Tocó la puerta tres veces, eso debería bastar. Miró la ficha de nuevo y suspiró.
—Si ese homúnculo me resulta un problema lo tiraré desde la ventana, al cabo es el octavo piso. —Se dijo en voz alta y justo después Yuri Plisetsky abrió viendo de arriba abajo a su nuevo tutor. —Hola, soy Otabek Altin. —Miró a su interlocutor. —Tú debes ser Yuri Plisetsky ¿O me quivoco?
—Así es, puedes pasar. —Invitó el más pequeño a lo que Otabek obedeció y entró al lujoso departamento. —Disculpa el desorden, el idiota de mi primo le da por leer cómics de vez en cuando.
El más alto pudo notarlo: a pesar de lo ordenado del lugar -en términos generales- en la sala estaba saturada por cómics, libros y algunos mangas, ¿Acaso el hombre no tenía su propia habitación? Los ricos suelen tener manías muy extrañas, pensó.
—Así que serás mi tutor de biología, vaya yo creí que eras el típico nerd.
—Es lo que todos dicen. —Suspiró. —Pero no es gran cosa, sólo soy bueno en esa materia. —Comentó entrando a la espaciosa habitación de Yuri que podría jurar, era más grande que su casa dando un silbido como reacción.
—Tal vez te subestimas. —El chico se sentó en uno de los pufs de la recámara invitando a Otabek que hiciera lo mismo. —Entonces, ¿Quieres comenzar con algún tema en especial o repetimos la lección? —Preguntó sacando un antiguo libro de su bolso.
—Odio decirlo, pero vamos a repetir toda la lección de anatomía.
—De acuerdo.
Y así, después de varias horas de estudio, Yurio se desplomó en la mesita donde yacían los papeles llenos de apuntes.
—Uff… debo decirlo Plisetsky; eres un buen alumno. —Otabek sonrió y guardó sus útiles. —Anatomía descriptiva te falló un poco, pero nada que otras sesiones no puedan resolver. —Se levantó.
— ¿Te vas?
—Pasamos cuatro horas estudiando y tengo que trabajar, así que sí. —El otro lo siguió hasta la puerta cuando en su camino hacia fuera del apartamento, Otabek dio un último vistazo encontrándose con algo de lo que no se había percatado antes: en el estudio que se encontraba unas puertas más allá del cuarto de Yurio una batería descansaba, lo cual hizo que el joven se quedara parado apreciándola.
—Emm… ¿Otabek? —Llamó Plisetsky al ver que su tutor dejaba de caminar y miraba con un brillo en los ojos aquél instrumento. —Oh ya veo, ¿Tocas batería? —Preguntó acercándose a esta incitando a que el mayor entrara.
—Así es pero por desgracia tuve que venderla. —Se acercó al cuarto observando la variedad de instrumentos que adornaban el lugar.
—Es una lástima. —Tomó las baquetas y se las tendió al más alto. —Por suerte aquí tendrás una, mi primo la compró para enseñarse y sorprender a una chica pero por desgracia no funcionó. —Otabek las tomó. —No sé por qué no se ha deshecho de ella pero aquí está algo abandonada así que, ¿Por qué no tocas algo? —Altin se sorprendió ante esto pero no podía negarse, amaba demasiado aquel instrumento y sus manos parecían desesperadas por volver a moverse al ritmo de los tambores y platillos así que, con sumo orgullo, se colocó frente a esta y después de contemplarla mejor comenzó a tocar.
Yuri por otro lado, se sentía sumamente emocionado: la canción que interpretaba era nada más que psychosocial del grupo Slipknot, cuyo baterista es nombrado como uno de los mejores de todos los tiempos. El más alto se sentía vivo de nuevo, sin preocupaciones, sin estrés, sin rabia… pareciera como si todo aquello que lo estresaba se fuera de repente. En eso, sus ojos fueron a parar a su único espectador: Yurio quien lo miraba con un brillo de admiración en los ojos sonriendo mientras todo su ímpetu se descargaba en la música: Yurio comenzaba a moverse, el ritmo de la canción era movido y rudo, justo como él. Otabek seguía tocando admirando el baile sensual e improvisado del otro, que hizo que no le quitara la vista de encima, haciendo que aquello pareciera un concierto personal.
:D
—Entonces Sócrates fue mentor de Platón y éste a su vez de Aristóteles. —Yuko trataba de aprender los apuntes de su libreta golpeándose la frente, en eso divisó a Yuri Katsuki lo que hizo que se levantara y se dirigiera rápidamente a él. — ¡Katsuki!
— ¿Eh? —El susodicho se giró, esta vez el cristal de sus lentes tenía una enorme grieta y su ojo estaba algo hinchado. —Oh, hola Yuko, disculpa pero tengo algo de prisa. —Saludó sonriendo, parecía apurado. Nishigori sólo atinó a hacer una mueca de preocupación.
—Y-Yuri… ¿Qué te pasó?
—Eso no importa, sólo fue un accidente. —Contestó restándole importancia, a lo que Yuko se cruzó de brazos.
—Ven. —Lo tomó de una mano y lo llevó a la enfermería a pesar de la negativa de este. —Siéntate. —Le indicó al llegar mientras sacaba del botiquín de primeros auxilios lo necesario. Miró hacia un punto fijo de la habitación.
—No es necesario…
—No es un favor. —Le recriminó la chica algo molesta, Yuri sólo atinó a bajar la mirada y dejarse hacer.
¿Cómo fue que esto pasó?... Oh sí… JJ dijo que Víctor era estúpido y lo quería golpear porque le desagradaba, yo le dije que no debía de hacer eso pero no se lo tomó bien… Ayer lo suspendieron pero me dijo que hoy me daría una paliza. No lo recordaba hasta ahora.
— ¡Yuri! —La voz de la fémina lo sacó de sus memorias, recordaba que JJ había sido quien golpeó su rostro y, por ende, sus lentes habían caído rompiéndose. — ¿Ahora me dirás qué pasó?
—Eres la tercera persona que me pregunta por ello.
—Porque estoy preocupada. —Contestó ella obviando la respuesta a lo que Yuri sólo bajó la mirada reflexionando un poco. —Yo no me trago eso de que tuviste un accidente. —Le untó algo de ungüento en su pómulo.
—No es necesario que lo hagas.
— ¿Qué?
—No te preocupes por mí, ¿Quieres? —La chica lo miró con el ceño fruncido. —Y te lo diré pero tienes que prometerme que no le dirás a nadie ¿Oíste? —La otra lo miró fijamente asintiendo a lo que Katsuki suspiró. —Hay unos chicos que me molestan desde hace un tiempo, no es gran cosa ya que tengo todo bajo control…
— ¿Bajo control? Yuri, estoy completamente segura de que no es la primera vez que te hacen algo así. —Yuri miró a otro lado. —Si son varios quiere decir que te superan en fuerza física y…
— ¿¡Acaso eso importa!? —Yuko se sobresaltó ante el comentario. —Sé que me intentas ayudar pero déjame decirte que son mis problemas y puedo solucionarlos perfectamente. —Se levantó. —No necesito que se metan en mis asuntos. —Salió de la sala enojado, dejando sin a la chica, quien sólo suspiró pesado.
—Yuri, no estás solo… —Dijo para sí misma.
S:
Yuri caminó por el pasillo de la universidad con paso rápido, no quería hablar ni encontrarse con nadie, sólo quería llegar a su departamento y encerrarse en su habitación mientras leía algún cómic o escuchaba música a todo volumen sin que lo molestaran. Anteriormente, Leo le había preguntado acerca de su golpe al igual que Víctor, obviamente inventó una excusa creíble; Leo no era tonto y sabía de sobremanera cuando Yuri mentía. Sin embargo, la amenaza de JJ regresó a su mente como un rayo lo que hizo que tragara saliva de manera audible.
Escúchame estúpido, si tanto valor tienes para defender a tu noviecito tendrás el valor de hacerlo como se debe: tú, el viernes en el parque.
—Puedo hacerlo sólo… —Susurró para sí mismo mientras salía del instituto y apretaba los puños. En eso paró en seco frente al susodicho parque, viendo cómo el cielo combinaba sus colores. —Decía Poe que la violencia es un instinto primitivo del ser humano pero… hay veces en las que no queda de otra. —Justo en ese momento la sombra de un joven de mayor estatura, complexión atlética y cabello negro se hizo notar frente a Katsuki, tenía el ceño fruncido y lo fulminaba con la mirada.
—Así que decidiste venir a terminar lo que empezamos, ¿Eh? Vaya, tienes un poco de mis respetos.
— ¿Qué pasa JJ? ¿Tanto miedo tienes de un cerdo? —Su rostro parecía impertérrito, pero por dentro una voz le decía que debía parar aquello de una vez. Por su parte JJ apretó los dientes y los puños con furia.
—Eso debería decirte, ¿Acaso eres un puto maricón que gusta de masturbarse mirando al estúpido de Nikiforov? —Se dirigió hacia él de manera amenazante, pero en eso, los pasos acelerados de una persona se hicieron notar, pasos de Yuri conocía demasiado bien.
— ¡Yuri! —Víctor se acercó a ellos con prisa, a su lado Otabek y unos cuantos chicos más aparecieron tras ellos, la mayoría mujeres (seguramente por ver qué sucedía con los dos chicos más populares de la universidad). Víctor miró la escena y no pudo evitar preocuparse por Yuri, él no era una persona que respondiera ante provocaciones o de manera violenta, ¿Entonces por qué ambos jóvenes se miraban como si quisieran matarse?
—Víctor, lamento decirte que tu noviecito no sabe callarse y ahora las va a pagar. —Dijo JJ sin despegar la vista de su oponente.
—Te equivocas, tú fuiste quien abrió de más la boca… desde que naciste. —Algunos susurros se escucharon del grupo de jóvenes, lo que enfureció más a Jean. — ¿Sabes algo? Hasta el hombre más paciente tiene su límite, y vaya que hiciste que llegara al mío. —Se quitó los lentes. —Te he soportado a ti y a ese otro estúpido desde que inició el semestre Jean-Jacques. —Apuntó a Otabek quien se mantenía inmutable, Víctor lo miró sorprendido, ¿Aquél era también un bully? —Sólo he sido su bufón estos meses, pero ya estoy cansado. —JJ lo tomó de la camisa y lo acercó de forma amenazante a él.
— ¿Te crees muy valiente no es así?
— ¡Yuri! —Víctor estaba a punto de interferir pero Otabek impidió su tarea. — ¿¡Qué crees que haces!? ¡Suéltame!
—No, es la primera vez que Yuri actúa como un hombre. —Tanto Yurio como Víctor se sorprendieron ante aquél comentario. —Tiene miedo, pero se está enfrentando a alguien que merece una buena bofetada en el rostro. —Suspiró. —Tiene que aprender a defenderse por sí sólo. —El miró a Otabek y luego a Yuri, quien en esos momentos se encontraba aún en las garras del otro.
— ¡Yuri, tú no quieres esto! —Le gritó cuando el puño de JJ fue a parar a su rostro.
Víctor… Estoy en constante confrontación con lo que quiero y lo que está pasando…
Yuri dio unos pasos hacia atrás debido al golpe, pestañó un par de veces antes de ver cómo su oponente estaba a punto de dar un segundo impacto; logró retroceder unos pasos más para luego avanzar hacia él y golpear su estómago dejándolo sin aire, acto seguido se abalanzó sobre él y comenzó a golpearlo en el rostro.
Forget sanity, forget salary, forget vanity, my morality
If you get in between someone I love and me
You're gonna feel the heat of my cavalry…*
Aquella canción que había escrito hace ya un tiempo sonó en su cabeza, tal vez porque la había escrito pensando en sus abusadores pero sólo tenía el estribillo y algunos versos, nunca la llegó a terminar del todo. En eso JJ lo tomó de una de sus muñecas y con el rostro colérico lo lanzó hacia atrás, todos los espectadores se quedaron mudos ante tal muestra de violencia por parte de Yuri, quien esquivaba los golpes del otro y lo golpeaba con una indudable técnica. Por su parte, Otabek estaba fascinado, tampoco se imaginaba que el cerdo peleara tan bien, ¡Ni siquiera le pasó por la mente que tan siquiera pudiera hacerlo! Sonrió triunfalmente cuando Katsuki soltó una patada estilo mawashi geri* en las costillas de JJ, este se arqueó un poco pero logró tomar su pierna y atraerlo hacia él para dale un golpe con la cabeza.
Aquella pelea era tan emocionante que todos los jóvenes comenzaron a gritar palabras de apoyo a ambos mientras otros grababan. Víctor sólo permanecía sorprendido al ver cómo, a pesar de tener sangre propia y del contrario en el rostro, moretones y la ropa sucia Yuri seguía de pie con una mirada digna de Mikasa Ackerman en shingeki no kyojin: toda una fiera enfurecida con sed de sangre con la que no te quisieras topar, se notaba a leguas lo furioso que se encontraba, ¿Cuál había sido el factor desencadenante de aquello? No lo sabía, pero estaba seguro de que lo iba a averiguar. Decidido, Víctor estaba por acercarse a ambos cuando la presencia de alguien golpeando el rostro a ambos chicos lo detuvo: el profesor Celestino (entrenador del equipo de karate de la universidad) apareció para dar final al combate, cosa que hizo que los mirones salieran corriendo dejando a Víctor y compañía en la escena.
— ¡Yuri! —Se acercó al ver a este sobando su rostro, al parecer ese golpe había dolido aún más. Nikiforov se acercó a él pasando un brazo sobre su espalda ayudándolo a incorporarse, preocupado. Otabek se acercó a JJ para ver su estado.
— ¿¡Se puede saber qué están haciendo asquerosas sanguijuelas!? —Interrogó el profesor mirando a ambos chicos. El director y el profesor Yakov se acercaron para ver qué sucedía.
—S-señor, si me permite…
— ¡Silencio Nikiforov! —Sentenció Celestino justo cuando Yakov inspeccionó la escena. Ambos jóvenes estaban golpeados, sus prendas estaban rasgadas y sucias, sus rostros sangraban y parecían agitados.
— ¿Una pelea? Vaya, qué nuevas. —Exclamó el hombre de manera sarcástica. —Esto me recuerda a mis años de estudiante. —Colocó una mano en su barbilla restándole importancia al asunto, el director suspiró viendo la escena.
— ¿Qué cosas dices Yakov? ¡Estos muchachos son unos trogloditas! Las artes marciales no deben de usarse para la venganza. —Yuri lo miró y bajó el rostro, eso lo sabía, pero no pudo evitarlo. Miró a Víctor a su lado quien sólo observaba con preocupación a los superiores.
Sus ojos son tan bonitos…
—Bien, a calmarnos todos. —Habló por fin el director luego del sermón de Celestino. —Ustedes, vengan a mi oficina. —Señalo para adelantarse con Yakov, Víctor ayudó a Yuri y Otabek a JJ, quien comenzó a caminar mal debido a que Yuri había golpeado una de sus espinillas.
—Yuri, ¿Qué fue lo que hizo JJ para que esto pasara? —Preguntó Nikiforov con duda, a lo que el otro no respondió, sólo lo miró y bajó la cabeza.
—Te lo diré después Víctor. —Dijo para después mirar a los chicos de reojo, cosa que imitó Otabek con recelo. Yuri le dio una mirada filosa y volvió su vista al camino.
Si te metes en medio de alguien que amo y yo vas a sentir el calor de mi caballería…