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aunque tenga que encerrarte por valeeop

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Dos semanas después, hacienda rusa

- ¡NO POR FAVOR BASTA! – Gritaba desesperado a punto de romper en llanto, su dolor y terror absoluto eran fácilmente palpables en aquel tono lastimero de voz - ¡NO ME GOLPEES MAS SASUKE…! – Naruto tenía la voz quebrada…iba a matarlo si seguía así pero él no podía defenderse, Sasuke era demasiado fuerte

- silencio Naruto – ordenó Sasuke con un tono cansino mientras seguía lanzando golpes sin misericordia alguna

- Sasuke…no por favor – pidió rogando, con los ojos aguados y las mejillas empapadas de lágrimas, en un último rezo por su vida que poco a poco desaparecía, pero Sasuke no mostraba signos de querer detenerse, seguía golpeándolo sin piedad, así…y de un solo golpe certero la vida de Naruto terminó…

En la pantalla del televisor enormes letras decían “K.O FATALITY”, el personaje de Naruto yacía en el suelo inerte a un par de metros del personaje de Sasuke quién mostraba su baile triunfal, por su parte el verdadero Naruto lloraba en silencio sentado en el sofá mientras mordía el mando de la consola, Sasuke quién estaba sentado a su lado le miraba con cierto deje de diversión sosteniendo el segundo mando de la consola

- dobe… - dijo con cariño tratando de tranquilizar al deprimido doncel – es solo un juego

- no es un juego dattebayo… - empezó a decir con voz lastimera - ¡ES MI VIDA! – chilló entrando en cólera, No era mentira, llevaba jugando un par de meses ese título de peleas para la PlayStation 4, además de pasar el juego también jugó online cientos de veces contra cientos de jugadores de todo el mundo y siempre había salido triunfante de todas las contiendas en las que había participado, era un hábil jugador invicto, bueno, era, pues vino su marido y el muy bastardo le había quitado el título, Sasuke dejó el mando de la consola en la mesa de vidrio frente al sofá en el que estaba anteriormente sentado, tomó el saco de su traje del sofá y se lo puso con hábil rapidez abotonándolo, recién habían terminado de almorzar y antes de irse su pequeño esposo pidió que jugara con él una partida de aquel juego de pelea, de ahí habían llegado a la situación actual – por tu bien será mejor que no te duermas antes que yo…si lo haces no respondo por tu vida dattebayo… – susurró Naruto en medio de su llanto silencioso mientras abrazaba el mando de la PlayStation 4

- voy a trabajar – anunció Sasuke tomando su maletín para después depositar un dulce beso en la frente del rubio que lloraba hecho prácticamente un ovillo en el sofá – dentro de dos horas Eiji irá a la central, quiero que vallas con el – informó el azabache antes de desaparecer por la puerta



En un rango tan corto de tiempo habían sucedido muchas cosas en sus vidas, muchos cambios, pero solo cambios para mejor, el nuevo organigrama propuesto por Naruto requería que el área administrativa de akatsuki se convirtiera en casi una compañía, Sasuke compró un rascacielos en Moscú y trajo a todo el personal más capacitado de su organización, Naruto por su parte ya formaba parte como miembro activo de akatsuki y ostentaba el puesto de secretario de la trinidad, trabajaba desde la hacienda pues aún no se había integrado completamente, Sasuke quería que Naruto entrara poco a poco en su mundo, iniciaría asistiendo a aquella fiesta que se celebraba cada año donde toda la comunidad de la mafia se reunía, ahí Sasuke se presentaría por primera vez a su aún desconocido esposo

En cuanto la corporación Uchiha fue restaurada Eiji intentó devolvérsela a Fugaku quién la rechazó, en ese momento el patriarca de los Uchiha tomó una decisión ante la incapacidad de su hijo mayor y el desinterés del menor de nombrar a su nieto presidente de la corporación, pues él ya estaba entrando en una edad donde era mejor jubilarse, el niño al recibir por completo la corporación enseguida hizo que su propia empresa kyuubi absorbiera a la corporación Uchiha, ahora la corporación Uchiha no existía y kyuubi se había vuelto la empresa limpia más grande del mundo, o al menos eso se veía en la superficie, pues la empresa kyuubi se encargaba del lavado de capitales para akatsuki



Eiji acababa de terminar de vestirse, después de almorzar había tomado un largo baño relajante pues tendría un día bastante pesado, primero que todo debía llevar un paquete de extrema importancia a su padre y justo estaba de camino a recogerlo
Entró a la sala de estar y la encontró vacía, los sofás solitarios reinaban en el centro de la sala brillando con un elegante color azul turquí, pero no tenían tanta presencia como aquel enorme mueble de color oscuro que sobre él poseía varias consolas de videojuegos y accesorios para estas, pertenecientes a generaciones variadas, una enorme biblioteca de juegos bien organizaba estaba a ambos costados y en el centro un gigantesco televisor de pantalla plana, la sala estaba bien iluminada y decorada, la gran ventana que se hallaba en la pared del costado proveía una agradable luz natural, pero el pequeño Eiji no tenía interés en pararse a admirar una de las múltiples salas que tenía la hacienda y lo que verdaderamente le interesaba no estaba ahí, algo frustrado por tener que buscar a alguien tan escurridizo dio vuelta y empezó a regresar sobre sus propios pasos, sacó del bolsillo de su chaqueta su celular, llamaría a la sala de vigilancia para que le ayudaran en su búsqueda.
Antes de salir escuchó un sonido en la sala, curioso por saber de qué se trataba dio vuelta y se acercó al lugar de donde sospechaba había provenido el ruido, miró detrás del sillón y oculto detrás de este encontró lo que estaba buscando, a su papá, Naruto estaba echado en el suelo dormido y abrazando el mando de la PlayStation, el niño de cabello azabache suspiró y rodeó el sofá para llegar a donde el doncel dormido, se arrodilló a su lado en silencio, lo miró durante largos instantes dudando si despertarlo pues se veía tan tranquilo, pero si su padre quería que su papá fuera a aquel lugar debía tener fuertes motivos, Sasuke Uchiha había dado en más de una ocasión a conocer sus intenciones de integrar a Naruto en el mundo de la mafia el día de la gran reunión, mientras, su papá trabajaba desde casa.
Eiji suspiró y tomó a su papá del hombro, le sacudió ligeramente con cuidado mientras le llamaba, su papá se removió un poco y masculló algunas maldiciones dedicadas a Sasuke, Eiji se preguntó en ese momento que había hecho su padre ahora para enojar a su papá

- Papá despierta – dijo Eiji casi susurrando, no quería despertarlo de golpe pero falló, su papa de sentó como un resorte y antes de ver a Eiji miró a todos lados desconcertado para después calmarse

- me he quedado dormido dattebayo – dijo el rubio rascándose la cabeza algo avergonzado

-ya me di cuenta – respondió Eiji con una pequeña sonrisa - ¿nos vamos papá? – el niño se puso de pie y le tendió la mano a Naruto para ayudarle a ponerse de pie, el rubio de mostró notablemente conmovido y aceptó el gesto con gran orgullo y emoción

- ¡eres todo un caballerito dattebayo! – chilló Naruto emocionado prendándose del brazo de Eiji quién no pudo evitar avergonzarse y por consiguiente sonrojarse un poco, se cubrió rápidamente el rostro con la mano libre para tratar que su papá no se diera cuenta pero falló nuevamente en su cometido, Naruto ya se había dado cuenta pues Sasuke y Eiji compartían los mismos gestos…cuando se enojaban, cuando se avergonzaban, cuando estaban felices, cuando su ego estaba al tope…o cuando su pasajero oscuro tomaba el control…




Miranda era una mujer audaz e inteligente que había trepado desde lo más bajo hasta llegar a donde estaba, caminaba taconeando con aires de grandeza contoneando sus caderas a cada paso, llamaba las miradas ajenas con una facilidad envidiable pues era una llamativa y hermosa danesa de cabello castaño e hipnotizantes ojos azul verdoso de proporciones corporales perfectas producto de una dieta estricta y horas en el gimnasio, aquel escultural cuerpo era perfectamente resaltado por aquel atuendo lila de estilo ejecutivo, chaqueta, camisa, minifalda y unos tacones de infarto hacían imposible apartar la mirada de su persona, Miranda se dirigía a la oficina de su jefe, ella aspiraba siempre a más y siempre lo conseguía gracias a su gran inteligencia, astucia y aquel par de piernas bonitas, ahora tenía en la mira al hombre más poderoso del mundo, su jefe, le había investigado y sabía que a pesar de estar casado su jefe no vivía en el matrimonio y suponía por consiguiente que tenía amantes, Miranda aspiraba a convertirse en la primera mujer de su jefe…Sasuke Uchiha


Tocó dos veces la puerta de forma moderada mientras se desabotonaba los primeros tres botones de su camisa dejando a la vista un pronunciado escote, no esperó respuesta y simplemente entró, debía mostrarse confiada y sin miedo, segura y mostrar todas sus cartas


- ¿qué quieres? - preguntó Sasuke quién estaba en él mini bar de su oficina, él azabache tenía una fría mirada que le hizo dudar durante unos instantes de su determinación, pero ese tiempo de duda pasó y tomando una buena bocanada de aire hizo una reverencia, solo tenía una oportunidad y debía aprovecharla al máximo



- jefe Sasuke Uchiha - empezó a decir Miranda con voz dulce y sensual tomando una posición de supermodelo que acentuaba sus curvas, su mano derecha descansaba en su delgada cintura



- habla rápido estoy ocupado - volvió a repetir con notable fastidio Sasuke tomando algo de vodka y tratando de contener su explosivo temperamento, en serio no quería ser interrumpido por cosas superfluas, Miranda cerró los ojos para visualizar lo que iba a hacer y entonces lo hizo, empezó a caminar al sillón frente al escritorio mientras de forma hábil como si hubiera practicado toda su vida y aquella acción fuera una propiedad intrínseca de su mente se quitó la camisa junto a la chaqueta de color lila, fue un movimiento tan suave, sensual y natural que cualquier modelo experta quedaría maravillada, Miranda en vez de tomar asiento decidió atreverse a mas, después de ver la mirada de curiosidad en su jefe y que este no demostraba descontento alguno, se sentó sobre el escritorio y se levantó la falda, lo que quedó al descubierto fue una llamativa y bien diseñada pieza de lencería color blanco, él encaje, la tela transparente, las medias de redes, todo ese manojo derrochando sensualidad sobre un solo escritorio, Sasuke tomó otro sorbo de su vodka, no se había movido ni un centímetro y observaba de forma neutral a aquella mujer de largas hebras de cabello castaño que le ofrecía semejante espectáculo desde la comodidad de un escritorio



- jefe Sasuke Uchiha - llamó por segunda vez Miranda abriendo las piernas y poniendo ambas manos entre ellas, dejando a la vista para Sasuke lo que ella podía ofrecer - estoy a tu entera disposición - él tono de voz de la chica con los ojos azul verdoso era bastante provocativo, Sasuke le miró escrutando la - puede hacer usted lo que desee conmigo - Miranda acarició él interior de su muslo y movió la cabeza de un lado al otro para hacer que su cabello se meciera, Sasuke terminó de vaciar de un solo sorbo el vodka del vaso de vidrio y lo devolvió al mueble del mini bar, tenía una ligera sonrisa, las personas que se podían acercar a él eran muy limitadas por lo que en esos tiempos aquellos ofrecimientos eran escasos, en el pasado a cada hora tenia a una chica o doncel hermosos abiertos de piernas en su escritorio, Sasuke se removió el cabello y empezó a caminar a su escritorio, Miranda ensanchó aún más la sonrisa, había caído, lo había logrado, dejó de temblar y en ese momento se dio cuenta de que había estado temblando ligeramente, esperaba que su jefe, aquel hombre atractivo que tenía el mundo en sus manos no se hubiera dado cuenta de su temblor, de su anterior nerviosismo, Notó algo extrañada como su jefe Sasuke Uchiha en vez de dirigirse hacia ella rodeaba el escritorio y se sentaba en la silla del escritorio, se lo pensó durante unos instantes, quizá iba a buscar condones, volvió a respirar profundamente antes de mirar a su jefe frente a frente aún posicionada sobre el escritorio en una pose provocativa

- un tentador ofrecimiento ¿no es así cariño? – preguntó Sasuke abriendo algunas carpetas y continuando con su trabajo

- estoy muy de acuerdo dattebayo – se escuchó una voz risueña desde un lugar apartado de la oficina, miranda giró desconcertada y miró a la esquina detrás de ella, justo en esa esquina, en un sofá, sentado, estaba un doncel rubio vestido con lo que ella consideraba unas “fachas” pues solo tenía puestos un jean, una camiseta verde y unos tenis, el doncel estaba sentado con las piernas recogidas comiendo unas pastas extrañas con sopa utilizando palillos chinos, la peli castaña miró a su jefe y luego al doncel repetidas veces buscando respuesta – tu solo sigue, finge como si yo no estuviera aquí dattebayo – dijo Naruto con una sonrisa dirigiéndose a Miranda

- ¿Qué hacemos con ella? – preguntó Sasuke sin levantar la vista de sus papeles, Naruto tragó su ramen sin masticar muy bien para responder rápido

- no me metas en tus problemas teme

- ¿y si me la follo? –Sasuke miró a Naruto, el rubio también le miró y sonrió antes de responder con una voz amable

- te la corto

- ¿y qué hago con ella?

- ya te dije que es tu problema dattebayo

- también es el tuyo, eres mi esposo y como tal todo lo mío es tuyo

- hum – Naruto se lo pensó unos instantes – pues mi decisión es que esa lencería es muy bonita dattebayo

- ¿te la pondrías?

- no…se ve muy complicada de poner dattebayo – Miranda se bajó del escritorio, estaba muy desconcertada, aún no asimilaba lo que estaba sucediendo pero si entendía muy bien que aquel doncel era el esposo de su jefe, Sasuke le dirigió la mirada a Miranda antes de decir…

- estas despedida, vete sin decir ni una palabra – a la chica no le quedó más que obedecer, ni siquiera se vistió, solo salió corriendo

-pobrecita – susurró Naruto mordiendo los palillos y mirando la puerta

- volviendo al tema –la mirada del rubio volvió a dirigirse a su marido – mañana es el encuentro de la mafia donde serás presentado – Sasuke mostró una mirada preocupada - ¿estás seguro de querer entrar en esto? – Naruto dejó el plato de ramen vacío en una mesa cercana, para caminar hasta Sasuke y sentarse a horcajadas sobre él, Sasuke abrazó a Naruto por la espalda baja para sostenerle mientras ambos juntaban sus frentes

- estoy seguro Sasuke – afirmó Naruto con una mirada decidida, Sasuke sonrió, ambos se miraron durante unos instantes en silencio

- aquella mujer me dejó frio pero tú me calientas tanto – murmuró Sasuke logrando que el rostro de Naruto cambiara por uno de terror, Sasuke acostó a Naruto sobre el escritorio y se posicionó entre sus piernas

- ¡espera teme aquí hay cámaras! – chilló Naruto tratando de buscar una salvación pero entonces vio como Sasuke tomaba del escritorio un pisapapeles bastante pesado y contundente que lanzó a la esquina del techo donde estaba la cámara, el pisapapeles le dio y dicha cámara cayó al suelo destruida, Sasuke miró a Naruto con una sonrisa triunfal - ¡espera! Teme ¡esto es acoso sexual en el trabajo! ¡TE DEMANDARÉ! ¡GYA!

Naruto tuvo que ser cargado el resto del día…







Notas finales:

Holaa gente!! Ahora si estoy segura, este es el penúltimo capítulo y faltan solo el último más el epílogo, solo díganme ¿Qué creen que sucederá?


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