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Un Lago de Recuerdos por ScarlletParaise

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Notas del capitulo:

Hola! Aquí les traigo el penultimo capitulo de Un Lago de Recuerdos, espero que les guste. n.n

El sonido del timbre se dejaba oír, Kardia bajaba las escaleras apresurado para atender, sabiendo que había quedado con su novio para organizar la reunión de esa noche – Ya voy amor – Le dice a los gritos, para así chequear que estaba bien vestido y le abre la puerta.


 


- ¿Cuántas veces te dije que no gritaras? – Aquella pregunta hecha por parte de la persona que amaba, era algo que nunca dejara de esquivar.


 


- La primera vez que me regañaste por que gritaba, era cuando estábamos en el hospital cuando era tu último chequeo – Le responde en un tono sensual mientras lo toma de la cintura y deposita su mano derecha en el vientre plano de su novio – Pero jamás olvidare la desgracia que tuvimos que pasar – Degel se aferra al cuello de su novio Kardia, para comenzar a sollozar, era horrible el rememorar la pesadilla que pasaron, todo por culpa de Radamanthys y sus dos amiguitos. El mayor de los Diamantidis solamente depositaba cariseas en los cabellos de su novio, ya que para él era triste recordar aquel día.


 


Aquel sueño que nunca llegamos despertar…


 


Lo que recuerdo era algo que jamás espere que llegaría, solamente habíamos ido al médico junto con tu padre para ver cómo iba el embarazo, tú estabas un poco congestionado y con fiebre, pero debías ir al médico para el último chequeo, pero de mi parte estaba orgulloso al escuchar como el médico nos daba la noticia de que esperábamos una dulce niña, aquel bultito que se movía en tu barriga, era algo maravilloso.


Al terminar la cita con el médico, nos habíamos despedido, dado que estabas muy enfermo y debías reposar, pero ir al colegio era la mejor idea que podría hacer.


Entendía perfectamente a tu padre, cuando me entrego el justificante de tu falta, pero sus amenazas eran claras, yo siendo un vampiro y tu Degel, un humano, era difícil que tuviéramos un hijo en común, pero ambos estábamos seguros de que tendríamos la criatura pasara lo que pasara, siempre lo superaríamos juntos.


Lo malo de todo era que, estando ya en el colegio, le había dado el justificante de tu falta al profesor, ver que tu lugar estaba vacío, pero un banco atrás de mi lugar también lo estaba y aquello me llamo muchísimo la atención, avanzo hasta mi lugar y me siento, dado que el profesor comenzó a entregar los exámenes y la mayoría comenzó a realizarlo. Al terminar de hacer mi examen y ver que Manigoldo también, agarro mi pupitre y me acerco al suyo para así hablar tranquilos.


- ¿Sabes algo de Unity? – Le pregunto a mi mejor amigo quien se giraba para apreciar el lugar vacío, pero escuchar el suspiro que dejo salir, eso me indicaba de que sabía algo al respecto.


- Kardia debiste quedarte con Degel, sabes muy bien que Radamanthys, Minos y Aiacos desean hacerle lo peor a tu novio, pero viendo las cosas – Estaba bastante furioso al saber que venir al colegio y haberte dejado en brazos de tu padre, no era la mejor idea, entiendo que él es tu padre y desea estar contigo, pero ¿Qué sucedía si yo estaba a toda hora y a todo minuto contigo? – No te sobre saltes, roguemos de que las clases concluyan antes – Deje salir un suspiro desgarrador, estaba triste, temía lo peor y mi cabeza no podía dejar de pensar en la retorcida idea de aquellos tres, yo me giro para cruzar miradas con aquellas tres perras y veo que me observar con caras de triunfadores.


 


Ambos se dirigen al sofá de la sala para así comenzar con una sesión de besos y cariseas, Kardia estaba perdidamente enamorado de su novio, pero deseaba algo más con él, ser más que novios, pero al tomar un poco de aire y apreciar las miradas que le dirigía a su amado Degel.


 


- ¿Estas bien amor? –Le pregunta preocupado Degel a su novio, para recibir una negativa de su parte.


 


- Estoy bien corazón – Le responde para así tomarlo de la espalda, recostarlo en el sofá y estar él encima de su amado Degel – Es que, deseo rememorar nuestros días en los que éramos felices, antes de que esos hijos del diablo hayan hecho la peor de las cosas – Degel se muerde el labio inferior destellando el dolor que estaba sintiendo al acordarse aquella noche donde él estaba todo ensangrentado, a punto de dar a luz y lo que sus ojos le mostraban.


 


Sé que me había sobre pasado con mis poderes, veía como mi pecho subía y bajaba, mi conciencia se había nublado y no tenía control sobre mí mismo, nunca había pensado que mi yo violento saliera a la luz. Entiendo que debía protegerte, pero no soy ese tipo de vampiros de sangre noble, no obstante, las cosas tomaron otro rumbo y era que yo había hecho la peor acción.


- E…Eres… Eres… Un monstruo Kardia Diamantidis, jeje – Me decía Unity al borde de la agonía, yo estando cubierto de sangre propia de él, mis instintos animales se mostraban, hasta que sentía como si boca sostenía pedazos de su piel y él se agarraba de las paredes manchadas con nuestra sangre – Deberías mirarte en un espejo, pero veo que Radamanthys tenía muchísima razón, tu eres mayor que Milo Diamantidis, ambos hermanos de sangre, del mismo padre fundador de este pueblo, allegado a la realeza, pero hay que aclarar algo – Me había lanzado hacia él sin ningún motivo, estaba siendo controlado por mi instinto animales, pero lo más embriagador era escuchar los gritos de dolor de Unity, hasta que tus gritos de terror me habían hecho regresar a la realidad.


- ¡KARDIA! – Alcé mi rostro, lleno de sangre, mis ojos carmesí regresaron a la normalidad, mis colmillos también pero lo que veía era todo tu cuerpo maltratado, tus piernas llenas de sangre aquello me alarmo, corrí para socorrerte, cuando te desvaneciste en mis brazos lo único que podía procurar era de que nuestro bebé estuviera bien y que el trauma acabase.


 


- Deja de pensar en el pasado y vive el presente, para así ambos volver a empezar con una nueva vida – Kardia asiente bastante triste ya que al recordar lo que sucedió en el museo, de sus mejillas corrían lagrimas amargas, pero Degel se las había limpiado con besos – Tranquilo amor, prontamente tendremos las fuerzas necesarias para traer a un bebé a este mundo – El mayor de los Diamantidis esboza una sonrisa pero niega a lo que decía su novio.


 


- Degel, sabes muy bien que sucedería si… Te vuelvo a… dejar embarazado – Degel junta su frente con la de su novio para así dejar salir una risa.


 


- A mí que me interesa lo que piensen esos monótonos, prefiero ser feliz a tu lado y ver como nuestros hijos corretean por los jardines de esta casa – Los ojos de Kardia se abren enormemente ya que estaba sorprendido por lo que escuchaba – Prontamente nuestras preocupaciones acabaran, en este pueblo saldrá el sol y ver cómo eres el próximo jefe de la orden vampira, porque confió en ti y en tu hermano – Ambos se quedan mirando para así sentir el cálido grito de Milo, aquello era la peor idea de Kardia con el simple hecho de dejar a su hermano participar en las reuniones y también recordar que Degel también iba a estar.

Notas finales:

Espero que les haya gustado, dejen bellos Reviews y nos leemos en el próximo capitulo.


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