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El Túnel de la ambrosía por ValexWalker

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Notas del capitulo:

Hii!!!

Espero les guste el cap <3

Sus lágrimas no se detenían. Miraba fijamente los ojos de la persona que tomaba su rostro con ambas manos y que esperaba una respuesta de él.

“Ser su amante”

Tan solo pensar en la propuesta que el rubio le había hecho momentos antes lo llenaba de dolor.

“Por qué no pudiste decirme * Me divorciaré, eres el único para mí* ¿Por qué Gamma?”

Gokudera sabía que su amor no llegaría a ningún lugar, no cuando solo él jalaba del hilo que los unía. Gamma había soltado su extremo y se había quedado varado sin hacer nada más.

“Yo no necesito nada más de ti, solo tu amor”

Alejó con sus manos al rubio y le sonrió.

-Hayato

-Te amo… no sabes cuánto, Gamma-  limpió su rostro como pudo con el dorso de sus manos – pero lo mejor es que te vayas y no regreses nunca más

-¿Por qué dices eso? ¡Acabas de decir que me amas! Sabes que yo también te amo, entonces ¿Por qué no aceptas mi propuesta y vienes conmi…

El sonido de un golpe se dejó oír en la habitación. La palma de la mano del albino había impactado contra su mejilla e interrumpió su frase.

-Hayato…

-¡YA CÁLLATE! Y vete, por favor… no vuelvas acercarte a mí, si dices amarme, hazlo- lo miró un momento- Adiós

El peliplata salió corriendo de la habitación rumbo a la suya, ya le explicaría a Colonello la razón por la cual ese día no trabajaría.

Tras unos segundos, el rubio se decidió a ir tras él.

-¡Espera, Hayato!

-¿Qué acaso no escuchaste lo que dijo?

Yamamoto agradecía que el albino por lo afectado que se encontraba no se hubiese percatado de su presencia. Ahora estaba a solas con el maldito que había hecho llorar a la persona que amaba y le dejaría muy claro que Gokudera tenía a alguien a su lado, alguien que se preocupaba por él.

-Y tú quién demonios…- lo miró un momento- ¿Acaso no eres el gerente de Hibari Corp.?

-Y tú eres el presidente de la compañía Gesso, pero eso ahora no me importa en lo más mínimo

El moreno frunció el ceño para luego golpear con su puño el rostro de Gamma provocando que el labio inferior de este sangrase.

-Que mierd…

Le siguió una patada en el estómago y tras tomarlo del cabello con una mano lo arrastró hasta el interior de la habitación nuevamente dejándolo caer al suelo.

-Escuché todo y no quiero que te vuelvas a acercar a Hayato

-¿Quién eres tú para decirme que debo hacer o que no? Si escuchaste todo debes saber que él me ama, así que no tienes por qué entrometerte

El rubio escupió sangre y se reincorporó del suelo.

-Yo me encargaré de que olvide a un bastardo cómo tú, un bastardo que es capaz de proponer semejante estupidez

-Tú no sabes nada, así que no tienes ningún derecho a hablar de lo mío con Hayato

-Él es la persona que amo, así que me autoconcedo ese derecho- el pelinegro se giró dispuesto a salir del lugar- no te acerques a él de nuevo, si lo haces- Yamamoto dio un fuerte golpe a la pared que tenía al lado con su puño- prepárate porque te mataré

Gamma se quedó en la habitación completamente solo. Sabía que lo que le propuso a Hayato había sido de lo más egoísta, pero fue lo único que se le ocurrió en ese instante. Él lo amaba… lo amaba mucho pero no podía renunciar a su empresa familiar, era algo  imposible para él.

Tomó su barbilla con su pulgar e índice, para después mirar en la dirección en la que el moreno se había ido.

Ese miserable… Hayato es solo mío, te arrepentirás por meterte dónde no debes”

-¿En serio estarías satisfecho con otro hombre?

“No lo sé”

A su mente le vino la imagen de Xanxus y Dino. Sin duda eran ellos dos los clientes regulares con los que más disfrutaba. Por un lado Xanxus era muy rudo, tanto que lo dejaba sin energías durante todo el día, y por el otro, Dino se lo hacía lento y placentero… lo hacía llegar al clímax de una forma exquisita. Entonces ¿Por qué en ese momento tan solo con unos cuantos susurros al oído y toques sugerentes se encontraba tan deseoso?

-Puede que sí, Hibari-san

El pelinegro sonrió divertido. Tomó de la cintura al castaño y lo sentó sobre él con las piernas a cada lado rodeándolo. La sensación tan placentera que le provocó el tener a Tsuna sentado aprisionando su duro miembro lo excitó aún más.

-Dudas, eso me agrada

-nngh… te agrada ¿eh?

El pelinegro lo miraba de una forma lujuriosa y expectante, eso le gustaba, tanto como lo hacía el sentir el pedazo de carne caliente bajo él, golpeándolo deseoso.

-Sí

Hibari se acercó al rostro de Tsuna y rozó su nariz con la suya mientras una de sus manos se posaba sobre su nuca.

“Su aliento, quiero…”-lo miró expectante

-Abre tu boca, Tsunayoshi

Como si de una orden se tratase lo hizo. Abrió sus labios y permitió que la lengua contraria se adentrase en su cavidad.

-mmm…

Hibari apretó el agarre sobre su nuca atrayéndolo más hacia él mientras con la otra mano acariciaba su cintura.

El ósculo se volvía cada vez más lúbrico, las lenguas de ambos se movían con deseo y saboreaban todo lo que podían a su paso. Tras unos cuantos minutos la falta de oxígeno los obligó a separarse. Tsuna jadeaba y miraba a Hibari, el cual tras recuperar el aire le sonrió divertido y dirigió la lengua a su cuello, succionándolo y besándolo cuanto podía.

-nngh… Hibari-san…

Kyoya acariciaba sus glúteos mientras se movía simulando envestidas. Tsuna gemía sin poder evitarlo, le estaba dando sexo con ropa y eso le excitaba aún más.

-Uhm…Tsunayoshi

Hibari susurraba sobre la piel de su pecho mientras lamía sus pezones sobre la blanca tela que los cubrían, los succionaba y mordía con deseo sin detener el movimiento de su pelvis contra él.

-¡Ahh! nngh… más…-quería que ese hombre lo tomara de una vez, ya no aguantaba más tiempo, necesitaba sentirse poseído por él

Tomó una de las manos que Hibari tenía sobre sus nalgas y la dirigió a su entrada, provocando que el pelinegro dejase de atender sus  pezones.

-Te quiero aquí

Hibari sonrió de medio lado y con su mano libre tomó la barbilla del castaño.

-Me tendrás

Le dio un beso nuevamente para después dejarse dirigir por Tsuna hacia una habitación. El camino hacia esta fue torturante para ambos, sus cuerpos ardían en deseo y el escuchar los gemidos que se dejaban oír por los pisos mediante iban subiendo no los ayudaba.

Una vez dentro de la alcoba, Tsuna lo jaló de la corbata y lo sentó sobre la cama.

-Mi habitación, mis reglas

Tomó el cierre de los pantalones de Hibari, lo bajo rápidamente para después de forma hábil desabrochar la prenda, y tras bajar los bóxer negros que este traía, sacó su duro y gran miembro.

-Espero seas tan bueno como dicen- habló Kyoya sonriendo ladinamente

Solo sonrió mientras acercaba su rostro al gran pedazo de carne frente a él, observó las venas que sobresalían de este y lo ansioso que se veía por recibir atención.

-Eso…- acarició la punta del miembro con su lengua- tendrás que decidirlo tú

Tsuna continuó lamiendo de forma seductora toda la extensión del pene del pelinegro. Le gustaba torturar lentamente a sus clientes cuando les realizaba una felación y Hibari no sería la excepción, haría que se corriera en su boca.

-nngh… te gusta jugar, Tsunayoshi

-mmm… me encanta- se metió todo el miembro a la boca y comenzó a succionar y marcar un ritmo lento. No todo el pene del pelinegro cabía en su cavidad por lo que se ayudó de sus manos para masajear su base mientras con sus dientes provocaba aún más placer en la persona que lo miraba con una cara de deseo indescriptible.

-ah… eres realmente bueno en esto

Hibari tomó de la nuca al castaño mientras trataba de marcar un ritmo aún más rápido, necesitaba sentir aún más el calor que aquella cavidad le brindaba, quería correrse en la boca de Tsuna y ver como este se tragaba toda su esencia.

-nngh… mmm…

Los sonidos se dejaban oír por toda la estancia. Tsuna aumentaba cada vez más el ritmo de la felación que realizaba mientras mantenía sus ojos cerrados y escuchaba la voz ronca de Hibari indicándole que llegaría pronto.

Al cabo de unos minutos, como predijo, el pelinegro se vino en su boca y recibió gustoso todo el semen de este. Lo tragó dejando que algunas gotas escaparan por la comisura de sus labios mientras se levantaba del suelo y se sentaba nuevamente sobre el pelinegro.

-Desvísteme…

Hibari sonrió y acercó su lengua a la boca de Tsuna. Lamió los restos de semen que este tenía en los alrededores de esta para luego besarlo con pasión.

Su miembro estaba completamente duro a pesar de haberse corrido y no era para menos, el castaño lo ponía como ninguna mujer lo había hecho antes.

Acercó sus manos y acarició lentamente los brazos del chico mientras deslizaba sus tirantes comenzando a desvestirlo. Al cabo de unos minutos y tras haber acariciado cada parte de su cuerpo, logró que este quedase tan solo con unas bragas de color blanco, las cuales se encontraban húmedas y dejaban notar que el lindo chico se encontraba duro.

-Estás todo mojado- posó su mano sobre la  ropa interior del castaño- ¿Me quieres tanto así?

-ah…- gimió ante el contacto- r-recuéstate

Cómo adivinando lo que pretendía Tsuna, el pelinegro se sacó la corbata y camisa que traía, ya que el saco se lo había sacado al apenas entrar a la habitación.

Se recostó sobre la cama teniendo al castaño sentado sobre él y esperó a que hiciese su siguiente movimiento.

Lentamente Tsuna se sacó las bragas ya húmedas por el líquido pre seminal y se restregó sobre el miembro de Hibari causando que este moviera sus caderas buscando más contacto con su trasero.

-El impaciente… nngh… eres tú…- sentía a Hibari envestir contra él provocándole espasmos placenteros

Tomó dos de sus dedos y los ensalivó a medida que sequía frotándose sobre el pelinegro. Al cabo de unos segundos los llevo a su entrada y se autopenetro con ellos expandiéndola. Gemía sonoramente, le  gustaba excitar así aún más a sus clientes.

-ahh… nngh…

-Uhm… Tsunayoshi

Pensó estar más tiempo provocando a Hibari pero él mismo ya no aguantaba tan solo rozarse sobre él, quería sentir por completo el gran y duro miembro dentro de una maldita vez.

Tomó con una de sus manos el pene del empresario y tras colocarle un condón, el cual había tomado de la mesita de noche que se hallaba al lado de la cama,  lo dirigió a su entrada y lo metió de una estocada provocando que arquease la espalda por el placer que le provocó.

-¡Ahhh!... nngh

-Ah… tan caliente… tu interior es tan caliente, Tsunayoshi

Tsuna recobró la compostura y con ayuda de sus piernas se auto penetró con un ritmo que poco a poco iba aumentado. Observaba con lujuria como el pelinegro lo tomaba de las caderas y llegaba hacia el punto que lo volvía loco de placer. Con una de sus manos, Tsuna masajeó uno de sus pezones y apoyó la otra sobre el pecho del pelinegro.

Siguió subiendo y bajando sobre este hasta por unos largos minutos, disfrutando el exquisito placer que sentía al ser golpeado en su punto erógeno hasta que sintió que pronto acabaría, por lo que miró a Hibari y como si con solo verse a los ojos entendieran todo lo que querían expresarse, el empresario cambió las posiciones y recostó  al castaño de espaldas contra la cama.

-Ah… ¿te gusta rudo verdad?

El pelinegro se acercó a los pezones del chico para lamerlos y morderlos sin parar sus envestidas.

-¡Ahh!… averígualo… nngh

Tsuna enredó sus brazos en el cuello de Hibari obligando a este a dejar la atención sobre su pecho y juntar sus labios.

-Nngh…. Ahí… más duro ahí…- dijo entre el beso

Hibari arremetió aún más fuerte si era posible contra él, ese chico lo excitaba de una forma tan exquisita que estaba seguro no se cansaría de follarlo una y otra vez.

-¿Ahí?... nngh… ¿te gusta?

-Sí golpea ahí… ¡Ahh!... más rápido…

Luego de varios minutos de brutales envestidas, el pelinegro sintió la entrada de Tsuna contraerse, por lo que intuyó que este estaba llegando al clímax.

-Córrete para mí- susurró en su oído para luego lamerlo mientras esperaba que el castaño se viniera manchando su vientre

-nngh… ¡ahhh!...

Tsuna se corrió y tras unas cuantas envestidas más Hibari salió de su interior, quitó el molesto látex que cubría su miembro y expulsó su esencia sobre el trasero del castaño.

-Ahh… ahhh

Las respiraciones agitadas de los dos se dejaron oír por unos cuantos segundos en la habitación para luego dejar que la risa de Tsuna se apoderara de esta.

-Jajaja… Wao…-suspiró- me gustó mucho, Hibari-san

Se acercó al pelinegro y le dio un casto beso en los labios para luego sonreir.

-Lo mismo digo

Tsuna disponía a recostarse en la cama cuando fue tomado del brazo y atraído hacia el cuerpo contrario.

-¿Que sucede?

-¿Crees que esto ya se acabó?

El empresario se acercó dispuesto a besar a Tsuna pero este colocó el dedo índice sobre sus labios impidiéndoselo.

-Si quieres más… te costará

El pelinegro sonrió divertido para luego retirar el dedo que el chico tenía sobre sus labios.

-Pagaré lo que sea necesario, así que- introdujo uno de sus dedos en la húmeda entrada del castaño provocando que soltara un gemido- prepárate

Tsuna se lamió el labio inferior para luego tomar del cuello a Hibari y recostarse en la cama con el pelinegro sobre él.

-Hazme disfrutar,  Hibari-san

...

Notas finales:

No soy buena en el lemon... hice todo lo que pude

Espero sus opiniones

Besos!!!


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