Vegeta se encontraba ceñido a la pared de ladrillos de ese callejón con su compañero delante de el impidiendo su huida.
El contrario realmente se veía molesto, con las mejillas rojas, el ceño y labios fruncidos, con los brazos tensos a los lados de la cabeza del más bajo e incluso su respiración era lenta, como si algo dentro de el le dijera que tenía que calmarse antes de actuar.
El más alto se acercó más a su presa al punto de que sus respiraciones se entremezclaran, poniendo al más bajo cada vez más nervioso.
-Que haces insecto? Alejate...-Dijo esforzándose por no tartamudear mientras que con sus manos intentaban alejar a su compañero.
-Quien era el?-Dijo Goku con rabia acumulada, tomando las manos del contrario y colocando las sobre su cabeza.
-Eso a ti no te importa!-Dijo el más bajo empezando a forcejear. -Nunca he tenido que dar explicaciones a nadie y no lo empezare a hacer ahora-
Ambos se miraban desafiantes.
-Dímelo ya, quien era el? Es la ultima vez que te lo pregunto Vegeta, estoy perdiendo mi paciencia-Dijo este colocando una mano en su mandíbula obligando lo a verlo.
-No te lo diré. no tengo por que... Y tu no eres nadie para exigírmelo- Dijo desafiante mirándolo a los ojos mientras seguía forcejeando.
Fue la gota que derramó el vaso, Goku simplemente perdió el control y lo beso tan furioso, tan necesitado que asusto al más bajo y este empezó a moverse, en un intento desesperado por quitárselo de encima.
Goku finalmente se separó. -Tu eres mío entendido?-. Bajo su mano libre.
Vegeta estaba indignado, iba a contestar pero una mano lo hizo callar.
El más alto apretó el glúteo del menor. -Esto también es mío.
-Yo no soy de nadie Kakaroto, no por haberme acostado con un marica como tu significa que soy de su propiedad-Dijo el más bajo desafiante con expresión furiosa dejando las cosas en claro. Algo que a su compañero no le gusto.
Goku dejo en paz el glúteo y lo abofeteo. No permitiría que nadie le hablara de esa manera.
Esa cachetada había desorientado a Vegeta el suficiente tiempo como para que el más alto lo cargara encima de su hombro. Empezando a caminar por calles solitarias donde nadie sospecharía de ellos.
Cuando el menor había reaccionado no sabía donde se encontraba, había miedo dentro de el que crecía a cada paso que daba Kakaroto.
-Kakaroto bájame! Donde estamos?-Pregunto intentando sonar firme, pero no recibió respuesta. -Maldito insecto bájame ya!-. Pero se asustó más cuando el contrario reaccionó brusco, lo quito de su hombro y lo cargo por las axilas quedando frente a frente.
La escena sería divertida, de no ser por que uno se encontraba asustado suspendido en el aire y el otro se encontrada molesto.
-Escúchame bien enano, yo no soy ninguno de tus amiguitos a los que puedes hablarles de esa manera- Dijo el más alto harto de los insultos de su compañero. -O es que acaso quieres una lección?-. Mostró una sonrisa picara dejando en claro sus intenciones.
-Bájame ya inútil!-Dijo Vegeta intentando golpearlo sin importarle las consecuencias o amenazas que el mayor le había dado anteriormente.
Goku se rindió más molesto que antes y lo regresó a su hombro, esta vez dio pasos más rápidos para llegar a una casa que su padre poco frecuentaba. Mientras que Vegeta no paraba de gritarle o patearlo.
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Una vez enfrente de la casa ahora deshabitada Vegeta dejo de gritar, por que noto que había llegado a un lugar que el desconocía totalmente.
Goku se adentro en la casa que estaba en perfectas condiciones y siguió no sin antes cerrar con llave la puerta ahora detrás de el. Asustando un poco más al ya pálido Vegeta.
El mayor caminó hasta una habitación, se adentro en ella, y dejo ver lo bien decorada que esta estaba... solo que en esta ocasión no estaban para admirar la decoración. Este aventó a Vegeta a la cama mientras que el se regresaba para cerrar la habitación con seguro.
Algo dentro de Vegeta le decía que no iba a salir ileso de ahí.