Ryeo tuvo la decencia de sonrojarse.
- ¡Sólo digo!
- Lo odiaba - dijo SungMin. - No lo voy a hacer de nuevo.
- Personalmente, no creo que sea un gran problema. No le hiciste daño a nadie. Sólo conseguimos un viaje gratis en esa nave. Había un montón de espacio para cientos de personas.
- Es el principio de la cosa.
Ryeo resopló.
- No recuerdo que estuvieras tan preocupado por la privacidad de otras personas cuando usaste tu vínculo familiar con tu hermana para leer su mente. ¿No fue la razón por la que tus padres te desterraron a la Tierra?
SungMin se sonrojó.
- ¡Estaba curioso! Y es diferente. No se trata de privacidad. Se trata de libre albedrío. No está bien manipular a los seres conscientes para que hagan algo. ¿Querrías que alguien se metiera con tu mente y te obligara a hacer algo?
Ryeo se estremeció.
- Ugh. Tienes razón. Lo siento - Le dio a SungMin una larga mirada. - Ya no eres un telépata de Clase 1. Te das cuenta de eso, ¿Verdad?
SungMin frunció los labios y asintió.
- ¿Estás seguro de que tu amigo no olvidará ponerse en contacto con nosotros dentro de tres meses?
Ryeo notó claramente el cambio en el tema, pero no hizo ningún comentario al respecto.
- ¿Crees que soy un idiota, SungMin?
SungMin sonrió un poco. Al menos algo bueno había salido de toda la prueba: Ryeo se había acostumbrado a llamarlo SungMin. No se habían molestado en darle otro nombre a Ryeo, imaginando que su nombre sonaba lo suficientemente humano.
- No. Pero creo que eres muy impulsivo y un poco irresponsable.
- ¿Irresponsable? ¿Yo? Al menos no escapé de mi casa porque quería ver a algún humano.
Dijo su amigo con una mirada aguda.
Desvió su mirada. Por supuesto que Ryeo tenía razón. Si bien Ryeo tenía una razón bastante razonable para venir a la Tierra, quería deshacerse de su vínculo no deseado, la razón de SungMin no era racional en lo más mínimo.
Solo quería ver a KyuHyun.
Extrañaba a KyuHyun terriblemente, de una manera que nunca había extrañado a nadie más en su vida. Si era sincero, la demora de un mes lo frustraba tanto no porque temía la ira de sus padres, sino porque habían pasado dos meses desde que había visto a KyuHyun.
Retrasarse debido a una razón tan trivial cuando estaba tan cerca era enormemente frustrante.
No ayudaba que mientras más tiempo pasaba, más inseguro se había sentido SungMin. Dos meses fue mucho tiempo. ¿Y si... y si KyuHyun no quería verlo? ¿Y si estaba enojado?
¿Y si KyuHyun se había olvidado de él?
- Tengo mucha curiosidad por ese ser humano ahora. No entiendo por qué estás tan apegado a él.
Apegado.
SungMin imaginó estar físicamente unido a KyuHyun, tan apretado que no había espacio entre ellos, y sintió un dulce dolor que se extendió por su cuerpo.
SungMin se sonrojó, dándose cuenta de que estaba sintiendo un deseo sexual además del emocional.
- Fue muy amable conmigo.
Dijo torpemente.
Todavía no podía decirle a Ryeo toda la verdad. Estando unido, Ryeo no lo entendería de todos modos.
- Anímate - dijo Ryeo. - No debería faltar mucho ahora.
Estaremos allí antes del atardecer.
El latido del corazón de SungMin se aceleró ante la idea de ver a KyuHyun pronto. KyuHyun, quien exigiría explicaciones, y con razón.
¿Cómo iba a explicar su desaparición? ¿Cómo iba a explicar dónde había estado? ¿Y cómo iba a explicar la presencia de Ryeo?
¿KyuHyun incluso lo dejaría explicar?