Solo podía imaginar cómo debían verse desde la perspectiva del hermano de Ryeo.
-Ni siquiera puedo... - dijo Heechul, sacudiendo la cabeza. Su hermoso rostro se contrajo con una mezcla de ira, incredulidad y confusión. Parecía indeciso en qué emoción asentarse. - ¿Cuál es el significado de esto, Ryeo?
Miró fijamente a SiWon, su aversión obvia.
- Él acaba de humillarte públicamente al solicitar la disolución de su vínculo y, sin embargo, les encuentro...
Se cortó, sus ojos se estrecharon mientras estudiaban a Ryeo, notando claramente los innegables signos de excitación en el cuerpo de su hermano menor.
SiWon tuvo que reprimir el impulso instintivo de ponerse delante de Ryeo. En cambio, miró a Heechul con frialdad y dijo:
-No te ofendas, pero no es de tu incumbencia.
Como era de esperar, Heechul se ofendió. Se enderezó a su altura máxima, sus ojos brillaban de ira.
-¿No es de mi incumbencia? Tengo todo el derecho de exigir una explicación. De hecho, he estado intentando localizarte todo el día. Primero humillas públicamente a mi hermano y a nuestra casa, luego te encuentro con tu lengua en la garganta de Ryeo. Explícate.
Como un hermano mayor, SiWon podía entender de dónde venía Heechul. Excepto que tenía poca paciencia con las personas que metían sus narices en su negocio, y aún menos paciencia para explicárselo.
-Heechul.
Lo intentó Ryeo, sonando medio avergonzado, medio exasperado.
-Ni una palabra, Ryeo - su hermano dijo bruscamente. - Pensé que lo odiabas. Siempre pensé que tu odio por él era injustificado, pero ahora que ha hecho algo para justificarlo, te encuentro escalándolo como si fuera...
-Vete.
Dijo SiWon, su paciencia agotada.
Heechul lo miró fijamente, con incredulidad escrita en toda su cara.
-¿En realidad estás tratando de dar órdenes en mi propio palacio?
SiWon suspiró, cansado de esta conversación sin sentido y completamente evitable, si Ryeo le permitía borrar los recuerdos de su hermano.
Una risa rompió la tensión en la habitación.
Ryeo se estaba riendo, sus ojos brillaban con alegría sin límites.
-No veo lo que es tan divertido.
Dijo Heechul bruscamente.
SiWon lo ignoró, mirando a su hermano menor. No creía haber visto a Ryeo reír tan genuinamente en su presencia. La vista fue... extrañamente transfiguradora.
Todavía riéndose, Ryeo miró a SiWon.
-Les he estado diciendo a todos lo arrogante, titulado imbécil que eres, pero nadie me creyó nunca. Es bueno verte mostrar tus verdaderos colores a alguien que no sea yo. Poder decir "te lo dije" nunca se sintió mejor - Se volvió hacia Heechul con una sonrisa. - ¿Ves? Te dije que era un gilipollas horrible y arrogante.
-Ryeo - dijo Heechul, con incredulidad en su voz. - Hace unos momentos lo estabas besando como si estuvieras tratando de comerlo. Y ahora dices lo horrible que es. ¿Soy el único que está notando la contradicción aquí?
No, él no era el único.
Aunque SiWon ya no podía ver la cara de Ryeo, podía sentir su intensa vergüenza y su actitud defensiva.
-Fue un error - dijo Ryeo. - No hay nada de qué preocuparse. Por favor, mantente alejado de mis asuntos personales, Heechul.
Su hermano negó con la cabeza.
-Hay más en juego aquí que tus asuntos personales. Él humilló públicamente nuestra Casa, en realidad, todo el Tercer Gran Clan, rechazando a su hijo de esa manera. Hay un contrato de compromiso firmado por nuestros padres. Incluso si el Consejo le da el permiso para romper el vínculo, todavía está moralmente obligado a cumplir el contrato. ¡Él literalmente te debe su vida! No entiendo cómo puedes besarlo después de la forma en que él te rechazó y humilló públicamente. ¿No tienes ningún sentido de orgullo y autoestima?
-Suficiente.
Dijo SiWon, parándose frente a Ryeo. No tenía nada que ver con la protección. Él no se sentía protector. Las olas de intensa incomodidad que se desprendían de Ryeo simplemente agravaban sus nervios ya desgastados.
-Mantente al margen - dijo SiWon, mirando a Heechul con firmeza. - Esta es la última advertencia.
Los ojos verdes de Heechul se estrecharon. Aunque el color era el mismo, SiWon pensó que no eran en absoluto tan expresivos y hermosos como los de su hermano menor.
-¿Qué se supone que significa eso?
Dijo Heechul.
-SiWon.
Dijo Ryeo detrás de él, con una advertencia clara en su voz.
Puso una mano en el brazo de SiWon, como si eso le impidiera hacer algo precipitado. SiWon no tenía intención de hacer nada precipitado. Todo lo que se logró fue hacerle hiperconsciente, lo que lo irritó más con todo el asunto. Se acabó el jugar bien.
-Significa exactamente lo que dije.
Dijo SiWon, mirando a Heechul a los ojos. Ryeo le había pedido que no borrara los recuerdos de su hermano; no había dicho nada acerca de no mirarlos. Todos tenían algo que querían ocultar, incluso los príncipes aburridos como Heechul, aparentemente apropiados. Al encontrar lo que estaba buscando, SiWon dijo:
-Si no te mantienes al margen de mis asuntos, no tendré ninguna razón para quedarme fuera de los tuyos.
Por primera vez, una pizca de cautela apareció en el rostro de Heechul.
-No sabes nada de mis asuntos.
-¿No es así? - Dijo con apenas una inflexión en su voz. - Creo que la sociedad se sorprenderá al descubrir que el Príncipe Heredero recientemente enviudado del Tercer Gran Clan tiene una relación muy... interesante con un sirviente de bajos recursos.
Escuchó una fuerte inhalación detrás de él, pero no apartó la mirada de la cara pálida de Heechul.
-Ryeo tiene razón - dijo Heechul, apenas moviendo los labios. - Eres un bastardo despreciable.
SiWon lo miró fríamente.
-Si dejo que Ryeo se salga con la suya insultándome, eso no significa que toleraré los insultos de ti. Vete.
-Si crees que me voy dejando a mi hermano con alguien como tú...
-Tu hermano es capaz de pensar por sí mismo - lo interrumpió, ahora más que irritado. - Él es más capaz de manejarme que tú. Vete antes de que pierda la paciencia y haga algo de lo que me pueda arrepentir.
El agarre de Ryeo sobre sus bíceps se apretó.
-No le hagas daño.
Fue muy irritante que Ryeo pensó que podía decirle qué hacer. Sin embargo, si era lo suficientemente honesto consigo mismo, tal vez Ryeo no estaba del todo equivocado en ese supuesto. Ryeo tenía la capacidad más agravante de hacerlo sentir culpable y a SiWon nunca le había importado ese sentimiento en particular.
-¿Es eso una amenaza?
Dijo Heechul, con el rostro pálido.
-No. Es una advertencia. Si no te metes en mis asuntos, me quedaré fuera de los tuyos y nadie tendrá que descubrir que a su Príncipe Heredero le gusta que lo arrodille y lo use un sirviente.
Heechul se sonrojó.
-Deja de hablar con mi hermano de una manera tan vulgar.
Siseó Ryeo en su oído, su agarre en el brazo de SiWon se volvió doloroso.
SiWon sintió que sus labios se curvaban.
-Si no lo supiera mejor, creería que estás celoso.
Ryeo clavó sus dedos en su brazo.
-No estoy jodidamente celoso - siseó, la ira y la vergüenza salieron de él en olas gruesas. - ¿Por qué estaría celoso de un hombre que detesto?
SiWon frunció los labios y miró a Heechul.
-¿Por qué sigues aquí?
Con la mandíbula apretada, Heechul parecía siniestro, pero después de un largo y agitado momento, dijo tensamente:
-Ryeo, te estaré esperando en mi oficina.
Tan pronto como la puerta se cerró detrás de su hermano mayor, Ryeo suspiró.
-Genial. Simplemente fantástico.
SiWon se dio la vuelta.
-Sólo tienes que culparte a ti mismo. Deberías haberme dejado borrar sus recuerdos.
El príncipe de pelo plateado se burló, cruzando los brazos sobre su pecho.
-Ya has violado su privacidad lo suficiente - frunció el ceño, un ligero rubor coloreando sus mejillas. - Mi hermano es un hombre viudo y adulto. No tenías derecho a avergonzarlo por lo que le gusta en la cama - entrecerró los ojos. - No lo convierte en un hombre menor, o un príncipe menor, para el caso.
-No - estuvo de acuerdo, encogiéndose de hombros. - Si él no estuviera ya avergonzado de sus deseos físicos, no habría podido usarlo contra él.
Ryeo negó con la cabeza.
-Me enfermas.
SiWon lo estudió por un momento antes de poner sus manos en las caderas de Ryeo.