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New Generation por Izaka Ai

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Notas del capitulo:

Gracias por leer este fanfic, fue casi dos años en que me lleve escribiendolo y espero les haya gustado.

Los personajes no me pertenecen, la narración si.

-El juego de la serie mundial más reñido de todos, ¿no crees Esparza?, henos aquí con un frío de 2 grados en el AT&T Park.

-Tienes razón Guzmán, la verdad no tengo la más mínima idea de lo que pueda pasar esta noche, en el séptimo juego, el final, la gran decisión de todas, ambos equipos han luchado como nunca.

-Lagrimas, alegrías, toda esta gente está para ver el campeón de este año, cuya temporada los ha dejado boquiabiertos.

-Aunque, antes que nada, se le hará un homenaje a una gran estrella, que hoy cumple 6 años de retiro, pero nadie en este tiempo ha roto su record de series ganadas y sobre todo, juegos N-H, si, nos referimos a Eijun Sawamura, el japonés que llego a nuestro país siendo un solo una chispa que se convirtió en el fuego de su equipo. El manager decidió darle el premio por su increíble capacidad y la estatua que se inaugura hoy en la sala de museo de los Giants de San Francisco.

-Un mérito que gano solo, sin lugar a dudas Esparza, ahora vamos a unos comerciales de nuestros patrocinadores.

 

En los vestidores, los jugadores se preparan para salir al dogout cuando su entrenador entra con una persona, al que todos conocen.

-Eric, mira-llamo su compañero de equipo al joven pitcher adquisición de ese mismo año por San Francisco. Este se dio la vuelta, y sonrió ampliamente al ver que se trataba de su padre.

-Chicos, este es el hombre del que les hable, Eijun-dijo.

-Es un placer señor Sawamura.

-¡Hahaha! Gracias, de hecho, pase para desearles suerte a todos, aunque no creo que la necesiten pues han jugado muy bien.

-¿Tú crees?-contesto su hijo, que se llevó la toalla al hombro.

-Sé que lo vencerás.

-Tratare.

-¡Eric!-sus compañeros comenzaron a golpearlo con sus toallas, riendo por la broma del chico.

-Papa, solo mírame ganar mi primer serie mundial.

-Lo haré.

 

En las bancas frente al home, las familias de los jugadores se acomodaban para disfrutar del juego, entre ellos Miyuki Kazuya con un par de hotdog en la mano.

-Toma, en serio que me hiciste subir varias escaleras-se quejó este.

-Te falta ejercicio papi-se burló de él, una niña pequeña de largo cabello castaño claro y con ojos chocolate, traía puesto una gorra de los Giants y una camiseta con el número 85.

-No me hace falta nada, hago ejercicio todos los días.

-En ese caso, ¿la edad?-levanto la ceja la niña tras darle una mordida a su hotdog, a Kazuya se le saltaron varias venas.

-A partir de mañana iré al gimnasio también por la noche.

-¡Hahaha! Ese es mi papi.

-Mocosa, ¿no sé a quién saliste?-frunció el ceño, cuando noto que veía a todas partes, como si buscara a alguien-¿Qué pasa Waka-chan?

-Es que dijo que vendría.

-Ah, el. No debe tardar-le sonrió, luego miro hacia la pantalla donde los números de los jugadores y nombres aparecían, eso incluya al pitcher abridor, Eric Sawamura con el número 85.

 

Los jugadores de ambos equipos salieron al campo, el himno nacional se escuchó fuerte y claro antes de comenzar, luego el presidente de la MBL junto propietario de los Giants de San Francisco, se reunieron en el centro del campo, mientras que en las pantallas se mostraba la entrada del museo, donde bajo una manta se encontraba la estatua que se hizo en honor a Eijun, quien tras dar el discurso por parte de ambos apareció en el campo, con el uniforme puesto, saludo a todos los fanáticos del estadio, quienes lo recibieron con una gran ovación, se podía percibir que dejo una gran impresión en el mundo del béisbol, durante casi 20 años de juego en las mayores.

Justo en el momento que los dos directivos dejaron el campo, Eric corrió hacia su padre y le ofreció su guante y una pelota.

-¿Esto?

-¿Darías el primer lanzamiento?

Una oleada de aplausos lo animaron, tomo al guante y subió al montículo, respiro hondo y observo al cáncer, y luego levanto la vista, donde pudo ver a su hija, junto a su esposo «Estoy parado aquí de nuevo, el mismo aire, con el olor a pasto recién cortado, el ruido de los espectadores, la música, el bullicio del dogout, me siento como en el centro del mundo, este mundo que me dio tanto, me arrebato tanto-suspiro pensando en Wakana, colocándose en posición de lanzamiento-.Han pasado casi de 30 años, desde aquel lanzamiento con Akagi, ese con el cual, me llamaron para ser parte de Seido, desde ese día en que lo conocí-levanto la pierna en el aire-.Me encontré con increíbles personas que ayudaron a forjarme, rivales, retos. Soy ahora el hombre que quise ser, un as del diamante y frente a mí, la nueva generación-sonrió y guiño el ojo a su hijo antes de soltar la bola.

El rompimiento del aire y al sonido en el guante cuando impacto, esos fueron momentos de gloria pasada, la epitome de su juventud que ahora lo hacía leyenda.

 

 

-Guzmán, su país debe estar orgulloso de tener a tan excelente estrella. Dicen que ahora es entrenador en la institución que lo vio nacer.

-Es cierto, me gustaría ver la cara de sus alumnos.

-Yo igual, en 6 años debió enseñar ya a dos generaciones. Que gran emoción.

 

En Japón, cuando apenas el reloj marcaba las 7 de la mañana, pese a la diferencia de horarios se ajustaron para ver el partido.

-Yukine-sensei, la hora se acaba-el editor esperando observando el reloj de su mano. Pero al mirar hacia el estudio, este veía el televisor-.Sensei.

-Lo siento, solo recordaba viejos tiempos.

-Kenshin, sé que adoras el béisbol pero cuando me entregues eso podrás ver el partido-le regaño.

La puerta se abrió y entro con una bolsa de cerveza y botanas, se trataba de Luke.

-Ya comenzó el homenaje, debí darme prisa.

-Takigawa-san, ¿puede decirle a su prometido que tengo que estar en una hora en la imprenta?

-¡Hahaha! Será imposible, incluso yo esperaba por verlo.

-No puede ser, tal para cual-suspiro el editor.

 

No muy lejos de ahí, en la sala de un departamento un grupo se reunió con mismo motivo, ver la final de la serie mundial.

-¿En serio tenían que venir todos?-se quejó Ikki al ver como llenaron su sala, a lo que Kuro lo tomo del brazo.

-Vamos, son nuestros amigos.

-Yo diría que gorrones, se acabaron la cerveza de la nevera.

-Iré a comprar más-le sonrió ella, pero Haru se levantó del cojín en el que estaba.

-No, iré yo, tu descansa, Kuro-con una gran sonrisa y le ofreció su lugar, claro que Ikki le ayudo a sentarse, dado que tenía 7 meses de embarazo y una enorme panza.

-Cariño, tu solo siéntate-le regaño Ikki-.Sé que me quejo, pero amo a estos idiotas.

-¡Ikki!-le llamo Rai.

-¿Qué?-contesto con la voz alta y una vena saltada.

-¡Yo también te amo!

-¡Cállate!-lanzándole una bolsa con frituras.

-Yo no te amo, pero quiero frituras-levanto la mano Shun,

-Idiota-suspiro Ikki.

-Traje algunas botanas-Saito con una charola desde la cocina, y a su lado Reiji ayudándole.

-Son unos parásitos, ustedes dos-bufo este a Raito y Shun, que solo reían.

-¡Hehehe! Al menos, seguimos juntos-dijo Saito a lo que Reiji le dio un beso en la frente.

-Contigo soy feliz, no me importan estos tontos.

-Sí, Reiji yo también te quiero.

-Me voy-Haru se dirigió a la puerta.

-¡Hahaha! Nunca cambian-se burló Kuro.

 

Justo en la puerta y tras ponerse los zapatos de nuevo, la puerta se abrió y ahí estaba el.

-Disculpen por la intromisión-hablo en voz alta.

-Kai-Haru se quedó pasmado al verlo y de inmediato desvió la vista.

-Haru-un momento de silencio entre ambos-.Tiempo sin vernos.

-Sí, tiempo sin vernos-el peli rosa, que se curvo un poco para parecer de menos altura.

-Sé que estas con los Tiggers, es un equipo excelente.

-Soy titular ahora.

-Es buena noticia.

-Sí.

-¿Cómo esta Masamune?

-Ken, bueno el…

 

Un momento incómodo para ambos, dado que ellos terminaron su relación en tercer año dado que Kai recibió una beca completa de una universidad de Corea para jugar béisbol, y en los pocos viajes que había al Japón, se dio cuenta que Haru inicio una relación con Ken, su amigo de infancia.

-Iré a la tienda-bajo la mirada pasando a su lado, una herida aún abierta para ambos. Kai se quedó ahí, sin decir más o moverse, con el abrigo en la mano.

-Si seres terco y tonto, hermanito-Rai recargado en el marco de la puerta.

-Rai.

-Él te ama, pero tú te fuiste sin decir nada.

-Pero esta con Masamune.

-No es así, hace un año que está solo. Ve idiota-le sonrió, a lo que Kai no lo dudo y corrió tras Haru.

-¡Haruuu!-le grito sin importarle el escándalo a mitad de la calle, el peli rosa encogió los hombros y se dio la vuelta.

-Kai.

-¡Cásate conmigo!

-¿Qué?

-¡Que te cases conmigo!-fue directo a él, Haru veía a todas partes como si quisiera hundir su cabeza en algún lugar, las personas se le quedaban viendo.

-¿Qué dices? ¿Yo?

-Si tú, te amo-lo sujeto del abrigo para hacerle bajar a su altura y besarlo, un cálido y húmedo beso, al separarse Haru sonrió.

-Acepto.

Ahora el quien lo beso, abrazándolo logrando que profundizara aquella muestra de cariño que aunque perdieran un poco el rumbo, no lograron olvidarse.

-Senpais, sí que quieren recuperar el tiempo perdido-Kaoru y Mima, tomados de la mano.

-Kayano-chan, Yuma-kun-feliz de verlos Haru.

-Senpai.

-¿Shiota-kun y Taiga-kun?-pregunto el peli rosa.

-Ellos fueron directo a la casa de Narumiya-senpai.

-Ya veo.

 

En un café de la calle principal en la ciudad de Tokyo, un par de figuras estaban por dejar la mesa, pese a que su atención estaba en el televisor frente a ellos.

-La cuenta-entrego la mesera.

-Gracias, aquí tiene.

-Muchas gracias por visitar Moe Café. Al darse la vuelta su compañero ya no estaba.

-¡Ah! ¡Sosuke-san!-fue corriendo tras en la calle.

-¡Que lento eres Hayato!

-Me dejo pagar, la próxima paga usted.

-¿Yo? Tú fuiste el que quiso perder el tiempo en el café, aún tenemos que ir al entrenamiento.

-Sí, ya se, espero que el capitán no se moleste.

-Si lo hace, no importa. Seré su jefe algún día y yo manejare toda la estación de policía de Tokyo.

-Sosuke-san, apenas somos policías en entrenamiento, queda mucho por hacer.

-Piensa en grande.

-Bueno, sí.

Subieron a unas motocicletas estacionadas en la acera, y tomaron sus chaquetas con el logo de la policía del Japón.

-Por cierto Sosuke-san, ¿Quién ganara?-pregunto por el juego, a lo que el mayor solo respiro hondo y saco sus gafas obscuras.

-Quien sabe-encendió la moto y dio arranque, Hayato le siguió.

 

.  .  .

 

En el estadio casi lleno, la persona que Wakana esperaba por fin hizo su aparición, caminando hacia ellos con premura.

-Lamento la tardanza.

-Brian-nichan.

-Hola, Waka-chan-acaricio sus cabellos Brian con una gran sonrisa.

-Te perdiste el homenaje.

-Lo siento Kazuya creo que Eijun me regañara por eso.

-Claro que no, pero si me debes una cerveza-Sawamura apareció detrás de ellos, acomodándose todos en las gradas-¿Cómo estas hijo?

-Muy bien, Yale es algo agotadora pero me fascina.

-Tendremos un gran abogado pronto-comento Miyuki.

 

Los jugadores de San Francisco se encaminaron a las  bases, el ampáyer principal entrego la bola al cátcher para comenzar con los lanzamientos reglamentarios, antes del inicio del partido. Los aficionados se preparaban con todo para animar a sus equipos favoritos.

 

-Aquí tenemos el juego decisivo, los Royals de Kansas vs. Giants de San Francisco, en casa de los gigantes.

-Así es Guzmán, en los playoffs mostraron una gran batalla contra los Nationals pero dominaron ganando cuatro al hilo. Royals viene con todo este año.

-Su novato estrella es una sensación.

-Es cierto, veremos que pasara cuando se enfrente, contra el heredero al trono de Eijun Sawamura, Eric quien tiene las mejores estadísticas de la temporada.

 

El primer bateador por parte de los Royals, Jiménez sale al plato con su bate, el siguiente jugador en el círculo de espera, Eric respira hondo mostrando su número en la espalda, hacia el home, quería ver a sus compañeros, y con una gran sonrisa, levanto la mano.

-¡Las pelotas saldrán volando, gracias por defender!-grito con todas sus fuerzas.

-¡Eric!

-¡Vamos!

El pitcher se dio la vuelta para ver la señal del cátcher, cuando el ampáyer anuncia.

-¡Play ball!

El bateador se posiciona cerca de la línea, eso lo noto Eric y sonrió pues al parecer lo conocían, pero eso no era todo lo de sí. Su cátcher le solicito una recta al centro, sabía que lo osado que era por lo que simplemente asentó, se preparó ordenando la pelota en el guante y al girar su brazo, esta salió expedida hacia el plato.

-¡Strike 1!-dicto el ampáyer, pues ni siquiera la había rosado.

-¡Buena!-el cátcher felicito a Eric, devolviéndole la pelota. Sin darse cuenta la cuenta se elevó a dos outs, logrando sacar al primer y segundo bate de los Royals, el pitcher de los Giants estaba imparable, pues sin ningún hit. Era el momento para el tercer bateador, el novato de Kansas y su centro de defensa, en los altavoces dieron su nombre, llevándose una pequeña ovación.

-Numero 52, Miyuki Tatsuya.

 

El joven se levantó del círculo de espera, el uniforme azul de los Royals lo embestía con gran porte, balanceando el bate con gracia y llevándose a la boca una goma de mascar.

-¡Tatsuya!

-¡Demuéstrale a ese pitcher!

Los dos conectaron sus miradas

-Tatsuya-murmuro Eric, acomodándose la gorra.

-Esto finalizara nuestro duelo, ¿no Eric?-sonrió ante el joven.

-Oye, creo que él esperaba esto.

-¡Hahaha! Lo sé, aunque nada de lo que haga me sorprenderá.

-¿Si tú lo dices?-el cátcher de los Giants se volvió a colocar la careta para enfrentarlo.

 

Habían pasado 6 años desde que sus caminos comenzaron a dividirse, lo que inicio como un odio mutuo, dolor y hasta llanto, entre ellos nació el amor, uno que traspaso una generación.

«Eh, Tatsuya, ¿lo recuerdas?...» le llamo en sus pensamientos Eric.

«Si, lo recuerdo. Nuestra promesa, de ese día…» Tatsuya, acomodándose en el plato, mientras que el pitcher recibía la señal. Una promesa, que hicieron hacia 4 años.

 

Flash Back…

La graduación de Seido finalizo, el director se conmovió con las palabras del presidente estudiantil por agradecerle su esfuerzo en cambiar para mejorar la institución, claro que todos animaron al joven que como, Eric, Shun, Haru, Reiji, Ikki, Kuro, Saito, Kaito y Raito, se graduaron ese día.

-Oigan, ver el campo después de pasar tres años aquí, creo que llorare-comento Kuro, tomada de la mano con Ikki.

-¿Vieron a mis padres? En serio pensé que mi papa lloraría-dijo Ikki.

-Si lo vi, no crearía que el gran Narumiya-san se conmoviera-replico Rai.

-Hey, estamos aquí-Eric, quien fue el primero en llegar al campo, observo ese lugar. Ahora sabía lo que sentían Kenshin, Sosuke y Luke en aquella ocasión.

-Creo que llorare-murmuro Saito, mientras que Reiji lo abrazo.

-Puedes usar mi pecho para llorar.

-¡No!-lo empujo sintiéndose apenado.

-Riko-senpai dijo que, es como abandonar una parte de tu vida. Creo que tiene razón-suspiro Kuro.

-Hermano, ¿Qué piensas?-Rai dándole un codazo a Kai.

-No lo sé-contesto, viendo de reojo a Haru.

-¡Senpai!-saludo Shiota a todos, quien tenía en la mano su móvil listo para tomar la fotografía del recuerdo.

El grupo se asomó al dogout y en el estaban, Hayato y Toru, los dos vistiendo casual, parecía que decidieron a decirles adiós también.

-Kuramochi-senpai.

-Hola Eric.

-Chicos.

-Maezono-senpai-saludaron los demás.

-Una foto-les llamo Shiota para acomodarse, percatándose la ausencia de su entrenador.

-¿Dónde está mi padre?

-¡Nichaaan!-Wakana apareció corriendo hacia y cayendo en sus brazos.

-Waka-chan.

-Eric-nichan, ¿adivina qué?

-¿Qué?-alzando la vista hacia su padre y Kazuya que caminaban hacia ellos.

-Tatsu-nichan-le dijo la niña.

-¿Tatsuya?-se alzó para ver mejor, y justo detrás de sus padres estaban el, con una chaqueta deportiva del equipo al cual perteneció su padre-.Tatsuya, Tatsuya-comenzó a correr hacia él, traspaso a sus padres y se detuvo justo frente al cátcher.

-Hola, Eric-le sonrió, abrazándose al fin, después de casi dos años de no verse.

-Te tardaste, idiota.

-¿Ah? Así me recibes.

-Claro que sí, no había tenido noticias de ti.

-Bueno, lamento eso. Tuve problemas en el reclutamiento.

-Cállate, ya-salto a sus brazo y lo beso, sus compañeros de equipo los vieron y se alegraron por ellos.

 

Esa noche, Tatsuya le mostró su nuevo departamento a Eric, viviría ahí ahora que regresaba a  Japón siendo cátcher principal de un equipo profesional. El movimiento de las mantas y el sonidos de los gemidos, una noche de reencuentro, satisfaciendo sus impulsos frenados por tanto tiempo. Tatsuya sentía que pronto terminaría, sostuvo con fuerza sus caderas para dar la última embestida, mirando aquel rostro lleno de placer de Eric, este lo acogió en sus brazos, viniéndose juntos.

-Deberías venir a vivir conmigo-con la respiración agitada.

-Tatsuya-Eric se acomodó en sus brazos, mientras estaban recostados en la cama desnudos-.No me quedare en Japón.

-¿Qué?

-Le pedí a nuestros padres que no te dijeran nada, quería decírtelo yo mismo.

-¿Qué es?

-Me reclutaron para un equipo en las menores en EUA, volveré a casa, en San Francisco.

-Pero Eric, yo no puedo ir, mi contrato.

-Lo sé, lamento esto. Te amo y lo que menos quiero es que me odies-se recargo en su pecho, a lo que Tatsuya acaricio su mejilla.

-Jamás podría odiarte, lo entiendo, cada quien escoge su camino. Ahora tú te vas lejos, avanzas dos escalones más arriba que yo.

-Tatsuya.

-Eric, hagamos una promesa.

-¿Otra?

-Sí, que al vernos de nuevo, tal vez como rivales, no lo sé, daremos nuestro máximo esfuerzo y sí, me amas todavía, nos casaremos.

_  .  _

 

El primer lanzamiento para Tatsuya, fue una forkball, la rozo con el bate y se fue de faul, la gente de emociono con ello, Eric la vio caer del otro lado de la línea y respiro aliviado.

-Papa, Tatsu-nichan logro darle.

-Sí, es un excelente bateador.

-Me recuerda a alguien-inquirió Sawamura, Wakana se levantó de su asiento y comenzó a gritarle a sus hermanos a todo pulmón.

-¡Tatsu-nichan! ¡Eric-chin! ¡No se rindan!-con una enorme sonrisa, los dos lograron escucharla.

«Waka-chan, tu hermano mayor va a derrotar a este monstruo, solo mírame…» pensó Tatsuya.

« ¡Hahaha! Wakana, solo mírame poncharlo…» pensó Eric.

-Su primera serie mundial como rivales, nunca pensé que se enfrentarían de esta forma-dijo Brian.

 

El segundo lanzamiento, el cátcher le indico el crossfire, y tal como esperaba lo ejecuto a la perfección, Tatsuya no pudo ni moverse, cayendo el segundo strike. Con la cuenta en su contra, tenía que abanicar o se quedaría en el punto de salida, respiro profundo, apretó el bate entre sus manos. Eric por su lado, casi podía sentir como su corazón casi se salía del pecho, de nuevo levanto la mirada para ver la señal del cátcher, sorprendiéndose de lo que pedía.

-Ese, ya entiendo-asentó y se perfilo «Esto es para ti Tatsuya, espero que como en ese entonces, puedas verlo, pero la verdad no…» pensó. Lanzo la bola directo a guante, en el centro del plato, Tatsuya no podía creer que fuese ese mismo lanzamiento que marco su antes y después, agito el bate y logro golpearlo, sin embargo pudo sentir el peso y el mismo movimiento lo hizo retroceder.

 

La pelota salió volando sobre sus cabezas, Eric levanto la vista y dos jardineros fueron hacia él, pues la bola caía directamente hacia él, Tatsuya corría hacia primera base cuando al mirarlo, vio como solo estiro la mano y cayó en su guante.

-¡Strike! ¡Out! ¡Change!-el ampáyer con la mano en el aire, el pitcher de los Giants levanto el guante y se lo mostró a todos, la primera entrada término gracias a eso, Tatsuya regresaba a su banca para unirse a la defensiva, cuando escucho que Eric lo llamaba.

-¡Tatsuya!-al voltear con él, lo señalo con el puño y le regalo una gran sonrisa-.Espero cumplas tu promesa.

-Lo haré-contesto, alzando también el puño hacia él.

 

En ese punto, solo parecía haber un mundo para ellos en una historia que comenzaban y apenas dio su primer lanzamiento, las nuevas generaciones.

 

Fin.

Notas finales:

Muchas gracias por todo.


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