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Juguetes sexuales. por nezalxuchitl

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Notas del capitulo:

Tu eliges ;)

-Postre de crema, mi favorito. – se relamio, mirando al rubio como si compartiera con un viejo amigo.

-¡Infeliz! Si cree que se saldrá con la suya esta muy equivocado…

Eran palabras de impotencia y hasta Forbes lo sabia. Fasmember se paro, y se fue, asi sin guardarse la polla, ya flácida y todavía humeda, por un vaso de agua, que hizo beber cuidadosamente a Robert, con mucho cariño, limpiándole la boquita cuando acabo.

-Bien, mein schönen – seguía demostrando sus raíces germanas – debes estar cansado de estar asi. – dijo desamarrándole las manos, bajándoselas, volviendo a medio cubrirlo, púdicamente, con el camisón roto. - ¿Umh? – le daba pequeños golpecitos en el rostro, como para hacerlo volver en si - ¿Precioso coronelito yanqui? ¿Robert? 

Robert parecía volver en si.

-Fooorbes – balo, reconociéndolo.

-Forbes, asi que se llama Forbes. Que desconsiderado de su parte no presentarse. ¿Pero sabes que fue aun de peor educación?– le agarraba la carita a Robert y lo obligaba a mirarlo, a pesar de que sus ojos desesperados insistían en mirar a Forbes - ¡Que quiso robarte! ¡Llevarte de mi lado! Y tu, lindura, estoy seguro de que quisiste ayudarlo.

-No…

-¡No mientas! – grito furioso – Hasta ahora no habias mentido, habias sido un hombre de honor, pero si empiezas a portarte mal, tendre que castigarte como a la niña mala que eres, que se que eres…

Robert volvió mas en si, procesando lo de castigarte. ¡Si hasta el momento no lo habia castigado! Las horribles torturas a las que lo habia sometido, no podia imaginar nada peor.

-Tu lo ayudaste, asi que tendras que compartir su castigo como compartiste su culpa.

-No, si. Castigueme a mi, pero no le haga nada a Forbes.

Fasmember se sintio enternecido: el coronelito yanqui realmente amaba a su amiguito, mientras que no estaba seguro de lo contrario.

-Eso no es posible. Intento robarme lo que es mio y tiene que sufrir.

-Fue mi culpa. Yo le dije que me llevara…

-¡No es cierto! El me dijo que me fuera solo, ¡la culpa es mia!

-Vaya vaya, tanto quieren hecharse la culpa que sospecho que no quieren compartir el castigo, lo quieren para ustedes solitos. – se sobo la entrepierna, y como estaba expuesta, se la acabo de endurecer, no sin un poco de dolor en el gesto.

Ato un lazo en torno al cuello de Robert y luego solto el aro metalico con cadena empotrada en la pared. Lo alzo para alejarlo un pasito de esta y luego lo coloco, cuidadosamente, de hinojos. Robert volteo el rostro, muy sonrojado, para no ver aquella polla, pero valiéndose del otro extremo del lazo Fasmember lo obligo a encararla.

-Chupamela.

Cero respuesta. Otro apretón y la repetición de la orden.

-Nn-no.

Fasmember se acuclillo. Con toda la paciencia del mundo junto su mejilla a la de Robert, mirando ambos en dirección de Forbes.

-Si no lo haces, le ira muy mal.

Robert lo miro con ojos aterrados. Que no dijera mas, que fuera tan inespecífico lo llenaba de terror. Le recordaba sus propias experiencias y no quería que Forbes las viviera.

Este, que aun no conocía a Fasmember, resoplo al ver que se paraba y Robert se cubria el rostro con las manos.

Viendolo lujuriosamente, ¡a el! Fasmember repitió:

-Chupamela.

Robert bajo las manos, volteo el rostro. Pero con ojos y labios cerrados no parecía que progresaría.

-Abre esa linda boquita y cometelo como si fuera un dulce.

Robert asintio, y antes de que profanara su rosa con esa cosa, Forbes grito:

-¡No lo hagas Robert!

Llorando, Robert le contesto:

-¡Si no lo hago te matara!

Forbes lloraba, Robert lloraba, Fasmember miraba divertido la escena. El nunca habia dicho eso.

-Como si fuera un dulce. – repitió, dándole otro suave tironcito al lazo que lo tenia amarrado del cuello.

Evitando mirar a Forbes, quiso darle la espalda, pero Fasmember no lo dejo. Queria que el otro viera, asi que de costado a el, para que no perdiera detalle, hizo que Robert acercara su boquita, carnosa y rosada, timida, engullo la punta de su polla, mas de media polla, cerrándola suavemente en torno a su hinchado miembro y chupando como un gatito, suave, tierno.

Forbes veía aquella traición, completamente voluntaria, sin acabarse de creer que fuera para salvarle la vida. Se lo habían prometido, Robert le habia prometido que aquello se lo haría solo a el, solo ellos, por amor. Y ahora estaba ahí, exforzandose en complacer a ese otro hombre, que mesaba los cabellos de su Robert, que disfrutaba de las caricias de los labios que solo a el pertenecían.

Fasmember no habia recibido aquella gratificación de parte de Robert desde la primer noche que pasaran juntos: era una que requeria cierta cooperación y aunque no dudaba de haberlo convencido de hacerla solo por deseo de su polla, disfrutaba de tenerla antes de lo planeado. Era tan nena que era demasiado suave, gentil; el placer que le daba era casi torturante, bueno para los primeros cinco segundos pero no mas, no tanta suavidad ni chupaditas, esas delicadas caricias con la lengua, tan tenues que no supo cuando empezó a percibirlas.

-Usa mas tu lengua. – dijo, apartándolo – Abre la boca, saca la lengua y lame recio todo mi pene.

Robert asi lo hizo; su obediencia complacia a Fasmember y heria a Forbes, que presenciaba con creciente excitación, reducida la culpa al ser culpable la propia amada. Fasmember tampoco perdia detalle del estado de Forbes y de su entrepierna; con el rabillo del ojo lo vigilaba, si bien el grueso de su atención estaba en su grueso tronco, lengüeteado afanosamente por la nenita pelicastaña. Tan bonita, tan nena, que se habia cerrado lo mas posible las mitades del fondo y no habia nada a la vista que desmintiese que era una nena, una preciosidad de pechos pequeñitos y culo abundante. Su deseo por poseerlo volvia a crecer, pero lo que tenia ahora era especial.

-Chupa de nuevo, pero chupa mas recio, mas recio…

Fasmember le metia mas polla en la boca de la que podia manejar, por lo que, para complacerlo, inicio un vaivén de cabeza, chupando cuando mas tenia en la boca, gustándole aquello a Fasmember, que seguía pidiéndole que lo hiciera mas recio, que embestia su boca, sujetándole la nuca para que no la hechara atrás, obligándolo a tragar toda la enorme polla, casi ahogándose con ella, pero chupando, chupando con los ojos lagrimeantes, con el rostro congestionado.

Era obsceno ver aquello, considero Forbes, un acto tan suave e inocente contaminado por la bestialidad esclavista. Su lindo Robert, reducido a un esclavo mas, obligado a chupar esa polla que lo ahogaba, que realmente amenazo con ahogarlo cuando empezó a eyacular, que lo eyaculo en toda la cara mientras el tosia y de su boca abierta escurria baba y semen. Tan inocente y desprotegido cuando se limpio los ojos con los dorsos de las manos para abrir los ojos y mirarlo a el, tan compasivo, suplicante.

Fasmember, satisfecho, lo jalo de nuevo al aro empotrado, sujetándolo ahí con el rostro sucio y atándole las manos juntas, abajo, para que no pudiera limpiase y batallara para poder tener medio cerrado el fondito.

Luego, quitándose por fin la ropa, se encamino a el.

-Tu turno. – le dijo, agarrándole la barbilla.

Forbes se hecho atrás como si lo hubiera tocado un aspid. El lujurioso embobamiento con el que lo habia visto desnudarse se rompió. Era demasiado viril, ancho, basto en sus proporciones. No podia desearlo.

-¿Quieres por la boca o por el culo? – le pregunto, conciente de haber hallado una buena trampa para tener sus dos orificios pronto.

-¡¿Qué?! – exclamo Forbes indignado - ¿¡A mi!?

-¿¡A el?! – pregunto Robert tambien soprendido, asustado, dejándole bien claro que lo habia considerado un seme. Su seme.

-¿No que tenias parte de la culpa? – pregunto Fasmember estudiando sus facciones; delicadas, angulosas, expresivas. Lo rodeo, como abrazandolo, y se fue sobre sus pompas, cogiéndolas con firmeza, las manos bien estiradas, sin abarcarlas - ¡Joder! Lo que si tienes es un buen culo! – exclamo apretándolo todavía.

Forbes era tan nena tambien que estuvo a punto de gritar, tardando mas de lo necesario en oponerse, forcejeando con sus cadenas.

-¡Quiteme sus sucias manos de encima!

-Si están sucias es porque Robert no las ha limpiado. – lo volteo a ver para ver su cara de total estupefacción, sus ojitos muy abiertos – ¿Culo o boca?

-¡Escoge la boca, Cabbot! – suplico la nenita y Forbes se quedo desconcertado. ¿Queria que le fuera infiel? Tardo en entender que era para proteger su honra.

Meneaba el bigotito, no muy convencido, viendosela. Sentia atracción y repulsión, mas de la ultima, pero…

Fasmember habia cogido una daga y lo vio con ojos casi fuera de las orbitas acercársela al cuello, olvidado por completo de la difícil decisión. Fasmember boto el primer botón de su camisa, y el segundo. Hizo saltar todos los del chaleco, los de la camisa. Separo los lados, recorrio su pezón con el filo de la hoja, el caminito hacia su ombligo.

Esa nenita era igualmente blanca y esbelta. No comprendia como la otra nenita podia considerarla su macho, salvo que fuera por lo alto. Tenia unas largas piernas, delgadas, incluso en los muslos. Una curva se abria luego, sin previo aviso, sin concordar para nada con el grosor de las piernas, en lo alto de estas. Completamente natural, comprobó al retirar la tela tras cortarla. Piernas largas, delgadas, culo de infarto. Pelusilla rubia adelante y una polla promedio, proporcionada, que a la nenita debía parecerle lo mas portentoso del mundo cuando se daba a notar bajo los pantalones.

Complacido toco arriba de su ombligo, su cadera. Lamio el frente de un delgado muslito, apretando luego las nalgas sin soltar la daga. ¿Realmente tenia ganas de probar primero esos labios rosados, carnosos?

El hombre, cuyo nombre todavía ignoraba, se puso en pie.

-¿Y bien? ¿Culo o boca, lindura? No puedo darte por los dos a la vez… - parecio perderse en si mismo, en la solución de tal problema.

Forbes trago saliva. No quería por ninguno de los dos. El era un gran macho, un hombre muy viril. Habia visto lo que eso le habia hecho a Robert…

-¡Boca! – dijo de repente, cuando parecía que Fasmember iba a decidir por el.

Este sonrio complacido y le amarro las manos atrás, juntas, antes de liberar la segunda y hacerlo caer de hinojos. Evitando mirar a Robert, Forbes tuvo problemas para mantenerse erguido. Era incomodo estar asi, y sin manos, no sabia como coger aquella verga semierecta… No le quedaba otra que con la boca.

El bigotito lanzaba destellos dorados conforme movia la boca, como besándolo con ella, como queriendoselo comer. Esta nena parecía tener mas experiencia que la otra en ese menester. Su culo era tan generoso que incluso asi, con las manos atadas detrás, seguía viéndolo. Sus acorazonadas curvas.

Ya estaba erecto y el rubio seguía hociqueándolo; abarcando grandes pedazos de piel al abrir mucho los labios y besándolos, sobándolos luego al cerrarlos. Se caia hacia delante y su pechito pegaba con sus muslos. Esas caricias largas, pacientes frotadas con sus labios, pero todavía nada de lengua.

-Lengua. – ordeno.

Forbes, reticente, la saco, atendiendo su punta como le gustaba atender la de Robert, como esperaba que este se la atendiera.

Fasmember le acaricio la cabeza: era menos suave que la otra nena, pero aun muy suave. Faltaba ver como la chupaba. Se lo ordeno, y su descontento en la fruncida de labios, de bigotitos, le despejo las dudas sobre quien era la diva de la relación.

-Chupala mas recio. – le dijo, tomándolo de los cabellos con mas violencia.

Jalon de cabellos y polla hasta el fondo de la garganta. Lo cierto era que Forbes tenia menos habilidad maniobrando con el tamaño. Ese tamaño. Era escandalosamente grande, le distendia las comisuras de los labios, la mandibula. Chupaba sin entusiasmo, tratando de ignorar el sabor, el intenso sabor cuando el hombre libero algunas gotas…

No era tan buena con la boca como la nenita, se corrigio Fasmember.

-Abrela bien. – le dijo, antes de hecharle atrás la cabeza por los cabellos, embistiendo su boca a un ritmo rápido, pegando su punta con el paladar, haciéndole perder el equilibrio, que era dolorosamente recuperado por sus cabellos.

Cuando se la saco de la boca, tambien estaba lloroso y congestionado. Luego, lo jalo por los cabellos y lo arrojo contra la mesa, doblándolo por la cintura para que doblara las piernas, el pecho y vientre apoyados en la ennegrecida madera. Forbes todavía estaba preguntándose que le pasaría cuando el dedo, bien ensalivado, entro en el.

Grito. Grito sin remedio, como una señorita de sociedad. Y eso le encanto. El dedo salio solo para regresar unido al corazón.

Demasiado tarde Robert recordó la treta usada contra el para obligarlo a darle placer con su boca.

-¡Esto es trampa! – le reclamo Forbes.

Mas que trampa era una monstruosidad. Dos dedos a un seme, y lo que seguiría, pronto. Robert cerraba los ojitos.

-Por supuesto que no. – se inclino Fasmember sobre el, para decírselo al oído.

Forbes sentia ganas de llorar: por el miedo, el dolor, todo.

-No es justo… - chillo – Le dije que por la boca…

-Entonces deberías haberte exforzado mas. – le dijo Fasmember, metiéndole rudamente los dedos.

Forbes lloro: lo iban a violar, lo iban a privar de su hombría, ¡delante de Robert!, para mayor humillación. Miro lloroso a su pobre Robert y vio el horror en sus ojos, creciente cuando el hombre le saco los dedos. Ya sentia la terrible embestida cuando lo que sintio fue una lengua. Volvio a gritar, por la sorpresa, por el placer. Placer en contra de su propia voluntad, pues ese hombre sabia lamer muy bien el hoyito. Tan bien. Su lengua cosquilleaba a velocidades increíbles, deliciosas, y luego penetraba llena de baba, toda mojada, mojandolo y haciéndolo apretarse. Lengua dentro, fuera, como un piston. Jadeaba de placer, momentáneamente olvidado de Robert, que seguía con los ojos como platos contemplando aquello, pues jamas habia imaginado que Forbes pudiera disfrutar… asi.

Como tambien dolorosamente sabia Robert, el placer termino rápido para dar paso al dolor. Su Forbes. ¡Su pobre Forbes! Trato de consolarlo cuando lo miro con pánico, cuando su expresiva cara se tiño de dolor.

Fasmember habia entrado de golpe, hasta el fondo, y mientras esperaba a acostumbrarse a la sensacion, vio el poquito de sangre colorear el borde del culito empalado, de la unión de sus dos cuerpos. Se movio y coloreo fue mayor. Sangre en su polla conforme en el se movia, desvirgándolo. Se retorcia de placer, se tensaba. Se hacia daño y el no iba a hacer nada por evitarlo. Le dejaba sentir todo el poder de su portentosa verga, empujando tambien con las manos atrás, sin necesidad siquiera de sostenerlo. Adelante, atrás; sus caderas embistiendo aquellas nalgas acorazonadas, carnosas, carmesí en su interior. Se salio por completo, volviéndoselo a meter con un aullido de dolor.

-¡Pare, pare por favor!

Robert se dolia tanto o mas que su amado de lo que le hacian. Imaginaba que, al ser un seme, seria mas doloroso para el. ¡Oh, la manera en que ese hombre se movia! Era completamente despiadada. Sin consideración alguna lo embestia, duro, hondo, como un autómata. Una estatua dotada de vida mostraría mas piedad.

-¡Pare, por favor! – repetia Forbes, sollozando a lagrima viva.

-¡Pare, no le haga daño! – suplico Robert.

Pero el confederado ni siquiera parecía haberlos escuchado. No habia un alma tras esos ojos grises, verdosos; solo el frio brillo del metal, concentrado sin cesar en el dolor que infringia, sin sonreírse siquiera, solo disfrutándolo. Empoderandose de el con su portentosa virilidad, saboreando ese culito apretado, virgen. Se grababa cada momento de la lección dada a esa turra de que era una turra. La oia hipar, veía los lagrimones, las manchas de humedad dejadas sobre la mesa. Se complacia en el hecho de haber desflorado a la parejita: las dos nenas, tontas, con sus culitos intactos como un regalo para el.

-Por favor… basta… - repetia desmayadamente Forbes, laxo sobre la mesa, sacudido como una ramita por un vendaval.

Reconociendo al enemigo derrotado, Fasmember le desato las manos, se salio de el, le dio la vuelta, se puso sus delgados tobillos sobre los hombros y volvió a entrar en el con un grito desgarrador. Siguiendo su mirada, al notarla menos perdida, y se encontró con que la otra nenita, su nenita original, tambien lloraba. Se veian con tanta ternura, se notaba que se querían tanto, que Fasmember estuvo muy contento de tenerlas juntas.

Forbes quería ver a Robert para consolarse en el, para evadirse del gusto que le estaba encontrando, el pecaminoso gusto de sentirse empalado… ¡Oh, si Robert se habia sentido asi! Ahora comprendia su conflicto, que no era tan fácil.

-¡Ah! – gimio, entre el dolor y el placer cuando Fasmember le junto las piernas, poniéndoselas sobre un solo hombro. - ¡Aaah! – exclamo de sorpresa y placer cuando, con la mano libre, le agarro las partecillas, medio erectas.

Se las puso bien erectas en tan pocos segundos que era bochornoso admitir. Se la jalaba muy rudo, pero era placer incrementaba el de atrás.

La veía gimotear con el bigotito, jadear, rendirse a el, ahora de veras rendirse, abriéndose generosa, dejando que su cuerpo tomara el control y se adaptara a el, se encontrara con el. Quería que se viniera antes de que lo hiciera el mismo, estaba aguantando, jadeando. Pero ese fue el único capricho que no se le cumplio esa noche. Estaba muy excitado para resistir mas, complacido por esa esbelta, larga belleza. Se corrió en el, en todo el, saliéndose para bañarlo con su semen cuando empezó a correrse, masturbandose a si mismo, al otro, y luego solo al otro, endureciendo la línea de la quijada mientras lo veía con las cejas en línea tambien, concentrado, moviendo su mano sin piedad, haciendolo chillar y retorcerse, el semen escurriendo por todo su cuerpo y luego, mas semen.

 

 

Continura...

Notas finales:

(manita en el pecho y gesto de dolor) Pobrecito "seme", hacerle algo asi...

dudas, Dundas, recetas de comida, comentarios; todo es bienvenido, como en el culito de Forbes.


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