SungMin miró la distancia entre él y KyuHyun, estaban demasiado separados para su gusto, antes de enfocarse en la cara de KyuHyun. Era imposible de leer.
KyuHyun dijo secamente:
- Habla.
SungMin se mordió el labio.
La mirada de KyuHyun se dirigió a su boca por un momento antes de que KyuHyun lo mirara a los ojos.
- Estoy esperando.
- No sé qué decirte.
Admitió.
- La verdad sería una buena idea.
Dijo lacónicamente.
Si pudiera decirle la verdad, lo habría hecho hace tiempo.
Interpretando correctamente la mirada miserable en el rostro de SungMin, KyuHyun resopló.
- Cierto.
Se pasó la mano por el pelo y se dio la vuelta, con los hombros y la espalda tensos por la frustración.
- ¿Es SungMin incluso tu nombre?
Dijo al fin. El corazón de SungMin dio un vuelco.
- Sí.
A todos los efectos, él era SungMin. Incluso sus padres y mejor amigo lo llamaban SungMin ahora.
- SungMin Calluvianen no existe.
Dijo rotundamente.
El estómago de SungMin cayó. Entonces KyuHyun supo que su pasaporte era falso.
- ¿Te importa explicarlo? Aparentemente, no existes - cuando SungMin no dijo nada, KyuHyun se echó a reír. - ¿Fue todo lo que me dijiste una mentira?
- ¡No!
Dijo, dando un paso adelante. Deseaba poder contarle todo a KyuHyun, pero él y Ryeo tendrían muchos problemas por su viaje no autorizado a un planeta pre-TTCI sin añadir más. Si rompieran más leyes, ni siquiera sus posiciones sociales los salvaría.
El Ministerio no ocultaba nada: había Dalvars, una especie que podía detectar mentiras, trabajando para el Ministerio y sabrían si SungMin intentaba mentir al respecto.
- Tu pasaporte es falso, SungMin.
- Sí, pero... lo juro, ¡No soy un criminal o algo así!
Simplemente no podía usar mi nombre real aquí.
KyuHyun no dijo nada, todavía de espaldas a él.
- Por favor, créeme.
caminó hacia KyuHyun y le tocó el brazo de forma tentativa.
- No - gruño. - No puedo pensar cuando me tocas.
Suspirando, SungMin apoyó la mejilla contra la espalda de KyuHyun y murmuró:
- Si pudiera decirte la verdad, lo haría, pero no puedo. Es más grande que yo. Más grande que nosotros. Romperé múltiples leyes internacionales si lo hago.
KyuHyun se echó a reír.
- Pareces un agente secreto en una mala película de espías.
SungMin sonrió.
- Sería un horrible agente secreto.
KyuHyun dejó escapar un suspiro, sus músculos se relajaron un poco.
- Tienes que darme algo, Min.
- Me fui porque mis padres enviaron por mí. No me dieron tiempo para despedirme. Traté de convencerlos de que me dejaran hablar contigo, pero fue inútil.
- ¿Así que estuviste en casa todo este tiempo?
- Sí.
- Con tu novia.
Dijo sin ninguna inflexión. SungMin frunció el ceño.
- No. Ella ha estado fuera en un internado.
Silencio.
Finalmente, KyuHyun se dio la vuelta. Miró a SungMin a los ojos y dijo:
- ¿Sigue siendo tu prometida?
SungMin contuvo el aliento en su garganta. Dudó, sin saber cómo responder a la pregunta, sin saber cuál era la respuesta. Por un lado, ya no había vínculo. Por otro lado, no había hablado con Roseanne'shni'gul todavía. Hasta que él hablara con ella, no pensó que responder negativamente a la pregunta de KyuHyun sería la correcta.
Por no hablar de que sus padres habían firmado un jurídicamente vinculante contrato de compromiso en su nombre. Incluso si el vínculo se había ido, legalmente no era libre.
SungMin se encogió de hombros un poco. Los ojos de KyuHyun brillaron oscuramente.
- ¿Por qué volviste, SungMin?
- Yo... te extrañé.
Le dijo un poco tímido y confundido.
¿No fue obvio? Ya le había dicho eso a KyuHyun.
- Pero todavía tienes una prometida en casa - y había algo muy feo en su tono, una emoción desagradable que SungMin casi podía sentir a pesar de sus apretados escudos mentales. - ¿No te sentiste culpable por extrañarme mientras tenías una novia?
- No es lo que piensas - dijo entrecortadamente. - No lo entiendes.
- Eso es correcto. No lo hago. No entiendo quién eres o por qué estás aquí, ¿Y sabes la peor parte? - Él se rió entre dientes sin humor. - A una parte de mí no le importa una mierda. Quiero mantenerte con todas tus mentiras y verdades a medias - Él apoyó la frente contra la de SungMin, sus manos acunando la cara de SungMin. - ¿Qué diablos me hiciste? Debería echarte de aquí. Debería llamar a la policía. No debería quererte aún.
SungMin apenas registró sus palabras, el calor se esparció por su cuerpo, delicioso y dulce. Después de unos meses, tener a KyuHyun tan cerca era abrumador.
- Estás temblando - sus dedos acariciando la mejilla del rubio, su cuello, haciendo que SungMin se estremeciera cada vez que tocaban su piel. - Mírate - dijo con un matiz en su voz. - ¿Se supone que debo creer que tienes una novia? Eres mío.
SungMin no podía hablar, meciéndose en el toque de KyuHyun, y necesitaba...
- No - dijo KyuHyun contra su oído, su respiración áspera e irregular. - Ahora no. Tenemos a tu amigo esperando en la sala de estar.
Quitó las manos de SungMin y dio un paso atrás.
SungMin lo miró con nostalgia. Entonces, sus palabras finalmente se registraron. Cierto. Ryeo. Se había olvidado completamente de él.
KyuHyun metió sus manos en los bolsillos de sus pantalones de chándal.
- Hablando de tu amigo.
Dijo aclarándose un poco la garganta. Parecía enojado, pero cuando SungMin miró hacia abajo, pudo ver a KyuHyun ajustando el bulto en sus pantalones de chándal.
SungMin se lamió los labios.
- ¿Qué hay de Ryeo?
- ¿Qué está haciendo aquí?
Dijo KyuHyun.
- Ryeo me ayudó a escapar de mi casa.
Comentó antes de que pudiera detenerse, su mente aún confusa.
KyuHyun le dirigió una mirada extraña.
- ¿Te escapaste de casa? ¿Por qué necesitarías escapar? - De repente se puso rígido, sus ojos se volvieron más fríos. - SungMin, ¿Tu familia es... abusiva?
- ¡No! - reaccionó rápidamente. - Mis padres son simplemente... muy tradicionales. Realmente quieren que me case con mi novia, y no quiero hacerlo - bajó la mirada antes de mirar a KyuHyun por debajo de las pestañas. - Quiero estar contigo, mientras pueda. ¿Puedo?
Una mezcla de emociones conflictivas parpadeaba sobre el rostro de KyuHyun.
- ¿Tanto como puedas?
Repitió, con una expresión en blanco.
SungMin hizo una mueca de dolor, pero estaba decidido a ser honesto al respecto.
- Quiero quedarme, pero...
El amigo de Ryeo había quitado sus chips de identificación y los había reemplazado por otros temporales para que sólo él pudiera contactarlos y teletransportarlos a casa, si querían irse a casa. Esa era la única precaución que Ryeo había acertado. Pero eso no significaba que no serían encontrados de todos modos.
- No puedo decirte más que esto - se encontró con los ojos de KyuHyun. - Sé que no es suficiente. Entiendo si ya no confías en mí. Si quieres que me vaya, me voy.
La mandíbula de KyuHyun se apretó. Miró a SungMin antes de que repentinamente lo acercara, inclinándose y chupando con fuerza su cuello, su boca caliente y posesiva.
- No vas a ninguna parte.
Dijo con dureza antes de salir de la habitación.
SungMin lo miró fijamente, sin aliento.