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[Im]Perfecto. -Marshall x Gumball- por Midori-Hikari1312

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—¿En que piensas, Dulce?— preguntó la chica de cabello azabache, despegando la vista un momento del camino.

—En Gumball...— murmuró sin ver su teléfono, había cortado la llamada y había salido corriendo hacía el auto, pero desde que colgó la llamada, no había dejado de mirar su celular.

—Mira que me pongo celosa~ — volvió a voltear la vista de la carretera para verla, pasando una mano por su oreja, quitando rápidamente el mechón que le impedía pero su cara por completo.

—Lo siento...— sonrió ligeramente, apartando por fin la vista de su celular y viendo hacia la pelinegra— Es que... Se que le dije que tenía ir tomando riesgos y que tenía que tomar iniciativa en su vida, pero no pensé que lo haría ya rápido...

—¿Y que fue lo que le dijiste que hiciera exactamente?

—Le dije que debía dejar de hacer lo que sus padres le decían todo el tiempo, el pobre no es feliz así, es una marioneta, pero... El aceptarlo y hacerlo tan sólo en un par de horas, me da la impresión de que él estaba más desesperado de lo que yo pensaba...— se pasó la mano por el cabello castaño, peinandolo hacia atrás, y bajó la mirada un poco.

—Bueno... Primero que todo, sabes que lo conocí hace apenas unos días, me habías hablado de él pero aún así me agradó.

—Si, fue muy extraño que me dijeras que viste a Gumball en una fiesta— río ligeramente, la otra chica también lo hizo.

—Pero... No lo ví así como tú dices que está. Fue muy lindo, respetuoso, bastante tímido incluso, a pesar de nuestra apariencias nos trató bien y que pelearse con mi hermano me causaba mucha gracia.

—Gumball es... Muy gentil, y se preocupa mucho por los demás, el prefiere mil veces quedarse callado en sus problemas, y dejar que las personas vean lo mejor de él, aunque por dentro este destrozándose.

—Oh, ya entiendo...— al llegar al lugar requerido, se detuvo y se volteó a ver a la castaña, quien sonrió y se sonrojó un poco por la atenta mirada— No te preocupes Bonnie, él estará bien, te lo aseguro— acarició su mejilla dulcemente, la de ojos verdes río nerviosa.

—Eso espero...

—Descuida, de cualquier forma, podemos llamarlo y llevarlo a donde vamos, tal vez nos divirtamos todos juntos— movió las cejas de arriba abajo rápidamente.

—¡Basta Marcy!— dijo en risas.

Ambas bajaron del auto, Bonniebelle acomodó la falda de su vestido color rosa claro, no muy llamativo, alisandolo y peinando un poco su cabello, la otra chica, se colocó a su lado viéndo con admiración la gran belleza de la castaña, a diferencia de ella, tenía una camiseta, una chaqueta y unos jeans rasgados y apretados.

—¿Qué?— preguntó Bonnie con las mejillas algo rojas, ser vista por mucho tiempo por esas oscura mirada rojiza era para morirse.

—¿Qué hice para tenerte?— murmuró felíz, se acercó un poco más y depósito un beso en su frente— Te ves hermosa, Dulce

—Muchas gracias...Tambien te ves muy bien— bajó la mirada, aún más roja que hace un rato, escuchó la ligera risa de la más alta, y la avergonzó más.

—Vamos preciosa— extendió su mano hacia ésta, la cual Bonniebelle tomó, y comenzaron a caminar por la plaza.

—Oye... ¿Crees que Gum haya pensado algo raro porque no le dije que estaría contigo el día de 
hoy?— está pregunta hizo que Marceline la viera extraño, confundida— Hablo de... Nosotras, aún no se lo he dicho... Y cómo lo llamé, y él no sabía que te conocía, no sé que pudo haber pensado...— bajó la cabeza apenada.

—Ya van cinco meses, Dulce ¿cuándo piensas decírselo?— regañó la azabache.

—Lo sé, lo sé, lo he olvidado muchas veces, de verdad lo lamento.

—Incluso estoy creyendo que te avergüenzas de mi...— la azabache dejó de caminar, soltando la mano de la chica, está se puso aún más nerviosa— Aún nadie de tu familia lo sabe, sin embargo mamá, papá y Marshal fueron los primeros en enterarse— se abrazó a si misma sin alzar la cabeza.

—M-Marcy— se apresuró a colocar sus manos en los hombros de la chica más alta— No, no, escucha, sabes que desde el principio ésto iba a ser difícil, mi familia no podría entenderlo, necesito tiempo para decirle, hablarles de ti, que te conozcan, te les agrades y te amen tanto como yo— tomó su rostro con delicadeza, sonriéndole dulcemente— Después de eso, soltaré la bomba, pero no te preocupes por nada, pase lo que pase, no me alejaré de ti ¿ok?— la abraza, segundos después Marceline también la abrazó de la cintura, besando su frente, respirando el agradable olor de su perfume de vainilla.

—Como digas Dulce...— susurró, ambas se miraron por unos segundos más, sus caras casi juntas hacía que la gente alrededor comenzara a verlas extraño, Bonniebelle notó esto, escondiendo así su rostro sonrojado en el cuello de su pareja, su cabello le hacía cosquillas en la nariz pero no le importaba, Marceline rió, y sólo la volvio a abrazar— Hay que irnos Bonnie, se nos hará tarde.

—Oh, oh, espera—sacó su celular— Hay que tomar una foto ahora.

— ¿Por qué ahora?— preguntó la azabache, agachándose un poco para poder salir en la pantalla del teléfono.

—¿Por qué no ahora?

— Touché.

Se quedaron quitas en una pose simple, sonrieron a la cámara y el flash de ésta les dejó los ojos viendo estrellas.

—A veces odio tu cámara, Bonnie— habló la Abadder, frotándose con cuidado los ojos para no regar su maquillaje.

—Está hermosa— celebró la muchacha, viendo con cariño la foto.

—¿Cómo puedes saberlo? Yo aún no veo nada— parpadeó un par de veces.

—No seas dramática Marcy. Ven vamos, se nos hará tarde.

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Bajar las escaleras de la casa de Flint nunca había sido tan tedioso, era verdad que eran muy largas, pero no le habían molestado hasta ese momento.

Apresuradamente junto a Flint, trataban de hacer el menor ruido posible al ir en busca de la salida de la casa, queriendo que los padres el mayor no los vieran. Al llegar al fin a la puerta, tal vez unos dos kilos más livianos, el pelirojo la abrió y dejó salir al chico, el conductor que antes había sido llamado los esperaba en frente de la puerta y al observarlos hizo una pequeña reverencia.

—Bien, ya estás listo— murmuró Flame, Gumball volteó a verlo, a pesar de estar serio, se veía a kilómetros lo angustiado que estaba, y realmente no sabía por qué lo estaba tanto, sólo iba a salir un par de horas a la ciudad él sólo primera vez, ¿que puede salir mal?— ¿Tienes suficiente dinero?

—Claro, más que suficiente.

—Bien, enviame un mensaje cuando hayas llegado.

—Flame, cálmate, te digo que estaré perfectamente— sonrió ligeramente mientras veían como el pelirrojo suspiraba fuertemente.

—Vete de una buena vez antes de que me arrepienta por ser tú cómplice en esto...— señaló el auto con fastidio, Gumball río y abrazó al chico.

— Descuida, iré con cuidado. Nos vemos mañana— le susurró antes de soltarse, y rápidamente subirse en el auto.

—¡Espera Prince!— Flint se apresuró hasta la puerta— Dile que te lleve a un lugar llamado "OOO's", es un café-restaurante, puedes buscarlo en tu teléfono si no saben cómo llegar—  informó el chico, Gumball asintió y terminó de cerrar la puerta.

El chofer cerró la puerta cuando el pelirosa subió, y rápidamente llegó al asiento del piloto, poniéndose el cinturón de seguridad y seguido de esto, puso el auto en marcha.

—¿Hacia dónde, joven Prince?— el hombrer03; lo vio a través del espejo retrovisor, Gumball se lo pensó unos segundos, dándose cuenta de que no sabía apsolutamente nada de la cuidad, nunca había ido a "pasar el rato" como los adolecentes normales de su edad— ¿Joven?

—Ah, lo siento. Perdón por preguntar pero ¿Usted sabe donde que da el café "OOO's"? La verdad es que no sé mucho de la cuidad y me gustaría ir ahora en primer lugar— explicó con calma.

—Por supuesto, el joven amo Flint va ahí todo el tiempo— respondió el hombre con una sonrisa. De una mediana edad no muy avanzada, cuando sonreía de le notaban algunas arrugas, nada pronunciado. Por su aspecto de notaba que era una buena persona, honesta y paciente— Pasaba horas ahí metido.

—Que bien. Excelente ¿Puede llevarme a allá, por favor?

—Con mucho gusto joven.

—Gracias— terminó con una sonrisa.

Recostó nuevamente su espalda contra el asiento, viendo el paisaje por la ventana, autos, casas, tiendas, personas y árboles. Se sentía extraño al sabes que ese ambiente urbano y sin reglas le era una cosa nueva, algo que quería descubrí, en vez de algo que ya debería estar más que incluído en su vida diaria. Quería saber cómo se sentiría ser normal otra vez, cuando solía ir a jugar con sus amigos al patio y jugaban con tierra, sin preocuparse por apsolutamente nada más que pasarla bien, con su ignorancia intacta.

Decidió dejar esos pensamientos de lado y se dispuso a ver su teléfono. Lo primero que hizo fue buscar el café a donde iría en el buscador, encontrando fotos muy buenas, notando que el lugar era muy agradeble. Buscó luego el lugar exacto, estaba en un lugar muy bueno, casi en frente había una librería muy famosa, a la cual tenía, debía ir más tarde. Y no tan cerca, pero tampoco tan lejos, había un hotel descente en el que podría reposar hasta el día siguente.

—Ya estamos cerca, joven— anunció el hombre, Gumball le sonrió, diciéndole un leve "gracias" y volviendo a ver su teléfono,que justamente le llegaba un mensaje de Flame

Flint 🔥:
•¿Cómo vas?•

Gumball sonrió, ese chico definitiva estaba muy preocupado, pero en vez de molestarlo, le gustaba mucho que fuera así de atento con él en situaciones como esa.

Tú:
•Ya casi estamos por llegar•

Flint 🔥:
•Aun no ha aparecidos Ice por aquí, ¿no te ha dicho nada?•

Tu:
•No... Me parece muy raro. En fin. Para no arriesgarme apagaré mi celular ¿está bien? Te respondí para que supieras donde había estado.•

Flint 🔥:
Bien Prince. Ten cuidado.•

Sonrió al leer ese último mensaje, y el hecho de que el auto se detuviera le llamó la atención.

—Joven, llegamos— informó el hombre. Gumball suspiró y miró por la ventana, encontrandose con un lugar muy interesante frente a él, el mismo de la foto, con la luz que aún quedaba del sol el atardecer hacía el letrero que se iluminaba de un color azul celeste detrás de unas letras color plata.

"OOO's" se veía muy bien.

—Muchas gracias señor— tomó sus cosas y se bajó del auto.

—Si quiere puedo esperarlo aquí para llevarlo de vuelta— se ofreció amablemente, Gumball sonrió con cierta pena, pues el hombre no siquiera se imaginaba que él estaba escapando de casa por una noche.

—No se preocupe, volveré yo sólo, estaré bien. Nuevamente, muchas gracias— cerró la puerta y esperó a que el hombre se fuera, despidiéndose moviendo la mano de un lado a otro. Al quedarse sólo, miró toda la calle, las pernosas caminaban por las aceras, no era muchas, se imaginó que era por la hora.

Sacó su celular al escucharlo sonar, se tensó, todo su cuerpo se llenó de temor y sacó su celular de su bolso, si ya le había dicho a Flint que apagaría su teléfono, sólo podía ser una persona aparte de él.

—Ice...— su animo bajó considerablemente con sólo decir su nombre, el hombre que no amaba, pero estaba destinado a ser su esposo. Suspiró, viendo como el teléfono sonaba y sonaba, seguro lo llamaba para decirle que estaba frente a la casa de Flint, pero no estaba ahí, estaba en otro lugar, tratando de vivir su vida. El teléfono ahora marcaba una llamada pérdida, llegó un mensaje a su bandeja, "Atiende, estoy afuera" para segundo despuésr03; volver a marcar. Gumball miraba la pantalla sin una expresión aparente, sólo viendo como éste sonaba, para nuevamente tener una nueva llamada perdida. Quiso contestar, realmente quería hacerlo, porque lo que hacía era muy groceso, pero si lo hacía, se pondría nervioso y soltaría la verdad, y su noche terminaría, así que sólo decidió poner el teléfono en silencioso y volvió a guardarlo. Miró el cielo, el celeste se terminaba de mezclar con el naranja, el amarillo y el rosa, y suspiró.

Ahora que se encontraba sólo, se sentía extraño, se sentía descolocado, acariandolo sus manos inquieto mientras trataba de calmase, se sentía observado, sentía que todas esas personas sabían que no pertenecía a ese lugar. Pero no se dejó guiar por su mente, él no pensaba mal de las personas, él confiaba en ella y confiaba en su bondad.

—Si... Nada malo pasará— dijo en un suspiro, sonrió ahora con más ánimo, y entro al fin al local.

Le era muy hermoso por dentro también, muy nuevo a decir verdad. Buscó una mesa vacía y se sentó ahí, el ligero bullicio de la gente le aparecía acogedor, y el lugar estaba bellamente decorado.

—Supongo que Flint tiene buenos gustos...— murmuró para si, viendo el lugar por completo, hasta que en su vista pudo revisar una chica que le miraba con una sonrisa.

—Muy buenas tardes, le doy la bienvenida a "OOO's"— la chica, con una gran sonrisa le saludo, extendiéndose así la carta en sus manos— ¿Ya ha venido a este lugar?

—Ah... No, nunca había venido— le sonrió de vuelta con amabilidad.

—Oh, ya veo. Bueno, te puedo recomendar nuestro café recien hecho con granos americanos de entrada, nuestro café es muy bueno en este lado de la cuidad, se lo aseguro— su sonrisas se hizo más grande, y Gumball pensó que era una buena forma de vender el producto.

—Muchas gracias, me gustaría uno.

—Entendido, si quieres otra cosa, llámame y vendré— la chica dió una reverencia y sonrió antes de irse.

Gumball leyó la carta mientras esperaba a que la chica volviera, la cosas ahí se veían realmente deliciosas, y muy bien preparadas. Sacó su teléfono nuevamente para ver la hora, pero se había olvidado de que su teléfono estaba en silencioso y que estaba recibiendo como loco mensajes y llamadas.

Primero notó la hora, las 16:58, ya casi las 17, aún era muy temprano, así que no debía comer nada muy pesado o no tendrá espacio para la cena. Se dispuso a ver lo que le llevaba a su teléfono.

—Wow...—murmuró, subiendo su dedo por la pantalla, bajando y bajando en la bandeja de mensajes.

—Disculpa la espera— la voz de la chica de hacía rato lo interrumpió,ella dejo su café en frente, junto a un pequeño recipiente de con azúcar— ¿Decidió con qué acompañará tu bebida?—

—Creo que tomaré una galletas por ahora— ladeó ligeramente la cabeza.

—Claro, joven— volvió a hacer una reverencia.

—Mi nombre es Gumball Prince, no es necesario tanta formalidad— dijo antes de que se fuera, la chica rió ligeramente, y volvió a la mesa.

—Ok, Gumball— volvió a reír— No sé ahora si decirte mi nombre, es muy extraño.

—Pues mi nombre es como el de una goma de mascar, así que no lo sé— rió también— No me reiré, lo prometo, eso sería muy grosero.

—Bien...— miró a ambos lado y se acercó un poco mas— Es Breakfast...— Susurró sonrojada.

—¿Breakfast?— ladeó la cabeza con una ligera sonrisa— ¿Cómo "desayuno"en inglés?— la chica asintió, jugando con la falta de su uniforme— Pues me parece un muy lindo nombre—

—Pues muchas gracias, normalmente las personas me dices que es muy raro...

—Es poco común, pero no raro.

—Bien, te traeré lo que pediste, Gumball— ahora si se alejó, con un agrandar sonrisa y un tanto sonrojada.

Ahora sí, Gumball se decidió a ver la cantidad de mensajes que Ice había enviado.

"Atiende, estoy afuera."

"Gumball, ¿qué sucede?"

"Gumball, baja ahora mismo."

"Te estoy esperando, ven."

"Se que es algo tarde, sólo son diez minutos, no tiene que enojarte."

"Gumball, contesta en teléfono, se nos hará tarde para la cena."

"¡Gumbal!"

"Iré por ti si no sales, me cansé de esperar."

"Gumball, acabo de hablar con tu amigo, ¿cómo que nunca llegaste aquí? ¿dónde estás?"

"Princepe, contestar, estoy preocupado."

"Gumball, ¿dónde estás?"

"Dime dónde estás, iré por ti ahora mismo."

"No contestaste así que llame a tus padres, estoy preocupado, por favor responde."

"Dime dónde estás, Prince."

Gumball abrió los ojos por tanta insistencia, de verdad estaba muy alterado, al punto de haber llamado a sus padres, pero en el fondo sabía que lo haría, ahora, sabía que debía permanecer ahí hasta que las cosas bajaran de tono, pero conociendo a King, no dormirá toda la noche hasta encontrarlo.

Notó que también tenía varios de Flame, asi que los leyó.

"Hey Gum, Ice ya está afuera,"

"Ok, acaba de irse, le dije lo que habías acordado, tu no llegaste aquí después de la casa de tus padre y le dije a los empleados que dijeran lo mismo por si acaso, salió muy furioso de aquí, ten cuidado."

"Reaccionó mejor de lo que esperé"

Fue a las llamadas, y notó la cantidad, 30 llamadas, 18 de Ice, y 12 entre "Papá" y "Mamá". Suspiró por milésima vez en el día, eso lo tenía muy angustiado, y por ello, decidió apagar por fin su teléfono, sin muchas ganas de seguir viendo como mensajes y llamadas llegaba a él.

Breakfast llegó segundos después para darle las galletas que pidió, y se fue dejandolo sólo otra vez. En su calma, sacó un libro de su bolso al igual que sus lentes de pasta color azul cielo, se acomodó mejor en su silla y comenzó con su lectura tranquilamente, las personas hablando a su alrededor no le molestaba para nada, era muy agradable tener algo de ruido para llenar el silencio que su soledad siempre le regalaba.

—Es lindo, ¿no es así?— murmuró Breakfast a su hermana menor, viendo a la distancia al chico leyendo.

—Pues si, lo es— dijo la menor con algo de indiferencia, estás ocupada trabajando, además ya estaba acostumbrada a que su hermana le gustan en varios chicos lindos que entran al local, no es que sea una depravada, es sólo que le gustaba admirar a los hombres, y Gumball había sido muy amable con ella.

—Se ve tan bien con sus lentes~

—Ve a trabajar, Fast, hay más clientes— sonrió con algo de pena, su hermana, siempre tan enamoradiza.

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—¿Cómo se atreve ese niño a hacer semejante cosa?— gruñó entre dientes el hombre de cabello blanco, conduciendo su auto mientras de vez en cuando golpeaba el volante, frustado por lo que Gumball había hecho— Hacer todo esto por una tonta cena, que infantil, incluso para él... No iba aobligarlo a nada que después el no quisiera...— su mirada era fría, congelada, se había tornado de un azul eléctrico, y tenía ganas de hacerse cumplir, por que eso debía hacer ese "niño", cumplirle.

Creo que es sería buena idea, que alguien le dijera a Gumball de una vez por todas la clase de vida que le esperaba junto a Ice si seguía actuando tan arisco, en especial, con los problemas para controlar la ira que el hombre poseía desde hacía mucho.

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