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The Time por Ash_Ashford

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Notas del capitulo:

Hoooola :D 

Espero les guste^^ dejen sus reviews 

The Time.

Capítulo 6. Planes.

Martes 11:30 am

Cavendish estaba feliz y satisfecho; hoy, durante las primeras clases había respondido bien varias preguntas, además de haber pasado al pizarrón a resolver un ejercicio. Como era de costumbre las chicas suspiraban por él y los cabrones le tenían envidia.

Caminaba por un pasillo largo, en solitario pues necesitaba pensar en cómo llevar a cabo su siguiente plan, su estrategia esta vez era bastante sencilla:

  1. Encontrar a un chico (de preferencia inseguro) y
  2. Sobórnalo con algo para convencerlo de
  3. Ser su novio.

Ya que (por alguna razón desconocida para el rubio), lo inn eran las parejas homosexuales. Si Cavendish conseguía tener éxito en su plan, tendría popularidad asegurada el resto del año.

:-Así que era eso –El rubio escuchó decir a alguien, esa voz le sonaba familiar, pero no distinguía de dónde, el oji-azul decidió parar para escuchar mejor.

:-Shishishi, sí, me alegra que no te molestaras, Usopp. –“Cara de mono” pensó Cavendish al reconocer la voz de Luffy.

:-No te preocupes, si necesitas que te cubra la espalda, sólo dilo.

:-¡Shishishi! ¡Sí! –se escuchó decir a Luffy mientras se alejaba.

:-¡Oe Luffy, sólo no hagas algo estúpido! –gritó la voz desconocida.

Con ese tono y la agudeza del grito Cavendish identificó la voz “El chico acosador/ ladrón/ pervertido” –pensó. Siguió avanzando, dispuesto a girar a la izquierda, al corredor donde la plática había sido mantenida. Conocer la cara del maleante, era algo que el oji-azul no podía dejar para después. Así pues, giró a la izquierda y se encontró con un joven; era fácilmente más bajito que él, muy moreno, con una mata de rizado cabello negro amarrada en una cola de caballo. Su nariz era bastante larga, pero lo que más llamó la atención del rubio fueron los ojos del joven. Eran grandes, con unas pestañas largas y curvas aunque algo escasas, posicionadas casi estratégicamente en los parpados, además tenía unas pupilas fusionadas con unos iris negros dando el efecto de no tener alguno de los dos. Por alguna razón, Cavendish se quedó observando al peli-negro por unos momentos, luego con toda naturalidad agregó:

:-¿De casualidad conoces a Keimi, de 1ªA? –El joven, algo aturdido asintió. -¿La has visto?

:-Sí… si, si, la vi por la cafetería.

:-Gracias. -Dicho esto Cavendish siguió caminando con total naturalidad. Una vez lejos de la vista del narigudo, se puso a analizar la situación:

Bien, su nombre es Usopp si el cara de mono está en lo correcto. Nunca lo había visto, no debe de ser muy popular y lo más probable es que esté en primero. Él se quedó un rato observándome también

:-¡Pero claro que me observaba! ¿Cómo no hacerlo si soy hermoso? –Exclamó el rubio a la mitad del corredor; su vanidad había hablado por él.

No, pero él no me miraba con envidia o coraje. Tampoco con amor. ¿Admiración? ¿Respeto?... Sí, eso es, él no es popular, seguramente le parezco admirable por mi gran hermosura, mi brillante nobleza, mi esplendor nato, mi inteligencia inigualable, mi grandeza e incomparable personalidad” –Paró en seco, su cerebro había encontrado la pieza del plan que faltaba.

~~*~~

Martes 7:59 am

Law despertó de golpe, con una sensación extraña, como si hubiera olvidado algo, muy probablemente había tenido otro sueño raro y cómo de costumbre todo se había desvanecido antes de despertar.

Sonó la alarma; era tiempo de comenzar el día. El ojeroso se levantó, bañó, vistió y peinó para luego dirigirse al comedor a desayunar.

:-Bueno días, Law.

:-Buenas, Monet-ya.

:-¿Te divertiste con Luffy?

:-Si, como nunca antes en mi vida.

:-Fufufufu vamos Law, tampoco es para tanto.

:-¿En serio? Es la persona más hiperactiva que he conocido. Tal vez esté enfermo o algo. –contestó mientras se servía un plato de cereal con leche.

:-¿Por qué lo dices?

:-Hay pacientes en fase terminal que suelen hacer muchas estupideces porque saben que no podrán hacerlo después.

:-Fufufufu pues en mi opinión Luffy está muy sano. Tal vez sólo es así.

:-Me adelanto –dijo dejando el plato en el lavaplatos.

:-Hoy me llevaré el auto, ¿No vienes?

:-No, iré caminando.

7:45 am

Ese estúpido restaurante habría de nuevo. Cocoyashi era básicamente un restaurante de frutas; los asientos están diseñados con formas de uvas, sandias o naranjas, además de tener cojines y manteles con motivos frutales. Las lámparas del techo tenían formas de fresas, piñas o manzanas, el lugar estaba refleto de pequeños árboles frutales o palmeras con cocos. Por si todo esto no fuera demasiado en el menú sólo había platillos con alguna salsa de frutas raras, jugos o gaseosas con sabores a frutas, y, pasteles. PASTELES, PA, PAN. Ese lugar no podría ser más odioso.

Law odiaba ese restaurante incluso antes de saber su adicción por las frutas. Lo odió desde que, años antes, su restaurante favorito había cerrado en el mismo local, local que sería ocupado por Cocoyashi. En su interior el peli-negro sabía que Cocoyashi no tenía nada que ver, que el frutal establecimiento sólo compró el local, que su restaurante favorito “Polar Tang” había cerrado por la muerte del dueño. Pero aún a sabiendas de esto, Law pasaba todos los días por ahí para poder ver al local y odiarlo en silencio. El estudiante siguió su camino, maldiciendo a Cocoyashi en sus pensamientos, cuando un alboroto lo distrajo; alguien a fuera de D’nuts discutía.

:-¡Ah Ace! ¡Traicionero!

:-¡¿Eh?! ¡¿Y yo por qué?!

:-¡Te dije que compraras de Café!

:-¡¿Y por qué te iba a hacer caso?!

:-¡Para tener de los tres sabores! ¡Idiota!

:-¡Cállate Luffy! –dijo el alto joven mientras empujaba al susodicho dentro del auto.

“¿Luffy-ya?” –pensó Law.

:-¡Mi furia no será silenciada! –se escuchó gritar a Luffy dentro del auto.

:-¡Acelera, Ace! –gritó alguien dentro del mismo. El joven de cabellos negro se metió en la cabina y el auto se marchó.

Law veía alejarse al auto con una gota de sudor en la frente. Deseaba no tener que ver de nuevo al monito.

~~*~~

11:45 am

Después de haberlos llevado a la enfermería (y que, ahí, la Dr. Kureha vendara la mano de Sanji que se había torcido, además de darle algunos analgésicos a Zoro, pues a este le dolía la cabeza) Akainu decretó que tendrían que trapear el piso de la cafetería, castigo hecho con doble propósito.

a)    Aumentar su “resistencia” a superficies resbalosas y

b)    Castigarlos por alterar el “orden” público.

Así que ahí estaban ambos jóvenes, con una cubeta llena de agua enjabonada y un buen trapeador cada uno.

:-¿Qué parte quieres? –preguntó Sanji

:-Esa. –Dijo Zoro mientras señalaba la parte derecha de la estancia.

:-Okay entonces yo… oye, si quieres esa ¿por qué vas para la izquierda?

:-Tsk, cállate.

:-Tonto.

20 minutos después.

:-Creo que Akainu exageró con esto. –Dijo el peli-verde. No obtuvo respuesta. –Oe, te estoy hablando -silencio de nuevo -¿Estás sordo? –gritó mientras volteaba. Zoro se encontraba en un largo pasillo, solo.

:-¡Oe! ¡Marimo! –Gritó Sanji mientras se acercaba al peli-verde- ¿Qué mierda estás haciendo? Me descuido un poco y te vas. Si estás tratando de escapar te aconsejo que lo dejes, sólo harás que Akainu se ponga más bravo. –Zoro se sonrojo de vergüenza, otra vez se habían “movido” los edificios.

:-Claro que no, cejas de diana, lo que pasa es que los edificios se mueven. –Sanji se quedó serio, esperando que la cara de Zoro revelara que era una mala excusa y que de hecho, se quería escapar del castigo, pero el semblante del Marimo no cambió.

:-Jajajaja, ¡¿Pero qué dices?! Jajajajajaja –el rubio lloraba de risa, ocasionando que Zoro se sonrojara más.

:-¡Cállate y vámonos caballero de mierda!

:-¡Hey!... Oe, Marimo, la cafetería no queda por ahí.

:-¡Ya lo sabía!

 

01:00 pm

Después de terminar de trapear Akainu les exigió limpiar las mesas, pero en el proceso los jóvenes habían ensuciado el piso, así que tuvieron que trapear parte del piso de nuevo. Ahora, ambos jóvenes se dirigían a dejar los utensilios en su lugar.

:-Oe Marimo

:-¿Qué?

:-Gracias.

:-¿Por?

:-Ayer, me salvaste de Akainu.

:-Uh, eso, así que tú fuiste el idiota del suspiro.

:-No empieces Marimo.

:-Jajaja claro, para servirle, Cejas rizadas.

:-No creo que hoy vayamos a algún lado, porque salimos ayer, pero si mañana salimos, ven con nosotros. –Sanji sonreía mientras hablaba. Zoro sintió algo en su pecho.

:-Si, gracias.

01:10 pm

Ambos jóvenes llegaron al salón de clases y tomaron asiento, la clase comenzó  y siguió sin nada relevante, hasta que a mitad de ella Luffy y Usopp se despidieron y salieron. Tenían 100 lagartijas por hacer.

2:45 pm

:-Bueno chicos, iré de compras con Vivi, nos vemos mañana –dijo Nami sonriendo mientras salía deprisa del salón.

:-Hasta mañana mi hermosa rosa ♥

:-Adiós.

Zoro y Sanji caminaron juntos hasta la salida.

:-Nos vemos, Marimo.

:-Adiós, ceja rizada.

~~*~~

 

3:15 pm

Sanji estaba contento, finalmente esa racha de “no saber que decir” con el Marimo se había desvanecido. Ahora no tenía nada de qué preocuparse. Caminaba por una calle un tanto retirada de su casa, ya que le habían dicho que vendían unos vegetales de primera calidad y desde hacía tiempo el cocinero planeaba probarlos.

Mientras buscaba el lugar entre las fachadas de casas y otros negocios, recordó la pelea.

“¿Por qué diablos se habrá enojado tanto? ¿Será uno de esos feminazis? ¿Y por qué me enoje tanto yo?” – Sanji recordó la expresión en el rostro de Zoro, fría, insensible… cortante. La expresión rodeada de cabello verde. Cabello, verde. – “Claro, se parece a él. Espero que Zoro no sea tan imbécil”

Finalmente encontró el local y entró. Al cabo de unos 20 minutos salió con dos bolsas llenas de vegetales variados.

:-El viejo va a amar esto –dijo mientras observaba el tiquet.–Oh, perdón- por su distracción había chocado con alguien.

:-¡Cejas locas!

:-¡Marimo de mierda! ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Te perdiste de nuevo? –Sanji había hecho esa pregunta como broma, pero al ver el sonrojo en la cara de Zoro, se dio cuenta que había dado en el clavo- Dios, lo tuyo en cosa seria. ¿Sabes tu dirección? –Zoro mostró un papelillo arrugado que llevaba en la mano.- Bien, sé dónde es, te llevaré.

:-Si, gracias.

Caminaron justamente dos casas hacía abajo.

:-Bien aquí es.

:-¡¿QUÉ?! ¡PERO SI PASE POR AQUÍ OCHO VECES!

:-JAJAJAJAJAJAJAJAJA idiota.

~~*~~

2:00 pm

Luffy y Usopp salieron temprano de clase para hacer sus 100 lagartijas.

:-Tsk, al final de esto voy a tener que ponerme al corriente en OTRA, clase.

:-Shishishi, vamos, anímate.

:-Luffy, tú lo dices porque tiene algo que te motiva, yo en cambio nada tengo que hacer después de clases.

:-¿Por qué no vienes con nosotros?

:-¿Salir con gente de New World? No, gracias. Agradezco que esa tal Monet te haya salvado, pero la gente de New World no es de fiar Luffy –dijo Usopp mientras un escalofrío pasaba por su espalda.

:-¡Tonterías!

:-Si, tal vez. Pero no me voy a arriesgar.

Una vez cambiados, comenzaron a hacer sus lagartijas. Para cuando la campana sonó anunciando el fin de la jornada ambos jóvenes habían terminado las lagartijas.

Después, siguieron la estrategia del día anterior: Empezar con limpiar el salón y luego pasar a sacar la basura de las áreas verdes correspondientes. Al igual que el día anterior, Usopp terminó a las 3:45 p.m. y se marchó, renegando de su vida.

Sin embargo, esta vez Luffy terminó más rápido y a las 4:00 en punto estaba en el callejón esperando a la peli-verde y a su singular primo. Cinco minutos llegó la susodicha, pero estaba sola.

:-Hola Luffy –saludó Monet.

:-¡Hola Monet! ¿Y Torao?

:-¿Torao?

:-Así le digo a Law.

:-Ah, bueno. Eso te iba a decir, no quiso esperarme, así que se fue a casa –Luffy hizo una mueca de decepción pura- pero, tenía planeado llevarte a casa. Tenemos un par de consolas, te gustan los videojuegos, ¿verdad?

:-¡Sí!

:-Vale, entonces vámonos.

La peli-verde y el monito caminaron hasta la avenida y tomaron un taxi. A diferencia de su primo, Monet no disfrutaba mucho del transporte público.

Al llegar al edificio, Monet introdujo el código de acceso y pasaron al interior, tomaron el elevador y bajaron en el doceavo piso, avanzaron hasta el departamento 34b y entraron.

:-Llegué –dijo Monet dejando su bolso en un sofá y haciendo señas a Luffy para que dejara su mochila en el mismo lugar. El apartamento era bastante lujoso y amplio. Contaba con cuatro habitaciones, cada una con baño, una sala de estar, un baño particular, un pequeño estudio (del cual Law se había apropiado), un comedor y un balcón.

:-¡Que grande! –Exclamó Luffy- ¿Y Torao?

:-Probablemente está en el estudio. ¿Por qué no vas por él? Es la segunda puerta a mano izquierda. Yo iré a quitarme el uniforme.

:-¡Vale!

Law se encontraba plenamente sentado en su silla favorita disfrutando el quinto volumen de la enciclopedia médica que había comprado la semana pasada cuando escuchó a su prima y, posteriormente a una voz muy gritona que él ya conocía. Law se alteró por completo. Seguramente Luffy-ya iba a desordenar sus enciclopedias, usaría el globo terráqueo como pelota, bebería algo y mancharía el piso, o de alguna estúpida forma terminaría por incendiar su pequeño santuario. “Maldita Monet” –pensó mientras se dirigía a la puerta, sin embargo cuando iba a tocar el picaporte la puerta se abrió de repente, golpeando al ojeroso en la cara.

:-¡Torao! ¿Torao? Torao, ¿qué haces sentado en el piso?

:-Me gusta estar sentado aquí.

:-Shishishsi, que raro eres. ¡Oh! ¿Qué es eso?

O no, había comenzado. Luffy se paseó por toda la pequeña habitación, inspeccionando todos los artilugios que había en ella; desde el globo terráqueo hasta la colección de arañas disecadas, además había ojeado un par de libros, dejándolos casi de inmediato al ver que las imágenes eran aburridas. Detrás del monito estaba Law, tratando de dejar en su estado original toda cosa que Luffy ponía de cabeza, sin embargo Torao sabía que eso era un cuento de nunca acabar.

:-Luffy-ya ¿no quieres jugar videojuegos?

:-Claro^^ -dicho esto el menor salió para dirigirse a la sala.

M-A-L-D-I-T-A M-O-N-E-T

Al llegar a la sala se encontró con Monet sentada en un sillón, mirando su teléfono celular.

:-Hola Law –saludó la peliverde dirigiéndole una sonrisa fanfarrona. Law contestó el saludo con una mirada gélida. –Pedí comida rápida, Luffy, espero que te guste el ramen.

:-¡Claro! ¡Monet, juega con nosotros también!

:-Sí, claro.

Así los tres personajes comenzaron la partida. Era un videojuego de guerra, Luffy eligió la misión, Monet el campo y Law los equipos; el ojeroso hizo que fuera un todos contra todos. El objetivo de la misión era sencillo, robarles la bandera a los contrincantes sin perder la tuya en el proceso. La primera en caer fue Monet, quien cayó presa en una trampa de Law.

:-Ja, -dijo Law al ganar la bandera de Monet.

:-Si, si, felicidades –contestó Monet, mientras llamaba de nuevo para preguntar por la comida, pues ya se había tardado. Luffy miró la cara de Law, su semblante no era muy diferente al que generalmente tenía, sus labios estaban juntos, su ceño no era fruncido, pero, Luffy veía en los ojos de Law su concentración. Sus irises grises junto con sus pupilas miraban con detenimiento cada detalle, analizando, pensando, planeando, entonces, la boca de Law se abrió.

:-Gané -dijo con una sonrisa triunfante.

:-¡¿Qué?! –gritó Luffy

:-No sé de qué te sorprendes, generalmente cuando juegas no te quedas viendo como tonto al otro jugador- contestó Law mientras se encaminaba al comedor. Luffy se sonrojó por su comentario.

Comieron, Monet y Luffy se rieron, Law se limitó a escuchar y para las 9:00 el teléfono de Luffy sonó.

:-¿Luffy?

:-Ace.

:-¿Dónde estás?

:-En casa de Monet y Torao.

:-¿Los nuevos amigos?

:-Si.

:-Tienes que venir ¡ahora!

:-¿Por qué?

:-Sabo me envió un mensaje, el abuelo viene a visitarnos. –Luffy pensó en la mierda de habitación que tenía, en que no había lavado los trastes, en que estaba castigado en la escuela y en que se encontraba en casa de alguien de New World. Colgó el teléfono. Su rostro estaba azul.

:-Monet, Torao, me tengo que ir, nos vemos luego, gracias por la comida. –El chico tomo sus cosas y salió corriendo.

~~*~~

Martes 05:00 pm

Crocodile estaba exhausto, ese día fue probablemente el más largo de toda su existencia. En el transcurso del mismo Bentham no había dejado de molestar “Hoy estás más molesto que de costumbre” “Ya croco-chan, dime qué te pasa” “No andarás enamorado, ¿verdad?” canturreaba cada vez que tenía oportunidad.

“Enamorado, claro, enamorado de las ganas que tengo de despedir a todo el mundo y matar a esa estúpida ave”-pensó.

Contarle a Bentham sobre lo que había hecho la noche anterior no era una opción. El cocodrilo tomó su teléfono, por la mañana apenas había tenido oportunidad de revisar sus redes sociales para asegurarse que no había publicado nada indebido en ellas, ahora era tiempo de revisar lo demás. Abrió la galería, había un par de fotos borrosas; del bar, de la calle, de su recámara. Crocodile frunció el ceño al ver un video después de las fotos, dudó por unos momentos, pero al final decidió abrirlo.

:-¿Por qué quieres que lo grabemos? –preguntaba un Crocodile con la voz bastante pegostiosa, seguramente por el alcohol.

:-Kufufufu, lo vi en una película.-contestaba un flamenco acomodando el teléfono para que se quedara en equilibrio. -Ahora sí, en que estábamos –Doflamingo se dirigió a donde estaba Crocodile, y antes de que este pudiera contestar, le besó de forma apasionada, sus bocas más que besarse se estaban fusionando, sus lenguas bailaban dentro y fuera de estas, las manos del flamenco se paseaban sin pena alguna por el cuerpo del peli-negro, mientras que las de Cocodrile estaban dentro de los pantalones de su amante. El pervertido beso continúo por unos minutos, hasta que Doflamingo tumbó en la cama a Crocodile y lentamente comenzó a darle besos en el cuello, en el abdomen, en la pelvis... Crocodile apagó el teléfono de golpe, sin embargo el aparato se había trabado y el sonido seguía reproduciéndose.

:-Mgh, sí, ahí… ahhh… ahhhhh más…. Ahí…. ¡¡Ahhh!! –finalmente el sonido dejo de reproducirse.

“Joder” –pensó Crocodile, mientras observaba como su entrepierna comenzaba a despertar.

 

 

Notas finales:

No se preocupen, luego leerán una escena Lemon de verdad 7u7

Nos vemos en el próximo:3


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