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Petricor [KaiBaek] por parku

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Petricor
Capítulo 9

 

 

¿Y ahora?

De pronto esa pregunta golpeó con fuerza a BaekHyun. Y ahora que ya habían tenido sexo… ¿Qué? ¿Qué iba a pasar? ¿Se iba a ir de su lado? ¿Iban a pasar a juntarse solo para eso? Ahora que se había entregado a Jongin… ¿Cómo serían las cosas? ¿Estaba la posibilidad de que siguieran las salidas, las palabras dulces y los besos llenos de emociones o iban a pasar a ser puramente carnales ahora?

No le molestaba incluir el sexo en su relación, claro que no, pero de pronto le aterraba cometer el mismo error de que ese fuera el único modo de relacionarse a partir de ese momento.

Miró a Jongin que estaba acostado a su lado con el rostro relajado y los ojos cerrados. Por su respiración acompasada tranquilamente podría estar durmiendo, pero BaekHyun sabía que Jongin cuando dormía era más ruidoso y su boca generalmente quedaba levemente abierta.

- ¿Jongin?- el moreno abrió sus ojos lentamente para enfocar al castaño. Se acercó a él para darle un suave beso antes de responder.
- ¿Qué pasa?- preguntó, acariciándole una mejilla con los nudillos. BaekHyun decidió sacar a relucir sus inseguridades para quedarse tranquilo. De todos modos Jongin era muy consciente de estas y sus motivos.
- Si te dejo entrar... ¿no vas a destruir mi mundo? ¿No vas a destruir...me?- el moreno se tomó unos segundos para mirarlo con el ceño fruncido.
- Mierda, no.- aseguró -Sería un idiota si echara a perder esto- señaló su pecho y luego el de BaekHyun. -Sé por lo que pasaste, y entiendo que estés asustado. Pero te juro que esto es lo más real que sentí en mi vida.- acercó su mano libre a la otra mejilla de BaekHyun para tener ambas entre sus manos y mirarlo de cerca, hablando con el corazón -Como una fresca y suave lluvia de verano, voy a limpiar y curar todas esas heridas que tenés. Sacar cada espina clavada en tu corazón.- el castaño sólo se limitaba a mirarlo a los ojos, escuchando atentamente cada palabra que salían de los gruesos labios -Puedo ser avasallante como una tormenta pero también suave como una llovizna. Y voy a borrar a besos, caricias y, sobre todo, acciones, cada cosa que te hizo mal. Cada cosa mala que te hicieron. Porque, por más trillado que suene, yo no soy como los demás. Y yo de verdad te quiero como nunca quise a nadie.- besó nuevamente los perfectos labios de BaekHyun antes de agregar –Sí, soy algo intenso- le recordó. Ambos se rieron.
- También te quiero- respondió simplemente, antes de treparse encima del moreno.

Jongin aferró sus manos a los muslos de BaekHyun, sonriendo, cuando él se acomodó para quedar sobre su entrepierna, con ambas manos una a cada lado de su cabeza para sostenerse mientras buscaba una posición cómoda para crear fricción. Algo fácil de lograr ya que ambos seguían desnudos.

El moreno se sentó para besarlo con ganas antes de abrir más sus piernas, generando que el trasero de BaekHyun se deslizara hacia el colchón. Hizo un leve gesto de protesta que Jongin besó.

- Ahora me gustaría que me muestres todo ese amor que tenés para darme – dijo guiñando un ojo, dándole a entender que quería cambiar roles esta vez. El castaño rió dulcemente.
- Eso fue asquerosamente vulgar, Jongin- mordió su labio inferior, conteniendo la risa. –Pero encantado te muestro.- agregó mientras se ponía sobre sus rodillas para colarse cómodamente entre las firmes piernas de su pareja.

 

Y a pesar de que el sexo con Jongin había sido muy bueno por donde lo mirara, lo que más le gustó a BaekHyun fue que se quedara en su casa, acurrucado con él hasta dormirse.

También le encantó despertarse al otro día entre sus brazos, para pasar un buen rato juntos desayunando algo rápido entre besos y auténticas risas.

Hacía mucho que BaekHyun no se sentía tan pleno en un día de lluvia.

 

 

 

***

 

 

 

- ¿Qué estás escribiendo?- preguntó Jongin, asomando su rostro sobre el hombro de BaekHyun quien, alarmado, bajó inmediatamente la tapa de su notebook, impidiéndole ver.
- No deja que nadie lea nada hasta haber terminado- dijo JongDae desde el otro lado de la mesa, encogiéndose de hombros. Jongin volvió a mirar al castaño, con su mentón apoyado en su hombro y le sonrió.
- ¿Ah, sí?
- Sip.
- ¿Eso significa que voy a poder leerlo cuando lo termines?- BaekHyun llevó su mano derecha a la mandíbula ajena y dejó una sutil caricia, sintiendo un poquito rasposo.
- Tal vez… Estás pinchudito, te hace falta una afeitada- comentó distraídamente. Una carcajada de escuchó desde el sillón y la cabeza de MinSeok se asomó por sobre el respaldo.
- ¿Pinchudito? ¡Por favor! Su rostro siempre está como culito de bebé, solo le crece pelusita de puberto- se burló el mejor amigo de Jongin, dejando caer la revista que estaba leyendo en su ataque de risa.
- Gracias, Min. Realmente…- respondió el moreno, dándose vuelta para mirarlo.
- Tiene barba y bigote si lo deja crecer pero… A mí me gusta suavecito como culito- dijo BaekHyun, mirando a Jongin a los ojos cuando este volvió su rostro hacia él. Se sonrieron mutuamente y la mano de JongDae se asomó hasta la mejilla del moreno y con los nudillos probó la incipiente barba para corroborar quien tenía razón.
- Ch- BaekHyun pegó un manotazo a su amigo, alejando la mano de la cara de Jongin –No toques.- e inmediatamente se dio cuenta de lo que había dicho y hecho y se quedó tieso, viendo a su mejor amigo con las cejas alzadas y a Jongin mirándolo curioso. –Yo…- se frotó la parte posterior del cuello con nervios. No quería ser tan posesivo, menos reaccionar así por su amigo… por su muy enamorado de MinSeok amigo.
- Qué exagerado.- dijo JongDae, soltando una risa. –No te voy a robar a tu hombre. Me gusta ese que está ahí- declaró, señalando el sillón. La mano de MinSeok se levantó haciendo el símbolo de la paz con los dedos, sabiendo que hablaban de él.

BaekHyun ignoró a JongDae, concentrado en Jongin, y sintió alivio cuando le sonrió.
- Si te gusta suavecito, prometo mantener mis afeitadas al día- susurró bajito para solo ser escuchado por el castaño, antes de besarlo.

 

 

 

***

 

 

A BaekHyun le gustaba mucho sentir a Jongin en su hogar incluso cuando él no estaba. Sentía su perfume que, mezclado con el olor natural de Jongin, resultaba en un aroma particular que sólo él tenía. Y a BaekHyun le encantaba sentirlo en su cama cuando iba a dormir o en su ropa cuando se la ponía.

También le gustaba ir al baño y ver su cepillo de dientes. Aunque sabía que se lo había olvidado accidentalmente, pensaba que sería lindo más adelante, si las cosas seguían igual de bien, sugerirle dejar uno permanentemente. Una clara invitación a estar más tiempo juntos.

Como una novedad en su vida amorosa, esta vez sí parecía serlo realmente. Con ningún otro amante había tenido una intimidad fuera de la cama como la que tenía con Jongin. Ni siquiera con ChanYeol.

Jongin compartía miradas intensas con él en momentos del día aleatorios, y BaekHyun gozaba al detectar que no todas eran puramente provocativas. Siempre contenían algo más fuerte. Más… profundo.

Jongin lo tomaba de la mano en su casa, en la calle, frente a sus amigos. El moreno parecía orgulloso de ser acompañado por él y BaekHyun se sentía realmente valorado por eso.

BaekHyun amaba todo lo que compartía con Jongin. Esas miradas, las caricias inocentes y las no tanto, las agarradas de cintura repentinas, las risas, los abrazos, los besos suaves y los profundos.

Amaba compartir una taza de café, siempre caliente para él y frío para Jongin, mientras estaban viendo alguna serie o leyendo cada uno cosas de la universidad.

Adoraba con todo su ser verlo hacer sus maquetas, la arruga de concentración en su ceño siempre se le hacía sumamente tierna, y su sonrisa de satisfacción al lograr algo a su gusto rozaba lo sexy.

 

 

 

***

 

 

 

A tres días del evento de su universidad, una noche que parecía ser la más húmeda del año con una tormenta aproximándose lenta pero implacable, se encontraban ambos en el departamento de Jongin.

El día estaba tan pesado que hasta BaekHyun tuvo que admitir su derrota y aceptar un café frío como le gustaban a Jongin. Apenas sorbió decidió que era la bebida fría más deliciosa que había probado.

- ¿Olés?- preguntó Jongin, asomando su cara por el balcón y olfateando como un cachorrito. BaekHyun sonrió levemente antes de gruñir.
- Sí.- sorbió un poco más de su bebida –Huele terriblemente a lluvia.
- Delicioso- opinó el moreno entrando nuevamente y sentándose al lado de BaekHyun. Apoyó su cabeza en su hombro y BaekHyun no perdió tiempo en tomarle una mano para acariciarla.

Jongin sonrió sin decir nada, feliz de sentir que el castaño cada vez se soltaba más con él. Si bien se habían acostado varias veces, todavía estaba aprendiendo lentamente a ser demostrativo fuera de la cama.

Fuera, porque dentro… BaekHyun poseía un fuego que no había visto antes y que no hubiera podido detectarlo sin haberlo sentido de primera mano.

BaekHyun era versátil a la hora del sexo, pudiendo ser un perfecto y entregado pasivo y a la vez un ardiente, dominante y exigente activo. Jongin aún no decidía cual le gustaba más.

Se preguntaba como nadie había sabido apreciar semejante persona correctamente antes. Es decir… ¿A quién no le gustaba una persona buena, cálida, hogareña, divertida y terriblemente sexy cuando el momento lo ameritaba? Y todo eso sin contar su gran atractivo físico.

Un relámpago iluminó todo el cielo nocturno antes de que el sonido del trueno llegue a los oídos de los chicos que permanecían en penumbras en la sala de Jongin. BaekHyun bufó cuando el sonido en cortina de lo que claramente era una copiosa lluvia inundó sus sentidos, y apuró el final del café.

Todavía estaban en el sillón, en silencio y proporcionándose caricias distraídas en las manos, cuando la tormenta finalmente terminó de asentarse. 

 - Vamos- susurró Jongin, poniéndose de pie y tirando de la mano ajena para hacerlo levantarse. BaekHyun lo miró confundido.
- ¿A dónde?- preguntó, siguiendo al moreno y resistiéndose un poco al tirón al notar la clara intención del otro de salir al balcón bajo la lluvia. –No, ni loco salgo con este día.
- Confiá en mí- pidió, mirándolo a los ojos –De verdad la lluvia puede ser hermosa- aseguró, abriendo el ventanal del balcón y saliendo solo. Levantó ambos brazos, sonriendo abiertamente y lo miró. –¡Es refrescante!- exclamó. El ruido del agua evitaba que se escuchara claramente. BaekHyun caminó y asomó únicamente la cara fuera de la seguridad del departamento. El moreno se adelantó y le plantó un beso con la boca cerrada, empapando su mentón, nariz y frente con su mojado rostro. No pudo evitar reírse con ternura al verlo tan feliz.

Un poco indeciso, dio un par de pasos hasta que estuvo fuera con él, bajo la molesta lluvia. Era tanta el agua que caía que en segundos estuvo completamente mojado.

Jongin sonrió todavía más ampliamente al verlo afuera con él y lo abrazó de la cintura, pegando sus cuerpos y sus ropas mojadas. Con las gotitas cayendo entre ellos, se vieron por varios segundos fijamente a los ojos. Sintieron que nada podía ser más perfecto que eso: poder compartir lo que el otro amaba, amoldarse sin forzar nada, fluir.

BaekHyun odiaba la lluvia pero ahí estaba, por y para él, bajo una tormenta, mirándolo como si nunca hubiera vivido nada igual antes.

Jongin se sentía sumamente especial.

El castaño subió sus manos por el cuello ajeno, arañando suavemente su nuca al tiempo que el moreno estampaba sus labios contra la rosada boca de BaekHyun. Lo besó unos segundos, sintiendo el agua en su espalda y en la piel ajena, antes de lamer lentamente el lunar sobre el labio superior que tan loco lo volvía y delinearlos para adentrar su lengua.

BaekHyun lo recibió gustoso y listo para iniciar un intenso y ardiente beso bajo la lluvia como si de una película se tratase.

- Quiero que veas- susurró Jongin al separarse, mientras bajaba con sus labios por la mandíbula de BaekHyun para dedicarse al cuello. La lluvia seguía igual de espesa pero ya nada les importaba. El castaño hundió las manos bajo la musculosa ajena, tocando la piel caliente. –Como yo veo la lluvia, me gustaría que aprendieras a disfrutarla… conmigo- lamió una porción de piel que ya estaba maltratada por sus succiones.

El pulso de BaekHyun estaba disparado entre las atenciones, los besos, y las palabras de Jongin.

- Creo que así…- acarició con sus manos la espalda baja del moreno, rascando con sus uñas suavemente mientras el otro atacaba sus clavículas –No está tan mal.
- ¿Verdad que no?
- No dejes de mostrarme- suplicó el castaño, aferrándose con sus brazos a la cintura ajena. Jongin gruñó bajito para tomarlo de las nalgas y pegar sus entrepiernas con un poco de brusquedad. Ambos jadearon por lo repentino del movimiento.
- En las vacaciones quiero enseñarte a disfrutar el calor… tal vez algún día de playa en un lugar lindo.
- Acepto las vacaciones, pero Baek- levantó su cabeza para cruzar sus miradas. –Ya me enseñás todo el tiempo a disfrutar del calor- sonrió de costado, viendo a BaekHyun observar el gesto.
- Ducha.- ordenó el castaño y Jongin no quiso hacer otra cosa más que obedecerlo.

 

 

***

 

 

Después de una caliente y satisfactoria sesión de sexo oral, se ducharon tranquilamente hasta quedar limpios. Salieron de la bañera y Jongin le pasó una toalla al castaño, tomando otra para él. Cada uno se secó su cuerpo y cabello en un agradable silencio. Una vez sus caderas estaban rodeadas con la toalla, se pararon frente al espejo para lavar sus dientes.

Tenían una dinámica sin hablar que parecían un matrimonio de años, con la pasión de recién casados.

Jongin terminó primero de limpiar sus dientes y abrazó al castaño desde atrás, apoyando sus labios suavemente en el hombro de BaekHyun. Se sonrieron a través del reflejo del espejo y Jongin disfrutó del movimiento que hizo el otro hacia adelante para enjuagar su boca.

Cuando se irguió, acarició el chupón que le había hecho en el balcón y el castaño volteó su rostro para besarlo con su espalda tocando su pecho. La posición se le antojó más sensual de lo que debería haber sido. Sobre todo teniendo en cuenta que no hacía ni quince minutos que había tenido un orgasmo y normalmente le tomaba alrededor de media hora recuperarse para volver a la acción.

BaekHyun descansó su cabeza en el hombro de Jongin, disfrutando de la suave caricia que el otro le repartía por debajo de su ombligo. Inocente pero no por eso menos incitante.

- Te quiero- murmuró el más alto, con sus labios pegados a su pelo húmedo.
- Y yo a vos…- rascó un costado de la cabeza ajena con cariño.
- Sea lo que sea que pase el viernes, yo estoy con vos, ¿sí?
- Sí, lo sé- lo miró a través del espejo y sonrió con travesura. Tomó la mano que seguía acariciando su ombligo y la hizo bajar unos centímetros más. Jongin tragó duro y un calor lo recorrió desde las sienes directo al sur de su cuerpo al sentir el comienzo del vello bajo sus dedos. -¿Vamos a la cama?
- Si fuera por mí viviría en la cama con vos.

BaekHyun sonrió triunfante mientras arrastraba a un Jongin que no se le quería despegar del cuerpo.

 

 

***

 

 

BaekHyun estaba enfundado en un pantalón de vestir hecho a medida que marcaba sus muslos y glúteos a la perfección, acompañado de una camisa de buena calidad, una corbata angosta, saco y zapatos. Todo en un pulcro y fino negro.

El evento tenía lugar en un enorme salón dentro de un lujoso hotel. Una mesa larguísima se extendía en un costado con bebidas de todo tipo y bocadillos. Las paredes estaban cubiertas prolijamente de cuadros con textos, todos de los alumnos de esas dos universidades, había mesitas altas con pequeños atriles y libros de muestra para hojear y varios trabajos que tenían alto reconocimiento de los profesores. Observó disimuladamente donde sabía que se hallaba el que era suyo, y esperaba que Jongin no lo notara. No podía creerlo cuando recibió la noticia de que un fragmento de su último trabajo práctico iba a estar de muestra en el evento.

Recorrió con la mirada el lugar, viendo a sus compañeros de estudio con sus acompañantes y bastantes personas que no ubicaba de ningún lado. Asumía que eran de la universidad de ChanYeol. Tragó en seco y se aflojó apenas la corbata.

Jongin estaba un poco demorado porque el profesor para el que trabajaba le había pedido corregir unos exámenes. Disculpándose muchas veces le dijo que ya estaba en su casa bañándose y no tardaba en salir para el evento.

Su ex amante altísimo no había hecho aparición todavía y mantenía la esperanza de que no se presentara.

Sintiendo su garganta muy seca, se dirigió en busca de un poco de agua pero al llegar el delicioso aroma a café lo distrajo. Sonriendo, no pudo evitar servirse un poco en un pequeño vaso descartable. Dio un sorbito y cerró los ojos de puro gusto.
- Veo que todavía tomás mucho café- dijo una voz sumamente gruesa a un costado suyo y se tensó. Para él era imposible no reconocer esa voz. Un nudo se formó en su estómago, nervioso, y deseó que Jongin se apurara en aparecer. Terminó de un trago el resto de su café y lo apoyó en la mesa antes de dirigir su mirada a la persona que había hablado.
- ChanYeol.- dijo a modo de saludo.

 


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