Tu silencio por valeeop

— hagan silencio por favor…nos escuchará — murmuró el desconocido y todos atendieron, pues no parecía mala persona, bueno, al menos no lo era si al parecer los estaba ayudando, por su parte Ukon y Sakon siendo desconfiados como ellos solos tomaron el mango de sus respectivas espadas dispuestos a desenvainarlas ante cualquier movimiento extraño por parte del desconocido. Sobre ellos, después de unos instantes escucharon a la asquerosa bestia purpura pasar de largo y alejarse, el sonido de sus saltos entre las ramas era estruendoso e inconfundible como para no darse cuenta, y una vez se hubo alejado igual permanecieron ahí en completo silencio e inmóviles como estatuas durante un rato más por si las dudas, pero cuando esas dudas se disiparon ante la normalidad de los sonidos del bosque Sasuke se decidió a preguntar.

— ¿Quién eres tú? Buen samaritano —el desconocido encendió un pequeño fuego en medio de todos con la ayuda de dos piedras las cuales al golpearlas de cierta manera la una con la otra producían las chispas necesarias, no era una llama muy grande pero si lo suficiente como para iluminar el estrecho lugar, entonces cayeron en cuenta de que estaban en un escondite rudimentario hecho a las prisas y de espacio reducido, en un agujero en la tierra entre las raíces de un gigantesco y milenario árbol de sauce, sobre ellos había un techo improvisado de ramas y hojas el cual desde el exterior posiblemente se confundía facilmente con el resto del suelo boscoso cubierto de hojas secas, después de detallar por primera vez el lugar donde se encontraban se dieron a la tarea de analizar al desconocido, era un varón alfa que al igual que Sasuke y Madara rondaba la veintena, vestía una sencilla túnica cuya única decoración era un cinturón sencillo de cuero en el que el desconocido llevaba múltiples bolsas pequeñas del mismo material atadas con cuerdas.

—soy Neji Hyuga —se presentó el alfa varón haciendo una reverencia a Sasuke, algo simple debido al reducido espacio —pertenezco al último clan nómada que ha sobrevivido de los verdes, por sus vestimentas puedo decir que vienen de la tierra de los cerberos y pertenecen a la alta alcurnia…

— ¿ultimo clan nómada? — preguntó Tayuya interesada y Neji asintió bajando la mirada al suelo con cierto deje de tristeza, empezó a jugar nerviosamente con sus manos quizá recordando experiencias desagradables.

—somos los últimos clanes que quedan en la tierra de los olz, nos hemos unido en uno solo para tratar de sobrevivir el mayor tiempo posible, pero estamos siendo exterminados — explicó Neji y con sus curiosos ojos blancos volvió a observar a Sasuke — ¿podrían decirme sus nombres por favor?

—soy Sasuke Uchiha, rey del reino cerberos — y al decir eso por la manera en la que abrió los ojos Sasuke pudo saber que Neji estaba sorprendido ante tal información — él es mi hermano Madara y ellos son mis guardias, Tayuya, Jirobo, Sakon y Ukon.

— disculpe mi descortesía —se excusó Neji — pero… ¿Qué hace un rey tan alejado de su palacio?

— Quizá lo mismo que haces tú tan alejado de tu gente —respondió Sasuke haciendo el intento de comportarse de forma familiar, al parecer Neji no estaba acostumbrado a tratar con gente importante— los clanes nomadas viajan extrictamente en grupos y viajar solo es un tabú…

—sus conocimientos son acertados su majestad — admitió Neji — rompí el tabu para salvar a mi pueblo — explicó Neji, él brillo se adueño de sus ojos decididos.

— ¿salvar a tu pueblo? — repitió Madara en forma de pregunta, todos se habían posicionado alrededor de la pequeña llama.

—estoy buscando la ayuda del dios Namikaze amaterasu Minato, es el único cambia formas tipo divino que sigue con vida y el único que le puede hacer frente a la reina Kaguya —explicó Neji sin dar muchos detalles y con miedo de la reacción de sus nuevos acompañantes, pero Sasuke se limitó a sonreír.

— ¿ves? Estamos aquí por la misma razón —dijo Sasuke sonriendo ligeramente.

— ¿su majestad también busca a Minato amaterasu? — susurró Neji mas para si mismo mostrándose incrédulo, Sasuke asintió.

— Pero estamos perdidos, no hemos podido dar con su castillo —dijo Jirobo — las únicas pistas que tenemos son las estrofas de una canción infantil.

—no están perdidos — les dijo Neji con una sonrisa —de hecho, estamos justo al lado del castillo del dios Minato amaterasu —los rostros de confusión que le dedicaron a Neji después de eso no tuvieron precio.

— disculpa por poner tu credibilidad en duda pero nosotros por los alrededores no hemos visto ninguna estructura — explicó Ukon y Neji sonrió.

— La última estrofa de la canción era “al atravesar el espejo que refleja aquello a nuestras espaldas, el dios amaterasu nos da esperanzas” ¿verdad? — todos asintieron en silencio — pues solo hay que atravesar la barrera que oculta el castillo, de hecho, gran parte de este bosque no existe, es solo una ilusión de los primeros árboles, por eso la parte de lo que esta a nuestras espaldas.

— ¿Cómo estás tan seguro? — preguntó Tayuya y Neji hizo una posición de manos, de repente, las venas alrededor de sus ojos se hicieron notorias a través de su lechosa piel.

—este es el byakugan, técnica que he desarrollado por mí mismo, me permite ver aquello que está oculto a la vista de otros — explicó amablemente antes de que las venas en su rostro volvieran a ser invisibles de nuevo.

—impresionante — susurró Madara observando con atención a Neji, deseó saber si los alcances de ese jutsu ocular eran iguales o mayores a los del sharingan, tal parecía que mayores en cierto aspecto, él sharingan no podía ver a través de los hechizos.

— si ya encontraste el castillo ¿porque aún no has entrado? — preguntó Sasuke y el rostro de Neji se puso serio de nuevo, incluso, se mostraba algo avergonzado.

—porque no sé si será bien recibida mi petición o si me arrancarán la cabeza —explicó agarrándose el cuello y todos guardaron silencio, si, era el mayor temor que tenían.

—el viaje ha sido riesgoso desde el comienzo, detenernos a pensar en vez de actuar solo es una pérdida de tiempo — habló Sasuke con aquella solemnidad propia de él.

—como dice su majestad — Tayuya quién estaba de acuerdo con Sasuke también expresó su opinión —lo mejor será emprender camino ahora, pronto caerá la noche — y no hubo desacuerdo con sus palabras por lo que todos emprendieron camino.

Salir del escondite improvisado fue tan simple como entrar, de nuevo se vieron a sí mismos en medio del bosque pero esta vez si sabían a donde ir, al frente, hasta que atravesaran la barrera la cual no impedía el paso a humanos, solo a olz por lo que atravesarla no resultaría problema alguno, y de esa manera, tal como Neji esperaba el paisaje cambió de un momento a otro, como si hubiesen sin haberse dado cuenta atravesado una puerta, el paisaje boscoso y lleno de follaje se transformó en un extenso prado de verdes hierbas y coloridas flores, en medio de este, alzándose hasta el firmamento había un gigantesco árbol del tamaño de una montaña, las hojas de este eran de oro e incrustado en su exageradamente ancho tronco había un bello castillo de mármol cubierto de enredaderas de flores rosas, era hermoso, parecían estar en el paraíso, sin poderlo evitar incluso pensaron haber muerto, quizá sin que ellos se hubieran dado cuenta sus almas habían sido absorbidas por los olz, se miraron incrédulos los unos a los otros antes de que sus ojos se vieran atraídos por una bella mujer de cabello de fuego que apareció ante ellos de la nada, materializándose de un momento a otro.

—bienvenidos señores, les estábamos esperando —dijo la mujer con voz solemne vestida con bello kimono de princesa color blanco y rojo, su largo cabello suelto de fuego caía por su cuerpo hasta casi la mitad de sus muslos, sedoso, bello y brillante, su sonrisa por su parte también tenía luz propia.

—yo soy Sasuke Uchiha —se presentó Sasuke dando un paso al frente y aventurándose tomó la mano de la mujer y besó el dorso de esta con cortesía y respeto — soy el monarca de los cerberos, gobernante de las islas del sur.

—lo sé, tal y como le mencioné antes ya esperaba su visita —la mujer hizo una ligera reverencia a los recién llegados —me llamo Uzumaki Amaterasu Kushina, esposa del dios Namikaze Amaterasu Minato —sin prisa pero sin pausa se inclinaron en señal de respeto ante Kushina y ella se mostró bastante honrada por el gesto, sus mejillas se colorearon un poco, como si ella no estuviese muy acostumbrada a tales muestras.

—agradecemos su amable recibimiento y nos gustaría solicitar conferencia con el altísimo Namikaze Amaterasu Minato —pidió Sasuke cuidando su vocabulario esperando quizá una negativa que nunca llegó pues  Kushina asintió.

—su majestad y sus acompañantes pueden seguirme, mi marido ya les espera —dijo Kushina empezando a caminar y los demás le siguieron viendo todo aquello que se encontraba a sus alrededores, pequeñas esferas de luz flotantes ante la caída del sol iluminaban perfectamente el sitio, revoloteaban cual mariposas las unas alejadas de las otras para entender su brillo, las hojas doradas y las flores de las enredaderas también se iluminaron alumbrándolo todo, la penumbra no tenía lugar ahí, cuando atravesaron la puerta del castillo después de subir por aquellas escaleras de oro lo primero que se encontraron fue a un gigantesco zorro dorado echado en el jardín interno , del techo caían las mismas enredaderas de flores rosas las cuales servían de lámparas para el lugar, el zorro tenía los ojos cerrados y respiraba de forma acompasada, descansaba con una enorme tranquilidad, tan enorme como su tamaño—querido, han llegado — anunció Kushina y al instante con somnolencia el gigantesco zorro dorado abrió los ojos lentamente, analizó a Sasuke y a los demás durante unos instantes antes de adoptar forma humana, al transformarse se convirtió en un bello hombre alfa de cabellos dorados como el sol y ojos azules como el mismo cielo, su mirada era penetrante y su presencia imponente, también vestía un kimono de aspecto mas tribal, solo que el suyo en vez de tener detalles en rojo como el kimono de su esposa tenia detalles y estampados en azul.

—altísimo — empezó a decir Sasuke y todos por segunda vez hicieron reverencia esta vez a Minato —agradecemos su recibimiento y si usted accede sería un honor que nos permitiera comunicarle el motivo de nuestra visita.

—pónganse de pie —pidió Minato amablemente —no hacen falta tantas cortesías y no ignoro el motivo de su visita, conozco los detalles pero lamentablemente ni yo ni mi esposa podremos ayudarles a asesinar a mi madre.

—me gustaría conocer sus motivos — pidió Sasuke con el debido respeto, según tenia entendido él dios sol amaterasu le guardaba profundo rencor a la reina Kaguya por haber asesinado al sabio de los seis caminos, Minato y Kushina se miraron antes de sonreír tristemente.

—mi esposa y yo estamos muriendo — Declaró Minato...una sorpresa tras otras.

— ¿Cómo es posible? —susurró Sasuke, tanto amaterasu Minato como amaterasu Kushina se veían en perfecto estado, calmados y tranquilos, no parecían estar al borde de la muerte.

—el miasma su majestad —ahora fue Kushina quién habló, la mujer caminó elegantemente hasta posicionarse a un lado de su marido y se tomaron de las manos con ternura — los olz devoran las almas de los cambia formas comunes e incluso de ustedes, los cambia formas de tipo mítico, pero a nosotros, los cambia formas de tipo divino nos envenenan al no poder con nuestras almas, liberan un miasma corrosivo que solo nos afecta a nosotros y nos va matando lentamente — explicó la omega con una calma extraordinaria y manteniendo los ojos cerrados, como si ya se hubiese resignado a lo inevitable.

—hemos perdido nuestros poderes —dijo Minato con seriedad —no podemos salir de esta barrera porque en el exterior no duraríamos más de un par de horas, aún así, estando dentro de la barrera no nos quedan más que un par de meses... Si en este deplorable estado nos enfrentáramos a mi madre no duraríamos ni media hora.

—entonces no hay manera… —susurró Madara quién se aventuró a hablar con tono derrotado —el resto de los dioses ya han sido asesinados por la reina Kaguya, incluso el sabio de los seis caminos fue vencido, tal parece que solo nos queda esperar a desaparecer… — ante la resignación de Madara Minato sonrió.

—no todo está perdido Madara Uchiha —dijo Kushina con una sonrisa tranquilizadora —a diferencia de nosotros nuestro primogénito está perfecto, mi suegra adora a mi hijo y para que no muriera por el miasma o fuera absorbido por los olz ha puesto algo en él, desconocemos el motivo pero eso es beneficioso, el conserva su fuerza.

— ¿su hijo? — preguntó Sasuke extrañado —no sabía que sus divinidades hubiesen tenido descendencia.

— es un niño omega, tiene siete años, pronto ocho —aclaró Kushina con orgullo pero el ánimo recién recuperado de los visitantes disminuyó al saber la edad de la ultima esperanza.

— ¿un niño podrá hacerle frente a la reina Kaguya? — Sasuke demostró su incredulidad con esa pregunta.

—el solo jamás podría contra mi madre, pero dentro de mi hijo se resguardan del miasma mis medios hermanos, los bijuus — respondió Minato y Sasuke abrió los ojos por la sorpresa.

—ellos estaban muertos según los rumores — dijo Tayuya, Kushina y Minato se miraron antes de negar sincronizada mente.

—casi mueren, Kaguya les hirió hasta dejarlos moribundos y nuestro hijo para salvar a sus tíos les abrió un espacio en su cuerpo para que vivieran en él, ya no tienen cuerpo físico y necesitan de nuestro pequeño pero están ahí, y pueden salir del cuerpo de el a luchar mientras no se alejen mucho —explicó Kushina y sonrisas se dibujaron en los rostros de los cuatro guardias y de Madara, Neji daba las gracias a sus ancestros mientras Sasuke suspiraba aliviado.  

—es un milagro… — susurró Neji.

—de ser posible ...me gustaría conocer a su hijo — pidió Sasuke con cortesía.

—querida — llamó Minato a su omega con ternura — ¿sabes dónde está Naruto ahora mismo? —Kushina cerró los ojos unos instantes y se dedicó a sentir la presencia de su cachorro.

—el ya viene de regreso a casa querido, estaba a la orilla del rio jugando con las ardillas — le respondió Kushina y justo después las puertas se abrieron de par en par, en el umbral, la tierna figura de un bello niño de cabello dorado y ojos azules se hizo notoria, miraba confundido a los extraños, Sasuke por su parte se vio invadido por el llamado de su lado animal el cual le anunciaba a gritos potentes que aquel niño rubio de bellos ojos azules era su omega, su pareja destinada, podía sentir el agradable olor a lavanda que el pequeño cuerpo desprendía, sus sentidos se agudizaron y solo pudo apartar la mirada de aquel pequeño cuando Minato habló.

— él es mi primogénito omega Naruto Namikaze, también es el omega de su majestad Sasuke Uchiha — todos los ojos se posaron ahora en Sasuke y los de sasuke durante unos instantes en los de Minato, preguntándose si él dios se había dado cuenta o ya lo sabía.

—hermano —dijo Madara sorprendido mientras los esposos Minato y Kushina sonreían.

— Por ello esperábamos su llegada majestad —explicó Kushina refiriéndose a Sasuke, imaginando las preguntas que pasaban por la mente del monarca alfa —queríamos dejar a nuestro pequeño a su cuidado porque pronto nosotros ya no podremos hacernos cargo de él, aunque él aun no conoce ese detalle — el mencionado Naruto seguía bien alejado en el umbral de la puerta incapaz de escuchar la conversación de los adultos y con renuencia a acercarse, para él pequeño quién toda su vida solo había convivido con sus familiares ver tantas caras nuevas era preocupante y no sabia que hacer exactamente ante esa situación, apretó sus ropas nervioso mirando desde su alejado sitio como los mayores conversaban sin poderlos escuchar y con la curiosidad propia de él carcomiendole.

—así que dígame rey Sasuke ¿tomará a mi primogénito como su esposo, compañero y único omega? — preguntó Minato seriamente, el hombre quién nunca esperó ver partir a su hijo tan pronto sentía cierta tristeza, pero este sentimiento no era tan palpable en sus palabras.

—será mi omega y velaré por él porque será mi más sagrada posesión su divinidad — dijo Sasuke decidido y aquella decisión de Sasuke no hizo más que conmover a Kushina, la mujer con un gesto de su mano llamó a Naruto y el pequeño se dirigió hacia ellos corriendo. A medida se acercaba el olor a lavanda se volvía mas embriagante y adictivo para Sasuke, gracias a la cercanía recién adquirida los visitantes notaron en Naruto las orejas de zorro que sobresalían de su rubia cabellera y la cola que jugueteaba nerviosa a su espalda.

— ¿Quiénes son ellos mamá? —preguntó Naruto con inocencia y curiosidad infantil, vestía un atuendo tribal corto color beige el cual tenía detalles en rojo y azul, como si fuese la mezcla de la ropa de sus padres.

—hijo — empezó a decir Kushina arrodillandose a la altura de Naruto para hablarle— él es el rey Sasuke, su hermano Madara y ellos son sus seguidores, cuidarán de ti durante un tiempo, ve a presentarte — le dijo la pelirroja a su hijo y este miró a los mencionados manteniendo el silencio mientras pensaba una presentación adecuada. Pero antes de que pudiera tan siquiera decir su nombre, Sasuke se le acercó, con la clara intención de tocarle la mejilla y acariciarla, Naruto no rehuyó al contacto, en cambio también se acercó y todos vieron conmovidos la conexión de la pareja cuyos ojos conectados los hacían atraerse como imanes, Sasuke deseaba tocar a Naruto, lo necesitaba, su mano ya estaba cerca de la mejilla con curiosas marquillas que asemejaban los bigotes de un zorro, se imaginó el tacto de ls suave piel, lo que tanto habia esperado, a su omega…

— ¡agh! —gruñó Sasuke cuando su mano fue mordida sin previo aviso por el pequeño Naruto quién apretaba cada vez más los dedos del alfa entre sus pequeños dientes.

— ¡hermano!

— ¡su majestad!

— ¡Naruto suéltalo por favor! — pidió Kushina a su hijo, entonces Minato estalló en carcajadas —Minato, sabias que esto iba a suceder ¿verdad? — recriminó Kushina a su marido, Minato la miró a los ojos antes de responder.

—por supuesto que sí, yo conozco a la piraña que tengo por hijo —explicó Minato —pero es mejor que Sasuke se vaya adaptando a su tipo de cariño… — …Naruto aún no mostraba señales de querer soltar a Sasuke.