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-Flint... ¿Me prestas ropa?- Preguntó el pelirosa con timidez. Ya estaban en casa del pelirrojo, hace solo unos minutos que estaban ahí. Gumball jugó con sus manos sudadas sentado sobre la cama del pelirrojo, nervios mientras esperaba una respuesta.
-¿Ropa?- preguntó confundido, ver cómo Gumball bajaba la mirada rápidamente lo confundió más- ¿Pasa algo con la tuya?
-No estoy seguro, siento que... No estoy bien con mi ropa actual- se miró a si mismo, no se veía... Normal, seguía viendose como él era, un chico adinerado e infeliz por la vida que terminó teniendo- Si no tienes no hay problema...
-No, no, no. No hay ningún problema amigo, después de todo tenemos casi la misma anatomía, espera aquí- el pelirrojo caminó hacia un grande e inmenso armario que estaba en su habitación igual de inmensa, Gumball respiró profundo, para luego exaltar con fuerza, sus manos temblaban ligeramente, de emoción y temor, esa iba a ser hasta ahora la cosa más loca y arriesgada de su vida, y llenaba sus venas de adrenalina. Vio por la ventana, se levantó y se acercó a ésta, era gran y casi abarcaba una pared entera, puso su mano derecha en el traslúcido cristal, y sonrió al poder ver desde ahí parte de los edificios de la gran ciudad a unos cuentos kilometros en auto, ya quería que fuera la hora. Su vista bajó hasta el reloj en su muñeca izquierda, y vio la horas: 17:43 PM- Prince, mira lo que encontré- dijo enceñandole un par de prendas al chico, al cual le encantaron apenas lo vio.
-Esta perfecto...- dijo acercándose, y tocando cada prenda con sus dedos- Podré pasar desapercibido con todo esto.
-En realidades, no lo sé, tu cabello es muy llamativo.
-Sabes de que hablo- movió su mano de arriba abajo quitándole importancia al asunto.
-Ve pontelo, siento que en cualquier momento explotaras si no lo haces- Gumball tomó cada prenda con cuidado, y se metió dentro del armario del chico. Dejó todo sobre un estante y comenzó a desvestirse- ¿Qué es lo primeros que harás al llegar?- continuó hablando del pelirrojo, mientras buscaba en sus cajones algunas cosas.
-Mm... No pensé en eso...- dijo pensativo, una vez desnudo, más bien en ropa interior, se vió frente al gran espejo del cuarto, unos segundos, sientiendo algo de vergüenza, notando a sus mejillas teñirse de rojo, razón de esto, el chico de cabello negro y ojos rojo de hace unas horas- Tal vez vaya a comprar alguna cosa, sólo por pasar el rato...- respondió después de unos segundos, caminó hacia el espejo y toco el cristal delicadamente con sus dedos, Marshallr03; seguía en sus pensamientos, ¿por qué ese chico querría tener algo alguien como él? No tenía muchos músculos, o curvas asentadas, solo lo que su anatomía podría tomar de la natación y el esgrima, el cuerpo de un adolescente de su edad, además, su cara era normal, no era feo, pero tampoco era un verdadero modelo, no tenía tan buenos gustó como un adolescente sino como un adulto mayor, por lo que, ¿qué fue lo que le vio?
-Muy interesante... -el tono irónico que usó se escuchaba muy claro, y eso saco a Gumball de sus pensamiento - ¿Como vas a la cuidad sin tener la menor idea de que es lo que vas a hacer? - regañó sentandose de golpe en la orilla de la cama.
-La fase uno es lograr salir, si llego más lejos que eso, veré que hago, eso es lo de menos - metió su cabeza en el sueter color rosa, llamativo y muy lindo.
-Dame una buena respuesta o te encerraré ahí adentro y fingire que nunca tuve un amigo llamado Gumball que está tratando de cometer suicidio - esa amenaza sonó muy real, al menos para Gumball, y lo asustó un poco.
-Bien, creo que al llegar buscaré un café para pasar el rato, solo para mantenerme en un lugar seguro, quiero ir a una tienda de libros, escuché que había una cerca del centro, espero que a esa hora aun este abierta, imagino que en esos momentos, papá, mamá y Ice comenzaran a llamar, asi que apagaré el celular, y luego me iré a un hotel lo sufientemente bueno con ayudar del dinero en efectivo que traigo encima - terminó de vestirse, viendose de nuevo espejo y dando una que otra vuelta, se veia muy... De su edad.
-Oye, si tu te vas... ¿Qué será de mí? Tus padres estasn confiandos en que de verdad estás aqui, conmigo, y si se enteraran, Ice querrá amararme a una silla y torturarme hasta sacarme la verdad, o matarme, lo que ocurra primero - se abrazó a si mismo por el repentino escalofrío en su cuerpo, completamente aterrado de que eso era una posibilidad.
-Tomaré toda la responsabilidad, si preguntan, diles que lo intentaste, que de verdad trataste de hacerme entrar en razón para no irme, pero al final me escape y no sabes donde estoy, ellos se molestaran, pero no te culparan a ti de todo, y nadie te torturara -abrió la puerta del armario ya completamente vestido, los ojos de Flame se abrieron bastante y su boca casi cae al suelo - ¿Qué te parece? ¿No crees que es mucho? - preguntó algo avergonzado, en el espejo se veia bien, pero como el no acostumbraba a usar ese tipo de cosas, no sabía si estaba del todo bien.
-Wow... Ah... - Flint se aclaró la garganta acomodandose mejor en al cama, tragando en seco - ¿Te soy sincero? - Gumball asintió rápidamente, eso no debía ser bueno - Pues... Si tu no fueras mi mejor amigo... Y a mi no me gustara otra persona... Y la persona que quiere hacerte cositas no fuera Marshall Lee Abader... Te aseguro que en este momento me verías sobre ti queriendo algo más que amistad, Prince- esas palabras salieron sin pensar mucho, pero es que era verdad, Gumball se veia muy bien, casual, juvenil, era ropa le quedaba muy con su cuerpo y parecia otra persona. Tanto rosado resaltaba muy, pero muy bien sus ojos azules.
Gumball sonrió nervioso ante esa confesión, fue algo extrana, pero al menos sabía que estaba bien vestido.
-Pues muchas gracias, agradeble Señor - hizo una pequeña reverencia con una mano en su pecho, ambos rieron despues de eso
-Me costó bastante encontrar esa ropa, puedes quedartela, por que yo no usaria nada tan... rosa- dijo viéndolo de arriba a bajo otra vez.
Y era verdad, pero jamás había visto a alquien que le quedará tan bien el rosa cómo a Gumball Prince. Una camiseta negra de bajo de un suerte color mora, unos pantalones de un rosa más claro además de su cinturón, sus zapatos si era de otro color, siendo completamente negros.
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-Si no te gustaba ¿por qué lo tenías? - preguntór03; brulón el chico de rosa, Flame le entregó algunas cosas para que se las pusiera, unos audifonos, algunos collares y pulceras.
-Si te quedan es por algo, esa ropa es viaja, algunas fueron regalos de mis padres, otras las compré y nunca las usé - rio despues de eso, esa ropa incluso debería de quedarle algo pequeña, sin embargo a Gumball le quedaba perfecta, debia admitir que no habia crecido mucho.
Ambos voltearon la vista hacia el teléfono que se encontraba sobre el escritorio a un lado de la ventana, Gumball volteó a ver al pelirrojo, preguntadole silenciosamente que hacer, éste asintió con la cabeza, y con sigilo el antes castaño se fue acercando hasta su telefono.
-Es Bonniebelle... - anunció tomando el celular con tranquilidad.
-Ponle en alta voz - sugirió el pelirrojo y Prince asintió, tocando el boton verde brillante en la pantalla.
-Hola Bonnie.
-Dame un segundo... - se escuchó alejado, parecia que estaba hablando con alguien - Hola Gum-Gum - la voz alegre de la chica le sacó una sonrisa - Dime, qué has hecho, me quede preocupada con lo de hace raro. ¿Ya estás bien?
-Pues, ahora mismo me estoy alistando... Para salir a la cuidad unas cuantas horas... Hasta mañana- respondió con sutileza, esperando cualquier reacción de la chica.
-Oh, ¿en serio? Me parece bien, aprovecha el tiempo entonces ¡Y diviértete mucho!- ambos chicos se miraron confundido y sopredidos, esperaban al menos una reprimenda, una amenaza de muerte o algo.
-Ah... ¿eso es todo lo que diras? - preguntó tentativamente el pelirosa, ella sólo soltó una ligera risa- ¿No me dirás qué no lo haga o que esta mal?
-Claro que no, hablamos sobre ser independiente, recuerdas? Te mereces esto después de todo.
-Si...
"Bonnie, apresúrate, llevaremos tarde" Se escucho del otro lado, una voz diferente pero era la de una chica, no estabanr03; segurosr03; de quién era, pero se le era familiar a ambos.
-Espera, ya termino - respondió la chica castaña - ¿Dónde estaba?... Ah si, Animo Gum, se que estarás bien, tus padres no te daban libertad, es tu oportunidad, yo estoy en la cuidad, tal vez nos encontremos, avisamen si pasa algo, ¡te quiero, adios!
"¡Adiós cuñadito! Vámonos Bonnie."
- ¿Cuñado? - preguntó el pelirrojo con cierta gracia, viendo su teléfono ya sin llamar-Esa voz... No sé, se me hace conocida...
-Es Marceline- afirmó el de ojos dorados.
- ¿Cómo lo sabes?
-¿No es obvio? La conozco desde antes que tu y la voz la puedo reconocer, pero, no me explico por qué está con Bonniebelle, o por qué te dijo... Así.
-Si, fue muy raro... Bueno, después le preguntaré, si estará allá quizás la y encontramos- estuvo a punto de dejar el telefono para terminar de arreglarse cuando éste volvió a sonar, lo miró angustiado, y Flame se preocupó-E-Es Ice - dijo en un hilo de voz -F-Flame... ¿Qué hago? - preguntó viendo el nombre en la pantalla.
"Ice King"
-Respondele, actua natural, él no sabe nada y sólo... respira - lo tomó de los hombre y le alzó los hombros para luego bajarlos. Gumball respiró hondo, vio nuevamente el teléfono, con rapidez y sin ver la pantalla corrió el dedo sobre esta, colocandoselo luego en el oído.
-¿Gumball? - la voz gruesa de hombre le causó un escalofrío, era tan serio y frío que el escucharlo, lo hacia temer.
-H-Hola, Ice... - tragó duro, pasó su mano libre por su estomago, abrazandose a si mismo, queriendo controlar sus nervioso.
-¿Cómo estas? ¿Estás en casa?
-Eh... Estoy bien. Am, N-No estoy en casa ahora, creí que mamá te diría que estaba en casa de Flint...
-Oh, cierto, fue una pregunta tonta -Gumball quiso reir, pero le salió una mueca muy extraña y una risa apagada, suerte que el de cabello largo no lo estaba viendo - ¿No estás molesto?
-¿Por qué lo estaría? - trataba de calmarse, sabía por que lo preguntaba, haberle mentido a sus padres y engañarlos diciendole que quería estar sólo con él, fue el peor error que pudo haber hecho su "prometido".
-¿Por lo de... Venir conmigo, a cena y luego... A mi casa?- preguntó tentativamente, se escuchó la bocina de un auto al fondo, estaba conduciendo.
-Pues... Si, estoy algo molesto con eso - Gumball volteó a ver a su amigo, que escuchaba atentamente su conversación y veía cada uno de sus rasgos - Si te digo que no estoy listo para estar solosr03;, es que no lo estoy, debes respetar mi decisión como mi... Pareja- esas palabras le supieron realmente amargas, horribles y dolorosas.
-Lo sé Principe, no fue mi intención incomodarte, sólo pense en pasar algo de tiempo contigo, si no quieres hacerlo no lo haremos, pero quiero tenerte cerca - Gumball quiso rodar los ojos, sin creer en nada de lo que decía, pero sabía que era un gesto muy ofensivo y grosero, por lo que sólo se dedicó a suspirar.
"Si, claro, cómo si fuera a ceerte que en tu casa no intentaras hacerme algo" quiso decir, pero las palabras no le salían de la boca.
-¿Vas a venir a cenar conmigo, verdad principe? - preguntó el hombre después de unos cuantos segundos de silencio por el chico de ojos azules.
-Yo... - cambió el celular de oído como una clara señal de incomodidad, Flame volvió a sobar sus hombros - No lo sé King, sabes que es muy incómodo para mi y yo no...
-¿Hasta cuándo será incómodo? - la voz gruesa del hombre interrumpió sus palabras, una voz claramente enojada, haciendo encoger ligeramenge al pelirosa- ¿Hasta cuándo, Gumball? Dentro de poco será nuestra boda, me pertenecerás, serás mío, ¿acaso cada día tendre que vivir con tu incomodidad? Es tu deber como futuro esposo cumplirme, soy tu pareja- gruñó en busca de una respuesta, el labio inferior de Gumball tembló ligeramente, pero no de miedo, sino de enojo - Si no es por que realmente me gustas, habría roto el compromiso cuando te negaste a dejar que te tocara en primer lugar... No soy un hombre muy paciente.
-Pues, Disculpeme Señor - siseó con enojo, Flame parpadeó al verlo así- Perdón por no cumplir con su espectativa de "la esposa perfecta" Pero está en mí derecho el querer al menos acostumbrarme a tu presencia en mír03; vida como... Casado... Así que, por favor, ya no saques es tema...- se quedó con muchas cosas que decirle, muchas que era pobable, lo enojarían más, pero no necesitaba más problemas con sus padres, muchos tenía consigo mismo ya - Ice, sólo quiero decirte una cosa... - suspiró, era algo que no podia callarse más, y si con eso arreglaba al menos algo de su vida, o la empeoraba, no tenia nada que perder - Si estuviera en mis manos, me lo pensaria dos veces antes de tener esta boda, mucho más en nuestra situacion - dijo con el mayor tacto, con la frente en alto, decidido, sin importarle nada realmente. Flint lo miró sorprendido, no penso que realmente Gumball tuviera las agallas para decirle al menos una palabra de esa frase a aquel hombre.
El hombre mayor de quedó también atónito ante esa ¿amenaza?... ¿Por qué el niño de mamá y papá no quiere cumplir con sus obligaciones? y el frozarlo, pondría mucho peor las cosas, debía ser audaz y pensar bien las cosas para no hacer que termine haciendo una estupidez, a más de lo que ya lo había hecho.
-Ire por ti en 20 minutos, no te muevas y espérame, debemos hablar de esto, es serio, déjame mostrarte que no soy malo, Príncipe, te aseguro que lo último que quiere es lastimarte- la llamada se cortó luego de eso, Gumball bajó lentamente el celular y trató de calmarse. Alarmado vio el teléfono nuevamente, girando su vista a la esquina superior izquierda, notando la hora y... ¿29% de batería?
-¿Prince? ¿Qué te dijo?
-Ah... ¿18:16? Ya es tan tarde, como pasó el tiempo tan rápido y no me- Espera ¡¿Vendrá antes?!
-¿Gumball?- preguntó viéndolo fijamente- Háblame.
-Ice... Ice dijo que vendría por mi, en unos 20 minutos, vendrá antes, tengo que apurarme...- dijo de forma "calmada" pues en realidad con 20 minutos tenía al menos una oportunidad de salir sin problemas.
Mientras Flint lo miraba fijamente, el fue de regreso al armario, recogiendo su ropa y doblandola, metiendola así con el resto de sus cosas en su bolso, colgándoselo luego en el viéndose una última vez en el espejo, suspirando, los nervios como siempre traicionandolo a última hora, haciendolo tener náuseas y sentirse nareado.
-Cálmate, Price, se supone que el nerviosismo aquí lo debo de tener yo, ¿Qué le diré a Ice?... ¿Qué pasa si o no me cree?-
-Dile... Qué nunca llegué aquí, es mejor, me fui contigo, pero no llegue a tu casa, que pensaste que tenía permiso o algo así, así no te meteras en problemas- incluso el mismo se sorprendió, de que algo como inventar para su beneficio fuera tan fácil en ese momento, algo que nunca había hecho, pero las cosas cambian ¿no?
-Bien... Le diré a mi chófer que te lleve, así no tendremos que esperar un taxi- se fue de la habitación luego de eso, en busca de lo que dijo. Prince se quedó solo, aun viéndose al espejo a el mismo, analiandose y arreglándo un poco su ropa aquí y allá, asintió para el mismo y habló.
-Estoy listo...
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