Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Petricor [KaiBaek] por parku

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Petricor
Capítulo 3

 

 

- Sos mío-, le decía ChanYeol mientras lo embestía sin consideración.- Decilo.- BaekHyun, contrariado, susurró sumisamente y a regañadientes lo que el alto le pedía mientras este apuraba las arremetidas hasta acabar adentro suyo. Porque nada le excitaba más que ser propietario de ese tierno, lindo y sumiso chico.

Al terminar, ChanYeol se dejó caer a un lado (pero muy lejos en espíritu) del bajito y lo acomodó sobre su pecho en una clara señal de posesión. Porque nada de lo que ChanYeol hacía era por cariño y mucho menos romanticismo.

- Ah, este polvo estuvo mucho mejor que el de esta tarde con Kris.- BaekHyun, incómodo, se removió sobre el pecho del otro –Sos más chiquito y manejable, me gusta eso. Kris es demasiado grandote.- no queriendo escuchar más sobre uno de los tantos amantes que ChanYeol tenía, siendo él mismo uno de ellos, se sentó en la cama -¿Qué hacés?
- Voy a hacerme un café… ¿querés uno?
- No, y vos tampoco deberías. Tomás demasiado café- reprochó el alto, cruzando sus brazos por detrás de su cabeza. BaekHyun frunció el ceño, el café era su bebida preferida y el otro lo sabía. Nunca le había dicho nada al respecto pero ChanYeol siempre encontraba algo para reprocharle. Con un poco de dificultad, porque no había sido una sesión de sexo con un comienzo suave y paciente para con él, fue en busca de dos vasos de agua.

 

 

***

 

 

BaekHyun abrió los ojos cubierto en sudor y el corazón martillando en su pecho con desesperación. Corrió las sábanas y frazadas de su cuerpo, ahogándose en el calor que su propio cuerpo desprendía. Forzó el aire a entrar en sus pulmones mientras se abanicaba con la mano, molesto. Se suponía que no tenía que pensar en él, que ya había pasado todo y no debería estar recordándolo con sueños tan lúcidos. La imagen seguía golpeando en su cerebro y el recuerdo de las manos heladas de ChanYeol y su corazón punzando en su pecho por toda esa noche le provocó dolor nuevamente y sobre todo enojo. Enojo con él mismo por todo lo que había permitido.

Una vez que regularizó su respiración, se levantó de su cama caminando pesadamente hasta la cocina donde se sirvió un poco de café y lo metió al microondas para calentarlo. Miró la hora en su celular, abanicándose de nuevo con la mano y soltando un bufido al notar que se había despabilado a las tres de la mañana.

Seguía sintiéndose ahogado así que, con el olorcito a café bañando sus sentidos, se puso un buzo enorme que encontró por ahí y decidió salir al balcón a tomar su infusión.

- No puedo creer que todavía me duelas tan adentro en el pecho…- susurró, apoyándose en la baranda y mirando el cielo nublado. Frunció el ceño: Esa noche no pegaba una.

BaekHyun tenía muy en claro que ya no sentía nada por ChanYeol. Tenía más que claro que lo que creyó amor había sido de algún modo obsesión. Él también había sido tóxico para ChanYeol, pero nunca intentó destruirlo… Nunca intentó rebajarlo ni hacerlo sentirse mal. Nunca se pasó por el culo su presencia, su existencia o sus supuestos sentimientos. Porque también tenía muy en claro que nunca había sido amado por ChanYeol.

El problema fue que su daño fue tan fuerte que, desde que decidió cortar contacto hace ya dos años, nunca avanzó. Se quedó entumecido en el tiempo, inseguro y desconfiado. Sólo contaba verdaderamente con JongDae, a él era al único que al finalizar todo le contó la verdad (porque ChanYeol por dos años lo incentivó a ser un secreto) y, aún con su esencia destruida, JongDae estuvo para él, apoyándolo en cada momento mientras BaekHyun se sanaba a sí mismo.

Había tenido unos pocos amantes pasajeros pero nada seguro, nada duradero, porque BaekHyun no lograba confiar y las relaciones no pasaban de unas risas, un par de citas, algunas noches apasionadas (pero tan aburridas para él) y nada más. Lo dejaban o él dejaba.

Y cada tanto tenía estos momentos donde volvía para atrás y se ahogaba solo en un calor frío. Porque BaekHyun siempre tenía frío desde ChanYeol. Su presencia en su vida había sido un invierno tan fuerte y largo que nunca pudo recuperar su temperatura normal. Nunca volvió a sentir el verano que tanto amaba. Se repite y sabe, que no siente amor por el alto, hace tiempo no lo ve y hace tiempo superó su ausencia. Lo que le seguía pasando no eran más que secuelas que habían quedado.

ChanYeol nunca le levantó una mano pero era violento con las palabras, descuidado con lo que decía y hacía, y le importaba poco todo lo que no fuera su asqueroso y plano trasero. Y era posesivo como nadie, queriendo poseer pero no ser poseído.

Una fuerte ráfaga de viento frío con mucho olor a lluvia lo golpeó y, frunciendo la nariz con disgusto apuró el contenido de la taza hasta la mitad, intentando tapar la evidente lluvia que se avecinaba.

Y justo cuando la primer gota caía en el borde de la baranda, lo vio.

Jongin estaba en su balcón con solamente un pantalón de gimnasia y el torso descubierto, dejando a la vista su tonificado cuerpo que BaekHyun inspeccionó un poquito de más antes de fruncir su ceño.

Se sentía extraño porque hacía tiempo que nadie le llamaba la atención de la manera que el moreno lo hacía. A pesar de que este apenas era expresivo, Jongin no dudaba en saludarlo felizmente cada vez que lo cruzaba en la calle o en el mercado de la esquina. Incluso una vez le dio charla en la fila para pagar y le recomendó unas galletas que BaekHyun volvió después a escondidas, vigilando no volverlo a cruzar, y las compró. Eran deliciosas, dulces y quedaban a la perfección con su preciado café.

Jongin desde su balcón lo miraba sonriente y levantó su mano para saludar. Sin dejar caer la sonrisa señaló el cielo y levantó sus pulgares. Jongin estaba feliz porque estaba lloviendo, y BaekHyun se sentía miserable porque con las nubes de por medio, sin luna y estrellas, ¿qué iba a iluminar su noche?

Se sintió repentinamente tímido ante la presencia del moreno y levantó la mano para devolver el gesto. Siendo accidentalmente torpe, como siempre que estaba frente al otro,  y la taza que seguía en su mano derramó contenido caliente en su piel y BaekHyun, en su afán por aliviar el dolor, soltó la taza y esta cayó al vacío. Miró avergonzado hacia abajo llegando a ver su hermosa taza de Game of Thrones estrellarse contra el suelo.

Cruzó su mirada con Jongin y él se encogió de hombros, relajado, como diciéndole que no se preocupara, que eran cosas que pasaban.

A BaekHyun no le preocupó tanto su taza como el hecho de lo mucho que le gustó el gesto despreocupado de Jongin ante su torpeza.

Como si no le molestara que fuera torpe o descuidado.

 

***

 

 

Jongin terminó de meter en la licuadora todos los ingredientes para preparar su frappé favorito y la accionó con un gran bostezo. Había quedado con MinSeok de encontrarse temprano para ir a comprar algunos materiales para una maldita maqueta que tenían que hacer.

Mientras tomaba su fresca bebida de un enorme vaso de plástico que se había guardado de su última visita a Starbucks, recordó el incidente de esa madrugada.

Había salido al balcón a disfrutar un poco la noche y despejarse después de horas escribiendo un ensayo y, para su sorpresa, su lindo vecino ya estaba ahí, despeinado, con un pantalón de pijama suelto, un enorme buzo y la mirada perdida.

Le gustó un poquito haberlo descolocado tanto que tiró accidentalmente la taza por el balcón, pero sobre todo le gustó ver que su presencia sacó su ceño fruncido y esa expresión de molestia como si tuviera una escoba constantemente incrustada en su retaguardia.

Si bien cada vez que lo veía o hablaban estaba nervioso, torpe o ceñudo, Jongin sabía que no le molestaba su presencia y que tenía algún tipo de efecto en él. Le gustaba verlo distraerse de su eterno frío.

Y Jongin moría de ganas de saber por qué tenía tanto frío adentro suyo.

Terminó su café y, percatándose de la hora, se apresuró a arreglarse para encontrarse con MinSeok.

 

 

***

 

BaekHyun corrió a abrir la puerta antes de que el sonido del timbre terminara por taladrarle la cabeza. Realmente había dormido muy mal y poco. Agradecía haberle dado una llave extra de la puerta del edificio a JongDae, así no tenía que bajar cada vez que lo visitaba… lo cual sucedía muy seguido.

- ¿Era necesario pegarte al timbre?- cuestionó molesto.
- Sep. Los de virgo somos insistentes cuando estamos ansiosos- explicó como si fuera algo sumamente serio.
- Acabás de inventarte eso- gruñó.
- Ay, Baek, dejá de estar enojado, mirá…- le entregó una bolsita de papel madera –te traje un muffin del trabajo- alzó ambas cejas dos veces, buscando hacerlo reír. Para su alivió, lo logró.
- ¿Lo robaste?- preguntó BaekHyun, divertido, pellizcando un poco y probando –Está rico. Gracias.
- Claro que lo robé, pero nadie lo nota- se encogió de hombros –Lo que sea para mi Baekkie.
- No soy un bebé- frunció el ceño, esta vez pegando un gran mordisco al muffin. Estaba muy bueno.
- Jum… ¿Llamaste a tu mamá?- BaekHyun lo miró con la boca llena de masa de chocolate y chispas –Me habló a mí preguntando por vos. Llamala, sabés que está preocupada por vos desde… desde esa época.- tragó en seco y, antes de comer el último pedazo, respondió.
- Después la llamo, ahora vamos- evadió el tema como pudo, y se dio vuelta para buscar su abrigo y no ver la mirada de reproche ajena. Tomó la bufanda que JongDae le pasaba y se dirigieron juntos a la puerta.

Salieron a la calle, caminando a un paso tranquilo.
- Según el horóscopo para virgo dice que hoy voy a encontrar al amor de mi vida- informó un orgulloso JongDae con una sonrisa.
- JongDae, dejá de leer el horóscopo del diario, no es para nada acertado- se burló BaekHyun.
- ¡Lo dijo Mia Astral! Bueno… decía que había posibilidades de que en estos meses, con Saturno rigiendo en…- fue callando a medida que veía cierto castaño conocido caminar frente a ellos. -¿MinSeok?
- ¡Chico guapetón!- MinSeok levantó los brazos, festejando el encuentro –Esperá… ¿cómo sabés mi nombre?- lo miró claramente sorprendido. BaekHyun dirigió su mirada disimuladamente a Jongin, quien iba con Minseok, y escondió la cara en la bufanda cuando este le sonrió.
- Hola, Baek- BaekHyun lo saludó con un movimiento de cabeza y devolvió su atención a su mejor amigo.
- Yo…- comenzó a explicar JongDae –Venís seguido al café donde trabajo. Te atiende siempre mi compañera pero escuché tu nombre y no lo olvidé- repentinamente, JongDae estaba más tímido de lo que BaekHyun lo había visto nunca.
- Oh, ¿Me notaste, guapetón?- Jongin miraba a MinSeok intentando decirle telepáticamente que dejara de incomodar al amigo de su futuro algo. Sí, Jongin era un chico confiado de sí mismo.
- JongDae. Mi nombre es JongDae.- respondió con un leve rubor.
- Pienso que chico guapetón es más preciso pero está bien, JongDae. Lindo nombre, por cierto. ¿Querés tomar algo? Hay un lindo café por allá… Ah, es donde trabajás…
- Min- interrumpió Jongin –Estás hablando mucho y muy rápido…- le informó a su amigo –Calmate- susurró entre dientes y le sonrió al otro par. MinSeok respiró hondo.
- Perdón, cuando me pongo nervioso soy así. Soy Kim MinSeok- se presentó con BaekHyun.
- Byun BaekHyun- respondió con sencillez a través de su bufanda. Jongin lo encontró sumamente adorable.
- Encantado. Entonces…- MinSeok los miró a los tres -¿Qué les parece si vamos los cuatro a tomar algo?- sonrió esperanzadoramente, esperando en secreto el apoyo de su mejor amigo para conocer un poco al chico guapetón.

 

Y así terminaron pasando una tarde los cuatro, MinSeok y JongDae enfrascados en una conversación, BaekHyun sintiendo que sobraba pero feliz con el tazón de café con leche más grande que ofrecía el lugar y Jongin con un enorme frapuccino con extra de hielo.

Y una enorme sensación cálida porque ese día, a la luz del sol que se colaba por la ventana del local y por encima de una taza gigante, conoció la sonrisa más dulce que vio en su vida.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).