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Petricor [KaiBaek] por parku

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Petricor
Capítulo 4

 

 

BaekHyun no sabía por qué últimamente se sofocaba tan seguido. No entendía que de golpe sintiera ropa sobrarle en la calle o que sus duchas las necesitara levemente menos calientes. El frío estaba ahí pero, y se negaba a aceptar el por qué esto pasaba, por momentos menguaba. Y no tenía nada que ver con cierto chico que vivía justo en frente. No, claro que no.

JongDae y MinSeok habían congeniado bien. Más que bien. El día que merendaron todos juntos se habían pasado sus números, obligándolos a Jongin y a él a pasar los suyos y ahora su teléfono tenía dos contactos nuevos y un grupo en WhatsApp. BaekHyun no participaba más que para saludar o responder a alguna broma ocasional con un expresivo “Jaja”, y seguir con su libro o serie.

Ya había pasado un mes de ese día y habían coincidido los cuatro un par de veces. Jongin intentaba conversar con él pero BaekHyun no podía dejar su monosilábico ser a un lado y, el hecho de que Jongin no dejaba de intentarlo… Era eso lo que afectaba su frío. Le transmitía una leve sensación cálida que le molestaba tanto como la anhelaba.

 

 

***

 

 

Salió de la ducha, demasiado caliente como siempre, y sintió un leve mareo. Fue una sensación rara y algo extraño que le pase eso pero sintió un fuerte deseo de tomar agua fría. Más extraño aún. El mareo lo había asustado así que decidió seguir el consejo que le gritaba su cuerpo.

Apurado como estaba por miedo a desmayarse, salió del baño desnudo y pasó directo a la cocina a buscar la necesitada agua. Volvió a la sala y, de espaldas a la ventana, bajó el vaso de un sorbo sintiendo alivio y claridad inmediata. Al parecer sí se había pasado con la temperatura del agua esta vez.

Retomó su camino al baño y por la vista periférica vio algo que lo descolocó. La cortina estaba abierta y, justo al otro lado del vidrio, podía ver un Jongin completamente duro, mirándolo como si fuera un fantasma mientras sostenía algo contra su oreja. Se quedaron viéndose en estado de shock, ambos muy sorprendidos hasta que Jongin reaccionó primero y se dio vuelta inmediatamente. BaekHyun salió de su trance con eso y corrió a su habitación a vestirse rápidamente antes de volver a la sala y cerrar la cortina.

 

 

***

 

 

- El culo de BaekHyun es lo más delicioso que vi en mi vida- interrumpió Jongin lo que sea que MinSeok estuviera diciendo, probablemente sobre JongDae.
- ¡¿Qué?! ¡¿Ya le probaste el culo a BaekHyun?!- exclamó su amigo porque, hasta donde sabía, todavía no habían tenido ni una conversación fluida.
- ¡No! Pasó por su sala desnudo y yo justo estaba mirando y vi todo su cuerpo blanquito y…- y con un escalofrío se sonrojó de solo pensarlo. Y por sonrojó se refiere a que bajo su pantalón suelto de entre casa, se empezaba a notar un bulto. Oh por Dios. No me pasa esto con tan pobre estímulo desde que tengo dieciséis. –Min, después hablamos.- cortó la llamada, ignorando los gritos pidiendo por más chisme.

Se frotó la cara con fuerza y bufó, dirigiéndose a su habitación. Ni una ducha serviría para aliviar la roca que le dejó entre las piernas tan hermoso cuerpo y sobre todo ese culo respingón.

 

 

***

 

- No no no no- pidió BaekHyun a la nada, intentando conectarse con su computadora portátil al wifi por quinta vez. -Si no envío esto en la próxima hora al profesor me va a reprobar la materia, por favor, no me falles ahora.- a la misma vez que se ponía una cruz roja sobre el simbolito de wifi, indicando que no estaba conectado, un trueno sonó por la ciudad -¡Te odio!- gritó enojado al módem, a la lluvia y a todo.

Estaba de muy mal humor y muy avergonzado por el incidente de un rato atrás. Todavía no sabía cómo iba a hacer para ver a Jongin a la cara después de lo que pasó. Miró el módem con sus asquerosas luces rojas y después miró la cortina, como si así pudiera ver el departamento de Jongin… Jongin… Era verlo un rato, pedirle prestada la conexión a internet y pasar vergüenza porque lo vio completamente desnudo o reprobar una materia entera.

Y BaekHyun era demasiado aplicado y tenía muchas ganas de recibirse como para ignorar tan buena y vergonzosa opción.

Con un nudo de resignación, guardó su laptop en una mochila, se abrigó bien, y se dispuso a salir a la tormenta.

 

 

***

 

Jongin vio a través de la puerta de vidrio de su edificio un BaekHyun temblando y abrazando fuertemente una mochila. Se apresuró a abrirle la puerta y lo dejó pasar, inmediatamente apoyándole en la cabeza una toalla de mano que había llevado con él.

- ¿Y esto?- cuestionó el más bajito, tocando extrañado la toalla.
- Para que te seques- explicó Jongin, abriendo la puerta del ascensor y dejándolo pasar primero.
- Solo crucé la calle, tampoco me mojé tanto.- comentó, ignorando su frío y sin quitar la toalla de su cabeza, inspeccionó que su mochila donde estaba su computadora no se hubiese mojado.
- No quiero que te enfermes, además… Sé que siempre tenés frío. Incluso cuando no lo hace- dijo Jongin, mirando la puerta plegable como si fuera lo más interesante del mundo. BaekHyun, sorprendido, alzó la mirada y lo observó detenidamente. Era la primer persona en realmente notar eso sin tratarlo de ridículo por ser tan friolento, y Jongin parecía entender que su frío no era físico precisamente. Sin poder evitarlo, sonrió levemente y, mientras bajaban en el piso del moreno, se frotó el pelo con la toalla que amablemente le había prestado.
- Gracias- susurró una vez entraron, entregándole a Jongin la toalla con una mano y acomodándose el flequillo con la otra.
- No es nada- se tomó el atrevimiento de acomodar algunos pelitos que le habían quedado dispersos y le sonrió cálidamente. BaekHyun se sintió un poco incómodo pero no dijo nada. –Ahora, ¿Qué es tan importante que te arriesgaste a salir a la tormenta y pasar frío?- cuestionó Jongin, cerrando la puerta del balcón para que no entrara frío y poniendo el caloventor cerca de la mesa donde BaekHyun ya estaba sentado. El castaño miró las acciones del moreno, todavía conmovido porque fuera tan atento y pareciera realmente preocuparse por su comodidad.
- Me quedé sin internet y no logré conectarme. Si no mando un trabajo práctico por mail en la próxima media hora el profesor me va a reprobar la materia, y pensé que podrías prestarme tu conexión un ratito- explicó BaekHyun con expresión neutral pero un brillo de necesidad en los ojos. Jongin rió entre dientes.
- Claro, me alegra que acudieras a mí en lugar de ir a alguna cafetería o algo así- alzó ambas cejas, divertido y contento porque hubiera pensado en él antes que nadie. Sabía que era por la cercanía pero decidió permitirse sentirse un poquito especial. –La red es Mark Ruffalo y la contraseña mochablanco.- BaekHyun alzó una ceja lindamente y procedió a sacar la computadora y encenderla.
- ¿Mark Ruffalo?- quiso saber, el moreno le daba mucha curiosidad. Tenía un aura tan luminosa, feliz y positiva que a veces sentía que le atraía como la luz a las polillas.
- Ajam… es el nombre de mi aloe vera.- explicó mientras se dirigía a la cocina –Se lo puso Min, él me lo regaló-, agregó un poco fuerte para que lo escuchara.

BaekHyun asintió, concentrado en acomodar todo rápidamente para enviar el dichoso mail. Se sentía realmente tímido porque Jongin lo había visto desnudo, pero agradecía que el otro no comentara nada y actuara tan normal.
Justo cuando dio en enviar, una humeante taza de café con leche apareció en su campo de visión. Llevó sus ojos a encontrarse con los de un sonriente Jongin.
- ¿Para mí?- preguntó sorprendido.
- Sip- respondió mientras se sentaba a su lado y mezclaba lo que parecía café con leche y hielo en un vaso de vidrio. Le acercó la azucarera -¿Tan extraño es que tenga un gesto amable? Sé que amás el café…
- No, no es eso…- agregó dos cucharadas de azúcar y mezcló bien antes de dar un gustoso sorbo bajo la atenta mirada del otro. Jongin estaba fascinado con la presencia del otro en su hogar, y aunque se sintiera avergonzado de lo que había hecho horas atrás, prefirió omitir el tema. Si él estaba avergonzado no podía imaginar el otro. –Es sólo que pareciera que sabés cosas sobre mí sin que te las diga.- se encogió de hombros, queriendo quitarle importancia.
- Soy perceptivo y presto atención a mi alrededor. El día en la cafetería, cuando JongDae y Min se conocieron, yo conocí tu sonrisa. Y estoy seguro que le debo el favor al sol y al enorme café que estabas bebiendo.- sonrió ampliamente antes de darle un sorbo a su café helado.
- Realmente no me acuerdo mucho pero seguramente sea lo que decís. Son dos cosas que me gustan. Un día soleado y cálido y el café caliente.- escondió su rostro detrás de la taza, tomando un gran sorbo. Jongin asintió, almacenando la información en una pequeña carpetita en su cerebro que tenía el nombre del castaño en ella.
- ¿Qué más te gusta?- quiso saber, aprovechando la apertura que estaba consiguiendo lentamente -¿Cuántos años tenés?- BaekHyun alzó una ceja antes de responder.
- Libros, películas y series… Veintidós años.
- ¿Qué género?- Jongin sintió su celular vibrar sobre la mesa pero decidió ignorarlo.
- Fantasía… romance… épicas- explicó. El celular vibró de nuevo -¿No vas a responder?- agregó, dando un último sorbo a su taza.
- No, seguramente no sea importante.- y seguramente sólo sea KyungSoo buscando encontrarse unas horas. No era importante cuando finalmente estaba teniendo una conversación real con BaekHyun. El castaño se encogió de hombros –A mí también me gustan las series, podríamos ver alguna… Si querés- le sonrió mostrando la fila de dientes perfectamente blancos.- Yo llevo las palomitas y vos elegís lo que vamos a ver, ¿qué decís?
-  Sí… Podríamos decirle a los chicos también.- No era que BaekHyun no quisiera quedarse a solas con Jongin, simplemente era que… Bueno sí, tal vez BaekHuyn no quería quedarse solo con Jongin porque era muy malo socializando y no quería aburrir al moreno.
- Tal vez…- aceptó, aunque pensaba hablar con MinSeok para, oh qué casualidad, ninguno de ellos pudiera acudir a la noche de series y palomitas. -¿No vas a preguntar mi edad?- cambió de tema para no dejar morir la conversación.
- No.- dijo secamente y, al darse cuenta de esto, siguió hablando –Ya la sé, tenés veintiuno- Jongin alzó una ceja, confundido. –No participo mucho en el grupo de WhatsApp, pero leo todo lo que escriben –explicó –Ahí la dijiste una vez.
- Deberías participar más- comentó, acercándose casi imperceptiblemente al otro, quien fingió no notarlo.
- Nunca tengo nada interesante que decir- se encogió de hombros –Hablar para decir siempre lo mismo, que estoy estudiando, leyendo o viendo algo en la tele… no tiene sentido.- vio como el moreno terminaba de una vez su abandonado café.
- Lo tiene para mí… A mí sí me interesa saber esas cosas- BaekHyun se sintió repentinamente incómodo de nuevo, como cada vez que el moreno lo miraba tan intensamente. Como si pudiera ver a través de él. Desvió la mirada por la casa y se percató de una maqueta a medio hacer cuidadosamente apoyada arriba de todo de la biblioteca.
- ¿Qué estudiás?- Jongin se descolocó por un momento y siguió la mirada de BaekHyun.
- Arquitectura.- el mayor lo miró sorprendido.
- Wow, te veía más estudiando algo como psicología, no sé por qué- el moreno lo miró, alzando una ceja, divertido.
- Que sea bueno entendiéndote no significa que esté estudiando algo relacionado a la psiquis humana- se burló con simpatía, apreciando el leve sonrojo en el rostro ajeno. –Desde hace tiempo que quiero ser arquitecto. Así como vos amás las historias, yo quiero crear el lugar donde se cuentan. Ya sea un museo lleno de arte, una biblioteca llena de historias o un hogar, que es donde más historias hay. Felices, tristes, de soledad, de alegría, de compañía. De todo tipo. Una pareja que se va a vivir por primera vez juntos, cuando reciben la noticia de que van a ser padres, todas las primeras veces de ese bebé. Un matrimonio anciano llegando a sus cincuenta años de casados, todavía enamorados con sus hijos y nietos. El primer beso de dos adolescentes… Lo que sea, yo quiero crear los lugares donde nacen esas historias. Y aunque nunca lo sepa, quiero creer que van a ser más las felices que las tristes.- BaekHyun se sintió realmente conmovido por el espíritu tierno, noble, positivo y extrañamente romántico del otro.

Se sintió culpable porque él odiaba cada lugar que pisó con ChanYeol y eso incluía la casa de su madre. No quiso pincharle la burbuja a Jongin con su negatividad, pero si fuera por él, demolería la casa de su madre, el departamento de ChanYeol y el bar donde se conocieron sin culpa. Y no se disculparía con el arquitecto por arruinar su arte.

Se sintió nostálgico y repentinamente triste.

- ¿Estás bien?- preguntó Jongin en voz baja, al verlo perderse en sus pensamientos.
- Sí… es un hermoso sueño.- le sonrió apenas levantando las comisuras de sus labios. –Yo solo estoy estudiando lo que estudio porque amo hundirme en historias de fantasía pero también para…- se cortó al notar que estaba hablando de más. Comenzó a guardar frenéticamente sus cosas ante la atónita mirada de Jongin –Se hace tarde, debería irme.
- Ey…- quiso llamar su atención sin conseguirlo –BaekHyun- dijo más fuerte, sosteniéndolo de un brazo para que se calmara – ¿Qué pasó de repente? ¿Qué es lo que ibas a decir?- el castaño no lo miró, pero tampoco quitó su mano de su brazo.
- Vas a pensar que soy raro- negó con la cabeza, cerrando su mochila y parándose, Jongin lo imitó. –Me gusta hundirme en historias para no ser consciente de mi realidad- dijo, mirando la lluvia que golpeaba contra el ventanal.
- ¿Tan mala es?- BaekHyun negó efusivamente.
- Pero lo fue… ¿Me abrís? De verdad se hace tarde.

Jongin accedió, sabiendo que por esa noche, no iba a conseguir que el otro hablara más.

Sin embargo tuvo un vestigio de lo que pasaba con BaekHyun: Algo de su pasado era lo que provocaba el frío.


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