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sHe KyuMin por Chulixxx

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Kyuhyun era dulce con él, dulce y suave. Llevan más de 2 años de novios y su relación hasta el momento había sido perfecta. Ambas familias estaban felices por su noviazgo, y todo marchaba demasiado bien para ellos.

Lejos estaba el Kyuhyun dominante y duro con su Princesa, porque se había convertido en un romántico nato hasta en la cama. Sungmin no se quejó de eso jamás, porque descubrió que también amaba esa faceta de su novio, pero mentiría si dijera que no lo extrañaba siendo Daddy, que no extrañaba que le dijera cosas sucias durante el sexo, que lo arañase y le dejara marcas escondidas en su piel, mentiría.

Ahora están felizmente en la oscuridad del cuarto, en el pequeño departamento que alquilaron para convivir mientras estudian; están recostados en su cama, y Sungmin tenía la cabeza apoyada en su pecho, regalándole caricias. Acaban de hacer el amor, y ahora simplemente están acurrucados debajo de las sabanas. Kyuhyun estaba esperando a rendirse al cansancio y lograr dormir, pero no esperó sentir como el toque de su novio en su pecho fue lentamente descendiendo hasta uno de sus muslos para apretarlos. Sungmin mordió suavemente uno de sus pectorales, mientras la palma de su mano rozaba el -ahora- semiduro miembro de Kyuhyun, quien estaba comenzando a cobrar vida otra vez. Kyuhyun estaba allí, dejándose tocar, sintiendo como las manos y la boca de su novio dejaban caricias por doquier.

Creyó que dormirían, pero su hermoso e insaciable novio estaba listo para un 2° round. 

Esa mañana era especial porque era el cumpleaños número 20 de Kyuhyun. No había planes para celebrarlo, al menos no hasta el fin de semana que viajaran a casa, pero Sungmin había hecho sus propios planes. Aprovechando que no cursaba esos días, tuvo el tiempo, pudo planear y llevar a cabo su sorpresa sin levantar ninguna sospecha por parte de su novio; quien esa semana se mantuvo muy ocupado estudiando para los próximos exámenes.

Siendo sinceros, se sentía un poco estúpido preparando algo como esto. Ellos nunca tuvieron una conversación de éstas, pero no olvida aquel sueño que tuvo donde fingía ser un stripper y le bailó sensualmente (Sacando el pequeño detalle que intentó hacerlo y le salió mal) No estaba en los planes que algo saliera mal ésta vez, así que se puso en mente no pensar demasiado en ello, simplemente actuar. Y aquí se estaba preparando antes de que Kyuhyun llegara de su clase, se diera una ducha y salieran a cenar, como lo habían planeado; bueno, en realidad, esa era una excusa. Había preparado la comida que iba a cocinar. La carne estaba condimentada y lista para poner al horno en cuanto sea la hora que su novio regresara.

Salió de la ducha y se puso de pie frente a la cama donde yacían un par de bragas rojas de algodón y encaje, lápiz labial de color rojo a juego y un liguero negro y su adecuación para las medias altas del muslo, también de encaje. Okay, eso último quizás era demasiado y no estaba seguro si realmente se animaría a

ponérselo, pero la vendedora fue muy convincente y logró engatusarlo para que comprara el conjunto entero. De todas maneras sonrió, sabiendo que estaría llevando puesto eso en sólo minutos para lograr sorprender a su novio en la noche de su cumpleaños.

Sungmin ama que Kyuhyun lo llame Princesa, y ama que lo trate de mujer en la cama, quizás... quizás no estaría nada mal pretender serlo con algo extra que aportara al juego ésta vez.

Se puso de pie mirándose en el espejo y suspiró. Traía puesto todo el conjunto para probárselo. Deseaba con todas sus ansias que todo le saliera bien, y que Kyu lo encontrara bonito también de ésta manera.

Siempre fue muy seguro de sí mismo, ya que no le hizo falta ningún truco para tener a la chica que quiso, incluso a algún chico tampoco, pero ahora se trataba de impresionar a Kyuhyun, a su Daddy y sólo quería hacerlo sentir bien.

Resopló mirando su reflejo y por primera vez, se pintó sus acorazonados labios, aquel rojo ahora estaba a juego con el color de sus mejillas. Observándose a sí mismo decidió que las medias y las ligas eran demasiado. Descartadas. 

"¡Wow! Amor, ¡Estás hermoso! - eso fue lo que Kyuhyun dijo al verlo. Se suponía que saldrían a cenar y Sungmin estaría listo cuando él llegara, así no se demoraban demasiado en irse. - ¿A quién quieres impresionar así vestido?"

"¿Quién dice que quiero impresionar a alguien? ¿No puedo simplemente ser hermoso por naturaleza?" 

Sungmin se quejó mientras se tiraba en el sofá. Kyuhyun caminó hacia él y se incorporó para besarlo.

Lo vio de cerca y frunció el ceño. Sungmin estaba constantemente pintando cuadros para sus exposiciones y dibujando, supuso lo obvio.

"Bebé, tienes como pintura en los labios ¿Mordiste un lápiz rojo?" 

Dijo, mientras observó su reloj y se ponía de pie.

Es algo obsesionado con la puntualidad, y no habían reservado mesa en ningún restaurante, se tenía que bañar enseguida si quería comer pronto.

Avergonzado, Sungmin se refregó los labios con su brazo, quitándose el resto del maquillaje. Creyó que se había limpiado bien, pero Kyuhyun lo notó. Okay, el labial también descartado, entonces, no quiere pasar vergüenza.

Kyuhyun salió del cuarto en cuanto estuvo listo. Se dirigió a la cocina y se encontró la hermosa sorpresa que su novio había preparado la mesa de manera romántica para los dos con copas de vino incluidas.

"¿Hiciste de cenar? ¿T-tú? ¿No saldremos?" 

El rostro de Kyuhyun se iluminó de alegría al ver que su novio iba a cocinar. Amaba cuando Sungmin cocinaba, porque lo hacía excelente.

Creyó que ir a un buen restaurante iba a ser romántico, pero no había nada más romántico para él que ver a Min con un delantal de cocina y verlo abrir el horno para dejar la fuente con carne y papas allí dentro.

Se abalanzó hacia él por atrás y lo rodeó en un abrazo, susurrándole al oído.

"Es la mejor cena de cumpleaños de todas"

"Aún no has probado la carne"

Contestó Sungmin, inocentemente.

"Oh... sí que lo hice, y me encanta" 

Dijo Kyu siendo descarado.
Min se sonrojó y lo empujó hacia atrás, saliendo del agarre.

"Vete, estorbas"

Kyu sonrió. 

"Iré a quitarme la camisa bebé, me pondré otra remera y te ayudaré con el resto"

Al entrar a su habitación, se dirigió directamente hacia el placard. No lo había notado antes, pero algo le había llamado la atención.

"¡¿Qué caraj-?!"

Kyuhyun casi gritó y frunció el ceño en cuanto vio el lápiz labial sobre la cómoda. Recordó que hace momentos notó pintura en los labios de Sungmin, ahora entendió que podrían ser a causa de eso. Lejos estaban las probabilidades de que ese labial sea de su novio, lógicamente, lo estaba engañando con alguna tipa y ella dejó el labial a propósito para que él lo descubriera.

Sungmin se dirigió al cuarto en cuanto lo escuchó gritar. El rostro de Kyuhyun para nada amigable, exigía una explicación, con el labial en sus dedos. 

"¿Qué mierda es esto?"

Sungmin se remordió el labio inferior y sintió su rostro arder. Estaba a punto de decir algo, pero el tono alterado de su novio hizo que se callara.

"¿De quién es?"

preguntó Kyu, y su rostro ya no era enojado, sino más bien, preocupado. No quería creer que sea lo que estaba pensando.

El silencio adornó el cuarto por un momento, hasta que Sungmin alzó su vista, aún con las manos en su bolsillo de su pantalón.

"Uh- ¿Mío?" 

Dijo en voz baja, pero sonó a una pregunta más que a una respuesta.

Kyuhyun dio un paso hacia adelante, acortando su distancia. 

"No lo sé, si no sabes tú ¿De quién es?" 

Dijo, su voz era firme esta vez.

Min aclaró su garganta y extendió su mano, quitando el labial de los dedos de Kyu.

"Mío" 

Contestó y lo dejó otra vez en la cómoda, justo en el lugar donde Kyuhyun lo había encontrado.

Frunció el ceño, encontrándose realmente confundido. No podía ser suyo, Sungmin estaba mintiendo, aunque sonó demasiado sincero.

Antes de que se dé vuelta y se dirija otra vez a la cocina, Kyuhyun lo tomó del brazo y lo volteó para estar frente a frente. 

"¿Cómo que es tuyo?" 

Preguntó.

"Sí, bueno...- se encogió de hombros y se remordió el labio inferior - Feliz cumpleaños." 

Dijo y dejó un beso casto en sus labios, cruzándose de brazos, nervioso.

"¿Cóm-no entiendo! -  Kyuhyun también se cruzó de brazos, y su rostro se notaba más confundido que antes. - ¿Me puedes explicar?"

"No" 

Dijo Min, dándose vuelta, intentando escapar hacia la cocina.

Por supuesto que  no lo iba a dejar, y lo detuvo a tiempo antes de que saliera de la habitación. 

"Sí, te quedas aquí y me explicas" 

Se puso de pie en el marco de la puerta, intentando bloquear su paso. 

"Quise pintarme los labios para sorprenderte, ¿Okay? No se suponía que lo vieras, porque me dio vergüenza. Pero lo viste, ya está"

Habló rápido y resopló.

Kyuhyun sonrió porque... bueno, no sabe porqué en realidad, pero lo hizo de sólo imaginarse los labios de Min de ese color rojo intenso. Sus esponjosos y acorazonados labios son hermosos, y de seguro con ese labial se verían más deseables aún.

"Eso es muy dulce, bebé." 

Sungmin se tensó cuando sintió los dedos de Kyu rozando el contorno de sus labios. Se negó a mirar hacia arriba, porque estaba seguro de estar lo suficientemente sonrojado ahora.

Podía sentir su rostro en llamas, pero quiso correr el riesgo de todas maneras. Alzó su vista, y se encontró con los ojos oscuros de su novio, quien se remordió sus labios en cuanto sus miradas se encontraron.

"¿Podrías?" 

Kyuhyun inclinó su cabeza hacia la cómoda.

Sungmin sonrió y negó mirando al suelo. Kyuhyun no quiso obligarlo, pero era su cumpleaños, ya había recibido los regalos de su parte, pero uno más no hacía daño. 

"¿Y después?"

preguntó con un puchero chantajista. Sungmin sonrió y asintió, dejando un beso en sus labios.

Siempre había pensado que era algo inadecuado y demasiado cursi, hasta recordó aquellos tiempos donde supo insultar al EunWook tantas veces por hacerlo frente a él. Por alguna razón, en cierta forma, aquí y ahora se sentía tan bien que Kyuhyun le esté dando de comer con su tenedor. Lógicamente le estaba convidando de su plato (aunque ambos cenaban lo mismo) simplemente se sentía bien que lo hiciera. Después de dos años de relación sabe y ahora entiende aquello que Hyuk le decía siempre "eres envidioso" , y por supuesto que lo fue. Ahora él también tenía a su lado a la persona que amaba y es de esos que hacen todas las típicas cursilerías con su pareja. No se arrepiente de nada.

Él sabía que no debía preguntar, pero eso no quería decir que no ansiaba saber cuál era esa última sorpresa que su novio prometió. Así que luego de cenar, Kyuhyun tomó su mano y lo llevó hacia la habitación.

Sungmin comenzó a sudar de sólo saber que llegó su momento. Ésta era una de sus fantasías y creyó que a su novio también le encantaría. Deseaba no estar equivocado en esto. Lo que no sabía él, es que Kyu ha fantaseado muchas veces con verlo de ésta manera.

Ella es su Princesa, y Kyuhyun la ama... lo ama.

"Quédate aquí" 

Dijo Min.

Se estremeció con anticipación, él nunca sabía qué esperar. Sintió escalofríos en su piel, porque Sungmin parecía estar hablando muy en serio... no estaba jugando. Salió de la habitación con dirección al baño. Kyuhyun quedó sentado en el borde de la cama, ansioso y también desesperado, porque no sabía qué sorpresa iba a recibir.

"Vamos, bebé. Date prisa antes de que vaya a buscarte" 

Dijo Kyuhyun.

Sungmin suspiró frente al espejo del baño, moría de vergüenza, pero ya era tarde para arrepentirse. No quería quitarse la ropa delante de Kyuhyun, pero creyó que iba a ser más excitante si él lo hacía. Se adentró a la habitación y se puso de pie frente al ansioso de su novio. Se quitó la remera, y llevó las manos de Kyuhyun a su jean. Delicadamente llevo una de sus manos al cabello corto de Kyu para masajearlo con dedos temblorosos.

Kyuhyun desabrochó cada uno de los botones normalmente, pero en cuanto vio una pequeña parte de aquella tela roja, frenó lo que hacía para alzar su vista y mirar a Sungmin. No dijo nada, sólo se remordió su labio inferior y comenzó a bajar lentamente el jean, tocando aquella tela. Era tan suave y sedosa que no pudo evitar estremecerse ante la sensación.

Kyuhyun tiró de su pantalón hasta las rodillas para tener mejor vista de lo que tenía en frente. Sungmin tragó saliva con dificultad cuando Kyu lo atrajo cerca de él con una mano en su culo y con la otra, rozaba su miembro sobre la tela, acariciándolo lentamente.

Min mantuvo los ojos fijos en Kyu mientras sentía las orejas, la cara, el pecho, y todo caliente, rojo de vergüenza. Más aún cuando Kyuhyun comenzó a manosear su miembro sobre aquella tela. Sintió de inmediato como su pene se llenaba y hacía bulto en las bragas, comenzando a gotear y humedecer la tela.

Fue tan embarazoso, pero a la vez, disfrutaba tanto de la atención que obtenía de Kyu en este momento.

Kyuhyun lo empujó un poco hacia atrás para que pudiera quitarse el pantalón. Una vez que lo hizo, lo atrajo nuevamente hacia él y alzó su vista. Sus ojos estaban oscuros, inmersos de placer.

"Bebé... estás hermosa" 

Sungmin se estremeció al escuchar aquello. Se acercó a él, sosteniendo su cara en la palma de su mano para unir sus labios de manera casi desesperada. Sintió sus mejillas ardientes al profundizar aquel beso mientras se apretaba contra él. La mano libre de Kyu frotaba su pene a través de la tela y Sungmin casi lloriqueó, porque estaba sumamente excitado. Se suponía que Kyuhyun debía estar en ese estado al verlo, pero no se imaginó que a él mismo le iba a calentar estar vestido de esta forma.

Kyu rompió el beso. 

"Hermosa, hermosa. Déjame verte." 

Su voz era inusualmente suave.

Sungmin sonrió y se alejó unos cuantos pasos hacia atrás. Kyuhyun lo miraba de arriba abajo, y giró su dedo índice en el aire, dándole la orden de que diera una vuelta. Incapaz de resistirse, Sungmin parpadeó y sonrió a la oportunidad que no podía dejar de tomar. 

"Es tu cumpleaños, haré lo que me pidas, Daddy".

Sin más preámbulos, lo llevó de la mano a la cama y lo recostó.

"Cierra los ojos y no los abras hasta que te diga, Princesa."

Min hizo lo que le pidió -como siempre- y se encogió un poco cuando unos segundos luego lo sintió sentarse a horcajadas suyo.

"No abras los ojos todavía, bebé. Tus labios son... tan hermosos - Sungmin sintió como Kyuhyun untaba en sus labios lo que sentía como... sí, era aquel labial rojo.- Tan, tan hermosa. Eres perfecto, Sungmin -dijo Kyu quien se inclinó y dejó el labial en la mesa de luz. Min sonrió, y quiso remorderse los labios, pero recordó que ahora estaban rojos - Está bien, bebé, puedes abrir tus ojos ahora"

Sungmin abrió los ojos y se enfrentó de inmediato con la imagen del rostro enamorado de Kyuhyun sobre él. Bajó la cabeza y desvió la mirada al suelo.

 


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