿Qué quiero…?- se sorprendió por la repentina preguntas, aún más al darse cuenta de la respuesta- Tal vez sólo…conocerlo, creo. Me atrae, es realmente deslumbrante, pero es algo peligroso siendo el…- Wim lo interrumpió.
-Un gitano- finalizó la oración suspirando y pasándose la mano por el cabello- Escucha, Theo es un poco, como decirlo…Confiado con las personas. Y bueno, tal vez no debería decirte esto pero, él parece muy interesado en ti, más de lo que alguna vez lo estuvo con otra persona- habló bajando un poco la mirada.
-¿Así?- Lucca de algún modo extraño se sentía especial.
-Bueno si, es mi hermano, lo conozco más que el mismo- rió un poco- No quiero que salga lastimado por que se interesó en uno de los perros de Benjamín, y tampoco te diré que te alejes de él porque sino Theo me mataría, pero si te pido que lo cuides- miró a Lucca fijamente, este no sabía realmente que hacer.
-Hecho…- respondió después de unos segundos- Ah, cierto ¿qué edad tiene Theo? Benjamín mencionó algo de que sus delitos son más que su propia edad, así que no creo que tenga tantos- explicó de inmediato.
-Bueno, Theo tiene 19, soy tres años mayor que él- respondió sin quitarle la mirada de encima. Lucca soltó un suspiro súper aliviado haciendo que Wim se enoje un poco- ¡¿Qué demonios estabas pensando, desgraciado?!- preguntó alzando el puño y Lucca se puso algo nervioso.
-N-Nada, sólo pensé que tenía menos edad, es todo- rió nervioso el de ojos verdes.
-¡Yo sé que era lo que estabas pensando!- regañó enfurecido.
-¡Cálmate por favor!- siguió riendo nervioso el mayor- A-Además, no me has dicho dónde demonios está Theo- recordó tratando de hacerle olvidar el tema.
-Cierto- se calmó de una forma instantánea, bastante rara de hecho- Bueno, logre sacarlo de aquí, pero cuando salíamos nos encontramos a unos guardias y sólo el puso escapar- explicó poniendo una mano en su barbilla.
-Entiendo- indicó el azabache- Al menos él está bien- se alivió el mayor.
-Lucca…- llamó el castaño y Lucca volteó a verlo- Me alegra que Theo te haya elegido…- sonrió ligeramente.
-Gracias Wim…- sonrió de igual forma el capitán antes de aproximarse a la salida- Encontrare la forma de sacarte de aquí- prometió el mayor.
-Primero encuentra a Theo, Idiota-
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-¡Señor!- entró corriendo unos de los dos guardias que habían encontrado a Wim hace un rato.
-¿Qué sucede?- preguntó algo apurado por la cara que traía el hombre.
-El…El gitano ha…- trató de decir el guardia con temor, pero Benjamín ya lo había entendido todo. De inmediato apretó los dientes y los puños, completamente enojado.
-¡THEO!-
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