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Tu silencio por valeeop

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El escape fue sin duda todo un éxito...

Ahora mismo estaba conduciendo por una carretera con su nuevo auto, un koenigsegg ccxr trevita que solo le costó unos 4,8 millones, lo tenía guardado en caso de que su lamborghini veneno roadster se "estropeara" y bueno, mientras escapaba lo estropeó.

En la mañana fue a trabajar como si fuera un día cualquiera, envió a Naruto al colegio para no levantar sospechas, terminó su trabajo rápidamente y con la excusa de extrañar a su omega fue a "almorzar" a casa, pero al parecer Itachi se dió cuenta de sus verdaderas intenciones y mientras conducía rumbo a su departamento en su lamborghini veneno roadster otros cuantos autos blindados llenos de miembros del clan Uchiha le montaron cacería...obviamente obra de Itachi, una vez en los alrededores del edificio donde vivía se aseguró de que no hubiese gente cerca que pudiera salir herida antes de saltar de su auto y dejarlo estrellarse contra un ancestral árbol que detuvo su andar...su auto explotó, bueno, no estaba seguro, pero el escuchó una explosión.

Lo siguiente fue entrar a su apartamento rápidamente, tomó únicamente lo indispensable, dinero en efectivo, cepillos de dientes, Charasuke, y a un niño omega de cabello rubio con una cara de tremenda incredulidad y un aire de estar confundido hasta el límite por la situación, tuvo que salir rápidamente del apartamento pues en menos de un pestañeo, pues de un momento a otro rompiendo la puerta de una patada y atravesando los cristales entraron los uchihas, bueno, Sasuke tomó la opción más lógica y segura de escape, tirarse desde la ventana de la cocina sin ninguna clase de cuerda o paracaídas y caer al menos unos cuantos cincuenta pisos de altura, atravesar el techo del estacionamiento subterráneo y sacar su auto de emergencia...bueno, la sangre Uchiha se manifestaba de una manera u otra, y pues, aunque nunca lo admitiria en voz alta, él era el ancestro de todo el clan Uchiha...

— ¿Naruto? — llevaban más de dos horas de recorrido en carretera, a pesar de ello el pequeño no había dicho ni una sola palabra, estaba en total mutismo, manteniéndose en la misma posición, abrazando a Charasuke fuertemente contra su pecho, con los ojos abiertos a su máximo, tenía las piernas descubiertas recogidas en el asiento del auto, deliciosas piernas acaneladas sin duda, el pantalón corto del uniforme escolar que el omega todavía llevaba las hacía ver muy bonitas. ¿Habrá sido la anterior experiencia muy fuerte para el pequeño Naruto? No lo creía, Naruto era en esencia y procedencia un dios, no debería sorprenderse por una caída de doscientos metros atravesando una calle de concreto sólido y luego subir en un auto que acelera en un segundo...o quizá si... pues incluso para su yo del pasado, aquel que aún no había despertado, tales maniobras hubieran sido demasiado arriesgadas, en el pasado quizá se hubiera roto las piernas, pero con sus habilidades despiertas hacer aquellas acrobacias no le representaban mucho daño, solo le dolieron un poco las piernas al caer, pero estaba seguro de que al cemento solido en el que había estado hundido hasta las rodillas le dolió mas — Naruto cielo...

— ¿eh? — Ahora el pequeño si reaccionó, al parecer ser llamado cielo encendía una chispa en el omega, pues sus mejillas se tornaron de un tono rosa — ¿Qué sucede Sasuke?

— ¿estás bien? No te hiciste daño al caer verdad — preguntó Sasuke preocupado por ese detalle, de Naruto haberse hecho siquiera un pequeño corte él lo hubiese notado, no solo porque su desarrollado olfato hubiese sentido el olor metálico de la sangre en un santiamén, sino también porque al estar enlazado, el otro de manera intuitiva podía saber cuándo el su pareja se hacia cualquier herida por pequeña que fuese — has estado muy distraído cielo...

— ¡no! No me he hecho daño...solo que me tomaste por sorpresa — Naruto se encogió en el asiento y desvió la mirada avergonzado — las cosas pasaron muy rápido y yo creía que ya no iríamos a ningún lugar.

— bueno no podíamos prepararnos como lo hicimos para ir a la isla Uchiha — Sasuke quitó una de sus manos del volante y con ella tomó la pequeña mano que antes descansaba sobre la rodilla de Naruto para entrelazarlas, acarició con su pulgar la infantil piel, de verdad que necesitaba un descanso, con su omega, alejado de todo, entregarse a la tranquilidad pues temía perder por segunda vez la oportunidad de vivir en la gratificante tranquilidad del día a día al lado de su pareja destinada — sé que no te estoy dando un buen ejemplo pero me escapé de mis obligaciones para venir contigo.

— gracias...la verdad yo tambien quería irme para... — Naruto dejó la frase en el aire, perdiéndose en sus propios pensamientos, en un mundo lejano, sus ojos azules como el firmamento perdieron el brillo y si boca se convirtió en una completa linea recta, Sasuke bajó la velocidad para mirar a ese niño sentado en el asiento del copiloto, y en su mirada vio los ojos de alguien que ha pasado por todas las penurias del mundo, una mirada demasiado madura para alguien de la edad del pequeño rubio, Sasuke supo al instante que era lo que Naruto estaba pensando, así que paró a un lado del camino, la conversación que tendrían no sería larga pero si certera, necesitaban hablar, pues lo que Naruto estaba sintiendo era lo mismo que a Sasuke le estaba afectando desde que salió a la luz la posibilidad de que Kaguya renaciera.

— sé lo que te sucede — empezó a decir Sasuke mientras con ternura cargaba al niño para ponerlo a horcajadas sobre su regazo y así poder mimarlo correctamente — sabes pequeño yo también tengo miedo, miedo de perder esta segunda oportunidad que nuestros amigos nos dieron en el pasado, esta segunda oportunidad de estar juntos y...

— ¡Sasuke! Yo...yo no quiero enfrentar a la abuela Kaguya — Naruto estalló en llanto tan de repente, que ni el mismo Sasuke pudo predecirlo, el infantil rostro se cubrió en segundos de lágrimas lastimeras que caían una tras otra y preocupaban con su abundancia al alfa que les veía caer estupefacto, Naruto le miraba directo a los ojos, se estaba desahogando, había explotado y estaba liberando todo lo que había estado guardando, tratando de hacerse el fuerte, pues pese a su edad, sobre sus hombros y por segunda vez estaba el destino del mundo — no quiero pasar por e-eso otra vez no...mi mamita, mi papito, incluso mis tíos que eran lo que me había quedado murieron por protegerme...no quiero que nadie a nadie de aquí le suceda lo mismo...no, Hinata-chan, Shizune-chan, la abuela Tsunade, Deidara, Itachi....no quiero yo...¡no quiero perder a nadie más Sasuke! Y sobre todo... — Naruto hizo una pausa para recuperar el aire, sus pulmones se habían quedado vacíos, su llanto incontenible a veces liberaba sin querer el aire que guardaba — ¡no quiero que vuelvas a morir!... — gritó fuertemente antes de volver a estallar en llanto, cerró los ojos alzando la cabeza mientras con sus pequeñas manos que temblaban de una forma errática trataba de limpiar un poco el mar de lágrimas que corrían por sus mejillas acaneladas, su pecho dolía y su estomago también...

— mi Naruto... — murmuró Sasuke aún sin salir de la sorpresa, mirando a su omega llorar desconsolado, y de alguna manera...sin que él se diera cuenta, una lagrima cayó desde su ojo izquierdo, solitaria y rápida, sorprendiéndole, pues desde la muerte de sus padres del futuro no había llorado, incluso en el pasado nunca había perdido el control de sus emociones, aún ante el filo de la muerte, pero ahora, él tampoco quería el destino que les esperaba más adelante, abrazó a Naruto con ahínco y ambos enterraron la cabeza en el hombro del contrario, y ahí lloraron todo lo que quisieron, tratando de desahogarse aunque fuese imposible, pues el dolor de su pecho en tal situación era incurable, solo sería un desahogo momentáneo, la realidad estaba ahí, esperándolos, burlándose quizá de sus desgracias pues planeaba hacerles repetir tal experiencia...ellos aunque no lo dijeron en voz alta querían ser egoístas, dejar al mundo caer, volverse cenizas, con tal de seguir juntos...

...

— ¡sean bienvenidos a ichiraku ramen! — se escuchó una voz enérgica y fuerte que inundó todo el local cuando Sasuke y Naruto entraron a este, una muchacha beta de cabellos castaños y ojos negros era la responsable, por su sonriente rostro parecía despedir luz propia, de primera impresión cualquiera podía deducir que era alguien sumamente servicial — ¡oh pero si es el general!

— ¿el general? —un hombre apareció de repente frente a los recién llegados Sasuke y Naruto, este ya era un beta mayor, las arrugas le delataban, sus ojos eran pequeños, tanto que parecían estar cerrados, vestía el traje de cocinero cuyo gorro secretamente servía para ocultar muestras de la calvicie que estaba esperando a sufrir dentro de poco — ¡qué bueno verle por aquí! Y ha traído a su omega como lo prometió — la efusividad del hombre llamó la atención de la gente del local, que a esa hora del día tenía una buena clientela a pesar de ser media tarde, todos observaron a Naruto y a Sasuke con sorpresa, en sus mentes los recuerdos recién despertados les hicieron reconocerlos, el rey cerberos Sasuke y el hijo del dios Minato amaterasu, Naruto Uchiha, pese a ello todos siguieron en sus propios asuntos, estaban agradecidos, les respetaban y admiraban, por tanto, lo mínimo que podían hacer era no molestarlos y dejarles pasar una tarde tranquila, aún así algunos tomaron discretamente algunas fotos.

— así es señor Teuchi, espero que su arte culinario cumpla con las expectativas de mi omega — aquello lo dijo Sasuke a forma de reto y de una forma familiar, había ido antes durante su misión a ese restaurante, icono de la ciudad fronteriza de ichiraku, fue fundado durante el enfrentamiento que hubo entre el país del fuego y el país de la lluvia hacia muchísimos años, los soldados del ejército del fuego prácticamente incomunicados y debilitados por un ataque enemigo estaban muriendo de hambre, entonces, el ancestro de Teuchi, llamado ichiraku apareció de la nada, y alimentó con sopa de tallarines y cerdo a las cansadas tropas, su esposa atendió las heridas de los soldados y gracias a ellos repelieron la invasión del país de la lluvia, entonces, el señor ichiraku estableció su local ahí, y creo aquel platillo ahora conocido como ramen, basado en el alimento que le dio a los agotados soldados, debido a su heroico comportamiento, que fue crucial para la victoria de sus compatriotas, dicho pequeño pueblo fronterizo fue rebautizado como ichiraku en honor a él y se la conoció como la ciudad del ramen. En la actualidad aunque el local ya era algo más grande, seguía manteniendo el aspecto rustico y tradicional de antaño con unas cuantas mejoras modernas.

—eso me suena a reto ¡prepararé el mejor ramen de este mundo! — dicho esto se puso a trabajar.

—Parece que ha motivado más de la cuenta a mi padre —la joven castaña hija de Teuchi se acercó a ellos — soy Ayame, por favor tomen asiento ¿quieren algo de beber? — preguntó la beta con cortesía señalándoles la mesa más cercana a la barra de la cocina. Sasuke y Naruto se fueron a sentar, el primero bastante emocionado.

— por ahora un té verde y Naruto... — Sasuke miró al mencionado para saber que le gustaría, aunque supuso que el mismo se lo diría a la joven beta. Pero Naruto estaba indeciso.

— ¿te gustan las cosas dulces Naruto-chan? — preguntó Ayame agachándose a la altura del niño, con un aire maternal que incluso podía hacer que la confundieran con una omega, Naruto asintió ante su pregunta — esto es un restaurante tradicional de ramen asi que solo servimos té, sake y cerveza, pero hay también te dulce ¿quieres uno de esos?

— si — Naruto asintió emocionado, pensaba que todos los té eran tan sobrios como los que solía tomar la gente que le rodeaba, por tanto, la sola idea de un te con sabor dulce le emocionaba.

— ¡bien! Enseguida traigo su pedido — Ayame se puso de pie en un pestañeo cuando las puertas de ichiraku ramen se abrieron para recibir a los nuevos clientes — oh los okazaki ¡sean bienvenidos a ichiraku ramen! Tomen su mesa y miren nuestro menú, al instante iré a tomarles su orden — exclamó antes de ir a recoger los platos de una mesa y limpiarla para ir a preparar él te dulce del pequeño Naruto.

Los recién llegados eran una familia de 3 betas que se quedaron estáticos una vez vieron a Naruto y Sasuke, pero recuperaron la compostura y se fueron a sentar a una mesa un tanto alejada, el padre era un hombre joven que no alcanzaba los 30 años de edad, tenía el cabello azul oscuro y sus ojos poseían el mismo color, estaba vestido con un traje de electricista, posiblemente estaba tomando un descanso del trabajo y lo estaba aprovechando para comer con su familia, en cambio la esposa era una joven madre de cabello castaño corto al igual que su pequeña cachorra quién además también poseía los ojos cafés de su madre, la niña de al parecer cinco años estaba vestida con su uniforme de guardería estilo marinera color azul con blanco y un gorrito, Ayame trajo los té y mientras Naruto empezaba a beber emocionado Sasuke prestó atención a la conversación de la otra mesa pues había escuchado mencionar su nombre.

— Ushio no es correcto que les molestes — dijo el padre a la niña.

— Pero yo me quiero tomar una foto con ellos... — susurró la pequeña de cabello marrón haciendo pucheros.

— Ushio-chan no puedes, ellos están descansando así como Tomoya-kun cuando regresa de trabajar mucho y se pone todo gruñón — dijo la madre soltando un par de risas.

— Nagisa, yo no me pongo gruñón — negó el padre llamado Tomoya, entonces la pequeña Ushio hizo ademan de querer llorar.

— Tomoya-kun, seguro si les pedimos el favor amablemente ellos accedan, después de todo Ushio-chan aún es una cachorra — trato de convencer la madre.

— por favor papi, además a mí me gusta mucho Naruto kun — dijo la niña con voz infantil y torpe pronunciación, Sasuke siguió escuchando con más atención a la familia mientras Naruto ajeno a todo lo que sucedía permanecía disfrutando del té, estaba muy bueno y la dulce calidez que dejaba en su paladar era inigualable.

—Ushio — el esposo beta miró a su esposa y a su cachorra devolverle la mirada con un puchero —no deberías decir en voz alta eso teniendo al alfa destinado el omega cerca, los alfa se han vuelto muy territoriales y protectores con sus omegas,

— Si... — la pequeña bajó la cabeza, aquello no lo había dicho en el sentido de estar enamorada, ella se refería a que admiraba a Naruto.

— Además —empezó a decir Tomoya de nuevo mirando a la mesa donde se encontraban el azabache y el rubio saboreando el té— dudo que acepten tomarse una foto contigo siendo su día de descanso... —entonces el beta peli azul vió como Sasuke volteaba a verlo y asentía para después hacer el gesto de que se acercaran... solo pudo pensar que era para otra cosa, pues estaban lejos y habían hablado bajo ¿Cómo pudo escucharlos? Entrecerrando los ojos y actuando desconfiado como el solo preguntó algo en voz muy baja mirando a otra parte para que el alfa azabache no pudiera leer sus labios, su comportamiento extrañó a su esposa y a su cachorra — ¿mi hija puede tomarse una foto con usted y su omega? — preguntó mirando al lado contrario con la voz más baja que podía para luego voltear a ver rápidamente al alfa, vio como este le hacia el gesto de tomar una foto y asentía...si, lo había escuchado susurrar...a más de diez metros de distancia, y por su expresión serena al parecer no le costó el más mínimo esfuerzo.

— Tomoya-kun ¿Qué sucede? — preguntó Nagisa a su esposo... este con una cara sin expresión alguna solo dijo...

—acabo de preguntarle a el general Sasuke y dijo que podíamos ir a tomarnos una foto con el...




...


— ¡el ramen del señor Teuchi es el mejor del mundo! — exclamó Naruto usando la yukata ryoukan del hotel de aguas termales donde se habían hospedado, esta era de color naranja pastel con estampado a cuadros, su fajón era azul oscuro, juntos, se estaban dirigiendo a las aguas termales privadas que Sasuke rentó para ellos bañarse...no irían a las mixtas, por el celoso de Sasuke que después de tomarse la foto con la familia Okazaki le dijo a la niña "ves ese Omega...es solamente mío y no lo presto".

—hasta ahora es el único que has probado así que no puedes afírmarlo — mencionó Sasuke con un deje de gracia mientras caminaba relajadamente portando su yukata azul oscuro de fajón negro, satisfecho con su buena acción del día...amenazar a una niña de 5 años.

— pero estoy seguro de que es el mejor, pues fue el tataratatara...bueno el super abuelito del señor Teuchi quién inventó el ramen — afirmó Naruto justo cuando estaban cruzando las puertas de los vestidores, una vez ahí cada uno en sus respectivos casilleros dándose las espaldas, se quitaron el yukata y se envolvieron en una toalla, Naruto por pudor, Sasuke para evitar que se notara mucho la erección que probablemente tendría.

— así es pero quizá haya alguien que prepare el ramen mejor que el señor Teuchi —Sasuke continuaba la discusión con gracia y Naruto se enfurruñó al no tener pruebas verídicas de que el ramen del señor Teuchi fuera el mejor del mundo, así que corrió atravesando la puerta para lanzarse de un chapuzón en la piscina de aguas termales naturales, Sasuke en cambio al haber ganado la discusión caminó con aquella tranquilidad propia de el hasta el onsen y se metió en las aguas termales lentamente sentándose en el suelo de piedra y dejando escapar un ligero suspiro por la sensación tan tranquilizante que las cálidas aguas transmitían a su cuerpo, abrió los ojos sin darse cuenta en qué momento los hubo cerrado, miró a su lado izquierdo y vio a Naruto sentado a su lado, con el cabello húmedo y goteando, con sus cálidas mejillas sonrosadas por el calor de las aguas termales, miraba con asombro e ilusión el cielo y por tanto Sasuke también miró al firmamento con el objetivo de saber que impresionaba tanto a su omega, entonces, se encontró con el firmamento estrellado que no había visto en tanto tiempo, se podía ver incluso la vía láctea debido a las tenues luces de la ciudad ichiraku, incluso podía decir que desde que murió en su vida pasada, jamás vió un cielo nocturno tan hermoso y despejado en el presente ajetreado de potentes luces artificiales, pero luego, a su parecer, vió algo que opacaba sin ninguna dificultad aquel hermoso paisaje, la sonrisa de su omega, quién emocionado había dejado salir por primera vez en milenios sus orejas y cola en forma humana, y así Sasuke, con todo el amor con el que veía a ese niño también temía por su porvenir.

Notas finales:

Hace poco volví a ver clannad y decidí dedicarles a la familia Okazaki un tramo de este capítulo, por ahora, estamos en esa acostumbrada tranquilidad antes de la tormenta de mis historias, si tuviera que dividir este FIC en 3 partes sin duda con este capítulo estaríamos entrando a la tercera y última parte, prepárense, lo que se viene es bueno. Por cierto los que lloraron viendo clannad comentenme que les pareció... Y los que no han visto clannad vayan a verlo... Se lo tienen que ver por huevazos!!


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