Capitulo 7
El sonido de las aves cantando el amanecer le despertó cual alarma. Frotándose los ojos tuvo que abstenerse de tirar un kunai a la calle por… según él, el ruido alborotador de la calle y se dirigió al baño, frente al espejo, para empezar con su aseo diario, en donde podía ver con detalle las bolsas debajo sus ojos, producto de otra noche de insomnio.
No es como si no durmiera… todo lo contrario aquello que lo mantenía renuente a cerrar sus ojos eran las pesadillas que en muchos casos se confundían con la realidad, camuflándose con la espesa negrura propia de noche.
La primera noche se presentaron los llantos de un bebe, que a medida que pasaban los segundos, aumentaba sus gritos al punto de querer romper sus tímpanos con aquel incesante llanto, poniéndolo alerta, haciendo que busque por todos los rincones a aquel causante de los ruidos, observando cada espacio, rompiendo inclusive partes del suelo o la pared y reclamando a los vecinos por no hacer nada ante el pobre infante que parecía morir…
A lo cual estos, en silencio solo lo miraban por unos instantes de manera expectante para responderle con la misma respuesta
: “_ ¿Qué ruido? Además aquí nadie tuvo bebes, ni tienen niños tan pequeños.”
Al creer que no era una jugarreta de su mente agotada y fue a acostarse en su cama, al cerrar los ojos escucho como rasgaban… una y otra, otra y otra vez… la madera de abajo en su cama sin parar, o más bien con una velocidad insoportable.
Clara fue su sorpresa al encender la luz e inspeccionar moviendo su cama, allí se encontraban grabados escritos en torno al suelo bajo la cama con unas letras uniformes de tamaño medio cuales garabatos, que repetían una y otras vez lo mismo.
“Ellos te van a encontrar… ellos te van a matar…”
Y no apago la luz, ni volvió a cerrar sus ojos hasta la llegada el sol.
Empezó a dudar de su cordura al notar que al amanecer, esos garabatos desaparecieron, y por más que busco no encontró indicio de que su casa allá sido invadida por un tercero.
Los días siguientes creyó que lo mas prudente era irse a la casa de Sakura o algún otro como Iruka o Kakashi al cual luego de explicarle lo ocurrió le brindaron su hogar por las noches.
Especialmente Kakashi que no paraba de preguntarle por su alimentación, o si noto a alguien rondar por su hogar o algo sospechoso cuando salía.
Hasta esa noche que regreso a su hogar creyendo que todo era paranoia y sin tomarle asunto a aquello que ocurrió a principio de la semana, se marchó a dormir en su casa una vez más.
Y con los ojos agrandados de sorpresa despertó por las tres de madrugada chirridos incesantes le despertaron, quitándole el sueño y lo único que se le ocurrió ya que no podía ir a molestar a ninguno de sus amigos por esas horas, fue a quedarse afuera, entre el pórtico y la ventana a esperar que amanezca.
Sin embargo por lo contrario, nada paro, sino aumento de intensidad hasta el punto de hartarle…
Aquellos lloriqueos se escucharon más ahogados, no obstante con la misma intensidad que fue perdiendo fuerza hasta no escucharse, empezó a oír golpes dentro en la pared como si alguien estuviese el otro lado tras el concreto…
Armándose de valor y con lo que tenía a mano, se dirigió hacia su dormitorio. Con la idea de ignorar todo sonido. Y se topa con una silueta difusa tapado con ropajes negros y desgastaos que cubrían todo su cuerpo, inclusive su rostro, pero no sus ojos rojos que sobresalían sobre las telas.
_Shhh… se está durmiendo._ le oyó decir con una voz rasposa, mientras ponía unos de sus largos dedos, haciendo una seña de silencio _. ¿Lo quieres ver?
El silencio se marco en la habitación, él quería preguntar quién es pero sus palabras se atoraron resecando su garganta. Se acerco con cautela sosteniendo secretamente un kunai en mano por si acaso y listo para retroceder y hacer algo técnica por si acaso, pero cuando vio el rostro el bebe se quedo tieso, sus piernas se sentían gelatina y su garganta como si tuviese arena.
Envuelto entre aquellas telas se encontraba lo que parecía ser una placenta algo seca e la cual sobresalían pequeños miembros humanos sobresalidos e los cuales se podían ver parte expuestas de músculos y huesos. Con un rosto rasgado, con la vista de sus músculos descubiertos seco y ojos podridos…
_ ¿No es linda?_ pronuncio, con su rasposa y gruesa voz.
El rubio ojiazul por inercia retrocedió hasta tropezarse con un objeto y caer al suelo.
_ ¿Quién eres?_ salieron de los labios, temblorosos por los nervios del ojiazul, por inercia al mirar aquella sombra acercarse a él.
_Soy… yo soy… yo soy…. YO SOY… HA HA HA HA JA JA JA… _empieza a reír reiteradamente de una forma desquiciada.
El rubio se levanta con la intención de enfrentarle.
_¿¿!!Quien eres… que pretendes molestando con tus bromitas ¡¡?? !!Lárgate ya ¡¡
El desconocido solo continúa riendo desquiciadamente.
_Ya me hartaste…_le dice a la sombra y al instante de lanzar varios kunai a este que los esquiva, para luego posicionarse tras él, e impactarle una ráfaga de golpes.
_DEJA _golpe_... DE _ MOLESTAR _golpe_…ME.
Le gritaba con frustración. En aumentó al notar que a pesar de los golpes el hombre sin rostro no paraba de reír.
Y continuo… la insistencia por pararle se insto en sus puños, colmándolos de una adrenalina asesina. Sus manos se tiñeron del color carmín ajeno, mesclado con el suyo que fue lastimándose por la fricción con los que los insertaba en el cuerpo del otro hombre.
El sonio de huesos quebrándose a cada segundo…
La sangre salpicando sus ropas y su cuerpo…
El último golpe termino con la sombra dejándolo en el suelo.
Con la respiración regulada volvió en sí, mirando sus manos y su alrededor. La habitación y el estaban bañaos en sangre y de pronto a su memoria llegó como un deja- vu la misma escena.
Y esos segundos el miedo volvió calando hondo en su interior.
De pronto e aquella sangre que se encontraba alrededor del rubio, tomo forma de un ejército de brazos largos que lo fueron inmovilizando a pesar de su resistencia. Hundiéndolo en aquel punto del suelo que parecía cemento liquido.
Mientras se iba sumergieno en el suelo puo notar que unas frias manos iferente a las emas, le agarraba el cabello. Y en sus ojos vio e nuevo a la sombra, que le levanto el rostro, se hacerco a su oio y le susurro
: _Soy tu locura, miedo, soy tu impotencia, soy la culpa… que inconscientemente se instalo dentro de tus huesos, que corre por tus venas que se pasea por alma. No me puedes borrarme yo estoy dentro de ti… a cada segundo en que respiras y yo mando Naruto.
Tras decir aquello hundió su cabeza, en el fondo de aquel suelo, sumergiéndole en obscuridad.
Salto de su cama, entre sabanas enredadas, buscando aire. Encontrándose con la sorpresa de que estaba en su cama. Y lo primero que hice fue ir al baño. Y tomar algo de agua su garganta estaba seca y se miro en el espejo.
Lo ocurrido le hizo pensar que en consecuencia. Que no era capaz de estar solo en las noches, las ojeras por la falta de sueño, los moretones y raspones marcados en su piel trigueña, los restos de sangre seca en sus labios, eran claros indicios de ello.
No sabía hasta que punto sus pesadillas eran reales o solo un síntoma de la pérdida de cordura, que ambiciona acabar con él, lo único que sabe es que esta espera, en la obscuridad pacientemente como planeando un juego macabro en donde él es el juguete.
De pronto casi salta al oír la puerta de la entrada abrirse emitiendo un leve chirrido.
Uno ruidos sigilosos le sacan la poca calma que le queda y se trata de mover en silencio estudiando los movimientos de la gran sombra que se dirigía en dirección al comedor del cual empiezan a surgir sonidos como de alguien masticando desesperadamente algo.
Al irse acercando nota que aquella silueta toma forma, una capa negra… y cabellos cortos azabaches, de una altura un poco más alta que el por unos centímetros.
O eso es lo único que logra notar, ya que por cierta razón, el comedor no hay luz alguna, a pesar de ser todavía de día, cosa que asusta al ojiazul.
Nuevamente se acerca rectamente para encestar un golpe, logrando que aquella sombra caiga al suelo. Justo al punto de ver su rostro y hacer un jutsu de clones para continuar atacando se detiene al escuchar su voz.
_ Auuuch… ¿Qué te pasa?
_…._ El rubio se sorprende al ver a Tetsuya allí tirado, con su típica chaqueta azul obscuro. En vez de quien vio, y quedo en silencio… al ver que la luz el día iluminaba el pequeño comedor_ Creí ver… no nada…_ decidió callar antes que el azabache le crea loco._ ¿Y qué diablos haces sacando comida de la heladera como vil ladrón? aunque sea toca la puerta CARAJO_. Le reclama.
_ ¿EEHH…? Pero yo toque… estoy tocando hace un poco mas de media hora y nadie me abrió así que lo hice yo solo. Y tengo hambre… te dije que compraras algo… esta heladera lo único que tiene es podredumbre... pan casi duro y leche rancia…_ ve al fondo_. Oh… mermelada._ pronuncia viéndola cual milagro reencarnado.
_Bueno no se… yo compro lo que voy a comer en el día.
_ ¿Así recibes a quien consiguió más dinero para tu subsistencia? ¡Ingrato¡ no quiero saber que hubiese pasado si me iba por más tiempo, aseguro que me ibas a terminar pateando las pelotas, apuñalándome o algo así…
_ Fue tu culpa también, no avisaste.
_Snif… abusivo, ¿como un pequeño puede ser tan abusivo…? con un pobre hombre que solo quiere cuidarlo._ pronuncia con un aura depresiva desde un rincón mientras forma circulitos en el piso con su dedo.
_ ¿Como un tipo de treinta y tantos no es capaz de comportarse como su edad?_ piensa y suspira_. Bien, perdón sí… es que no tuve una buena semana y creo que…_ carraspea un poco al recordar las extrañas visiones que tenia inclusive, cuando apareció el azabache mayor_, estoy algo paranoico.
_ Oh… que raro, aseguro que fue causa de un ramen vencido, te dije que compres cosas saludables._ le recrimina ya con un rostro serio…
_… viejo bipolar.
_Ah sí… pues… niño llorón._ le señala.
_Grrrrr… ¿que acaso buscas pelea?
_Acaso crees que un chiquito como vos me va a hacer una pizca de daño.
Ambos se miran desafiando al contrario, expulsando chispas de sus ojos. Hasta que en leve gruñido proveniente el estomago el rubio corto la discusión, seguido por un ruido crecidamente estridente tal cual el gruñido de un león, producto del estomago del azabache.
_Mejor… vallamos a comer algo afuera. Creo que ya son pasadas las doce. ¿Parece que tuviste un sueño pesado eh?_ pronuncio el azabache terminando con el silencio de la sala, con asomo de vergüenza y a lo que el rubio asintió en respuesta.
En el camino a un puesto de barbacoas y otras comidas ya que el azabache se mostro firme a comer algo diferente al ramen, y en el camino pararon disimuladamente, al escuchar comentarios extraños.
_ ¿Oye sabes que anda pasando?_ le dice una mujer a la otra mientras caminaban.
_No sé bien… pero a mi marido le prohibieron ir a cualquier misión que necesité la utilización de chacra y ninjutsu. El me conto que había oído hablar al sexto hokague, decía que al parecer hay algo extraño en el agua, que reacciona al momento que alguien usa chacra.
_Valla, tal vez por eso últimamente se reportaron muchos casos en la aldea sobre ataques violentos y comportamientos extraños, que al parecer reaccionan como bestias fuera de control, hasta hubo casos de niños que casi mataron… que horrible ¿no?
_Si… creo que mejor empezare a recolectar agua del rio más cercano hasta que las cosas se tranquilicen.
Una vez que las mujeres se fueran lejos de la vista, Naruto hablo:
_Sakura me dijo que percibía algo raro al agua, por eso empezó a usar agua embotellada, ahora veo el porqué _. Hablo el ojiazul al azabache.
_Humm… quizás eso fue el causante de que actuaras raro. Aunque si no usaste chacra aseguro que no te afecto tanto, vamos a ver a esa rubia borracha por si acaso luego. Por el momento no creo que comer un poco haga mal…
_Si tienes razón.
Ambos concuerdan y entran a un establecimiento de comida variada y barbacoa en mayoría visitada por familias o amigos.
_! Bienvenidos ¡ aquí está el menú , vean y avísenme que les gustaría que les sirvamos_. Le habla un muchacho con traje de mozo.
_ ¿Mmmm… no tienen ramen?
_No.
_Bueno, barbacoa entonces.
_ ¿Y usted señor?
_Ahhh, yo pues… quiero un plato de todas las hojas del menú.
El mesero tanto como Naruto agrandaron sus ojos cual platos al escuchar al azabache.
_Es en serio viejo…_ le grita el ojiazul.
_…. Tengo hambre.
Naruto veía con un semblante escéptico como el azabache a su lado tragaba plato tras plato, que le habían traído, uno más grande que el otro, no creyendo como el hombre con sus dientes trituraba la carne asada, en este caso las piernas y demás, cual tiburón se trabase y siguiendo con los platos más suaves acabando con ellos en cuestión e milisegundos.
Tal era su sorpresa que le tenía en shock, al igual que los otros clientes del establecimiento, que en vez de comer le miraban, en ello un grupo de hombres corpulentos entre ellos, un amigo que conoció de nombre Choji los anteriores días, lo mira con cara de pez, para luego acercarse y preguntarle el nombre el azabache y recitar la pregunta que todos allí quisieron pronunciar
: _ No es para molestar… pero tu amigo creo que come la misma cantidad o quizás más que yo… ¿cómo le hace para estar así de flaquito?
Todos miraron a Naruto esperando la tan ansiada respuesta, en cambio el azabache concentrado en su labor no los había escuchado y continuaba devorando toda comida cerca de su rango visual.
_No tengo la más mínima idea_. Pronuncio el rubio desanimando a los presentes.
_Oh dios… no he comido tan bien en bastante tiempo _pronuncia mientras con un brazo soba su estomago, el cual no se había hinchado ni un centímetro cuando mucho_. Mmmm… ¿y si vamos a tomar algo?_ pronuncia.
_Mira no se… la represa esta algo lejos y no creo que el agua de la aldea sea suficiente para tu estomago_. Le contesta con sarcasmo.
_Mmph. Es mi dinero puedo comerme lo que yo quiera. Yo lo estoy pagando.
_Como sea… ¿en dónde estabas?
_Pu-u-es… yo por ahí estaba…
_ ¿Porque hablas así?
_Ehhhhhh… ¡MIRA TÚ NOVIA¡_. Señala para desviar su atención a cualquier lado opuesto con la intención de huir.
_Hinata. ¿Dónde?
_NO JODAS, de verdad existe… me fui una semana, no cinco años_. Pronuncia sorprendido.
_Tú. ¿No te resistes a no decir algo idiota no?_ le dice mientras le sostiene como puede de la camisa._ Escúchame ahora cuasimodo emo, déjate de tartamudear boberías y escupí la sopa_ amenaza con una afilada mirada_ porque si tratas de hacer una estupidez como la el otro día te juro que…
_ Ho-la Naruto ¿interrumpo…. algo?_ pronuncia una tímida y baja voz tras de ellos.
Naruto suelta al pelinegro quien achica sus ojos de la sorpresa, ya que la noticia para el era como si se tratase de una aparición.
_No jodas eres real…_ le señala_ y eres linda _. Se arrodilla y toma las manos de la chica azabache quien se sonroja ante el gesto_ Buenas… le aseguro que no se arrepentirá de su acto impulsivo de desesperación al elegir a Naruto… si yo sé que es re cerdo y le apestan los pies, come basura y ronca como mula pero yo le prometo… cambiarle para mejor, solo deme tiempo y le aseguro que hare de Naruto el mejor esposo para usted… y quiero ser el tío… y que uno sea azabache.
_ ¿¡Ehhh…!? _ La muchacha se queda entumecida y más roja que un tomate.
En eso, aparece el rubio ojiazul dándole un golpe con ira contenida, en la cabeza con un palo al azabache mayor, de quien sabe dónde, dejándole momentáneamente noqueado en el suelo.
_No le hagas caso al bastardo Hinata. ¿Cómo estás?
El rubio no tenía idea de cómo dirigirse hacia la muchacha que supuestamente era su novia, re confirmado por el chismoso de Kiba. Pero sabía que le debía respeto porque se notaba que era una buena chica, cosa que confirmo al encontrársela el otro día. Aunque para el que no recordaba nada y no la veía como más que una desconocida eran las cosas complicadas.
Ya que mas la veía como amiga, no novia.
Mientras que la chica azabache presenciaba expectante con una gota de sudor estilo anime en su frente. Esperando que el azabache mayor siguiese respirando, ya que no quería ser una cómplice de asesinato.
_ C..reo que veo un poco de sangre… _ piensa la mujer con terror_ bien… hola Naruto… ¿sabes?_ ignora el cuerpo inerte el azabache_... estaba pensando y realmente necesito… decirte algo… ¿crees que tengas más tiempo a la noche así podemos discutirlo…?
_Claro. ¿Qué tal si vamos a cenar a Ichiraku por las diez?
_Si… me encantaría.
_Bien entonces nos vemos allí más tarde Hinata.
Cuando Naruto se despide de la chica azabache siente que le tocan el hombro.
_Awwww… que lindo te va a dar una oportunidad.
_... ¿Que tu no estabas el suelo?