-Tsk… al fin hice esa maldita asociación, pero aún tengo mucho que hacer- se decía Hibari mientras estaba en su habitación frente a su portátil terminando unos proyectos que su empresa presentaría para cerrar un gran negocio con el país de Gran Bretaña
Todos esos días había estado muy ocupado, por lo que no pudo volver a aquel burdel a visitar al “herbívoro ojos color caramelo”, como lo llamaba.
Durante esos día su personalidad había estado más irritable de lo normal por esa razón, pero se repetía para calmar su ansiedad que pronto terminaría y podría ir a encontrarse con el castaño, solo era cuestión de tiempo.
-Tsk… otra vez me perdí pensando en el herbívoro, como se supone que acabe si cada 5 minutos me desconecto de lo que hago, maldición
Al parecer era la primera vez que al presidente de Hibari Kyoya lo distraía otra cosa que no fuera cuidar de su erizo y su ave, las cuales eran sus mascotas.
Tsunayoshi, pronto nos veremos- pensó para seguir con su trabajo
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-¿Ya se va? jefe
-Así es Bianchi, estoy algo estresado, no sabes lo irritante que es hablar con Hibari Kyoya, aunque eso es bueno, así es como debe ser el presidente de una compañía
-Me da mucho gusto que haya cerrado el trato con el señor Hibari
-Sí, no quedaba otra manera, bueno, iré a mi departamento, nos vemos mañana
-Hasta luego, jefe
El pelinegro salió de su oficina, en parte le dijo a su asistente la verdad, iría directo a su departamento, pero no a ducharse y dormir, sino a ducharse y salir rumbo a cierto lugar en el cual se divertía mucho a menudo, tenía necesidades como cualquier hombre de 26 años
-Pude decirle a Bianchi para pasar la noche y me ahorraba el ir hasta allá, pero ya me aburrí de ella; además de que si su marido se entera puede armar problemas y no estoy de humor, prefiero ir al burdel y follarme un lindo chico, espero haya nuevos, me gusta estrenar- se dijo el pelinegro sonriendo para luego entrar al baño de su habitación
Tras 15 minutos, salió ya vestido, tomó las llaves de su auto nuevamente y se retiró de su departamento con dirección al “El túnel de la ambrosía”.
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-Lo pensé mejor y prefiero usar otra prenda, Ryohei- dijo cierto adolescente mientras trataba de cubrirse lo que podía de su cuerpo con las manos.
-Te queda muy lindo, veras que a todos les gusta- dijo el peliblanco arrastrando a Lambo fuera de la habitación y llevándolo a la recepción del edificio en donde recibirían a los clientes
-Ryohei déjame volver, en verdad esta ropa…
-Oh Lambo te queda muy bien, te ves como un ángel caído del cielo- dijo Futa sonriéndole
-Pero Fuuta…
-ÉL tiene razón Lambo, estás muy lindo- esta vez fue el pelirrojo quien habló
-Gracias Emma
-Bueno ¿Tsuna y Gokudera aún no bajan? faltan solo diez minutos para abrir
-Aquí estamos- dijo Tsuna, quien se encontraba con una prenda color negra muy provocativa y a su lado Gokudera con una de color violeta que no dejaba nada a la imaginación.
-Les quedan muy bien esas prendas- dijo el peliblanco
-Gracias Ryohei, tú te ves muy bien también, por eso traes loco a ese peliverde que siempre viene a por ti no es cierto- habló Tsuna pícaramente
-N-No no digas tonterías- Ryohei se sonrojó fuertemente y desvió la mirada
-¿Lambo? ¿qué haces vestido así?
-Yo… a partir de hoy trabajaré aquí Tsuna
-¿Estás seguro? Eres muy joven
-Lo estoy
-Bueno, si esa es tu decisión ¿qué te puedo decir? pídeme lo que quieras, te ayudaré ¿ok?
- Gracias, Tsuna
-Lo mismo digo, pequeño– dijo el albino
-Gracias, Gokudera
-Muchachos parece que ya están listos- se dejó escuchar la voz de un hombre rubio
-Colonello-san
-Fuuta, te ves hermoso
-G-Gracias - el ojiverde se sonrojó de inmediato, lo cual causó gracia en el rubio
-Muy pronto abriremos el local así que pueden ir hacia los sofás o la zona de tragos, en la de juegos de azar irán los otros chicos que están con Kikyo -dijo mirando a los mayores- Lambo, tú quédate un momento, tengo que decirte algo rápido
Todos se alejaron y solo se quedaron el adolescente y Colonello.
-Te preguntaré por última vez, pequeño Lambo, estás seguro de esto
-Lo estoy, Colonello-san- respondió el pelinegro mirándolo fijamente
-Bien, como te dije antes, al ser virgen debemos encontrar un buen partido para ti, además de que esa persona pagará una suma muy grande de dinero por lo que recibirás mucho y pienso que deberías matricularte en una preparatoria aquí en Tokio y seguir estudiando por las mañanas
-¿En serio me alcanzará para pagar mis estudios?- los ojos del adolescente comenzaron a brillar
-Sí, Lambo y para mucho más
-Bien, entonces mañana mismo iré a matricularme a la preparatoria- el adolescente sonrió
-Pero, hoy en breve tendrás que satisfacer a tu primer cliente… al ser tu primera vez sufrirás un poco, Lambo, tienes que estar preparado para eso ¿ok?
-Lo entiendo, Colonello-san
-Ok- Colonello revolvió los cabellos del chico- ve con los demás
El adolescente fue con Tsuna y los otros mientras el rubio se dirigía a indicarles a los hombres de negro que cuidaban el burdel que abrieran ya las puertas.
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Estacionó su auto en la gran cochera del edificio y se fijó en su reloj de mano rápidamente.
-Las 8:15 pm, muy buena hora- se dijo para luego encaminarse a la entrada principal, en donde fue recibido por lindos muchachos los cuales lo dirigieron a hacia la recepción
Como siempre una excelente atención, debo ir en busca de Colonello para que me dé a alguno de sus chicos nuevos
Fue directo a donde se hallaba el alto rubio pasando entre todos los muchachos que a sus ojos se veían unos más provocativos que los otros.
-Buenas noches, Colonello
-¿Reborn? que sorpresa, no esperaba verte hoy aquí ya que a menudo vienes los martes
-Cierto, pero hace dos semanas que no venía por aquí, me dieron ganas de probar a algún chico nuevo
-Colonello-san quería preguntarle acerca de… ahhh… etto… perdón, estaba ocupado, me disculpo- Lambo hizo una reverencia rápidamente al notar que había interrumpido una plática entre el rubio y un cliente
-No te preocupes, Lambo, puedes preguntarle todo lo que quieras a Emma
-S-Sí- el adolescente levantó la mirada y sonrió tiernamente
-Hey, Colonello, este chico es nuevo ¿verdad? no lo había visto aquí antes
-Sí, lo es
-¿Tu nombre es Lambo?
El adolescente sintió su cuerpo temblar al escuchar esa voz tan varonil y dominante llamarlo por su nombre.
Lo observó tímidamente y quedó impactado, era un hombre muy apuesto y de mirada penetrante, su estómago comenzó a dolerle y sentía su corazón latir un poco más rápido de lo usual.
-S-Sí- respondió tímidamente
El de rizadas patillas lo observó complacido y con una sonrisa, hace mucho tiempo no veía a alguien tan hermoso como él, su ser emanaba pureza a pesar de dedicarse a lo que se dedicaba, la ropa que traía hacía que su autocontrol se fuese poco a poco, quería tomarlo allí mismo.
-Está decidido Colonello, quiero a este chico para mí esta noche
-¿Para ti? Reborn, lo que pasa es que…
-¿Hay peros? sabes que te pagaré lo que pidas, solo dame a este chico
Lambo se tensó ¿acaso aquel hombre tan apuesto quería pasar la noche con él?
-Lambo es virgen, y tú y yo sabemos que no eres nada delicado, no quisiera que el sufriera ¿comprendes?
-Así que es un angelito aún ¿ehh?- el pelinegro miró al chico y le sonrió- con más razón lo quiero esta noche
-Reborn, escúchame…
-¿Que ocurre, Colonello-san?- preguntó Tsuna junto a Gokudera quienes habían ido a buscar a Lambo ya que no lo encontraban
-Ohh, Tsuna ¿cómo has estado?
-Reborn- dijo el castaño con cierto desdén
-Tú también, Gokudera, recuerdo que la última vez que estuve aquí la pasé contigo, estuvo muy bueno… quizá repitamos otro día de estos
-Tsk…
No pude pararme en todo un día, maldito desgraciado
-Bueno, Colonello, que esperas para decirme cuanto quieres por este chico
-Reborn ¿podrías considerarlo?
-Espera ¿acaso quieres pasar la noche con Lambo?- el castaño se exaltó un poco y se colocó instintivamente frente al menor, quien solo estaba callado escuchando la conversación
-Así es Tsuna ¿estás celoso? Lindura- respondió con mofa
-No digas estupideces
-Agresivo como siempre
-Colonello-san no puede dejar que Lambo vaya con él, sabe que esta persona- dijo mirando a Reborn- no se mide, por favor
-Eso trato desde hace unos minutos, Tsuna
-Yo quiero a este chico, pon el precio de una buena vez, Colonello
-Puedo ir en su lugar si quieres, Reborn- dijo el de ojos avellana acercándose al empresario, tenía que intentar por todos los medios el que Lambo fuese con aquel pervertido
-Uhm… me tientas, Tsuna, pero será para otra ocasión- el de rizadas patillas sonrió
-Y qué hay de mí ¿no quieres?- Gokudera pasó sus brazos por el cuello del mayor provocándolo. La última vez dejé que me hicieras todo eso ¿recuerdas?
Tendré que sacrificarme, pero el chico no puede estar con este tipo
-Eres muy sensual, Gokudera, pero ya dije que solo quiero pasar la noche con el angelito de aquí- el pelinegro se soltó del agarre del albino y se acercó a Lambo haciendo a un lado a Tsuna
-Que dices Lambo, irás conmigo ¿verdad?
-Yo…- el adolescente miró a Colonello, Tsuna y Gokudera, los tres esperaban impacientes su respuesta
¿Este hombre puede ser tan temible como dicen?
Lambo observó tímidamente el rostro de Reborn, sus ojos, su boca… se sonrojó fuertemente, nunca había visto a un hombre como él.
-¿Y bien? ¿no responderás?- el de rizadas patillas acarició una de las mejillas del adolescente provocando que este se estremeciera
-Yo… iré con usted, señor
Colonello, Tsuna y Gokudera no podían creer lo que oían.
-No sabes lo que dices, Lambo- habló el castaño
-Tengo otros chicos nuevos, Reborn, si quieres…
-Soy un trabajador de aquí Colonello-san, usted mismo me lo dijo- habló Lambo mirando con determinación a los tres allí presentes aparte de él y el empresario
-Bien, ya está todo decidido, luego me dices cuanto es lo que debo pagar, ahora…- Reborn rodeo con uno de sus brazos la cintura del chico- guíame a la habitación que gustes, esta noche la pasaremos muy bien
-S-Sí, ehh… .
-Llámame Reborn
-Está bien, Reborn
-Así está mejor
Los dos pelinegros desaparecieron por la escalera que llevaba hacia el segundo piso, dejando a tres personas rogando porque por alguna vez en su vida el empresario fuese gentil con alguien en el sexo.
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