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Se encontraban en el consultorio. Verde les había sacado las muestras de sangre tanto a Tsuna como a Hibari y permanecían allí porque esperaban a una sola persona…Aria.
Tras unos minutos, la figura de la mujer apareció por la puerta, llevaba su usual sonrisa amable y venía acompañada de otra mujer, muy bella de cabello azul rey, ojos plateados y piel blanca. Su vestimenta parecía a la de una tribu indígena y en la cabeza traía una diadema de plata con una piedra celeste.
-Me alegra verlos, Tsunayoshi, Hibari- habló Aria
-Aria-san- el castaño sonrió- lo mismo digo
-Uhm…- Hibari tan solo la observó
-Vine a presentarles a Prisma- dijo señalando a la joven, quien solo se inclinó en forma de saludo- ella es la persona de la cual Verde y yo les hablamos, creemos que es perfecta para llevar en el vientre a vuestro hijo. Ella no tiene nada que ver con la mafia ya que pertenece a una de las pocas tribus que quedan al norte, los cuales viven en armonía con la naturaleza; ella accedió a ayudarlos a petición mía
-Prisma…-Tsuna se acercó a ella, miró fijamente a sus ojos y su super intuición le indicó que era una buena persona- mucho gusto, mi nombre es Sawada Tsunayoshi y agradezco mucho tu ayuda-le extendió la mano en forma de saludo
La joven lo miró sin inmutarse y correspondió.
-Un gusto-fue todo lo que dijo, era una mujer de pocas palabras
Hibari observó fijamente a la joven e hizo un movimiento de cabeza como muestra de saludo también.
-Desde ahora vivirás en la mansión Vongola- habló Tsuna- quiero que recibas todos los cuidados necesarios durante el embarazo
-Lo haré hasta que nazca vuestro hijo, luego regresaré a mi tribu- respondió
-Claro- sonrió- muchas gracias Aria-san- dijo esta vez dirigiéndose a la pelinegra - no sé cómo podré pagarle esto
-No te preocupes Tsunayoshi, te ayudo con gusto
Luego de unos cuantos minutos más llegó Verde a la habitación e indicó que Prisma fuera con él, ya que comenzaría con la implantación de los genes de Tsuna y Hibari.
Tras unas horas regresó nuevamente la muchacha y Verde les indicó que todo había salido a la perfección, ahora solo faltaba esperar nueve meses para que naciera su futuro hijo
Tsuna, Hibari y Prisma regresaron a la mansión Vongola y apenas llegar, la presentó ante todos sus guardianes y Reborn.
Todos la recibieron gustosos ya que ella sería la mujer que llevaría al futuro Vongola en el vientre, así que debía ser una persona muy noble y pura.
-“Bienvenida a la familia Vongola”- dijeron todos al unísono haciendo que la cara inexpresiva de Prisma esbozara una pequeña sonrisa
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-¿Y bien?
Se sentó en uno de los sofás de cuero negro que se encontraban en la estancia. La mirada fija del hombre frente a él era intimidante, pero no se dejaría vencer, sabía que el pelinegro necesitaba de su conocimiento y por ende sacaría provecho de ello.
-¿Cuánto es lo que quieres? Te daré lo que pidas siempre y cuando la escoria yo podamos tener un hijo
Habló decidido mientras acariciaba a su cambia forma. Desde que se enteró de lo que ese ex arcobaleno podía hacer en la reunión que Tsunayoshi programó, no había podido dejar de pensar en lo hermoso que sería tener una pequeña escoria con sus ojos y el hermoso color de cabello de su pareja. Era cierto que no le gustaban mucho los niños, pero eso cambiaba si se trataba de uno suyo y de la persona que, aunque le costó un tanto admitirlo, amaba.
-Unas cuantas propiedades y dinero en efectivo no estaría mal, agradece que soy generoso
-Uhm… ¿Cuándo podrás empezar con lo que sea que debas hacer para tener a mi heredero?
-Lo que más demorará serán los exámenes a ambos y la búsqueda de la mujer que incubará al niño, podemos comenzar dentro de un mes, cuando ya no esté tan ocupado con el décimo
-Muy bien- se levantó del sofá y comenzó a caminar fuera de su recibidor- te veo aquí en un mes
-Seguro- sonrió de lado
….
Se encontraba en su habitación, desde la reunión en la mansión Vóngola había estado pensando en lo lindo que sería formar una familia con el bastardo de Xanxus, aunque sabía bien que no podría hacerse realidad.
-Ahh- suspiró- no creo que ese bastardo quiera tener un hijo
-¿Porque piensas eso, basura?
La potente voz de su pareja se dejó oír por todo el lugar y lo estremeció al instante.
Escuchó lo que dije
-X-Xanx…
-Respóndeme- se acercó a la cama donde estaba el pelilargo y se sentó junto a él- ¿Qué te hace pensar eso?
-Yo…- desvió la mirada, pero tomó todo el valor que pudo para dar a conocer las dudas e inquietudes que llevaba en su interior desde hace un tiempo- s-siempre he estado inseguro, maldito boss. Los dos somos hombres y pensé que algún día me dejarías para irte con alguna mujer que sí pudiese darte los herederos que yo no puedo por mi condición- fijó su vista en la del ojirojo y continuó- luego de lo que nos enteramos hace unos días… yo estaba muy feliz al saber que podía formar la familia que siempre quise a tu lado, pero… tú no me dijiste nada al respecto. Es lógico suponer que no quieres tener un hijo conmigo- tomó las manos de Xanxus y las apretó fuertemente- dime ¿Prefieres tenerlo con una mujer?
-Tsk…- el pelinegro se soltó bruscamente de las manos de Squalo y atrapó el mentón de este fuertemente- ¿Por qué tienes que ser jodidamente estúpido, basura?- se acercó al rostro contrario y lo beso de forma demandante.
Atrajo su cuerpo con ayuda de su mano libre e introdujo su lengua en la caliente cavidad de sabor dulce de su pareja. Estaba molesto, sí. No entendía qué podía haber hecho para que la persona que más amaba en ese maldito mundo pensase de esa manera, lo irritaba mucho.
-Ahh… ahhh- respiró agitado cuando el ojirojo liberó sus labios- X-Xanxus…
-Cállate, escoria- chasqueó la lengua y desvió la mirada- no entiendo que te llevó a pensar de esa manera, pero si vuelves a hacerlo te mataré
-Pero tú…
-Te amo- sus palabras fueron fuertes y claras mientras apretaba una de las manos del espadachín- no te lo digo muchas veces porque creo que no es necesario decir algo que para mí es más que obvio-entrelazó sus dedos con los contrarios y lo miró fijamente- jamás vuelvas a decir que prefiero a una mujer antes que a ti ¿entiendes?- se acercó y depositó un casto beso sobre los labios de Squalo- como puedes pensar eso cuando solo por ti me comporto de esta forma tan patética, si alguien me viera seguro se reiría de mí hasta el día de mi muerte, idiota
Squalo sonrió tiernamente y se lanzó a sus brazos. Se maldecía mentalmente por haber estado taladrando su mente con pensamientos tan tontos durante tanto tiempo.
-Te amo, también te amo
-Lo sé- sonrió y apretó fuertemente el cuerpo de su amante
Estuvieron así por unos minutos para luego separarse y mirarse fijamente.
-Entonces… ¿te gustaría en un futuro tener un hijo conmigo?- Squalo estaba emocionado de solo pensar en esa posibilidad
-Adivina quien ha estado aquí hace solo un rato- respondió Xanxus
-¿Quién?
-La basura de Verde
-Pero porqué el…- su mente en ese momento unió cabos y le ofreció una única respuesta- X-Xanxus tú…
-Quería que fuera una sorpresa, pero no quiero que vuelvas a pensar tonterías- despeinó los cabellos de su espadachín y se levantó de la cama- en un mes vendrá a iniciar con todo lo necesario, no te impacientes mucho- comenzó a caminar rumbo a la puerta para retirarse de la habitación. Se encontraba muy avergonzado por todo lo que había dicho y hecho, su orgullo se había ido al traste y debía recomponerse.
-No te vallas
Unos brazos lo rodearon por la espalda e impidieron que siguiera avanzando. Sonrió inconscientemente acarició las manos de su amante.
-Pensé dejar que descansaras un rato
-No…- apretó aún más el abrazo y hundió su rostro en la ancha espalda de Xanxus- quiero que me abraces
Tsk…
Giró y miró fijamente a los ojos de su pareja. Podía observa un brillo deslumbrante de sentimientos solo dirigidos hacia él.
-Que fue lo que dijiste, Squalo
Decir su nombre era algo raro para él, pero cuando lo hacía era en ocasiones como estas, donde los dos se hallaban en un momento sumamente íntimo y dejaban el orgullo de lado.
-Yo…- se acercó al rostro del pelinegro y lo besó castamente- quiero que me tomes, necesito sentirte, Xanxus, no me hagas repetirlo de nuevo
-Uhm- sonrió y apretó la cintura del espadachín con uno de sus brazos- tú me provocaste, después no te quejes con Lussuria ¿Está bien?
Lo llevó lentamente hacia la cama y lo acostó con cuidado. Eran raras las ocasiones en las tenían relaciones de esa manera, ya que casi siempre eran muy salvajes y pervertidos a la hora del sexo; sin embargo, cuando necesitaban transmitirse el uno al otro todos los sentimientos que compartían, el hacerlo de manera romántica y pausada no se les hacía difícil, solo se dejaban llevar y disfrutaban el momento.
-No me arrepiento de haberte seguido, eres lo mejor que me ha pasado- abrió lentamente sus piernas para darle paso a su amante mientras sonreía y lo miraba expectante
-Tú también, no sé qué sería de mí en este momento si no hubieses estado a mi lado- se colocó entre las piernas de Squalo y le dio un cálido beso antes de comenzar con el acto de amor entre ambos.
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