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El Túnel de la ambrosía por ValexWalker

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Notas del capitulo:

Hiii

Disculpen por la demora, pero la uni es cruel.

Espero el cap les guste

Nos leemos al final

-Hola

-Soy yo- hubo una pausa- n-necesito verte pronto- su voz comenzaba a quebrarse, pero poco le importaba- por favor

-Me estas asustando- la voz femenina al otro lado de la línea se oía angustiada- puedes venir a mi consultorio hoy por la tarde

-Está bien, te lo agradezco

-No tienes porque, sabes que siempre estaré allí para apoyarte

-Lo sé

-Nos vemos después, cuídate

Colgó y tiró su celular a su lado para luego levantarse pesadamente de la cama. No pudo dormir casi nada durante toda la noche y su cabeza comenzó a dolerle de repente. Nunca se había sentido de esa manera, tan… culpable, sí, esa era la palabra adecuada, culpable por lo que había hecho la noche anterior.

“¿Por qué no pude tomar el control?”

-¡Maldición!

Su puño golpeo fuertemente la cama en la cual se encontraba sentado, no tenía ni la más mínima gana de ir a trabajar, sabía que era jueves, y sin embargo, en ese instante ni siquiera la junta que tendría el sábado con los accionistas de Hibari Corp le importaba en lo más mínimo; su mente solo repetía una y otra vez las borrosas imágenes de la noche en aquel burdel, un acto ahora tan lejano, pero que en su momento había sido muy cercano porque él lo había cometido y no estaba seguro de cómo podría olvidarlo.

“Nunca pensé convertirme en alguien como tú, quizá lo miserable se hereda ¿eh?”

Contra todo lo que su cuerpo y mente desearan logró salir de su amplia cama y dirigirse al baño de su habitación, tenía que ducharse en ese instante para evitar que su cabeza explotara, ya no aguantaba más

El agua recorrió su cuerpo de arriba abajo mientras lo limpiaba del sudor que su piel tenía impregnada, Reborn dejó que esta lo mojase durante varios minutos sin moverse mientras dolorosos pero aún vivos recuerdos se apoderaban contra su voluntad de su mente

-¡No quiero que me toques! ¡déjame en paz!

La mujer de cabellos claros tenía lo que parecía ser un florero en la mano mientras trataba por todos los medios de que el hombre que se encontraba frente a ella se alejase.

-¡Tú eres mi mujer y obedecerás todo lo que yo te diga! ¡Me oíste, estúpida!

Un hombre de cabellos negros y mirada dura la tomó fuertemente del brazo, ella forcejeó pero no pudo hacer nada cuando el objeto que llevaba en sus manos calló al suelo dejándola completamente desprotegida

-No lo hagas ¡por favor no lo hagas!

Una súplica con una voz llena de miedo y ojos llorosos que mostraban el terror que tenía, sin embargo, eso no fue suficiente para aquel hombre quien llevó arrastrando de los cabellos a la mujer hacia la cama y la aventó allí, no sin antes darle una bofetada por resistirse

-¡Cállate maldita sea!

La tomó de los brazos y se colocó sobre ella, comenzando a besarla y arrancándole la ropa a tirones, una vez más él había ganado, una vez más… abusaría de ella.

Un pequeño de 5 años observaba todo desde la puerta entreabierta de la habitación de sus padres, no sabía qué hacer en ese momento ¿Por qué su mamá estaba llorando? ¿Por qué su papá la golpeaba mientras destrozaba su ropa? ¿Qué debía hacer un niño de esa edad, el cual ni siquiera aprendía todavía a ir al baño solo?

Tan solo se quedaba allí hasta que todo acabase, una vez que veía a su padre levantarse de la cama y vestirse listo para salir de la habitación se escondía rápidamente y una vez asegurado que había salido de su casa entraba a la habitación de su madre, esta se encontraba dormida, con el rostro exhausto y con golpes en este.

Acariciaba sus cabellos con delicadeza y le brindaba un suave beso en la frente, ¿Por qué su papá hacía eso con su madre? ¿Por qué la hacía llorar así?, eran preguntas que en un niño tan pequeño como él no debían formularse y sin embargo lo hacía… fluían como lo hacían sus lágrimas en ese momento cada vez que sucedía eso con su adorada mamá.

Así, los años pasaron. Un día en el que volvió a suceder eso con su madre no aguantó más, con toda la fuerza que un niño de 12 años pudiese tener se abalanzó contra su padre y se puso en frente de su mamá para protegerla.

Ya no era ingenuo, sabía las cosas repugnantes que su progenitor había hecho año tras año con ella y se sentía sumamente culpable al no haber tenido el valor ni la fuerza antes para entrometerse... para ayudar a la persona que más quería en el mundo.

Ese día recibió toda la furia de su padre y tuvo que ser llevado al hospital. Eran una familia acomodada ya que su progenitor manejaba una muy famosa empresa, pero su vida estaba fuera de ser ideal como todos creían por su situación económica.

Su madre estaba junto a él con muchos golpes cubriendo su delicado cuerpo, golpes que por lógica le habían sido propinados por su esposo en el intento de defender a su hijo, golpes que la dejaron inconsciente sin poder hacer nada para ayudar a la luz de sus ojos.

-Reborn… perdóname

La primera vez que sintió que tenía ganas de acabar con la vida de una persona fue en aquella ocasión. Escuchar aquella frase dicha por su madre hizo que su corazón se estrujase de tal forma que pensó que su órgano bombeador de sangre se detendría por un momento, en ese instante un profundo odio nació hacia una de las personas que le dio la vida… y sería un odio que guardaría hasta el día de la muerte de Arcobaleno Hiromi.

El dueño de una de las compañías más importantes para el mercado europeo y asiático era alguien a quien no le importaban las demás personas, ni siquiera su familia. Aquel hombre solo vivía por los negocios y el dinero, divertirse en burdeles de la ciudad, vivir una vida llena de lujos y hacer que la empresa Arcobaleno creciera cada día más.

Luego de lo sucedido con su hijo y esposa no se apareció un buen tiempo por la mansión que tenía por casa, se fue a vivir con una de sus múltiples amantes al extranjero y cuando regresó solo lo hizo para hacerle la vida imposible tanto a su hijo como a su esposa.

La situación de agonía tanto para Reborn como para su madre duró hasta que el chico cumplió sus 18 años, fue la edad donde su padre falleció en un accidente automovilístico junto con su secretaria y amante por manejar ebrio y también fue el día en el cual el pelinegro de mirada fría pudo al fin “respirar tranquilo”.

Como era de esperarse la empresa quedo a su mando a pesar de su corta edad, la manejó de la mejor forma que pudo mientras llevaba sus estudios universitarios y cuando cumplió 23 años decidió ir a Japón, allí viviría junto con su amada madre, quería comprarle una casa solo para ella y que olvidara todo lo sucedido en Italia, que era el lugar donde inicialmente vivió con ella y su maldito padre.

Su actitud con el paso de los años cambió radicalmente y se incrementaron los momentos en los que no recordaba que era lo que había hecho por muchas horas. Optó entonces por ir al médico y tras hacerse numerosos exámenes psicológicos, Yuni, la pisquiatra que lo atendía, le informo que padecía de Transtorno de identidad disociativa.

Se le explicó muy detalladamente acerca de lo que consistía la enfermedad y no pudo evitar aterrarse acerca de lo que podría llegar a hacer cualquiera de sus otras personalidades sin poder hacer nada para evitarlo.

Sabía que su infancia había tenido mucho que ver en lo que le sucedía, quizá las innumerables veces en las que su padre lo obligó a observar cuando abusaba sin piedad de sus secretarias o alguna sirvienta de la mansión, las veces en las que observó cómo estas rogaban y pedían que se detuviese, que parase sus golpes y las dejara, habían terminado por desquiciarlo… por provocar su transtorno.

Ahora con sus 27 años, Reborn había mejorado notablemente en el control de su enfermedad, los tratamientos que Yuni le proporcionaba habían ayudado a que fuera cada vez menor la frecuencia en la que una de sus personalidades más retorcidas tomase control de su cuerpo y lo manejase a su antojo; sin embargo, toda mejoría había sido echada al tacho con lo último que había hecho.

Por primera vez, Reborn había experimentado lo que era ser un miserable como su padre, alguien tan asqueroso capaz de hacer algo tan repugnante como abusar de un indefenso, no había ninguna excusa que lo ayudase a sentirse mejor, fue una de sus personalidades retorcidas utilizando su cuerpo la que le había hecho eso al chico de ojos esmeralda, por lo tanto era su entera responsabilidad.

Las ganas de golpearse a sí mismo hasta desangrarse no le faltaban ¡¿Con que cara miraría a su madre ahora?! Era algo que se preguntaba cada segundo, pero por más que tratara no tenía una respuesta a esa dolorosa interrogante.

El cierre de la lleva de agua se dejó oír e hizo eco en las paredes del baño. Tomó una de las toallas que se hallaban colgadas dentro de la estancia y comenzó a secar su cabello con esta.

“Debo ir a ese lugar… debo verlo de nuevo”

El miedo, algo muy poco inusual cuando se trataba de él, lo invadió casi al instante que había terminado su pensamiento.

Era obvio que aquel muchacho lo odiaba en ese momento, si iba al burdel lo único que recibiría, aparte de golpes e insultos por parte de los amigos del chico, ya que a estas alturas estaba seguro que Lambo había contado todo lo sucedido, era la mirada llena de desprecio y temor mezcladas por parte del pelinegro, una mirada como la que tenía su madre en esos años de calvario junto al maldito de su padre, y eso era algo que no soportaría, no podría soportar que lo mirasen de la misma forma, eso significaría que se había convertido completamente en alguien como Hiromi y preferirá morir a que eso fuera cierto, aunque en el fondo sabía que con lo que había hecho era más que suficiente para considerarse alguien igual a él.

El sonido de un celular lo sacó de sus pensamientos, salió del baño con una bata puesta y tomó el aparato que se hallaba sobre su mesa de noche.

-Dime

-Reborn-sama el director ejecutivo de la empresa Igarashi llegará en 20 minutos, pensé en llamarlo por qué me pareció muy raro que al ser ya las diez con cuarenta minutos usted aún no haya llegado a la empresa

-Las diez con…

Se fijó rápidamente en la hora que marcaba el celular y luego de sorprenderse al saber que lo dicho por su asistente era verdad volvió a la conversación

-Entiendo, estaré en 15 minutos

Fue lo último que dijo para luego colgar y dirigirse a su closet a sacar uno de sus usuales trajes color negro

“Definitivamente iré, debo hacer algo al respecto”

 

El sonido al cerrarse de la puerta se dejó oír, el pelinegro había ido rumbo a su empresa como todos los días pero definitivamente saliendo de esta no iría directamente a su casa como usualmente lo hacía, se tomaría un desvió… o bueno, dos.

Notas finales:

Un poco acerca del TID:

El trastorno de identidad disociativo, también conocido como desorden de personalidad múltiple,? es una que se caracteriza por la existencia de dos o más personalidades en una persona, cada una con su propio patrón de percibir y actuar con el ambiente. Al menos dos de estas personalidades toman el control del comportamiento del individuo de forma rutinaria, y están asociadas también con un grado de pérdida de memoria más allá de la falta de memoria normal. Se cree que la causa se debe a un trauma infantil.? En aproximadamente el 90% de los casos hay un historial de abuso en la infancia, mientras que otros casos están relacionados con experiencias de guerra o problemas de salud durante la infancia.

Fuente: Wiki xd

Bien....  espero sus opiniones, muchos besos!!!!


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