-Diga
-Estoy casi seguro de saber quién eres- dije saliendo de aquel hotel con mi mochila al hombro y con la mirada de muchos hombres sobre mí- de hecho creo que este es uno de tus hoteles.
-¿Estás trabajando?
-Ya terminé... He perdido lo que me hacía especial entre todos los gígolos- bajé la mirada, suspire pesadamente- pero sabes, siempre me arrepentiré de no haberme acostado contigo, Ji-hoon.
Hubo un silencio en la línea, pude escucharlo reír por la satisfacción.
-Tengo tantas ganas de probar esas ricas nalgas otra vez, Taemin- sentí un cosquilleo recorrer todo mi cuerpo al escuchar esa sensual voz grave al otro lado de la línea.
-Llámame Saja de ahora en adelante.- dije mientras veía como una limusina se estacionaba justo al frente de mí. Caminé hacia la limusina bajando por los anchos peldaños de la entrada de aquel hotel.
-Si de nombres sexuales se trata, entonces llámame Rain- el chofer de la limusina se bajó, me hizo una reverencia y me abrió la puerta- la limusina debe de haber llegado ya... Ven, es tiempo de hacerte mío.
Y sin más que decir ambos colgamos, subí a aquella limusina, el chofer cerró la puerta y volvió a su puesto de trabajo.
Tomé mi celular y le escribí un mensaje a los chicos.
"He perdido mi virginidad, gané una buena cantidad de dólares, ahora sólo tengo que seguir trabajando, cuiden de mi madre, por favor.
Enviado a las 10:47"
A decir verdad me encontraba muy cansado, casi no había dormido nada el día anterior y debido a todo el ajetreo sentía ganas de echarme allí en la limusina y quedarme completamente dormido hasta el día siguiente.
Solo porque ese hombre me había ayudado bastante y porque pareciera una especie de espía que siempre sabe aparecer cuando necesito ayuda decidí no dormirme. Además de esto mi madre necesitaba tratamiento médico continuo, por lo cual no podía darme el lujo de acostarme a dormir ni siquiera cinco minutos.
Me quedé pensando en todo aquello y sentí ganas de llorar.
Ser una puta es más difícil de lo que alguien podría imaginarse.
***
La limusina llegó a una casa enorme, era una mansión, con un enrejado increíble. Al pasar por la puerta del enrejado, que se abrió automáticamente, pasamos por el jardín donde varios perros jugueteaban, habían dos Fuentes y varios jardineros arreglaban el pasto y las flores del mismo.
Me sentí como en un cuento de hadas. Árboles cortados simétricamente rodeando la casa, Flores alrededor de las Fuentes, Fuentes con diseños griegos... La mansión construida al estilo de la arquitectura moderna....
Aparcamos justo al frente de un gran portón. Dos mucamas abrieron la puerta y esperaron a que el chofer me abriese la puerta para que yo bajara.
-Buenos días, Saja- dijeron ambas e hicieron una reverencia, yo me quedé completamente apenado y no supe qué más hacer así que les devolví la reverencia.
Subí los cuatro escalones antes del portón y al llegar a la entrada una de ellas tomó mi mochila y se la llevó, la otra tomó mi abrigo y también se lo llevó. Al quedarme solo dentro del gran living room, no supe qué hacer así que caminé un poco y observé varios cuadros colocados en la pared, había una televisión inmensa, muebles bastante modernos y una sala preciosa. Habían varios floreros con orquídeas y jazmines que, a juzgar por el aspecto venían del jardín de Ji-hoon.
No entendía como un hombre tan increíble como él podía vivir tan solo, tampoco entendía por qué contrataba los servicios de un gigoló cuando fácilmente cualquiera podría decirle que sí a la idea de acostarse con él.
-El señor Ji-Hoon se encuentra en su estudio, por favor, acompáñeme- al escuchar la voz de aquel mayordomo di un pequeño brinco, pero lo seguí como él me lo pidió.
Caminamos por un pasillo que estaba saliendo del living room y fuimos hasta el fondo, donde habían tres puertas, una de ellas era de cristal y pude ver a Rain revisando unos archivos mientras estaba pegado al monitor.
Estaba vestido de traje, sus pantalones eran ajustados y dejaban ver un bulto enorme en su entrepierna, su camisa color rosa pálido le quedaba bastante bien, tenía unos cuantos botones abiertos que dejaban ver su musculatura perfecta, se había cortado el cabello pero aún así podían vérsele unos cuantos rizos, traía puesto unos lentes con pasta negra que lo hacían ver tan sensual. Sus ojitos rasgados estaban completamente metidos en el monitor.
Como si yo fuese una colegiala solté un suspiro al verlo. Fue la primera vez en mi vida que sentí tantas ganas de coger con alguien.
Rain volteó a verme y al darse cuenta quien era apagó el ordenador y se levantó de inmediato, abrió la puerta y me miró directo a los ojos como un animal viendo a su presa.
-Gracias por traerlo, por favor, cuando salgas diles a todos que se pueden tomar el resto del día libre.- dijo Rain desviando la mirada de mí hacia el mayordomo.
-Como usted diga- el mayordomo hizo una reverencia a ambos.- con permiso.
Salió de la habitación, dejándonos solos a ese sexy hombre y a mí.
Me miró de arriba a abajo y comenzó a morderse el labio. Yo no quise aguantarme más y me acerqué a besarlo.
Lo rodeé con mis brazos en el cuello y el puso sus manos en mi cintura, comenzamos a besarnos lentamente, para después degenerar en un beso más rápido, donde nuestras lenguas luchaban apresuradamente. Su boca era tan rica, sabía a tabaco y a menta, como debería de saber todo hombre de su edad.
Comenzó a masajear mis glúteos mientras seguía besándome a sobremanera, tomó fuerza y me cargó hasta su escritorio tirando todo a su paso, incluyendo el ordenador. Al escuchar el estruendo me separé de él y miré preocupado hacia el suelo donde yacía el ordenador apagado.
Él desvió sus besos hacia mi cuello, mordiendo y succionándolo como si el ordenador pudiera irse a la mierda, comencé a preocuparme y a gemir bastante.
-Rain- dije entre jadeos- tiraste... El ordenador... Ahhh... Tus archivos...
Se despegó un poco de mi cuello y comenzó a masajear lentamente mi miembro, comencé a gemir como un loco.
-Compraré otro, los archivos están en ICloud, no me interesa Taemin me encantas- al escuchar esas palabras decidí que no volvería a ilusionarme con ellas.
Así que lo empujé hacia atrás y rápidamente bajé su pantalón para comenzar a lamer y succionar su pene.
-Oh por dios... - dijo y llevó sus manos a mi cabeza para que no parara, yo tenía la punta de su pene hasta mi garganta así que comencé a aplastarla con mi lengua para que sintiera aún más placer- Tae, lo haces tan rico.
Me desvié de nuevo hacia la punta y comencé a masturbarlo al mismo tiempo que succionaba y lamía toda la punta de su miembro, entre gemidos, suspiros y jadeos Rain terminó por correrse en mi boca, un poco de su semen cayó en el suelo y lo demás me lo trague... Sabía exquisito.
Rain se subió los pantalones y la ropa interior apresuradamente, me cargó en brazos y salimos de la habitación.
No pude evitar reírme un poco al sentirme en sus brazos e imaginarnos como recién casados en su luna de miel.
-Oye no soy tan ligero, no quiero que te lastimes- Rain iba subiendo escaleras arriba.
-Para mí eres bastante ligero, no me interesa, hoy eres mío.
Llegamos hasta una habitación con una cama enorme donde me arrojó para después comenzar a desvestirme, yo arranqué los botones de su camisa por la excitación, ver de nuevo ese hermoso cuerpo perfecto me volvía loco, incluso olvidé toda la mala experiencia del día anterior.
Cuando estábamos solo en ropa interior nos besamos una vez más, tan necesitadamente que parecía que habíamos esperado años a que todo eso pasara.
Al ver que se había detenido subí una de mis piernas a su hombro, nos sonreímos provocativamente, me recosté en la cama y él comenzó a besar mi tobillo hasta llegar a mi muslo.
No pude evitar jadear más de una vez, mis pezones se pusieron muy duros al igual que mi miembro, sentía sus besos húmedos llegar muy cerca de mi entrepierna y eso me excitaba como nunca.
-Me encanta tu nueva imagen- dijo interrumpiendo los besos para comenzar a masajear mi entrada por encima de la ropa interior. - Cuando te conocí te veías tan pequeño, y ahora te ves tan increíblemente sensual... Me encanta
Comencé a gemir bastante, me acerqué a darle un beso y sin chistar más, me senté sobre sus piernas para comenzar a estimularlo con mi trasero.
-Gracias, oppa, planeo cambiar de color mi cabello ¿Te gustaría? - Dije provocativamente mientras me movía lentamente sobre él apoyándome en sus hombros y mirándolo directo a los ojos.
Él me sonrió, hacía muecas de placer cada que hacía un movimiento muy lento, entre jadeos y gemidos me contestó.
-¿Qué color, cariño?- me detuve unos momentos y me llevé el dedo índice a los labios a modo de provocarlo.
-Tal vez...- di un brinquito sobre sus piernas- rubio.
Seguido de esto volvió a empujarme contra la cama y me arrancó rápidamente la ropa interior. Sacó una caja de codones de su fino buró y se colocó uno.
Cuando se sacó el miembro de la ropa interior no pude evitar suspirar de nuevo, se veía mucho más grande que hace rato. Y eso me sorprendía.
Comenzó a meter sus dedos en mi interior, me mordí el labio pero decidí gemir todo lo que quisiera.
Mi cuerpo entero hormigueaba, pedía más. Comencé a mover mis caderas para que sus dedos alcanzaran ese punto especial.
-Más... Rain- para ese momento ya estaba apretando los ojos debido al placer que sentía.
Pero Rain sacó los dedos de mi interior... Y comenzó a penetrarme de repente, sentí su enorme miembro abrirse paso dentro de mí hasta que, de una estocada, me penetró por completo.
Solté un pequeño grito, el soltó un suspiro y comenzó a sonreír con los ojos cerrados, ambos jadeábamos.
-Rubio me parece genial- seguido de esto Rain depositó un beso en mi frente y comenzó a embestirme fuertemente.
Podía sentir la punta de su pene rozando justo en ese punto especial, tenía un miembro tan enorme que me dolía un poco. Pero no podía parar. El movimiento hacía que la cama crujiera y se escuchara por toda la habitación el choque de nuestras pieles, ambos gemíamos, yo arañaba su espalda, estaba completamente lleno de extasís.
Con cada minuto que pasaba sentía mi cuerpo aumentar de temperatura, sentía más ganas de quedarme con Rain, me sentía más de él y más fuera de mí mismo, a cada penetracion sentía el orgasmo llegar a mí, los latidos de mi corazón resonaban en todo mi cuerpo.
-Ahh, Taemin, eres tan delicioso.
-Rain, v-voy a- y sin aguantar más solté un gemido y me corrí.
Pero Rain aún estaba en pie, la sobre estimulación estaba volviéndome completamente loco. Era un placer que jamás en mi vida había sentido.
-Ahhh, no p-puedo- grité, ya no me importaba quién me escuchara, sentía todo mi interior vibrar y sentía que mi miembro iba a explotar, estaba completamente caliente.
-Me e-encantas- Sentí como Rain comenzó a correrse dentro de mí. Soltó un jadeo y yo dejé caer los brazos en la cama.
Cuando Rain salió de mi interior sentí un nudo en la garganta, por alguna razón, mi segunda vez había sido mucho más placentera que la primera.
-Gracias, Rain. - Rain me cobijó y se acostó a mi lado, comenzó a acariciar mi rostro.
-¿Por qué?
-Por...- los ojos se me cerraban, esta vez estaba muy exhausto- ser mi amigo...
Cerré los ojos y de inmediato el sueño comenzó a invadirme.
-Sabes, me gustaría ser más que eso...
No estoy seguro de haber escuchado lo último, solo sé que el sueño me invadió tan rápido que ni siquiera sentí las horas pasar.
***
Abrí los ojos poco a poco. Rain oppa tenía puesta la pijama, estaba sentado a mi lado recargado en la cabecera de la cama con algunas almohadas apoyando su espalda, tenía una laptop en sus piernas, todo parecía estar muy obscuro. Mirarlo distraído me hacía pensar en que era sumamente adorable, sus ojitos eran preciosos.
Quería verlo durante más tiempo, pero no pude evitar bostezar ruidosamente.
Rain volteó a mirarme, una sonrisa preciosa se dibujó en su rostro, revolvió mis cabellos y dejó la laptop a un lado.
-Te quedaste dormido y no quise despertarte.- Se recostó un poco para que quedásemos frente a frente, le di un beso en los labios- buenos días Saja... O debería de decir, buenas noches.
Al escuchar esas palabras una ráfaga de electricidad recorrió toda mi cabeza.
-¿Noches? ¿Qué hora es?- pregunté casi a punto de pegar el grito al cielo.
-Son las 7:30 de la noche.- me enderecé como resorte, casi empujé a Rain.
-Mierda, tengo que ir a ver a mi mamá.- me levanté de la cama buscando mi ropa por todas partes- ¿Oppa, dónde está mi ropa?
Rain señaló a una silla que estaba en la habitación. Toda mi ropa estaba perfectamente doblada allí, comencé a ponérmela rápidamente, tropezándome un poco al ponerme la ropa interior.
-¿Oppa, podrías decirme dónde estamos? Necesito llegar al hospital ¿Sabes qué autobuses pasan por aquí? ¿Y si finjo que me desmayo y tú llamas al hospital?- Había hablado tan rápido que Rain no había podido articular palabra o sonido alguno.
Finalmente respiró hondo y me dijo serenamente:
-Yo te llevo al hospital, no hay problema.
Terminé de ponerme la ropa y no pude evitar acercarme a besarlo apresuradamente.
-Gracias, de verdad que algún día te pagaré todo esto.- besé una de sus manos, él solo comenzó a reír.
-Ya lo haces Taemin... Tenerte a mi lado es la mejor paga del mundo.
Me sonrojé ante tal declaración, él depositó un beso en mi frente y seguido de esto se quitó la playera de la pijama.
-Solo espera, yo también debo cambiarme.
Después de mi primera vez con aquel hijo de puta llamado Minho, juré que no volvería a caer en ninguno de los juegos románticos de mis clientes, puesto que aquel chico alto de verdad me dejó herido. Pero Rain parecía ser sincero en todo lo que decía y hacía, no entendía por qué, pero sentía que quería y debía quedarme a su lado... Tal vez era por todo lo que había hecho por mí y por mi madre, comenzaba a tener un cariño muy especial por ese hombre y de cierto modo quería que lo que mi madre había dicho fuese real.
-Listo- Rain se había puesto unos jeans, zapatos deportivos y una playera gris, se puso un suéter negro encima de la playera y avanzó hacia mí.- Ahora solo tienes que elegir qué auto quieres.
Salimos de la habitación y recorrimos el pasillo hasta las escaleras.
-Oppa, eso es demasiado, me estás haciendo un favor- al terminar de bajar las escaleras salimos de la mansión, Rain me extendió la mano para que no me tropezara, la tomé- elige el auto que sea, mientras avance no hay problema.
Llegamos hasta la cochera, parecía bastante grande. Rain sacó unas llaves de su pantalón y apretando un botón hizo que la puerta de la cochera se abriera lentamente.
Al abrirse la cochera quedé completamente impactado. Oppa tenía una gran colección de Ferrari's, Lexus, Mercedes y varios BMW's, todos alineados perfectamente y sin ninguna mancha que perturbara su elegante y bello aspecto.
-Wow...- me quedé atónito, por un momento olvidé a qué había ido a ese increíble lugar.
-Si alguno te gusta dime, e incluso podría regalártelo.
Reí un poco y lo miré intrigado, él se acercó a mí con una sonrisa en el rostro. Nos besamos fugazmente.
De repente, un auto en especial llamó mi atención.
-Ya sé en cuál quiero que me lleves- y me acerqué a aquel Mercedes negro de esa vez, acaricié el cofre, recordé como Oppa me salvó esa vez. Recordé como conocí a mis amigos. -Vamos en este.
-Lo recordaste- Rain sonrió para sí mismo, sacó unas llaves de un cajón cercano y apretando un botón hizo que las puertas del auto se abrieran. - sube, Saja.
Subí al auto pero pude notar que Rain tenía lágrimas en los ojos, se las limpió creyendo que no me había dado cuenta y subió al vehículo después de mí. Mientras ponía las llaves en su lugar no pude evitar mirarlo una vez más... Sentí tristeza.
-Bien, allá vamos.
***
Rain fue muy lindo conmigo, incluso compró flores para mí madre, entramos al hospital tomados de la mano, de esa manera incluso parecía que éramos pareja.
-Ven Oppa, es por aquí- lo jalé de la mano para que me siguiera a través del pasillo del hospital.
Al llegar a la habitación me topé con Siwon, con una playera puesta sorprendentemente y a un doctor muy joven que no reconocía.
-Buenas noches- Rain les hizo una reverencia a ambos.
-Oh, mucho gusto- Siwon avanzó hasta donde Rain se encontraba con la mano extendida.
Oppa me soltó para saludar amablemente a Siwon, pero yo seguía sin entender por qué había otro doctor en la habitación de mi madre.
-Hola doctor, creo que no nos conocemos, ¿Pasa algo con mi madre?- pregunté intrigado, el doctor estaba por hablar cuando Siwon fue el que me respondió.
-Bueno Minnie, verás, en la tarde yo no podía seguir cuidando a tu mamá, entonces le pedí a Heechul y a Kibum que vinieran- cuando los mencionó supe por dónde iba la cosa- y, a pesar de que vinieron vestidos adecuadamente el doctor tuvo un trato muy horrendo con ellos dos.
Me llené de coraje, Rain se dio cuenta y me tomó del hombro.
-Les dijo varios insultos, les dijo que este era un hospital familiar y que aquí no se permitían putas.
-...¿Dónde está ese infeliz?- tenía ganas de golpearlo hasta que los nudillos se me deshicieran. Era injusto que alguien que se supone debe ser un profesional le dijera eso a las personas que iban a cuidar de mi madre.
-En una camilla de este hospital- Siwon alzó la mano y pude ver sus nudillos morados- Lo siento, no pude contenerme.
Comencé a reír felizmente.
-Shi-Oppa ven acá- me lancé a abrazarlo de inmediato, él me devolvió el abrazo.
Cuando nos separamos el doctor finalmente habló.
-Y quiero pedirle una disculpa sincera a nombre de todo el hospital. Este es un establecimiento serio y lo que hizo mi colega es imperdonable.- el doctor hizo una reverencia de casi noventa grados, estaba por decir algo cuando Rain me interrumpió.
-¿Lo cesarán de toda actividad verdad? Si no, estoy dispuesto a demandar al hospital entero.
-Por favor no lo haga- El doctor le puso una mano en el hombro- mi colega será despedido de este hospital, yo seré, de ahora en adelante, el doctor de la señora Lee. Mi nombre es Kim Jonghyun.
El doctor le extendió amablemente la mano a Rain, ambos se saludaron, también me la extendió a mí, tardé en reaccionar debido a que me había quedado meditando sobre el altercado con aquel otro doctor, me sentí mal por mis amigos y de cierto modo estaba triste e impotente.
Le devolví el saludo.
-Yo soy Lee Taemin y él es Ji-Hoon, mi ... Novio- no pude evitar sonrojarme habiendo dicho estas palabras, Rain también se sonrojó, pero tenía que seguir con esa farsa hasta que mi madre se recuperara por completo.
-Estoy seguro de haber escuchado tu nombre antes- dijo aquel doctor rascándose la cabeza y mirando al techo como si allí se encontrase la respuesta.- pero no recuerdo donde... Taemin...En fin, creo que eso no importa ya. Ven, quería que me acompañaras a ver unos estudios recientes que le hicimos a tu mamá.
Salimos de la habitación, y entre otras cosas, el doctor me dijo que era posible el transplante de pulmones con mi mamá, pero que nada aseguraba que el cáncer no rebrotara.
Llegó un momento en el que ya no lo escuchaba, prácticamente me estaba diciendo que si no despertaba en 6 meses al menos, lo mejor para ella era que la desconectaran ya que había procedimientos que tenían que hacer estando despierta.
-En fin, lamento darle estas noticias, Taemin, prometo hacer mi mejor esfuerzo para que su madre despierte, pero es imposible que pueda asegurar algo.
Unas lágrimas brotaron de mis ojos.
-No importa, confiaré en qué hará lo mejor que pueda.- el doctor me dio unas cuantas palmadas al hombro y me esbozó una sonrisa a todas luces triste.
-Iré a curar a tu amigo, considérenlo una disculpa oficial por parte del hospital. - el doctor me hizo una última reverencia - con permiso.
-Gracias, Jonghyun.
Después de que el doctor se fue me quedé solo en aquella sala de espera, pensé que no quería llegar a casa, pensé en que si iba a casa ahora estaría solo sin mamá. Comencé a llorar.
Fue entonces cuando, como un ángel guardián, Rain apareció, al verme llorar no lo pensó ni un segundo y se lanzó a abrazarme.
Yo escondí mi cara en su pecho.
-Oppa, no quiero llegar a casa, no iré a casa si no es sabiendo que mi madre está bien. No quiero quedarme solo.
Rain acarició mi cabello y me besó la cabeza, seguido de esto alzó mi cara y comenzó a limpiar mis lágrimas con sus pulgares.
-Quédate conmigo esta noche, Minnie, quédate conmigo y juro que no tendrás porque estar solo.
No quería ilusionarme, pero con un hombre como Ji-Hoon, me era imposible.
Lo abracé y de nuevo nos besamos. Esa noche hicimos el amor más de tres veces, lloré, pero al mismo tiempo me sentía completamente feliz de no ser solo un gigoló para alguien.
***
***Minho's POV***
-Minho, es la quinta vez que intento contarte mi día y tú sigues ignorándome.- Jonghyun ya parecía bastante molesto. Tenía el ceño fruncido y estaba pasándose una mano por los cabellos. Tomó su trago y lo bebió de golpe, una mueca se dibujó en su cara, al parecer había tenido una semana pesada en el trabajo. De lo poco que escuché había mencionado algo de una pelea y de una paciente desahuciada.
-Lo siento, de verdad que no es mi intención, es solo que no puedo dejar de pensar en él... Fui un maldito imbécil Jonghyun, ¿sabes lo que le dije?- ahora fui yo quien bebió su trago de golpe, me ponía de malas recordar cómo hice que la primera vez de Taemin, mi Taemin, se fuera a la mierda.
-El nombre de tu ex, ya es la décima vez que lo dices. No puedes superar a ese gígolo llamado.... ¿Cómo dijiste que se llamaba?
-Taemin, Lee Taemin, íbamos juntos a la escuela... Me gustaba desde entonces- bajé la mirada, recordé lo que siempre me contaban de él, sentí horrible porque tuve la oportunidad de haberle ayudado y gracias a mi cobardía no lo había logrado. Ahora vendía su cuerpo y eso me preocupaba bastante, quería protegerlo. Pero no podía dejar de pensar en mi bella Sulli y en cómo me terminó para seguir acostándose con cualquier hombre que se le cruzara.
Los dos Amores de mi vida eran unas putas, una por elección y el otro por mi incapacidad para ayudarlo.
-Espera, Lee Taemin- Jonghyun de repente apoyó ambas manos en la mesa.- Sí, ya sé de quién hablas, es el hijo de una de mis pacientes. La paciente desahuciada.
-¡¿Qué?!- Alcé tanto la voz que todos en el bar nos voltearon a ver algo molestos.- ¡¿Por qué no me lo dijiste?!
-Ahora que lo recuerdo no está solo, casi siempre lo acompaña un tipo llamado Ji-Hoon... Dijo que era su novio.
Un pinchazo cruzó todo mi corazón.
-¿Qué? ¡Eso es imposible!- volví a alzar la voz demasiado, esta vez un mesero se acercó a reclamarnos.
-Señores si no modulan su conversación tendré que pedirles que se vayan.- al decir esto vi como Jonghyun se sonrojó por completo y le pidió disculpas al mesero, pero yo seguía metido en mis pensamientos- No puede tener novio, se prostituye. En todo caso podría ser su proxeneta.
-No creo- Jonghyun era bastante paciente conmigo.- se veía demasiado amable con él, y creo que su amigo Siwon también es gigoló y no se conocían.
Pensé en que posiblemente podría ser algún cliente al que le había tomado más afecto del debido, fue entonces cuando pensé que si seguía tardándome en acercarme a él posiblemente lo perdería para siempre.
-Jjong, consígueme una cita con él.
Jonghyun escupió su trago a un lado de la mesa debido a la sorpresa.
-¿¡Qué?!- esta vez fue él quien alzó la voz, pero al ver al mesero de inmediato la bajó y comenzó a susurrar- ¿Estás loco? ¿Sabes que podría perder mi licencia si se enteran? Ya deja la venganza contra Sulli...
-Esta vez no es por vengarme, quiero verlo una vez más, tranquilo, te pagaré- le dije sacando mi cartera.- ¿Cuánto quieres? ¿Dos mil están bien?
Jjong se sirvió otro trago y lo tomó de golpe. De nuevo una mueca se dibujó en su rostro y esta vez sacudió todo su cuerpo.
-Está bien lo haré, pero si algo malo me pasa será tu culpa.
Me lancé a abrazarlo, ya estábamos algo ebrios ambos por lo que casi caemos.
-Gracias Jjong, podría hasta besarte- y sin más junté sus labios con los míos en un beso lento y bastante húmedo.
Jonghyun me siguió la corriente, para después empujarme y fingir que se limpiaba la boca.
-Ya estás ebrio y yo también, no te aproveches o terminaremos haciéndolo de nuevo.
-Jajaja ¿y qué más da?
Pero yo no podía sacar de la mente a Taemin, ni a Sulli. Odio enamorarme... Pero esta vez lo haré bien, no dejaré que Taemin siga vendiendo su cuerpo nunca más.