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Vengeance por ValexWalker

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Notas del capitulo:

Hii!

Este es el capítulo final. No saben cuanto me debatí para hacerlo ni cuanto sufrí, ya que borraba y escribía sin parar... hasta que al fin, quedé algo satisfecha con esto.

Nos leemos al final, espero les guste <3

Había sentido el olor del purasangre acercase a él, por lo que indicó a sus demás acompañantes quedarse detrás y esperar pacientemente.

En menos de un  minuto pudo apreciar al imponente vampiro legar a dónde se hallaba acompañado del castaño. Por lo que era capaz de ver, intuía que Hibari no estaba enterado de mucho, ya que incluso llevaba en brazos a Tsunayoshi sin saber que este era el autor principal de todo aquel drama.

Sonrió y se preparó para la inminente batalla, no sin antes darle una mirada a Yuni, la cual asintió inmediatamente al entender su mensaje.

-R-Reborn

La expresión lastimera de Lambo le rogaba que no luchara, pero pese a lo fuerte que esta pegaba en su ser, su decisión ya estaba tomada desde el instante en que vio a aquel muchacho correr tratando de alcanzar aquella luz imposible para él al ser un humano, un humano que no podía ganar contra un vampiro.

-Solo quédate atrás

Caminó de frente y observó cómo Hibari hacia lo mismo, sus ojos a medida que avanzaban se iban tornando color sangre y sus garras y colmillos crecían al máximo para de esa forma destrozar todo lo que se les cruzase al frente.

….

-Confía en mí- sonrió sinceramente- todo estará bien

El castaño no respondió. Solo se quedó observando cómo el purasangre caminaba rumbo a su sentencia de muerte sin que él tuviese el valor por detenerlo. Todo el plan estaba marchando a la perfección. Reborn sería el encargado de pelear con él para poder inmovilizarlo y permitir que el conjuro no fallase. Apretó los puños fuertemente, enterrando sus uñas en la palma de su mano hasta que esta sangrase, no debía detenerlo, él debía morir, debía pagar por lo que hizo… eso era lo correcto.

-Te atreviste a invadir mis dominios, te morderé hasta la muerte

-Eso quiero verlo

Ambos pelinegros comenzaron con la batalla. La velocidad con las que sus garras y golpes colisionaban dejaban un sonido estruendoso a su paso.

Ninguno de los dos daba algún indicio por desistir, pese a toda la sangre que poco a poco manchaban sus ropas y el suelo por donde pisaban, no estaban dispuestos a ceder en lo más mínimo.

-R-Reborn

Las lágrimas no paraban de brotar de las esmeraldas de Lambo, a pesar que él sabía que todo no era nada más que parte del plan, el ver así de lastimado al vampiro hería profundamente su corazón.

-Yuni…- Fuuta miró con una expresión de lo más seria a la bruja

-Solo un poco más

Con las manos juntas y recitando en susurros el conjuro de invocación, la peliverde hacía todo lo posible por apresurar el nacimiento de las llamas. Al observar a Tsunayoshi arrodillado en el suelo frente a ella con el rostro completamente lleno de lágrimas y una expresión destrozada, su autocontrol se estaba perdiendo, debía darse prisa en castigar al maldito que había hecho todo aquello con Namimori, aquel que había asesinado a tantas personas inocentes tan solo por propio beneficio.

….

-Muy pronto estarás acabado-gruñó para luego dar un sonoro golpe en la boca del estómago del contrario provocando que botase sangre por la boca- te lo aseguro

-Uhm- sonrió devolviéndole el golpe esta vez en la mandíbula de su oponente- puedo decir lo mismo- hizo una pausa al ver como el otro vampiro limpiaba la sangre de su labio- lo sé todo, Reborn

-¿Qué quieres decir?

Por la expresión del hijo de Alaude, pudo entender que este no estaba bromeando. Su desconcierto se incrementó en fracciones de segundo y cuando quiso acercase a él para golpearlo exigiendo una explicación sintió un circulo hecho de escrituras rodearlo en el suelo.

-¡Aléjate de allí, Hibari Kyoya!

La voz de Yuni resonó en todo el lugar iluminado únicamente por la luz de la luna y rodeado de frondosos árboles.

Sin dudarlo un segundo, el purasangre se alejó del contrario y observó cómo este era rodeado por unas llamas de color celeste verdoso impidiendo su escape.

“Esas son…”

-¡¿Qué es lo que estás haciendo, Yuni?!

Tsunayoshi miró aterrado la escena, se reincorporó del suelo donde hasta hace solo unos segundos se encontraba arrodillado y corrió hasta llegar con la bruja, el cambiaforma y el de ojos esmeraldas.

-Para que cumplas tu venganza, necesito tu sangre

La bruja le señaló un símbolo en el suelo frente a ella. Indicándole con la mirada que debía otorgar su sangre sobre este.

-¡¿Estás loca?!- Lambo se dispuso a arremeter contra ella, pero Fuuta lo tomó de los brazos y lo aferró a su cuerpo- ¡Es a Hibari a quien tienes que encerrar!

-Cálmate, Lambo- el castaño hacia mella de toda su fuerza para poder detener al vampiro, en poco tiempo estaba seguro este se liberaría

-¡¿Cómo quieres que me calme?!- el pelinegro miró entonces a aquel que consideraba un hermano- Tsuna, di algo por favor

-Es verdad- el castaño observó fijamente a la mujer- es a Hibari a quien debías encerrar

-Estás equivocado- la peliverde observó al vampiro quien se encontraba parado a una distancia prudente de ellos sin hacer ningún movimiento- el ser que siempre quisiste destruir, está rodeado por las llamas en este instante

-No entiendo qu…

-Yo fui quien lo descubrió- Fuuta al notar que el vampiro de ojos verdes fue calmándose poco a poco lo liberó lentamente- Yuni me pidió que investigase a fondo el porqué de la masacre a tu pueblo

-Han pasado cinco meses, perdón por la demora

-No te preocupes, Fuuta- la bruja le sonrió y le indicó que se sentase frente a ella con la mirada- ¿lograste averiguar algo?

El castaño apretó fuertemente los puños y sus ojos se volvieron grises por la furia.

-Sí, fui en busca del último vampiro vivo que participó en la masacre a Namimori

-¡¿Y qué fue lo que te dijo?!- el observar de esa forma a su amigo la alteró, Fuuta muy pocas veces perdía la compostura

-Mencionó que el purasangre encargado de deshacer los sellos del pueblo solía llevar… una fedorra negra y un anillo de piedra azul en la mano derecha

-N-No puede ser- Yuni se tapó la boca con ambas manos- entonces la bola de cristal no se equivocaba

-En efecto-el castaño la miró fijamente- la razón por la que Hibari Kyoya no se reflejaba en ella era porque él no había sido el culpable, él no fue el vampiro que mandó a matar a los humanos de aquel pueblo

....

Luego de escuchar la explicación del cambiaforma, Tsuna corrió rápidamente al frente de las llamas que iluminaban todo el lugar.

-T-Tú…

A través de las claras llamas color celeste podía observar el rostro inexpresivo del purasangre. Este solo lo miraba sin emitir ningún sonido, sin tener la intención de decir nada.

-¡¿Por qué?!- cayó rendido al suelo fuera de sí- ¡¿Por qué lo hiciste?! ¡¿Qué  te habíamos hecho?!- sintió cómo Hibari se acercaba lentamente a él, pero en ese momento no le importó, lo único que quería era una explicación, un porqué que justificase su accionar.

-Tsunayoshi…- le dolía ver así de devastado al castaño y en parte se sentía culpable, si no hubiese dejado que creyesen que fue él el autor del atentado al pueblo de humanos, todo hubiese sido diferente

-Todo fue por tu causa- al fin el purasangre aprisionado por las llamas decidió contestar y sonrió al ver el rostro lleno de lágrimas del chico al que convirtió en uno más de su especie- si tu no hubieses nacido allí, el pueblo seguiría intacto hasta ahora

-M-Mi culpa

-Hibari debe saberlo tan bien como yo- el de patillas observó con una sonrisa llena de burla al otro vampiro- tú eres el chico de la profecía

Tras lo dicho Hibari apretó fuertemente los puños y juraba que si no fuera por aquellas llamas, en ese instante estaría desgarrando cada parte de aquel malnacido.

-¿Profecía?- Tsuna miró inquisitoriamente al purasangre a su lado- a qué se refiere con eso

-Como puedo intuir que él no querrá decir nada lo haré yo- Reborn suspiró y sonrió- Existe un mito que dice que cada mil años, nace un elegido, aquel que guarda en su interior poderes inimaginables, capaces de manipular y destruir todo lo existente a su alrededor- pudo percibir una mirada llena de dolor fijarse en él, sabía de quien se trataba y no pudo evitar que un profundo dolor se instaurase en su pecho- Hace un año un poderoso brujo me informó que el tiempo de aquella profecía había llegado, un adolescente humano había sido el bendecido con tal poder y el nombre de su pueblo natal era Namimori.

-¿M-Mataste a todas las personas del pueblo solo para encontrarlo?- preguntó  entrecortadamente con tono cansado

-Yo solo retiré los sellos del pueblo para que los demás vampiros pudiesen entrar y darse un festín, asegurándome antes, por supuesto, de dejarles bien claro que dejasen con vida al hijo de la familia Sawada.

-¿Entonces quien era la persona que vieron en el pueblo aledaño a Namimori a la hora del ataque?- Hibari no quería dejar ningún cabo suelto, debía explicar lo que antes Mukuro le había dicho

-Oh, eso- sonrió ladino- Fran, aquel ilusionista me hizo el favor a cambio de liberar a su querido príncipe, solo jugué mis cartas, eso es todo

-Eres un maldito- Tsuna apretó los puños y sintió como un fuego profundo invadía completamente su interior

-Bueno, luego de que los vampiros cumpliesen con su cometido, los asesiné a todos, o bueno, eso creí, ya que por lo que Fuuta te dijo- miró de reojo al castaño de ojos claros- hubo un sobreviviente

-¿Qué es lo que quieres de mí?- se reincorporó del suelo mientras sus ojos se tornaban completamente rojos- ¿Por qué me hiciste creer que fue Hibari el culpable?- su cabello comenzó a agitarse con el viento y crecer lentamente

-¿Qué te sucede?- Kyoya se alteró al ver los cambios en Tsuna. Trató de acercarse pero una fuerte fuerza se lo impidió de golpe.

-Por lo que todos puede presenciar ahora- relamió sus labios- despertarías tus poderes al sentir una profunda ira cuando estuvieras frente al asesino de tus padres, estaba seguro que tu fuerza se relevaría y ese sería el momento justo para arrancar y engullir tu corazón; de esa forma, sería yo el nuevo amo de este mundo- sonrió ladino- respecto a por qué Hibari, no es nada en especial, él fue una buena opción ya que sabía que se inculparía para encontrar al culpable de la masacre, todo lo calculé muy bien… aunque- miró directamente a las orbes azules del otro purasangre- por su mirada puedo asegurar que guarda sentimientos por ti, eso no estuvo en mis planes

-No puedo creer lo perversa que es tu ambición

Yuni miraba entristecida y decepcionada al vampiro, nunca imaginó que la persona que la cuidó desde niña pudiese esconder una personalidad como aquella; ella siempre lo respetó mucho, por esa razón se sintió morir cuando se enteró de que su “tío” como le decía de cariño, era el autor intelectual de toda aquella tragedia.

-¿Solo querías poder?- el cabello de Tsunayoshi se tornó rojo escarlata y comenzó a agitarse fuertemente- ¿Por eso destruiste a tantos inocentes?

Hibari trataba de acercarse a él, pero no podía por más que hacía uso de su poder de purasangre, la barrera que había impuesto el chico era demasiado fuerte.

-Si esperas que tenga una historia trágica pasada y que por esa razón me haya convertido en el “malo” de la historia, te invitó a que esperes sentado eternamente- se burló- solo quería el poder suficiente para estar por encima de todos ¿es difícil de entender?

El ahora pelirrojo lo miró con todo el odio que sentía por él y a una velocidad impresionante se dirigió hacia el sello que antes Yuni le había mostrado.

-¡Tsunayoshi!

Hibari tuvo la intención de ir en su dirección pero la expresión fría que el chico le dirigió a él y a los demás presentes lo detuvo.

-¿No tienes miedo?- con sus filosas garras desgarró la palma de su mano y observó el líquido carmesí acumularse en esta- si dejo caer mi sangre ahora, todo lo que hiciste habrá sido en vano

-Jaja- rio en respuesta observando al chico frente a él- al contrario, sería un honor- se colocó una mano en el pecho en señal de respeto- después de todo, es el mejor final para los villanos como yo

-Tú lo has dicho- inclinó su mano y observó la caída de las gotas del líquido carmesí dentro del sello- hasta nunca

En ese instante las escrituras en el suelo brillaron y las llamas de fuego se intensificaron.

De un momento a otro, la silueta de alguien muy querido para él se dirigió hacia las llamas.

-Te quiero, Tsuna

Para cuando logró reaccionar, el chico de ojos esmeralda había entrado en estas con la ayuda de un collar de perlas negras que llevaba en sus manos.

-¡Lambo!- su grito desgarrador se dejó oír por todo el lugar

-¡No puede ser! ¿Cuándo fue que lo hizo?- Fuuta buscó desesperado el collar mágico que Yuni una vez le había entregado para cualquier emergencia

Tsuna corrió desesperado hacia aquel que consideraba como su familia, pero los fuertes brazos de Hibari detuvieron su andar.

-¡S-Suéltame!- las lágrimas brotaban de sus ojos nuevamente color avellana y su cabello castaño se dejaba observar agitado por el viento-Yo debo…

El movimiento de cabeza del purasangre le indicó que era algo inútil. Dirigió su vista hacia las llamas y estas habían incrementado su tamaño e intensificado el color, muy pronto consumirían todo aquello que rodeaban.

-¿Qué es lo que haces aquí, vaca tonta?

Lo miró sonriendo burlón como en esos cincuenta años que llevaban juntos solía hacer luego de llamarlo por ese apodo.

-¿Tú que crees?- se acercó más al cuerpo del vampiro frente a él para colocar sus manos sobre su pecho- Acompañándote por supuesto

-¿No deberías odiarme?- tomó uno de los ondulados mechones del chico con sus dedos y jugó con este, siempre le sorprendería lo suaves que las hebras azabache del contario se sentían al tacto- escuchaste todo ¿no es así?

-Así es- cerró los ojos durante unos segundos disfrutando el dulce gesto que el vampiro le regalaba- resultaste ser el villano- posó una de sus manos sobre la mejilla del contrario- pero aun así no soy capaz de odiarte

-Eres tan idiota- sonrió como nunca lo había hecho frente a nadie- por amar a alguien como yo

-Tienes razón- una lágrima resbaló por su mejilla- pero no me arrepiento

Reborn atrajo por la cintura al chico y lo apretó contra su cuerpo, sentía las llamas cada vez cerrarse más hacia donde se hallaba indicándole que muy pronto, el drama teatral llegaría a su fin.

-¿Morirás a mi lado? ¿Tan fuerte es lo que sientes por mí?- susurró cerca de aquellos labios tan exquisitos que de vez en cuando tenía el valor de probar

-Víctor Hugo dijo una vez “Los que padecéis porque amáis, amad más aún. Morir de amor es vivir”-juntó su nariz con la contraria- sabes que soy un gran fan suyo

No pudo resistirse y besó castamente los labios del chico, debía pensar en algo rápido y responderle a su estilo.

-“La perfección del amor es morir por amor”-le ofreció una mirada cálida, muy impropia de sí mismo

-Rougemont ¿eh? -sus mejillas sonrojadas por el anterior contacto adornaron su expresión divertida- tan típico de ti

Se juntaron aún más al darse cuenta que las llamas ya casi rosaban sus pieles, les quedaba poco tiempo, poco segundos para el verdadero final.

-Tal vez nacimos para amarnos, pero no para estar juntos- contempló el brillo esmeralda de los ojos del chico que sabía muy pronto, no sería capaz de volver a ver

-No digas eso- sujetó una de las manos del vampiro y entrelazó sus dedos con los ajenos- nuestra eternidad apenas comienza, Reborn- sonrió

-Lambo…

-Shhh- interrumpió al contrario y susurró cerca de sus labios- ahora solo debemos fundirnos mutuamente- apretó la mano del vampiro- te amo

Sus labios se encontraron y se abrazaron sin importar nada más. Las llamas fueron consumiéndolos poco a poco, pero el dolor de estas fue atenuado por el gran sentimiento compartido. No sabían que les deparaba luego de la muerte, ni siquiera polvo quedaría de sus cuerpos luego de que todo terminase; sin embargo, estaban convencidos que si tuvieran un momento para elegir entre vivir aquello o no, lo elegirían nuevamente sin dudar, esa era el mejor cierre de telón, el mejor final para aquella obra.

……

-¡Apresúrate idiota!

Un peliplata corría rápidamente hacia el centro del bosque de la mansión de su jefe. Había estado en medio de la misión que Hibari le había encargado junto al estúpido de Yamamoto, cuando de improviso, uno de los sirvientes de la casa lo llamó para informarle que habían sido atacados y encerrados por el vampiro castaño.

De inmediato, habló con su pelinegro acompañante y regresó junto con él, lo más rápido que su forma de leopardo y lobo les permitió.

-Ya casi llegamos, no te enojes, Hayato

Divisaron la silueta del purasangre a lo lejos, se encontraba sentado abrazando a una persona y frete a ellos solo se podía divisar mucho humo, como si algo hubiese sido quemado allí anteriormente.

Antes de que pudiesen acercarse más a la escena, una chica peliverde se interpuso entre ellos y los miró muy seria.

-Lo mejor será dejarlos solos- su voz sonó calmada y sincera- yo les explicaré todo

Gokudera quiso reusarse al principio, pero tras ver la expresión que su pareja le dirigía, supo que en ese momento, lo mejor sería mantenerse al margen, después de todo, Hibari-sama se encontraba bien.

………………………………………………………………………………………………

Llegó a su habitación solo para encontrarlo de la misma forma en la que lo había dejado. Mirando tristemente a la nada y sin moverse un solo milímetro.

Le dolía profundamente verlo de ese modo y no podía dejar pasar más tiempo, debía explicarle detalladamente todo lo que había sucedido y esperar por su respuesta.

Sabía que se encontraba muy herido luego de la muerte de aquel vampiro, que se sentía culpable por todo y se odiaba profundamente. No había querido beber sangre ni hablar durante ya tres días y él, no podía permitir que todo siguiese ese rumbo, a ese paso, el castaño enfermería de gravedad por inanición.

-Tsunayoshi- se sentó al lado de él en la cama y espero por su respuesta durante un par de minutos, pero al no recibirla prosiguió- quiero pedirte perdón por todo lo ocurrido

Le era muy raro decir aquello. Nunca se había disculpado por nada, su personalidad orgullosa y atemorizante nunca se lo habían permitido.

-Permití que las demás personas, con excepción de tres de mis subordinados de confianza creyesen que fui yo el que tramó el ataque a Namimori- frunció el ceño- pensé que de esa forma podría averiguar quién era el verdadero autor y su propósito- recordó el rostro de Reborn y la ira lo embargó de inmediato- si no hubiese hecho eso, tú no hubieses sufrido tanto durante este tiempo- recordó con odio en ese instante las estacas llenas de sangre que encontró precisamente en el lugar dónde se encontraba ahora

Esos días se había maldecido miles de veces por no haberse dado cuenta de lo que el vampiro hacía cada noche, se había torturado de una manera atroz solo por la culpa que sentía en su interior y él no había hecho nada para ayudarlo.

-Perdóname- agachó la mirada y se mantuvo así por varios minutos, no tenía intención de irse, permanecería al lado del castaño eternamente si era necesario.

-H-Hibari

Al sentir una mano cálida tocar las suyas levantó el rostro rápidamente y sonrió de forma sincera al oír la voz del pequeño vampiro. Hace bastante que no tenía el placer de oírla y la necesitaba en demasía.

-Tsunayoshi- se acercó un poco más al chico y posó una mano en una de sus mejillas- gracias por permitirme escuchar tu voz

El menor lo observó fijamente mientras poco a poco, las lágrimas se iban desbordando lentamente de sus ojos avellana.

-¿Me odias ahora?- cuestionó en un tono por demás lastimero- por ser el causante de la masacre a mi pueblo, porque… por mi culpa, Lambo está muerto

El purasangre no puso hacer más que abrazarlo protectoramente y acariciar su cabello por todo el tiempo que le tomó al más pequeño dejar de llorar.

-¿Estás mejor?- se separó y acarició las mejillas del vampiro suavemente- odio verte llorar

Tsunayoshi asintió levemente, se aferró al borde de la camisa color negro que Kyoya vestía y se mantuvo quieto.

-Yo jamás podría odiarte- habló respondiendo a la absurda interrogante antes planteada por el contrario- tú no tienes la culpa, entiende eso, por favor

-Pero yo…

Sus palabras fueron acalladas por un casto beso mientras su cabello y nuca eran acariciados lenta y dulcemente.

-No es tu culpa ser la persona de la profecía- habló firmemente al separarse del vampiro- no es tu culpa que Reborn y su ambición lo llevasen a cometer aquello- bajó una de sus manos y entrelazó sus dedos con los ajenos- y mucho menos es tu culpa que aquel chico muriese, el amor que sentía lo llevo a eso

Se aferró al pecho del contario luego de escucharlo. Su voz era tan perfecta, su aroma y calidez tan tranquilizante, podía desvanecerse allí mismo y no le importaría, no le importaría ya que se encontraba entre sus brazos.

-No sabes cuánto supliqué por esto

-¿Por qué?- susurró sin dejar de abrazarlo

-Amarte libremente- se alejó y posó sus ojos sobre los contarios- sin sentimientos de culpa, sin odiarme a cada segundo

Acarició su mejilla y sonrió. Gracias al castaño había aprendido a hacerlo sinceramente y de forma tan seguida.

-Y tú no sabes cuánto esperé por escucharte decir que me amas

-Kyoya…

Se fundieron en un ósculo lento, uno al fin sin ninguna duda o sentimiento que se interpusiera entre ambos. Sus lenguas se saborearon tiernamente, danzando juntas a medidas que los segundos pasaban, tratando así de expresar ese sentimiento que puede llevar más allá de los límites del universo a las almas que lo comparten, aquel que del solo existir, es capaz de cambiar tu mundo por completo.

-Quédate conmigo eternamente- sacó un pequeño anillo plateado del bolsillo de su pantalón y tomó delicadamente la mano del castaño- hazme feliz al permitirme estar a tu lado

-Yo…- miró fijamente al vampiro frente a él y sintió cómo su cuerpo comenzaba a temblar- tengo miedo…  miedo de que este sueño llegue a su final

-Entonces permanezcamos soñando- colocó el anillo en el dedo anular del vampiro y beso el dorso de su mano- porque si es a tu lado, no me importa vivir eternamente en un mundo lleno de fantasía

-Te amo- sonrió y acercó su rostro al de su ahora amante- te amo demasiado

Hibari de forma lenta echó a Tsuna de espaldas sobre la gran cama y se posicionó encima de él, sin dejar de contemplar en ningún momento el brillo de sus hermosos ojos.

-Yo también te amo, tanto que no existe manera que pueda expresarlo en su totalidad

Comenzó con el beso que sería el comienzo de muchos más aquella noche, entrelazó sus dedos con los ajenos aspirando el aroma de este y deleitándose con los hermosos sonidos que emitía el pequeño vampiro por las caricias que le proporcionaba.

Estaban juntos, sus cuerpos se fundían a medida que pasaban los segundos y sus respiraciones se acompasaban como si fuesen una sola alma.

Sí, había sido doloroso el camino, muchos obstáculos se interpusieron por el sendero de ambos impidiendo su encuentro final y el miedo a tener que vivir por algo parecido en un futuro estaba latente aún en sus corazones; sin embargo, si el desenlace de todo resultaba como en el de esa obra, juraban podían interpretar cualquier drama sin dudar, solo si tenían la certeza que para el final, podrían fundirse nuevamente juntos y convertirse una vez más, en un solo ser.

“El amor es el emblema de la eternidad: confunde la noción del tiempo; borra toda la memoria de un comienzo, todo el temor de un final”

FIN

                                           

Notas finales:

¿Que tal estuvo? ¿Alguna acertó con sus teorías? Espero sí :)

Este fic me gustó mucho escribirlo aunque no sea el más popular que tengo por muchas razones... de la cual la principal es que AMO el drama jaja

Ojalá no haya sido un final muy cliché o aburrido y en verdad amaría recibir sus críticas.

En fin, lo que más me dolió fue el RL aquí, en verdad... lloré cuando escribí aquella despedida, mi vaca tonta no merecía tanto dolor.

Respecto a la OTP...  me agradó que Hibari haya cambiado un poco su forma de ser por Tsuna y sobre todo que le diera su apoyo hasta el final.

Me despido <3 espero leernos pronto en algun otro proyecto, no se si haré algun epílogo de esta historia, pero si lo hago... ¿que sería bueno agregar? ¿el RL en el más allá? ok no jaja puede ser... ok no x 2 

besos!!!!!

bye bye

pd: La frase“El amor es el emblema de la eternidad: confunde la noción del tiempo; borra toda la memoria de un comienzo, todo el temor de un final"  es de Germaine de Stael ... los respectivos créditos.

 

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