Ya era el horario de la cena en la residencia Son, y Kakaroto veía raro a su hermano. Desde que Raditz coloco ambos platos de comida sobre la mesa no ha emitido sonido alguno, ni siquiera las típicas preguntas de: ¿Cómo te fue hoy? ¿Qué tal la pasas en esta nueva escuela? Entre otras, pero le sorprendió que en todo el día no le dirigió palabra alguna. Ambos hermanos se sientan enfrentados, a Bardock lo llamaron desde su trabajo para ocupar el puesto de un compañero, así que solo por esta noche no estaría en casa con sus hijos, los hermanos estaban solos. Kakaroto veía como su hermano estaba enfocado en su plato y no se disponía a levantar la vista para mirarlo, mientras que él solo jugaba con sus fideos con el tenedor, primera vez que Kakaroto no era el primero en comer, el ambiente en casa estaba tenso y no sentía apetito.
-¿Te sientes bien? –pregunto Kakaroto.
-Si. –respondió cortante sin mirarlo, solo siguió comiendo como si fuera lo más importante e interesante del mundo. Kakaroto impresionado por su respuesta tan seca, prosiguió a seguir preguntando.
-¿Te pasa algo?
-No. –esta vez Raditz levanto la mirada para verlo a los ojos, esos ojos fríos lo inquietaron, pero no lo asustaron. Esa mirada incito a Kakaroto a no seguir preguntando y se dispuso a enfocarse en su plato. Supuso que sus fideos ya estaban fríos, de modo que no despedían el vapor característico de cuando la comida recién sale del horno, y no quería molestar a su hermano para que se los volviera a recalentar, así que opto por la opción sencilla de empujar el plato con sus dedos hasta alejarlo de su persona, levantándose en el acto, emitiendo un seco ‘’No tengo hambre’’. Al ver que no recibió respuestas de Raditz, Kakaroto volteo y lo encaro.
-Si vas a preferir más estar del lado de un abusivo que del mío, desde ya te informo que ya no eres mi hermano.
-Y tu deberías aprender a no culpar a la gente sin pruebas, golpeaste a Vegeta en medio de la biblioteca y tienes suerte de que ningún directivo te vio.
-¿A quién le importan los directivos? ¡Ese sujeto me humillo tres veces en tres días! , ¿Sabes lo que significa eso, y que teniendo a mi hermano no sea capaz de protegerme? –golpeo la mesa con ambas manos. –Y no hacía falta tener pruebas, porque sé que el responsable de divulgar esas fotografías fue él, ¿Quién más lo haría?
-Vegeta no fue el que…
-¡Que te jodan, Raditz! ¡¿Cómo es que le crees a él y no a mí?! ¡¿Qué es lo que pasa entre ustedes?! ¡¿Él te coge a ti, o tú te lo coges a él?! –grito molesto, estaba tan enojado que no se percató de su lenguaje. Raditz se sonrojo ante las vulgares palabras de su hermano, jamás lo escucho decir palabrotas así y sinceramente al escuchar su nuevo vocabulario se sintió nervioso y sus mejillas se tornaron rojas.
-Esto no es tema de conversación. –dijo finalmente para luego levantarse e irse al cuarto de baño. Subiendo las escaleras se paró en seco estando en la mitad de la misma y miro a su hermano–Me daré una ducha, deja los platos ahí si quieres, yo después los lavare. –fue lo último que dijo para después cruzar la puerta del baño y desaparecer detrás de ella.
-¡Maldito!
… …
-¿Cómo te sientes hoy? –pregunto un preocupado Tarble que caminaba al lado de Kakaroto, quien no ha hablado en todo el trayecto de la caminata, Tarble sintió que algo sucedía, dudaba en preguntar, no quería parecer alguien molesto y entrometido, pero la fuerza de voluntad no pudo con él y se lanzó a preguntar.
-Estoy bien, solo una pelea con mi hermano ayer.
-Qué triste, espero que puedan reconciliarse. –dijo Tarble con una sonrisa triste, Kakaroto lo noto y opto por pasar su brazo por sobre sus hombros, atrayéndolo hacia él en un amistoso abrazo.
-Descuida, tonto, no te tienes que preocupar por esos temas. –su rostro cambio de uno alegre a uno lleno de enojo. Vegeta estaba caminando desde el lado contrario del pasillo junto a Turles, con ambas manos detrás de su espalda. Kakaroto le miro a lo lejos y pensó que algo se tramaba, alguna venganza por haberlo dejado en ridículo frente a sus compañeros, y que sea él el responsable de esa mejilla hinchada. Apretó el paso para ganarle de antemano lo que sea que este escondiendo, si tenía preparado alguna broma o venganza, él debía de ser más rápido e impedírselo.
-¿Así que quieres más, eh? –dijo al mismo tiempo que caminaba aún más rápido para alcanzarlo. Se extrañó cuando vio que Turles automáticamente dejo de caminar y dejo a Vegeta seguir avanzando solo. Ya estaba a unos centímetros de Vegeta y levanto su puño para darle otro golpe, ya no le importaban los reportes, solo quería que ese imbécil le dejara tranquilo. Un manojo de flores le sorprendió en la nariz, levantando una ceja sin entender nada que lo que ocurría, y solo pudo ver a un sonrojado Vegeta que no quería ni mirarlo.
-Lo siento. –dijo cerrando los ojos en vergüenza, apretando los dientes como si lo que acababa de decir le haría un mal al mundo y sus mejillas estaban sonrojadas. Kakaroto miro a Turles, le pareció gracioso que estando tan lejos, el moreno levantaba sus manos, juntando sus dedos formando círculos y los acercaba a sus ojos, fingiendo que tenía unos binoculares. Miro de nuevo a Vegeta y no le pareció para nada gracioso, Kakaroto atino a levantar el brazo y de un manotazo golpeo as flores y las arrojo al piso.
-Sigue creyendo que voy a caer en un truco como ese. –dijo de forma fría y siguió su camino de nuevo a clase, Tarble apresuro el paso para alcanzarlo, pasando de largo olímpicamente por al lado de su hermano. La inconfundible risa de Turles desde sus espaldas solo aumento su enojo.
-¡Houston, tenemos un problema! –grito Turles fingiendo hablar por radio.
-¡Última vez que te hago caso, esto es ridículo! –grito Vegeta alejándose del moreno, este fingiendo estar ofendido corrió detrás de Vegeta para alcanzarlo.
-Tú pediste mi ayuda, ya que soy un experto. –dijo limpiándose el polvo de sus hombros con sus dedos.
… …
Era la clase de Educación Física, el único momento del día en donde los alumnos podían descansar de tantas clases teóricas y desahogar sus frustraciones, y eso era lo que exactamente hacia Kakaroto. En reiteradas veces no ha dejado ni un segundo en golpear la pared con la pelota de futbol, deteniéndola con el pie cuando esta venía a gran velocidad, para luego volver a patearla con más fuerza. Tarble lo veía desde las gradas, el ejercicio no era precisamente su materia favorita, ya que era uno de los pocos alumnos que la cursaba por obligación, o de lo contrario no se graduaría. Gotas de sudor resbalaban desde su frente, sudor que el Son no se detenía a limpiar, estaba enfocado en descargar su enojo como para concentrarse en nimiedades. Tarble sintió la presencia de alguien más, Vegeta se adentraba al campo de la clase, donde el menor alzo una ceja al verlo ahí parada después del semejante rechazo que el Son le dio. Negó con la cabeza ante tal insistencia, suponiendo que Vegeta tan solo quería hacer enojar aún más a Kakaroto, como si la humillación en la biblioteca no fue lo bastante grande como para que el Saiyan entendiera que ya era hora de dejar de molestar al Son. Kakaroto dejo lo que estaba haciendo para mirar con mala cara a Vegeta, este se acercaba pero se mantuvo lo suficientemente distante como para no ligar otro golpe en la cara. Kakaroto detuvo la pelota pisándola con su pie.
-¿Qué quieres? –pregunto desafiante. Vegeta aun no cambiaba su semblante frio y calculador, a pesar de la humillación de la biblioteca y el rechazo de hoy no iba a darse por vencido, ¿Dónde quedo su orgullo? ¿Por qué de pronto estaba rogándole a ese niño por su perdón? Es que era diferente, su interior se movió al momento en que Kakaroto le golpeo.
-Ya sabes a que vengo…
-¿A disculparte? ¿Después de las humillaciones que me hiciste en estos días? ¿Soportando que todos se burlen de mí y que sea el día y todavía no pueda borrar el maldito ‘’Púdrete’’ de mi pupitre? ¿Qué tengo que hacer magia para poder quitar las manchas de lodo de mi uniforme? ¡Metete tus disculpas por donde no te da el sol y ‘’Pierdete, insecto’’! –grito aplicando las mismas palabras que el peli flama le dijo en su primer día. Tomo la pelota con ambas manos y salió de allí, dejando a Vegeta solo, y mezclándose con sus demás compañeros.
-¡Segundo strike! –este era Turles gritando desde las gradas, al lado de Tarble que le miraba divertido, donde el moreno fingía que tenía un bate entre las manos, bateando una bola imaginaria, ¿Cómo demonios llego ahí el maldito?.
-A la tercera, iré yo. –susurro Tarble para sus adentros. Si su hermano no arreglaba las cosas para su tercer intento, Tarble se encargaría de enamorar al pelinegro de cabellos alborotados. Esta sería su oportunidad.