Mi pecho punzaba tremendamente, comencé a escupir sangre debido a las heridas.
-¡Minho!-Taemin trató de correr hacia mí pero cayó de nuevo al suelo debido a su herida.- ¡Minho!
Todo en la habitación me daba vueltas, sentía que en cualquier momento me iba a desmayar, o peor aún, sentía que de verdad iba a morir.
James se acercó y me puso el arma en la cabeza. Lo miré, no paraba de reír, tenía una sonrisa triunfante. Me sentí impotente.
-Cuando mueras tu empresa será mía, Taemin ya no me importa, también lo mataré- colocó el cartucho en su arma y seguido de esto puso un dedo el gatillo.- ¿últimas palabras? Jefe Choi.
Todos los hombres rieron. Miré a Taemin por última vez y comencé a llorar, me dolía tener que decirle lo que siempre había querido decirle en una situación así de grave. Él también lloraba. Quería imaginar un futuro con él, quería verlo crecer, sentarme a su lado y besarlo todas las tardes de verano, pero eso no iba a ser así nunca más, iba a morir y no iba a regresar jamás.
Decidí que era tiempo decirle que yo era aquel niño que juró cuidarlo por siempre.
-Yo soy-
Pero entonces un disparo se escuchó, cerré los ojos, la sangre me salpicó, dos, tres disparos.
Pero no caí, abrí los ojos lentamente y vi cómo James y sus hombres estaban en el suelo, con disparos de bala en la cabeza y un charco de sangre haciéndose más grave debajo de ellos, volteé hacia atrás y mire a Zico, tenía su arma en la mano y estaba siendo prácticamente cargado por un extraño, era un chico alto, de cabello negro, cuerpo atlético, de unos treintaitantos, traía bermudas, playera gris y shorts deportivos, a todas luces turista.
-Oh por dios.- el extraño estaba temblando por el frío y por el miedo al ver a aquellos villanos muertos.
-Y eso...que...no has visto... Nada- Zico respiraba con dificultad, soltó su arma y apoyó la otra mano en el desconocido, yo ya casi no podía moverme.
-Vamos, tenemos que salir de aquí.- y seguido de esto, el hombre que había acudido a nuestra llamada de auxilio tomó mi mano para ayudarme a levantar, no podía, sentía que en cualquier momento la conciencia iba a abandonar a mi cuerpo.- Demonios, no puedo cargarlos a todos.
-No importa...-dije jadeando- sólo... arrástrame fuera de aquí.
El chico soltó una risa nerviosa y con una mano en zico y la otra en mi comenzó a arrastrarnos cerca de la puerta. Taemin iba justo detrás de nosotros jalándose con los brazos para poder salir junto con nosotros, tenía miedo en sus ojos. Podía verlo, no quería quedarse atrapado allí adentro.
Me quedé viendo a los hombres de James tirados en el piso, pero fue entonces cuando noté que el pecho de James aún subía y bajaba. No estaba muerto, y estaba comenzando a moverse.
-Corre- dije y busqué por toda la habitación la maldita arma que Zico acababa de dejar caer, James comenzó a reincorporarse.
-Mierda.- el chico abrió apresuradamente la puerta, JAmes se dio cuenta de lo que intentaba hacer, quise correr para protegerlo. Un nudo enorme invadió toda mi maldita garganta.
Hubo una detonación.
El chico cayó al suelo, cerrando la puerta y quedándose adentro. La tarjeta que Zico había colocado yacía en el suelo, siendo esta señal de que moriríamos allí adentro.
-No- Taemin vio la escena. Y comenzó a arrastrarse más rápido hacia mí, estiré mi mano en espera de alcanzarlo, pero James lo tomó por el cuello e hizo que se levantara.
-Muy tarde, mi amor.- puso el arma debajo de su barbilla.
-No, James, no- repetí una y otra vez, me acerqué a rastras y fue entonces cuando un disparo se escuchó.
Comencé a llorar aún más, sentí que mi corazón dejaba de latir y que el alma se había ido para siempre de mi cuerpo. No me atrevía a alzar la mirada, pero ni siquiera tuve qué hacerlo.
Volteé y ahí estaba Zico, él había disparado el arma, tenía sangre en la boca, en la cabeza y lágrimas en los ojos, se tambaleaba. Fue ahí cuando me di cuenta que estaba dando su último aliento.
James cayó al suelo y Taemin también. Ambos miramos a Zico horrorizados.
-Zico- cayó al suelo sin más, tenía ya tres disparos en el pecho y otros más en diferentes partes del cuerpo.
Me acerqué, con un dolor grande tanto moral como físico. Taemin también se acercó, ambos miramos a Zico y no pudimos evitar llorar.
-Saben, realmente me hubiera gustado ver esa boda- Zico esbozó una sonrisa y nos miró a ambos.
-No, por favor no- Taemin apretaba fuertemente la mano de Zico.
-Vamos, sólo resiste un poco más, pronto vendrán, lo sé- me arranqué una manga de la camisa y traté de tapar sus heridas con la misma.
-Más les vale que sí....- Zico ahora miraba hacia el techo, con una sonrisa enorme y lágrimas en los ojos- creí que jamás volvería a amar a alguien, después de que mi gatito se fue... Agradezco... A mi miserable vida por haberlos encontrado.
Taemin se recargó en mi pecho sollozando sin control, ambos apretábamos las manos de Zico.
-Vamos, ¿Qué voy a hacer sin ti?-A Taemin se le quebraba la voz, yo sentía que mi pecho dolía más de lo normal, no sólo eran los disparos, era esa sensación de perder a alguien... Esa sensación de impotencia por no poder hacer nada por la otra persona.
Zico de nuevo nos miraba, con mucho trabajo llevó una mano al rostro de Taemin y comenzó a acariciarlo.
-Mi gatito ¿Me esperaste?- sentí que el corazón se me rompía, Zico deliraba, eran sus últimas palabras- Al fin podré estar contigo... Mi más grande amor....
Zico cerró los ojos lentamente y soltó nuestras manos, de ese modo sentí como se le iba la vida, de ese modo sentí que ya nunca más volvería a reírme con él, a pasar tiempo juntos, a ser mejores amigos.
Así fue como supe la realidad de la muerte.
La muerte es como un tren sin faros, lo escuchas venir, no sabes cuándo llegará pero puedes escuchar el traquetear de las pesadas llantas en sus rieles, mientras tú estás en medio, en las vías, esperando a que este te pase por encima y te lleve consigo. Sólo esperando.
-¡¡¡Zico!!!- Taemin gritó tan fuerte que les aseguro el sonido retumbó por todo el edificio, comenzó a llorar desgarradoramente. Lo abracé, ambos lloramos al lado de Zico, ambos sufrimos tanto su muerte como la muerte de un hermano.
Y en medio de ese llanto comencé a sentir que la vida también se me iba, una punzada atravesó mi pecho. Comencé a respirar agitadamente.
-Minho- Taemin se giró a verme, poco a poco fui recostándome en el suelo de esa fría y solitaria habitación- No, no, Minho.
Comenzaba a ver todo cada vez más obscuro y distante, supe entonces que mi momento había llegado, que tendría que despedirme de Taemin para siempre.
Sentí desesperación.
-Taemin- hablar hacía que sintiera una especie de punzada en mi garganta, pero no podía callarme, era mi última oportunidad para decírselo.- Prométeme que serás feliz a pesar de todo
-No, Minho, no me dejes tú también- Taemin sostuvo mi cara entre sus manos, no pude evitar sonreír, recordé todo lo que habíamos pasado juntos.
Aquel beso cuando aún estaba con James, cuando trajo a una diva berrinchuda a ser vocero de nuestra compañía, la discusión por teléfono cuando estaba ebrio, sus poses mientras Joon nos tomaba fotos, el día en que fui a su casa a comer pollo, su risa, ambos rodando contra el suelo del aéreopuerto.... Su mano tomando la mía ese día hace tantos años.
-Taemin... Yo soy ranita...
Taemin se quedó en shock, me miró incrédulo y las lagrimas desbordaron aún más sus pequeños y bellos ojos.
-Yo...- los ojos se me cerraban, cada vez sentía que el aire me faltaba aún más- yo tiré de la cuerda ese día.... Yo tomé tu mano ese día.
Y seguido de esto volví a tomar su mano, el calor regresó a mí, ambos sentimos nuestras manos encajar como si fuésemos las piezas perfectas de un rompecabezas.
-Te amo- continúe, ya no podía respirar, mi corazón ya latía muchísimo menos.- y siempre te amaré.
La obscuridad me invadió, el frío aumentó en todo mi cuerpo, ya no había más qué hacer.
***
"Te conocí y te amé, ahora puedo verte, todos los días de mi vida, en el rincón más profundo de mis sueños, en el recuerdo más vivo de mi ser. Junto a aquel árbol por el marchito atardecer.
Te conocí y me enamoré, de tu alma de niño, de tus ojitos tenaces y tu mente insaciable.
Siendo solo un ser diminuto te sentí como el universo, como una estrella en el vasto universo, con objetos por descubrir e insesantes destellos, un ángel en el anochecer.
Te conocí y ahora no puedo vivir sin ti... Y tampoco puedo morir"
***
-Rain- Link corría por los pasillos de aquella empresa buscando a su amado, escuchó varios disparos y lamentó haber dejado que fuera a ayudarle a aquellos chicos que ni siquiera conocían.
Sus manos temblaban, su corazón estaba latiendo al mil, sentía que algo no andaba bien.
Dobló una esquina por donde creyó haber visto a su amado huir, pero entonces chocó contra otro chico, bastante malherido.
Se asustó y en seguida dio unos pasos hacia atrás.
-No espera- el chico de cabello negro jadeaba, tenía varios moretones en la cara.- soy detective, me llamo Lee Jinki.
Link se tranquilizó, no comprendía muy bien lo que el decía puesto que este chico hablaba mucho más rápido que su Rain.
-No entendí, no hablo muy bien el coreano- le habló lenta y detenidamente, Onew entendió y soltó un suspiro.
-Está bien- sacó su celular y le mostró una foto.- ¿Haz visto a estos chicos?
En la foto aparecían los chicos malheridos de hace rato, a los que persiguió su Rain.
-Sí, estaban con mi prometido, ayúdame, por favor- Link no pudo evitar comenzar a llorar, algo andaba mal y no sabía qué era, la angustia invadía todo su ser.
Pero entonces, escucharon un grito, muy tenue,casi imperceptible.
-¿Escuchaste eso?- preguntó Onew y se acercó al bajito.
-Sí.... vamos.
Ambos fueron hacia donde el grito provenía, la angustía en ambos aumentaba al distinguir qué era lo que la persona que gritaba decía.
"Auxilio"
Fue entonces cuando llegaron a la zona de congeladores, el grito se hizo aún más fuerte. Pero no distinguían de qué puerta venía.
Link miró una puerta con atención, comenzó a llorar y no entendía por qué.
-Allí es- Onew lo miró sin entender por qué lo sabía, pero decidió que lo mejor era creerle.
-Vamos...
Al caminar hacia ese maldito congelador su corazón se fue haciendo pequeño, sus latidos parecían más bien saltos, ambos estaban aterrados por lo que podrían encontrar allí.
Link no quería abrir la puerta.
Fue entonces cuando Onew se armó de valor, apretó los puños y la abrió.
Vieron varios cadáveres, alzaron un poco más la mirada y fue cuando se encontraron con el horror.
Taemin estaba abrazando a Minho quien yacía en sus brazos.
Link quiso caminar hacia los chicos pero fue cuando se topó con aquello que casi hace que se desmaye.
Su Rain estaba tirado en el suelo, con varios disparos en el hombro. Sintió que se iba para atrás, Rain no se movía, respiraba muy levemente.
-Rain- se agachó a verlo, lo movió sacudiéndolo- puta madre, Rain, despierta- le habló en su idioma natal- maldición Rain, despierta.
Comenzó a llorar sin entender qué era lo que pasaba, se sintió desesperado. Quería morirse, no quería tener una vida sin su Rain.
Onew caminó hacia sus amigos, vio a Minho tirado y supo que algo estaba mal. Taemin alzó la mirada.
-Por favor Onew, ayúdalo.- Taemin no paraba de llorar- ayúdalo, te lo suplico.
-Maldición- Onew arrastró a Minho fuera del congelador y comenzó a presionar su pecho para reanimarlo.- no ahora Minho, no ahora.
***
"Por eso toma mi mano, vayámonos a explorar los confines del infinito, toma mi mano y no la sueltes nunca.
Mi mano se vuelve fría si no la sostienes, necesito tu esencia a mi lado, tu espíritu luchando, tu mirada sobre mí, por eso no tiene caso seguir así si tú no la sostienes.
Toma mi mano, amémonos, olvidémonos de lo que algún día fuimos y seamos, lo que siempre hemos querido estando juntos, toma mi mano y no la sueltes nunca"
-Minho- escuché a lo lejos, luchaba por despertar. Estaba vivo.
-Minho- escuché de nuevo, volví a sentir, había calor en mi mano, mi pecho era presionado una y otra vez.
-Minho
Abrí los ojos.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español